Cuatro Momentos (Drummond #3)

By Gaby_SWSD

70K 10.4K 827

Un mal inicio... Weston Drummond es el cuarto hijo de lord Wulfric Drummond, regente de Savoir, quien después... More

Nota introductoria
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 47
Epílogo
Nota Final

Capítulo 46

1.1K 188 24
By Gaby_SWSD

Garrett se sentó frente a la chimenea, observando el fuego fijamente y sin girarse dijo:

–Volviste.

–Sí –Jordane había estado en la misma posición por varios minutos. No dijo nada más.

–¿Lo sabías? –inquirió, sabiendo que no era necesario aclarar a qué se refería.

–En parte.

–¿Por qué no me lo dijiste?

–Pensé que tendría tiempo de sobra para hacerlo –restó importancia– y, de todos modos, la prioridad era hacer que Ashton Drummond volviera –suspiró, incrédula–. ¿Quién diría que Shamus Calhoun además de traidor, era estúpido? Precipitarse así...

–¿Crees que hubiera ganado de haber esperado?

–Posiblemente. Tiene el apoyo del Consejo de Ancianos –chasqueó la lengua.

–Tenía –apuntó Garrett.

–Exacto. Por eso fue estúpida su precipitación –Jordane suspiró. Realmente el ex capitán de Nox había sido un idiota. Y, a pesar de ello, casi había logrado su propósito.

–¿Quién lo diría? Realmente nos salvaste.

–No a Wes –musitó, y por primera vez su voz reflejó un dejo de emoción.

–Vivirá.

–Estás muy tranquilo al respecto.

–Sé que lo hará –Garrett miró de reojo a su hermana.

–Supongo que sí.

–¿Estás bien? –preguntó finalmente.

–¿Y por qué no lo estaría? No soy yo a quien han atravesado con una espada ni ha luchado por su pueblo, ¿cierto?

–No quería aceptarlo, pero has crecido, Jordane. Estoy orgulloso de ti.

–No te pongas sentimental, Garrett. Espera por lo menos a que me marche.

–Entiendo –soltó, porque realmente era así. Todavía no estaba lista para seguir y él, más que nadie, podía entender eso.

–Sé que lo haces –Jordane se encogió de hombros y sonrió un poco–. También entiendo que te quedes, ¿sabes?

Los hermanos se miraron durante largo rato y asintieron. Garrett no pudo evitarlo y abrazó con fuerza a Jordane. Tan valiente e imprudente, temía por ella, un poco, lo admitía; pero más aún por el mundo, quién sabía qué podría llevar a cada lugar que visitara.


***


Jordane, a pesar de saber que no tenía nada que temer, se resistía a acudir a la habitación de Wes. Sí, era cierto que ella había ido por Ashton Drummond y, como había dicho Garrett, los había salvado a todos. Sin embargo, no quería verlo; no, en realidad, no necesitaba verlo. Pero debía hacerlo. Tenía que hacerlo.

–Se siente mejor, espero, mi lord –exclamó Jordane, ocultando con fuerza su ansiedad.

–Sí –Wes hizo gesto de incorporarse–. Mejor.

–No, no se levante. Solo quería decirle... –miró a su alrededor, incómoda, intentando no fijarse en Laraine que estaba en un rincón–. Gracias por permitirme hacer esto a solas.

–¿Qué quieres decir? –dijo, confuso.

–Despedirme, mi lord. Regreso a Savoir –aclaró. Él la miró, sorprendido. Laraine no se movió–. Sí, sé que Garrett se quedará y si no fuera así, lo convencería de que lo haga. Yo estaré bien, mejor sin su interferencia. Pero, más allá de eso, lo que quería decir mi lord y a usted, señora de Nox –refirió. Laraine encontró su mirada y eso le permitió continuar–: es que ahora he saldado mi deuda con ustedes. Por el atentado que realicé en contra de su esposa, lord Weston, y el que ella encubrió con su palabra de que fue un accidente. Yo no olvido mis deudas y no me gusta deberle a nadie tampoco, así que no podía marcharme de aquí sin pagarlas. Estamos a mano, espero.

–Jordane, no podría agradecer cuanto...

–Entonces no lo haga, mi lord. Ya se lo dije, solo fue mi manera de retribuir el favor que me hizo su esposa ante mi imprudencia. Así que, ¿puedo irme en paz?

–Sí, Jordane de Savoir –Laraine se acercó y extendió su mano–. Gracias.

–Señora –Jordane hizo una leve inclinación–. Lord Drummond –Jordane miró de reojo a Wes, que sonreía con un poco de tristeza. Ella elevó la cabeza, apretó la mandíbula y salió con paso firme.


***


–Te marchas.

–Sí –Jordane estaba observando las estrellas en su última noche en Nox. Había sido una buena decisión marcharse–. No tengo razón para quedarme ahora que se descubrió todo.

–Eres buena investigando –dijo Arley, sentándose a su lado. Aún lucía un hematoma en su mejilla, pero por lo demás, se encontraba bien.

–Así como tú husmeando. ¿Cómo supiste que me iba, por cierto? –inquirió, mirándolo.

–Hay poco que no sé y sucede aquí –se encogió de hombros.

–Supongo... y aun así no te marchas, ¿eh?

–Aún no.

–Bueno, algunas cosas no tienen remedio.

–¿Cómo cuáles? –Arley ladeó la cabeza.

–La esperanza.

–¿Quieres decir que yo...?

–Arley, tú y yo lo sabemos –Jordane le sonrió y se incorporó para darle un suave beso de despedida en la mejilla–. Si un día estás listo para marcharte, avísame. Podríamos tener una historia interesante... quizá –añadió en un suspiro.

–Quizá –musitó, pero Jordane ya había seguido su camino.


***


La llegada de Atherton coincidió con el traslado que se haría del ex capitán de Nox, Shamus Calhoun y sus cómplices, fuera de Nox, por lo que ahora se llamaba una sublevación al poder del rey. Lo cierto es que al monarca no le había hecho nada de gracia que un capitán se atreviera a tomar el control de la guardia a su cargo para ponerla a su servicio personal, sin contar siquiera con el visto bueno del Consejo de Ancianos, o más precisamente, de sus aliados más cercanos que se encontraban en aquel órgano de consejo. Por esta razón, Calhoun se había vuelto de interés y todos sabían que eso no era algo bueno; por tanto, nadie se atrevía a expresar ningún apoyo hacia él o proclamar un lazo de algún tipo con el nuevo traidor.

El rey había pedido que Laraine y Weston acudieran a la corte para obtener un reconocimiento, el cual habían aceptado a regañadientes y sabiendo que aquel acto era temporal, simbólico y nada más que una manera de indicar que Nox, representado por su señora, y Savoir, pues contaban con uno de los hijos de lord Drummond, eran estrechos colaboradores de la Corte de Ghrian. Por supuesto, aquello también había sido promovido por Atherton, quien rápidamente había analizado la situación y había entendido a quien debía mostrar apoyo, al menos de momento, y qué debía hacer.

Después de todo, el plan de Calhoun no solo había fracasado por haberse precipitado, sino por la ambición que sentía de ser el único que gobernara Nox; pues, sabía que, si Laraine era considerada una traidora, toda su familia estaría tachada como tal, lo que incluía a Atherton. Había sido un hombre ambicioso y calculador, pero descuidado y torpe en su intento, lo que lo había llevado al fracaso.

Únicamente por esta razón, Atherton se encargó de depurar el Consejo de Ancianos, porque se dio cuenta que, de momento, le convenía más tener de su lado a los Drummond, a Weston, lo que significaba que Laraine tendría su apoyo mientras fuera necesario. Porque no solo tenían el apoyo de Savoir y Glenley, sino el caprichoso favor del rey.

Y así había llegado el momento de acceder a la segunda parte del trato que había hecho con su nieta en aquella ocasión que el matrimonio con Weston Drummond se concretó por órdenes del rey. ¿Quién diría que ese hombre realmente llegaría dispuesto a casarse con Laraine y, es más, que sobreviviría todo ese tiempo? Parecía increíble. Nadie le daba más que un par de meses, él lo había averiguado y por eso había fijado como un año la duración del matrimonio, no creía que pasara y así seguiría teniendo a Candra como una carta para presionar a Laraine.

Pero, no, contra todo pronóstico, el maldito Drummond había sobrevivido. Y ahora debía entregar, con total conformidad, a Candra a quien ella decidiera desposar. Porque estaba seguro de que Laraine no le impondría un esposo, quizás hasta la entregara a aquel joven de origen desconocido que la seguía a todas partes.

Suspiró con disgusto. ¿Cómo había terminado con herederas de su familia así? Era una desgracia.


***


–Candra, es tu elección. Quería que, a diferencia de mí, tú tuvieras la libertad de elegir a quien desposar. Y no, no debes agradecérmelo, lo único que quiero, que siempre quise, fue que fueras feliz. En realidad, que todos quienes quiero lo sean –Laraine pasó una mano por su vientre–. Espero que seas tan feliz como yo, Candra.

–Así que puedo elegir casarme... o no –añadió, con una sonrisa traviesa.

–Cierto. Puedes no hacerlo si lo prefieres.

–Pero sabes que quiero.

–Sí. Aunque no te presionaré, sé que quieres casarte. Por esta razón, además, siento plena confianza en decirte que me sentiré mucho más tranquila si lo haces. Estarás más segura.

–Me da un poco de tristeza, lo admito.

–¿La idea del matrimonio?

–No. La idea de elegir.

–¿Esposo?

–Sí. Es que...

–¿Estás confundida?

–No.

–¿Entonces? –inquirió Laraine, mirándola con curiosidad. Luego, lo entendió–. Ah. Por Arley.

–Sí.

–Él lo entenderá.

–Sé que así será. Pero, eso no impide que me sienta triste. Y un poco culpable.

–¿Por haberte enamorado de alguien más?

–Lo estoy. Realmente, Lara, estoy enamorada de él.

–Lo sé –Laraine tomó la mano de su hermana–. Garrett será un gran esposo para ti, Candra, lo sé.

–¿Crees que él quiera ser mi esposo?

–Estoy bastante segura de que sabes la respuesta mejor que yo.

–No sabía si... pero, cuando vinieron por mí, tú y él, ¡oh, Lara! Lo sentí, lo supe. Era él. Siempre sería él.

–No se diga más, entonces. ¿Quieres que hable con Garrett?

–¿Para amenazarlo por si quiere rechazarme? –bromeó Candra y Lara rió con ella–. No, no es necesario. Déjalo en mis manos.

–De acuerdo. Pero recuerda, Candra, siempre me tendrás a mí.

–Y tú a mí –Candra la abrazó, antes de marcharse.

Esa tarde había quedado de dar un paseo con Garrett, por lo que fue a buscarlo al lugar de entrenamiento. No lo encontró y empezó a ir a los lugares que frecuentaba. Tampoco pudo encontrarlo. Sabía que aún faltaba una hora para el tiempo acordado, pero quería verlo un poco, en silencio, a lo lejos, para armarse de valor y decirle como se sentía.

Quizá ya lo sabía. No, estaba segura de que lo sabía. Y creía saber cómo se sentía él. Además, este parecía el momento adecuado para...

–¿Estás buscando a alguien? –Weston se topó de frente con Candra, quien casi tropezó con él. La sostuvo–. ¿Candra? –ella asintió–. ¿Garrett? –añadió.

–Sí. ¿Cómo lo...?

–Lo estás buscando en los lugares equivocados –dijo y sonrió–. Creo que lo vi saliendo en dirección a los jardines del Castillo.

–¿Los jardines...? –empezó y no necesitó decir más para saber exactamente donde estaba Garrett. No en cualquier jardín, sino en el suyo, el que ella personalmente cuidaba y era su lugar favorito en el mundo.

Cuando salió, la luz del sol la iluminó de lleno y no pudo evitar sonreír mirando hacia el cielo. Al volver la mirada hacia el frente, se encontró con Garrett, quien la contemplaba fijamente. Y lo supo. Aunque él no fuera expresivo y pareciera estar como de costumbre, serio y vigilante en aquel lugar, sus ojos no mentían. Estaba nervioso, esperaba por ella, por su decisión.

–Eres tú, Garrett –Candra alargó las manos en su dirección y siguió sonriendo–. Te elijo a ti. Ahora y siempre. Eres tú.

–Candra... –Garrett se había adelantado a zancadas para tomar sus manos. Sin embargo, no dijo nada más. En su lugar, la atrajo hacia sí y la besó.

Candra se aferró a él y sintió como todas sus dudas se disipaban. Quería estar a su lado cada día de su vida, conocerlo más y que él la conociera del todo. En ese momento, no importaba nada más que los dos, encerrados en un abrazo, uno que parecían haber esperado por largo tiempo.


**Como lo había prometido, el penúltimo capítulo y nos acercamos al cierre de la historia. Confieso que ya los extraño. Cuídense y buen inicio de semana :)**

Continue Reading

You'll Also Like

9.6K 1.2K 32
Tan impresionante como para tener una historia con su nombre.
1.1M 191K 160
4 volúmenes + 30 extras (+19) Autor: 상승대대 Fui poseído por el villano que muere mientras atormenta al protagonista en la novela Omegaverse. ¡Y eso jus...
552K 29.2K 133
Clara es una mujer de 26 años,muy inteligente, es profesora de universidad.Es timida muy bella pero no se saca provecho . Tiene una familia qué adora...
142K 7.4K 40
Creditos a - @BeautifulPrincess-1 Por la Portada Nicole wuhs un chica de 19 Años profesora de ballet una de las mejores, su vida gira al rededor...