Bizarre [JaeYong]

נכתב על ידי ariaroseyong

107K 12.2K 6.7K

Cuando SungChan conoció a su padre biológico, no esperaba para nada lo que pasó. Nadie lo esperó. • Parejas ... עוד

u n o
d o s
t r e s
c u a t r o
c i n c o
s e i s
s i e t e
o c h o
n u e v e
d i e z
o n c e
d o c e
t r e c e
c a t o r c e
q u i n c e
⚠️ PAUSA BREVE ⚠️
d i e c i s é i s
d i e c i s i e t e
d i e c i o c h o
d i e c i n u e v e
v e i n t e
v e i n t i u n o
v e i n t i d ó s
v e i n t i t r é s
⚠️ Aviso ⚠️
v e i n t i c u a t r o
v e i n t i c i n c o
⚠️ ESTO ES UN SPOILER ⚠️
v e i n t i s é i s
v e i n t i s i e t e
v e i n t i o c h o
v e i n t i n u e v e
t r e i n t a
t r e i n t a y u n o
t r e i n t a y d o s
t r e i n t a y t r e s
t r e i n t a y c u a t r o
t r e i n t a y c i n c o
t r e i n t a y s e i s
t r e i n t a y s i e t e
t r e i n t a y n u e v e
c u a r e n t a
c u a r e n t a y u n o
c u a r e n t a y d o s
c u a r e n t a y t r e s
c u a r e n t a y c u a t r o
c u a r e n t a y c i n c o
c u a r e n t a y s e i s
c u a r e n t a y s i e t e
c u a r e n t a y o c h o
c u a r e n t a y n u e v e
c i n c u e n t a
c i n c u e n t a y u n o
c i n c u e n t a y d o s
aviso
e p í l o g o
n o t a d e l a a u t o ra

t r e i n t a y o c h o

1.7K 209 95
נכתב על ידי ariaroseyong

JongHyun había progresado demasiado y era por eso que los doctores lo habían dejado salir con la condición de que tuviera a una persona que viera por su bien afuera. Él por supuesto llamó a BaekHo.

—Te ves bien, Jong—el chico musculoso sonrió y encendió el auto para llevarlo lejos del aquella clínica.

Luego de varias horas de camino, llegaron al bar que le pertenecía a su amigo y se dirigieron a la oficina de éste para hablar con mayor privacidad.

—Hablé con Ren y no tiene problema con que vivas con nosotros...

—Aunque lo agradezco, no podría arruinarles su vida.

—No lo harás. De verdad estaríamos felices de tener compañía.

—Gracias, pero no—esbozó una sonrisa.

—Puedes vivir aquí—su amigo negó—. Puedo adaptar la oficina como una habitación y...

—No—rio—. Pienso conseguir un empleo y pagarme algo aunque sea pequeño.

BaekHo respiró hondo.

—Al menos acepta mi ayuda económicamente, mientras consigues un empleo. Por favor.

JongHyun asintió y aceptó la gran cantidad de dinero que su amigo le dió, con la que podría rentar un buen departamento y comer bien durante al menos tres meses. Esperaba conseguir trabajo antes de eso.

No fue muy difícil conseguir trabajo en un restaurante de comida rápida. Ya llevaba una semana ahí y se sentía feliz, incluso cuando le tocaba estar todo su turno en la cocina.

Una par de semanas después, cuando su hora de comida comenzó, entró al baño para quitarse la malla que evitaba que su cabello cayera en la comida y tomó asiento en el comedor del lugar. Escuchó una voz que se le hacía muy familiar y pensó que podría solo ser producto de su imaginación, pero al girarse vio a TaeYong agradeciendo al chico que le dió su orden.

Parpadeó un par de veces sin creer que era real, pero ahí estaba el amor de su vida. En cuanto TaeYong se giró para salir del lugar, él agachó la vista hacia su comida para no ser visto.

Volvió al departamento que estaba arrendando y sentía una extraña sensación en el pecho. No había pensando en él en meses y solo con verlo una vez, recordó cuánto lo amaba y que su relación fue una de las mejores cosas que le pasó en la vida.

Esa misma noche antes de dormir, se convenció de que tenía que ir a hablar con él para pedirle una disculpa y contarle del tratamiento que había tomado en los últimos meses y que hasta estaba listo para volver a iniciar una relación si él aún quería, claro. Aunque se conformaría con su amistad.

Cuando llegó a casa de su exnovio, su mente se inundó de buenos recuerdos y no pudo evitar sonreír. Tocó el timbre y frunció el ceño cuando la puerta fue abierta. ¿Acaso su lindo exnovio había vendido su casa o quién era el apuesto muchacho que estaba frente a él?

—Oh... —lo miró confundido—. Es la casa de Lee TaeYong, ¿cierto? —preguntó para cerciorarse de que estaba en el lugar correcto y el chico asintió—. ¿Podrías llamarlo? —el joven de nuevo asintió, pero se detuvo a preguntar quien lo buscaba—. Kim JongHyun.

Esperó un par de minutos a que TaeYong apareciera y cuando lo hizo, lo saludó con una sonrisa bastante amplia.

—¿Cómo estás? —el contrario guardó silencio—. Te ves bien—y no mentía, se veía más hermoso que nunca.

—JongHyun...

JongHyun podía jurar que escuchar su nombre saliendo de sus labios, lo reparó en más de una manera.

Luego de decirle que lo llamara, volvió a su departamento, pero no podía dejar de pensar en el chico castaño que había abierto la puerta. No le daba buena espina, así que creyó que lo mejor sería tenerlo vigilado.







Estaba frente a la casa de TaeYong, ya que sabía que era cumpleaños de Johnny, así que se escondió en los arbustos de enfrente para poder ver si aparecía aquel chico misterioso. Se llevó la sorpresa de su vida cuando vio al chico salir de la casa de TaeYong. Él llevaba ahí por lo menos tres horas y en ningún momento lo vio entrar, así que había llegado muy temprano o se había quedado a dormir. Odiaba siquiera pensar en que podría ser la segunda opción.

Vio como ambos cargaban un enorme pastel de chocolate y lo llevaban hasta el auto. Notó que TaeYong no miraba al chico como se miraría a un amigo, así que comenzó a sentir que su sangre hervía. 

¿Por qué alguien tan guapo y joven saldría con TaeYong? No lo malinterpreten. TaeYong tenía su encanto, pero no creía que lo suficiente para conquistar a un chico así.

Seguramente el chico quería burlarse de él y jugar con sus sentimientos.





JongHyun ya se había acostumbrado a vigilarlos, aunque eso le haya costado su empleo. Lo bueno es que había sido inteligente y no había despilfarrado el dinero, así que tenía ahorros, aunque tuvo que cambiar su cómodo departamento por uno muchísimo más pequeño y además, en la zona más pobre de la ciudad. 

Ese día, los siguió hasta el centro comercial y se sentó considerablemente lejos de ellos para no ser visto. Estaba tan concentrado viendo como el estúpido castaño le sonreía a TaeYong y además, se reía con sus estúpidos hijos. 

Cuando TaeYong se levantó al baño, él se giró rápidamente y notó que en la mesa de a un lado había una hermosa chica viendo en la misma dirección que él estaba viendo hace pocos segundos. Pudo notar que la mirada de la chica cargaba el mismo sentimiento que él.

Tomó su café y se puso de pie para caminar hasta ella y sentarse a su lado.

—¿Te puedo ayudar en algo? —preguntó cruzándose de brazos.

—¿Desde hace cuanto te gusta? —preguntó con una sonrisa y la chica frunció el ceño e hizo ademán de levantarse—. Yo también estoy enamorado, pero de TaeYong.

—ChaeYeon—extendió su mano para estrecharla con el pelinegro—. Es un placer.

—JongHyun—agitó levemente su mano—. El placer es todo mío.

Comenzaron a charlar cómodamente sobre la pareja y estaban tan inmersos en esa plática que no notaron cuando se fueron. Intercambiaron números y se despidieron para dejar el lugar.





ChaeYeon y él habían estado hablado a diario sobre la pareja y sobre posibles cosas para sabotear la relación.

Esa noche, luego de que se acostara, llamó a JongHyun para contarle que YoonOh había tenido una discusión con TaeYong y que él de hoyuelos estaba muy tenso por eso.

—Le dije que yo no merecía pagar los platos rotos y se olvidó de él—rio y juntos se burlaron de la situación. Si YoonOh olvidaba un pelea así de fácil, sería simple hacer que se olvidara completamente de él.


A la mañana siguiente se levantó y se vistió para ir al trabajo. Había planeado ocupar su hora de comida para ir a comprar ropa bonita, pero sus planes se vieron arruinados cuando no encontró su cartera. Tuvo que recurrir a coquetearle a uno de sus compañeros para que la invitara a comer.

Luego de comer, quiso aprovechar la situación de TaeYong y de YoonOh para acercarse más al de hoyuelos, así que le envió un par de mensajes para que fuera a recogerla a su trabajo. YoonOh accedió y en ese momento se sintió tan feliz de que su amigo fuese tan amable.

Sabía que su amigo era muy puntual, así que, aunque ella ya podía salir del edificio, esperó a que Johnny saliera para que viera el espectáculo. 

Tal como lo planeó, YoonOh estaba parado frente a su auto con una enorme sonrisa y sosteniendo un café y un pastelillo con ambas manos. Corrió hacia él, llamando la atención de sus compañeros y luego de darle una pequeña mordida al pastelillo, se puso de puntitas para besarlo.

Aunque YoonOh se molestó con ella, había logrado su cometido. Sabía que Johnny había sido testigo de aquello, así que se sintió satisfecha cuando no lo vio por ningún lado, ya que seguramente se había ido en cuánto vio el beso.

Tomó un taxi a casa y en cuanto se puso su pijama llamó a JongHyun para darle la noticia.


—Mis respetos—rio—. Estoy seguro que con esto terminarán. TaeYong confía más en Johnny que en sí mismo.


Cuando vio a TaeYong salir de la casa de YoonOh, corrió hacía él para intentar pedirle una disculpa de nuevo y esta vez, agregar que le pediría una disculpa a su novio.

—Si no quiero que te acerques a mí, mucho menos quiero que te acerques a él—cuando YoonOh le dijo esas palabras, realmente se sintió mal.

—Me gustaría pedirle una disculpa—pidió con los ojos llorosos. 

Amaba tener la habilidad de llorar con facilidad, ya que YoonOh le dijo que le preguntaría y ella quedó totalmente satisfecha.







Habían decidido turnarse para seguir a ambos y no ser detectados. En esa ocasión, ChaeYeon estaba en casa TaeYong en espera de cualquier movimiento. Nunca esperó que YoonOh aparecería en su au

to cargando una pequeña bolsa de papel.

Al parecer iban a tener una aburrida cita y ella no estaría dispuesta a esperar afuera. Estaba lista para irse cuando vio a TaeYong salir de la casa con una sonrisa, así que esperó a que se despidiera de YoonOh para literalmente correr a su auto y seguirlo.

Lo siguió hasta la terraza del gran edificio en donde había aparcado y abrió la boca tan ampliamente como pudo al ver que se sentaba frente al hermano de YoonOh. Al principio pensó en que era una simple comida para conocerse más como cuñados, pero no pudo pasar por desapercibido el parecido que tenían.

Por lo que sabía, SungChan era adoptado y por lo que JongHyun le había dicho, TaeYong había embarazado a su exnovia muy joven. Haciendo cuentas, se dió cuenta de que podrían ser padre e hijo.





Verlo tan tranquilo, la sacaba de quicio, así que pensó en que sería buena idea enviarle un detalle a nombre de JongHyun. Si TaeYong seguía siendo como era antes, seguramente llamaría a JongHyun y éste lo convencería de volver a darse una oportunidad, dejando el camino libre con YoonOh.


Los días pasaron y ChaeYeon estaba de muy mal humor, ya que YoonOh seguía sin hablarle y ni siquiera sabía si le había dicho a TaeYong sobre la disculpa. Su humor empeoró cuando JongHyun la llamó.

—Felicidades. Al parecer tu beso los unió más que nunca—bufó—. Además, tus estúpidas rosas no hicieron nada.

—¿De qué hablas?

—Hablo de que están en casa de YoonOh.

—¿Y eso que tiene?

—Que no hicieron una visita rápida como la anterior. Están comiendo con la familia de YoonOh—con enojo maldijo y colgó la llamada.

Sonrió maliciosamente frente al espejo y comenzó a arreglarse para ir a ver a YoonOh y a su estúpido novio.


Al pedirle la disculpa, no esperaba que TaeYong la aceptara. Era más tonto de lo que creía...

Se despidió de ambos y volvió a su casa para llamar a JongHyun y contarle lo que había sucedido.


—Mi precioso Yonggie es un alma generosa.

—¿Alma generosa? —se burló—. En mi familia los llamamos idiotas.

—Sí, también eso—rio—. Siempre fue así conmigo... —suspiró.

—¿Y qué hizo que terminara contigo?

—¿Qué?

—Sí, tú dices que siempre fue un alma generosa, pero debiste haber hecho algo que lo molestó demasiado como para que te mandara al diablo definitivamente.

—En una ocasión reprendí a XiaoJun con unas cuantas nalgadas y me echó de la casa ese mismo día.

—Diablos... Si que debe querer mucho a esos mocosos.

—Son lo más preciado de su vida. Si algo llegara a pasarles, se moriría.





Luego de eso, decidió volver a buscar a YoonOh. No sé rendiría hasta que el de hoyuelos la perdonara y por suerte, su amigo era igual de "alma generosa" que TaeYong y la perdonó. Tendría que volver a fingir ser la chica dulce, con tal de acercarse de nuevo a él.




JongHyun estaba recostado en el sofá, admirando la pintura del techo que se caía a pedazos. Comenzó a conciliar el sueño cuando su teléfono comenzó a sonar.

—¿Qué pasa? —preguntó de mala gana.

—Necesito verte—casi gritó.

—¿Estás bien?

—Envíame tu dirección. Voy para allá. 


JongHyun no pudo decir nada más, ya que la chica le colgó en cuanto terminó de hablar.

Le envió la ubicación y esperó afuera del edificio con paciencia. Minutos más tarde, el auto de ChaeYeon aparcó frente a él y bajó su ventana.

—¿Aquí vives? —miró detalladamente el edificio que parecía caerse a pedazos.

—Sí. ¿Vamos a otro lugar? —la chica asintió y abrió la puerta del copiloto para alejarse lo más pronto posible de esa zona.

JongHyun le dio indicaciones hasta que llegaron a un arcade. Pidió un par de sodas y se sentó en la entrada del lugar. ChaeYeon se quitó el gorrito que cubría su cabeza y lo volvió a poner en cuestión de segundos.

—Carajo... ¿Qué te pasó? 

ChaeYeon no puedo evitar comenzar a llorar llena de rabia.

—Los bastardos de TaeYong—sollozó y comenzó a meter su cabello de nuevo en el gorrito—. ¡Los odio! —JongHyun la miró con el ceño fruncido—. Fui a ver a YoonOh y ahí estaban esos mocosos. ¡Ellos me hicieron esto!

—Son unos malditos consentidos—habló con rabia recordando cuántas veces peleó con TaeYong por los mocosos esos.

Hubo un enorme silencio, hasta que de nuevo, él habló.

—Te verías linda con el cabello corto—musitó.

ChaeYeon arqueó la ceja y le dió un buen sorbo a  su bebida. Terminaron de beber en silencio y subieron al auto para volver a sus respectivas casas. 

Al día siguiente, quería contarle como había sido su cita con la estilista que arregló su cabello, pero quería mostrárselo y ni loca se volvía a parar en su departamento, así que lo citó en el mismo lugar. 








JongHyun estaba molesto, ya que las llamadas y mensajes que le hacía a TaeYong parecían ya no interesarle. ¿Cómo se atrevía?

Decidió hacerle una pequeña visita solo para que no pensara que se había olvidado de él.

Entró a la casa de los Lee por la ventana que TaeYong siempre dejaba abierta y se instaló en la cocina. No era el mejor cocinero del mundo, pero comenzó a preparar algo de carne con verduras para su lindo exnovio y sus hijos.

Lo vio entrar con una sonrisa que se esfumó de inmediato cuando sus ojos se encontraron y supo que TaeYong esperaba a otra persona. Su sangre hirvió de inmediato y solo pudo hablarle con hostilidad.

Cuando lo echó de su casa y lo vio firme en su decisión, no pudo evitar pensar en que sus oportunidades con él se habían reducido, no solo a cero, si no, a menos cien.

Si el no podía ser feliz con TaeYong, TaeYong no podría ser feliz con nadie más, así que buscó en Internet la agencia de adopción de XiaoJun para hacer una llamada y mentir diciendo que el pequeño vivía en condiciones deplorables.

Para su muy mala suerte, no funcionó y aunque insistió con su denuncia, la gente de la agencia agradeció por su preocupación y confirmó lo que ya sabía: TaeYong era un gran padre.










JongHyun tenía razones de sobra para dañar a los Lee. Empezando con el hecho de que él y TaeYong estaban muy bien siendo pareja, pero al contrario se le ocurrió adoptar a Jeno y así fue como dejó de prestarle atención al cien por cierto; se acostumbró a compartir su atención, pero cuando adoptó a XiaoJun, ya no podía solo tener un tercio de la atención de TaeYong y después, por su culpa, terminó con él.

Luego, cuando salió del hospital y quiso volver a intentar aunque sea una amistad con él, TaeYong ya estaba muy feliz con su estúpido nuevo novio.

¿En dónde quedaba él?


Estaba en el estacionamiento del gimnasio en donde sería la competencia de Jeno. Sí, él sabía de la competencia, ya que fue a la escuela del menor con el pretexto de que quería inscribir a su hijo y el profesor que le dió los detalles de las clases, le comentó del evento.

Esperó a ver en dónde se sentaba TaeYong y rodeó todo el gimnasio para quedar justo frente a él.

Quería irse, ya que estaba terriblemente aburrido, pero en cuanto Jeno comenzó a llorar, no pudo evitar sentirse feliz y hasta satisfecho. Al fin el mocoso recibía lo que merecía.

Antes de que terminaran los últimos enfrentamientos, se levantó de su asiento y caminó hasta el pasillo que llevaba a los asientos de TaeYong.

Se recargó a un lado de una máquina expendedora y en cuánto vio a TaeYong salir con XiaoJun colgado de su brazo, comenzó a seguirlo con una distancia considerable. Esperó a que salieran del baño para seguirlos de nuevo, pero en cuanto vio que soltó a XiaoJun para sacar su billetera, giró su cabeza y notó que venía una gran ola de personas, así que sin saber porqué, pasó detrás de XiaoJun y colocó una de sus manos en su cuello para que caminara.

—Guarda silencio y camina, o le voy a hacer daño a tu papi y a tu hermanito—susurró sobre su oído y el pequeño asintió caminando a la velocidad que lo llevaba.

—¡¿Jun?! —ambos escucharon la voz de TaeYong a lo lejos, pero la ignoraron y salieron literalmente corriendo de ahí.

JongHyun tomó con fuerza su mano y le dijo que siguiera caminando, mientras seguía amenazándolo con dañar a su familia. Se alejaron considerablemente del gimnasio y entraron a la primera estación de metro que vio. Subió a un vagón que estaba completamente vacío y lo llamó... A ver si esta vez lo ignoraba como siempre.

Cuando YoonOh le ofreció dinero, pensó en aceptar la oferta, ya que gracias a ChaeYeon sabía a que se dedicaban varios miembros de su familia, incluido su cuñado, así que podría darle una muy buena cantidad, pero recordó su verdadero propósito: Joderle la vida a ambos.

Luego de burlarse un poco más, esperó a que el tren llegara a su estación y bajó a XiaoJun con un fuerte agarre en su muñeca.

—Buenas tardes, señora Kang—saludó a una mujer con algunas canas adornando su cabello negro intenso.

—Hola, JongHyun—sonrió ampliamente—. ¿Y este pequeño quien es?

—Es mi sobrino—acarició su cabello—. La niñera de mi hermana ya no podrá cuidarlo y se quedará un tiempo aquí.

—Que bien que tengas compañía. Preparé kimchi, baja por un poco más tarde.

—Sí, muchas gracias—volvió a sonreír y arrastró a XiaoJun hasta su departamento—.¿Por qué no eras así de obediente cuando vivía con ustedes? —acarició su mejilla y lo llevó hasta su habitación.

—Déjeme ir con mi papá—pidió mientas su labio inferior temblaba.

—No puedo hacer eso—suspiró—. Ponte cómodo—caminó hasta la puerta—. No quiero volver a repetir que te mantengas callado o le haré daño a tu papi, a tu hermanito y al noviecito de tu papi—cerró la puerta con seguro, dejando al pequeño encerrado.


ChaeYeon

Tienes que venir cuánto antes.

Tengo una sorpresa.

Te va a encantar.

En una hora estoy allá.


Aunque dudó en ir, leyó una vez más y parecía que era algo importante, así que le envió un mensaje para que saliera por ella, ya que el chico borracho afuera del edificio, no paraba de mirarla y hasta se había acercado al auto, pero por suerte tenía la ventanilla arriba.

—¿De qué se trata tu sorpresa? —arqueó su ceja y miró de reojo el resto del hogar del chico.

—Está en la habitación...

—Si es alguna tontería sexual, juro que te mato.

Negó con una sonrisa.

—Solo entra.

La chica obedeció y no pudo evitar murmurar un "mierda", cuando vio al hijo de TaeYong llorando en la esquina de la habitación.

—Se-señora—alzó la vista—. Perdón por lo que le hice a su cabello, pero déjeme ir, por favor.

ChaeYeon aún atónita, retrocedió un par de pasos y cerró la puerta.

—¿Qué carajos hiciste? —gritó en un susurro.

—¿No querías destruir su familia y separar a YoonOh de TaeYong?

—Sí, pero no así. ¡No quiero ir a prisión!

—Nadie sabe que estás conmigo y yo llamé a TaeYong, pero...

—¡¿Qué hiciste qué?!

—Tranquila. Aunque me encuentren, no tendrán pruebas de que estuvo conmigo. Me desharé de él antes de que la policía comience a buscarlo.

—¿Y según tú cómo lo harás?

—N-no sé, pero algo se me ocurrirá. Todo estará bien.

—Puedo apoyarte a hacerles la vida imposible de otra forma, pero no raptando a un niño—negó con la cabeza.

—No encontrarán pruebas...

—¡Lo harán! —gritó histérica y suspiró—. No seré cómplice de tu estupidez—sacó de su bolso un par de toallitas húmedas y comenzó a limpiar el pomo de la puerta de la habitación—. Suerte con lo que sea que vayas a hacer—hizo una mueca y salió del departamento dejándolo solo.

En cuanto la puerta se cerró, JongHyun no puedo evitar desvanecerse hasta el suelo recordando las veces que fue abandonado. Primero sus padres lo arrojaron a un orfanato, cuando cumplió la mayoría de edad lo echaron de ahí, luego TaeYong lo corrió de su casa, MinHyun simplemente desapareció del mapa y ahora la chica que creía su amiga, lo había dejado a su suerte.

Se recostó en el sofá hasta que el cielo se tornó oscuro y su estómago rugió. Pensó en que XiaoJun seguramente debía tener hambre, así que bajó por el kimchi que la señora Kang le había prometido y preparó un poco de arroz para servirle al menor.

—Come un poco, anda—dejó un plato cerca de él y XiaoJun solo se encogió más sobre sí mismo—. A tu papi no le gustaría verte saltarte las comidas.

XiaoJun lo miró se reojo y sorbió su nariz.

A papi no le gustaría que usted me tuviera aquí... —habló en chino.

—¿Qué dijiste?

—Que gracias por la comida—repitió en coreano y tomó la cuchara para comenzar a comer en silencio.

JongHyun esperó a que el pequeño terminara de comer para recoger su plato y salir de la habitación, no sin antes desearle buenas noches y volver a cerrar la puerta con seguro. 

Notó que la noche sería fría, así que decidió ir a un refugio infantil para buscar algo abrigador en el montón de ropa que el lugar ponía junto a un letrero que decía: "si lo necesitas, tómalo". Tomó algunas prendas más que lucían tiernas y volvió al departamento. 

Entró a la habitación y por suerte XiaoJun aún no se dormía, así que le dio el sueter gris con estrellitas en el centro y un pantalón rojo afelpado.

—Ponte esto o pasarás frío—dejó la ropa en la cama y la demás la arrojó al suelo.

A la mañana siguiente, despertó con un dolor intenso en toda la espalda, ya que, su sofá tenía resortes saliendo por todos lados. Se levantó y cocinó el último par de huevos que había para llevarle el desayuno a XiaoJun.

—¿Dormiste bien? —el menor asintió, pero sus notables ojeras lo delataban—. Mentiroso—bufó y dejó el plato a su lado—. Estaré afuera por si necesitas algo.

—¿Agua? —musitó y JongHyun rodó los ojos para llevarle un vaso con agua.

—¿Algo más? —el pequeño negó y él salió de la habitación.



Cada día que pasaba, se le hacía más difícil pensar con claridad. Solo despertaba, abría la habitación para que XiaoJun usara el baño y volvía a encerrarlo. 

JongHyun seguía pensando en que haría con él y no puedo evitar pensar en su pequeña charla con ChaeYeon. Se dió cuenta de que si fue una decisión estúpida y arriesgada. Él tampoco quería ir a prisión.

¿Y si se lo devolvía a TaeYong? Podría solo ir a arrojarlo a su casa y desaparecer del mapa, pero seguramente ya habría contactado a la policía y podrían estar ahí. O podría llamarlo y decirle que se lo entregaría con la única condición de que estuviera solo, pero como había visto en las películas, los policías podrían estar infiltrados o escondidos.

¿En qué carajos se había metido?



Ya habían pasado cinco días y juraría que se volvería loco en cualquier minuto, ya que la presión de que hacer con el niño, no lo dejaba en paz. Entró a la habitación para verlo una vez más y tal vez así se le ocurriría que hacer con él, pero XiaoJun estaba recostado en el suelo.

—Levántate, no eres un animal—lo movió con el pie, pero el pequeño no reaccionó—. ¿XiaoJun? —se inclinó y notó que el pequeño estaba pálido, ojeroso, su rostro estaba más delgado que de costumbre y su boca estaba seca. Parecía que estaba muriendo.

¿Y como no iba a estarlo? Si llevaba cuatro días sin comer. Para él, que vivió en la calle, era algo normal, pero para el chino que estaba acostumbrado a cinco comidas al día, era una muerte lenta. Corrió a la cocina en busca de un vaso con agua para obligarlo a beberla, ya que no quería ser un asesino.

XiaoJun pareció recobrar la conciencia poco a poco y cuando logró levantarse, lo encerró para bajar con la señora Kang y pedirle algo de sobras porque "su hermana no había podido llevarle dinero para su hijo".

—Mi hija vino ayer por la noche y me trajo muchas cosas—lo invitó a pasar a su departamento que estaba perfectamente en orden—. Te daré algo—sonrió y le dio una pequeña charola con huevos, arroz recién cocido, verduras frescas y unas bolsas de frituras.

—Es demasiado, señora Kang—musitó avergonzado.

—Nunca sería demasiado para mi inquilino favorito—pellizcó su mejilla—. Deberías bajar a cenar con tu sobrino, debe de estar muy aburrido y yo tengo muchos juegos de mesa.

—Le diré—hizo una gran reverencia y volvió a su departamento.

Abrió una bolsa de frituras y la dejó a un lado del niño, quien las devoró en un par de segundos.

—Te traeré algo de comer—XiaoJun asintió frenéticamente y comenzó a agradecer.

Terminó de cocinar y justo antes de servir los platos, su celular comenzó a sonar. Al ver el nombre de su amigo en la pantalla, esbozó una sonrisa y respondió sintiendo esa extraña opresión en el pecho que le decía que lo que estaba haciendo estaba mal, así que pensó en contarle a BaekHo lo que había hecho.

Si le contaba, podría llevar a XiaoJun con él y desparecer. Al fin y al cabo, BaekHo sabía dónde vivía TaeYong, así que podría ir a dejar al pequeño sin ningún problema.

Cuando estaba a punto de decírselo, ChaeYeon apareció en su puerta mirándolo de brazos cruzados.

—Ya tengo ayuda.

—Pero yo te puedo ayudar a salir de esto.

—¿Me vas a encerrar de nuevo? —ChaeYeon asintió en silencio con un gesto de burla.

—No, podemos buscar a MinHyun.

—MinHyun ya no va a volver—miró triste al suelo y la chica lo vio en las nubes, así que tiró sus llaves a la mesita de centro para llamar su atención.

—Y-yo me tengo que ir—colgó la llamada y miró atentamente a la mujer parada frente a él—. ¿Cómo entraste?

—Le señora de abajo me dio la llave porque al parecer soy tu hermana...

—Pensé que no querías ir a prisión.

—Estoy aquí para ayudarte—se sentó a su lado—. Escuché a Johnny hablando con un colega y al parecer tienen al mejor detective de toda la ciudad trabajando en el caso, así que seguramente te atraparan... 

—¿Y qué propones?

—Lo enviaremos en un barco de pesca directo a China.

—Sabe el idioma, podría decirle a las autoridades lo que pasó.

—Sería un milagro si llegara vivo porque es un viaje de varios días, pero si así fuera—suspiró—, le diré a mi amigo que se encargue de él.

—¿Tu amigo? —preguntó con la ceja arqueada. 

—Trabajé como abogada de un traficante de personas y gané el caso—se encogió de hombros.

—¿No hallaron pruebas?

—Sí, pero inculpamos a alguien más—sonrió—. Ahora debemos irnos de aquí.

—¿Puedo pedirte una cosa? —la castaña asintió—. ¿Puedo llamarlo una última vez? 

—¿Estás loco?

—Solo quiero oír su voz por última vez...

—Está bien, pero tendrás que llamar de un teléfono público.

JongHyun asintió y luego de pedirle dinero, salió del edificio. Recordó que había una cabina afuera del arcade que solía visitar cuando era joven, ya que al salir del orfanato, los refugios estaban en esa zona y acudía ahí para olvidarse de todo.

Cuando llegó al lugar, notó que solo había un hueco en el suelo y la cabina no se veía por ningún lado. 

—No me digas que ibas a usar el teléfono público—uno de los trabajadores encendió un cigarrillo y se recargó en la pared—. Se lo llevaron ayer. Puedes usar el mío, si quieres—JongHyun asintió y agradeció.

Se alejó un poco del chico y marcó el número que se sabía de memoria. Decidió molestarlo un poco más y colgó la llamada. 

Luego de agradecer, volvió a su departamento en donde ChaeYeon estaba esperándolo de brazos cruzados.

—Tardaste demasiado.

—Me retrasé un poco... ¿Ya nos vamos? —ella asintió y fueron por el pequeñito que se veía muy débil. 

JongHyun lo cargó y ella lo cubrió con una manta. Dejaron el departamento y justo en la entrada, fueron detenidos por la dueña del lugar.

—¿El niño está bien?

—Sí, solo está dormido—respondió ChaeYeon con una sonrisa—. Hasta luego—se dio media vuelta y siguió con su camino.

Luego de alejarse del vecindario, comenzó a conducir hacia las afueras de la ciudad.

—Pensé que tenías un plan—JongHyun bufó.

—Y lo tengo, pero es muy arriesgado hacerlo de día, así que esperaremos a que anochezca. 

—Cuando puedas para a comprar algo de comida o se va a morir antes de que lo subamos al barco—la chica asintió y siguió conduciendo.

Se detuvo en una pequeña tienda y compró algo de comida. Comieron en el auto y cuando notó como XiaoJun devoraba su plato, le dio lo que le había sobrado y el pequeño sin dudarlo, lo comió.

Cuando el reloj marcó las ocho de la noche, decidió volver y JongHyun de inmediato reconoció la ruta.

—¿Acaso vamos a...?

—Mi casa.

—¿Tu gran plan se llevará acabo a unas casas de la de YoonO? —rio.

—No soy sospechosa, idiota. Además, mañana llevaremos a este mocoso al puerto, así que será como si ni siquiera hubiéramos estado aquí—JongHyun asintió—. Según mis vecinos, no tengo auto, así que te bajaré en mi casa y me iré como si fuera un taxi, pero volveré en un par de minutos—de nuevo el pelinegro asintió y esperó hasta que llegaron a su destino.

Acomodó a XiaoJun en sus brazos y luego de cubrirlo con la manta, bajó del auto y corrió hasta la puerta.

XiaoJun no podía creer que eran tan tontos para llevarlo cerca del novio de su papi, pero movió un poco la manta y de inmediato reconoció el lugar y miró más lejos solo para ubicar la casa de los Jung. Podía solo correr hacía allá y estaba seguro de que cualquiera de los Jung lo ayudaría, pero el agarre de JongHyun sobre sus piernas y brazos no se lo permitió.

—Quiero usar el baño... —el mayor rodó los ojos y se excusó diciendo que no sabía en donde estaba—. Bebí mucha soda—cruzó las piernas y acompañó al pelinegro en busca de un baño.

Cuando lo encontraron, XiaoJun se encerró y comenzó a pensar en como podía huir antes de que volviera la mujer. Pensó en lanzarse desde la ventana del baño, pero al asomarse lucía demasiado alto y podría fracturarse, lo cual sería un impedimento incluso para caminar. 

—Date prisa—el mayor golpeó la puerta con fuerza, así que lavó sus manos rápido y salió de ahí. 

Volvieron a la sala y JongHyun comenzó a verlo detalladamente.

—¿Sabes que te odio? —el menor se tensó—. Por tu culpa TaeYong y yo nos separamos.

—Mentiroso, fue porque lo hacía llorar—pronunció en su idioma natal lleno de rabia.

—¡No me hables en chino, carajo! —gritó con fuerza y lo tomó de la fina playera para agitarlo de un lado a otro, rompiendo la prenda en la acción. Lo arrojó al sofá y él se alejó del menor mirándolo mal.

Pasaron un par de minutos y ChaeYeon volvió viendo horrorizada como el menor no tenía ropa en su torso.

—¿Qué hiciste?

—Me hizo enojar—musitó.

—Ah... —decidió no preguntar—. Me llamó mi amigo para confirmar que viene mañana a primera hora.

—¿No será muy obvio si un par de gorilas se llevan a un niño? Dudo que tu amigo luzca decente. 

—Tienes razón, parecen gorilas y por eso lo meterán en una caja y le diré a mis vecinos que vendí un mueble—se encogió de hombros y miró al menor quien los veía aterrado desde el sofá.

—¿Cómo dormiremos? ¿Nos turnaremos para cuidarlo?

XiaoJun se puso alerta. Si se dormían, podía salir corriendo y gritar a todo pulmón para alertar a todos los vecinos, pero su plan se esfumó justo ahí.

—Activaré la alarma, así que si se le ocurre salir, lo sabremos—activó el sistema justo a un lado de la puerta y caminó hacia las escaleras—. Puedes dormir donde quieras. 

JongHyun tomó al menor de la muñeca y lo llevó arrastrando hasta una de las habitaciones.

—Duerme o llora, no me importa, solo no me molestes—se recostó en la cama y le dio la espalda al pequeño quien se quedó tirado en el suelo viendo como la luz de la luna entraba por la ventana. 

No sabe cuanto tiempo pasó, pero no fue mucho para comenzar a oír los ronquidos que provenían del mayor. Salió de la habitación con cuidado y se quitó sus zapatos para correr sigilosamente hasta la puerta. 

Ya casi. Ya casi... Ya.

Se paró frente a la puerta y recordó la explicación que su papi le había dado sobre la alarma que habían instalado en su casa. 


**

—Sonará en cuanto la puerta o alguna ventana sean abiertas...

—¿No saldrán rayos láser para squivarlos, papi? —preguntó Jeno con un tono lleno de miedo.

—No, mi amor—rió—. Solo sonará.

—Que aburrido—el menor se cruzó de brazos e hizo un puchero, ya que él quería acción como en las películas.

**


—¡El bastardo ese! —escuchó una voz femenina provenir desde arriba y dio un saltito en su lugar.

Solo sonará.

Abrió la puerta y corrió con todas sus energías hacía la casa de enfrente, además de que comenzó a gritar "ayuda" a todo pulmón. Salió del jardín de aquella casa y sintió algo de alivio cuando sus pies tocaron la acera. 

Estaba tan feliz que olvidó una de las reglas principales de su papi: "No crucen la calle sin cerciorarse de que no vienen autos". 

Papi se va a enojar si se entera de esto.

Vio de reojo la intensa del vehículo y giró su cabeza solo para ver el auto acercándose más a él.

Perdón, papi.

Cuando quiso detenerse, fue demasiado tarde... Todo se tornó blanco. 









🌹🌹

Todabia no t tokaba, krnal 😪😪😪😪😪

Nosecreaaaan, obvio no voy a matar a jun bb

No tienen idea de cuántos dolores de cabeza me dió este capítulo 💆🏻‍♀️

Obvio NO justifico a JongHyun, pero él nunca tuvo amor en su vida hasta que llegó Tae y cuando lo tuvo no supo cómo tratarlo y por eso era muy tóxico con él 🥺 Si quieren saber más a detalle, díganme y les subo un especial 

La que si está bien loka es la ChaeYeon XD

Ya solo queda muy poquito drama de Eunwoo, pero tranquilxs que no va a acabar el JaeYong 🥳 simplemente va a haber celos, pero será bonito, lo prometo :3

Cómo saben, les hago caso a los lectores y alguien dijo que quería sexo vainilla de reconciliación y probablemente no lleguen a eso, pero de qué habrá cachondeo, habrá cachondeo 🤗




Nos estamos leyendo uwu

המשך קריאה

You'll Also Like

6.9K 663 11
Taeyong quiere un cachorro, actualmente tiene 25, casi 26, años. Un trabajo estable, buenos ahorros, una vida tranquila. Es feliz con eso, o eso creé...
16.6K 1.6K 20
Eras una gran bandera roja, pero el rojo es mi color favorito.
101K 13.8K 75
Jihoon conoce a S.Coups en un juego online y se enamora de su voz, de sus encantos y de lo coqueto que es con él. SeungCheol no puede evitar ser coqu...
5.2M 454K 83
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...