Bizarre [JaeYong]

By ariaroseyong

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Cuando SungChan conoció a su padre biológico, no esperaba para nada lo que pasó. Nadie lo esperó. • Parejas ... More

u n o
d o s
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c u a t r o
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s e i s
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d i e z
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d o c e
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c a t o r c e
q u i n c e
⚠️ PAUSA BREVE ⚠️
d i e c i s é i s
d i e c i s i e t e
d i e c i o c h o
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v e i n t e
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⚠️ Aviso ⚠️
v e i n t i c u a t r o
v e i n t i c i n c o
⚠️ ESTO ES UN SPOILER ⚠️
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aviso
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n o t a d e l a a u t o ra

t r e i n t a y c i n c o

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By ariaroseyong

YoonOh esperó a que su hora se salida llegara para salir corriendo del trabajo. Subió a su auto y se dirigió a la casa de su novio, en dónde TaeYong y los pequeños ya lo estaban esperando para comer.

—Lamento la tardanza—colocó una de sus manos sobre la cintura del mayor para acercarlo y darle un beso en los labios—. ¿Te ayudo en algo?

—No, siéntate con los niños—acarició su hombros. YoonOh asintió y fue directo al comedor en dónde antes de sentarse entre ambos, los saludó.

—¿Si vas a ir mañana, papi? —preguntó refiriéndose a su obra de primavera.

—Claro que sí—le sonrió mostrando sus hoyuelos.

TaeYong sirvió la comida y aunque YoonOh insistió en ayudarle, el mayor se negó diciendo que quería consentirlos. Cuando terminaron de comer, envío a los pequeños a hacer su tarea mientas ellos limpiaban la cocina.

—¿Trajiste tu ropa? —TaeYong preguntó mirándolo de reojo y el menor asintió. Ya que la obra de Jeno sería temprano, acordaron que se quedaría a dormir ahí para que se fueran juntos luego de desayunar.

—Jeno y tú tienen clases hoy, ¿verdad?

—Sí, pero creo que no iré.

—Prometo que no habrá tijeras hoy—levantó su mano en forma de juramento provocando que TaeYong riera—. Ve a tus clases y yo me quedo con XiaoJun.

—Es que... —suspiró—. Cariño, no se si no te has dado cuenta, pero XiaoJun no es como Jeno... —dijo cuidadosamente.

—No le agrado.

—No es que no le agrades, pero para él es difícil confiar en ti. Cuando salía con JongHyun Jun era como Jeno es ahora contigo—se abrazó a sí mismo. 

—Entiendo—torció una sonrisa—. Yo no soy él y me gustaría que Jun lo supiera.

—Yo sé que no eres él—acarició su mejilla y suspiró—. ¿Qué te parece si lo cuidas en la escuela de Jeno? Así se siente cómodo, ya que su hermano estará.

—Claro—asintió con una sonrisa y rodeó la cintura del contrario para acercarlo a él—. De verdad quiero llevarme bien con él.

—Lo harás—sonrió y rodeó su cuello con sus brazos—. Oye...

—¿Uh?

—Tu familia tiene sistema de seguridad en casa, ¿cierto? —preguntó recordando que en la entrada de los Jung había un pequeño panel con botones.

—Sí. ¿Por qué? —lo miró con el ceño fruncido.

—Quiero poner uno aquí.

—¿Por qué? ¿Qué pasó?

—Nada—se apresuró a decir—, pero nunca está de más la seguridad, ¿no crees?

—No, nunca. Le preguntaré a papá si aún tiene el contacto de quién puso la alarma en casa—el mayor le agradeció y besó su barbilla antes de alejarse.

TaeYong subió a la habitación de sus hijos para ayudar al menor a preparar sus cosas para su clase. Aprovechó que Jeno iba al baño para hablar con su hijo mayor.

—Mi amor, YoonOh me dijo que podía quedarse contigo mientras Jeno y yo vamos a nuestras clases—el menor negó con el ceño fruncido—. Solo un ratito, ¿sí? Van a estar en la escuela de Jeno...

—No te vas a tardar mucho, ¿o sí? 

—Mi clase termina poco después que la de él, así que no—XiaoJun asintió y aceptó ser cuidado por YoonOh—. Otra cosita, mi amor... —suspiró—. ¿Por qué no dejas de llamarlo "señor YoonOh"? —acarició su cabello—. YoonOh ha demostrado que puedes hablar cómodamente con él. ¿Por qué no solo lo llamas por su nombre? —su hijo se encogió de hombros y TaeYong no supo como interpretarlo, así que solo le sonrió y salieron de la habitación.



En cuanto llegaron a la escuela de Jeno, TaeYong lo acompañó a los vestidores para ayudarlo a cambiarse, dejando a YoonOh y a XiaoJun solos e incómodos (como siempre).

Jeno se formó junto a sus compañeros y TaeYong se sentó unos minutos entre su hijo y su novio. XiaoJun comenzó a acariciar la mano de su padre y de inmediato supo que estaba nervioso, así que se inclinó y le susurró que estuviera tranquilo.

—Ya me voy, mi amor—besó su mejilla—. Estaré a unos cuantos metros, ¿sí? Si quieres ir conmigo, dile a YoonOh que te lleve por favor—el pequeño asintió con un puchero y abrazó la mochila de su hermanito—. Nos vemos en un rato—se despidió de su novio con un beso rápido en la mejilla y salió del establecimiento.

YoonOh y XiaoJun esperaron incómodamente hasta que la clase de Jeno terminara. Fueron poco más de cuarenta minutos que estuvieron sin dirigirse la palabra, así que cuando la clase terminó, ambos se sintieron aliviados. 

Uno de lo profesores reunió a todos los padres en un círculo y los saludó con amabilidad. Anunció que participarían en un torneo amistoso con otras escuelas que se encontraban alrededor de la ciudad. Explicó que al ser demasiados alumnos, encontrarían contrincantes al mismo nivel que sus hijos.

—Anótame, papi—Jeno jaló la mano de YoonOh hacia el profesor que sostenía la hoja de inscripción.

—No puedo hacerlo—torció una sonrisa—. Papi es quien tiene que tomar la decisión, ¿sí? —el pequeño hizo un puchero y uno de sus profesores lo notó, así que le dijo no se preocupara, ya que tenían toda la semana para decir.

Salieron de la escuela y habían decidido esperar a TaeYong en el auto, pero a YoonOh se le ocurrió algo, así que tomó la mano de Jeno y le dijo a XiaoJun que tomara la de su hermano para caminar hasta la escuela de dibujo.

—Espero que no les moleste, pero quiero pedir informes—abrió la puerta y esperó a que ambos entraran. Una linda mujer los recibió con una sonrisa y de inmediato le dió un folleto a YoonOh y comenzó a explicarle sobre las clases.

—¿Las clases son para sus hijos?

—N-no, son para mí, pero—hizo una pequeña pausa— si fueran para los niños, ¿cambiarían en algo? —la chica negó, diciendo que era prácticamente lo mismo, solo que las clases infantiles eran mucho más didácticas y hasta divertidas porque los profesores se ponían a jugar con ellos a pintar diferentes tipos de cosas—. Gracias—guardó el folleto en el interior de su abrigo y se dispuso a salir, pero XiaoJun se quedó mirando fijamente al techo, ya que un mural colorido lo adornaba. Se sintió satisfecho, ya que su intención había sido esa, meterle interés al chino.

Volvieron al auto y TaeYong aún no llegaba, así que YoonOh encendió la radio y la dejó a un volumen moderado. Vieron al pelinegro saludándolos desde lejos y en cuanto subió, Jeno le contó lo del torneo.

—Lo pensaré, mi amor—se acomodó en su asiento y abrochó el cinturón.

—Papá... —se escuchó muy bajito, más bajito que un susurro.

—¿Mande, mi amor? —TaeYong se giró para ver a a su hijo mayor.

—Acompañamos a Yoon-YoonOh a... —ambos mayores se miraron rápidamente y sonrieron al no escuchar "señor".

—¿A dónde, mi amor? —preguntó emocionado.

—A la escuela de dibujo—hizo una pequeña pausa— y se ve bien—dijo avergonzado.

—¿Quieres que te inscriba?

—¿Sí? Bueno, no sé—se encogió de hombros.

—Si tú quieres, claro que sí, mi amor.

YoonOh vio por el retrovisor al pequeño asentir, así que encendió el auto y condujo hasta allá. TaeYong bajó y esperó a que su hijo bajara para entrar con él al lugar. Luego de casi veinte minutos, ambos salieron con sus manos entrelazadas y con una sonrisa radiante adornando sus rostros.





Por la noche, ya estando en casa de los Lee, YoonOh bajó su pequeña maleta de mano en dónde llevaba su pijama y una muda de ropa para el día siguiente.

YoonOh se ofreció a preparar la cena y Jeno comenzó a ayudarle. Mientras ellos estaban ocupados, TaeYong tomó la maleta de su novio y la subió a su habitación para acomodar la ropa en su armario y así evitar que se arrugara más.

—¿Qué haces? —XiaoJun se sentó en el borde de la cama.

—Acomodando la ropa de YoonOh, mi amor—le dijo tomando un gancho—. Pásame algo, por favor—señaló la maleta.

XiaoJun asintió y metió la mano, sacando una prenda, pero no era cualquier prenda, lo que sacó fue un boxer.

—¡Papá! —lo aventó al aire y TaeYong lo atrapó mientras reía—. ¡Ay! —agitó su mano con un gesto de asco.

—Mi amor, está limpio—dobló los calzoncillos con calma y los dejó en uno de sus cajones—. ¿Ya no hay más ropa? —el pequeño miró con temor de encontrarse alguna otra prenda íntima y negó sacando únicamente un par de calcetines echos bolita—. Pásamelos, mi amor—pidió antes de que su hijo los llevara a su nariz.

—Huelen a quesito—bromeó.

—¡XiaoJun! —rio y le quitó los calcetines para guardarlos. No pudo evitar acercar la prenda a su nariz y solo comprobó que su hijo bromeaba, ya que olía a literalmente a flores.

Guardó la maleta en el fondo de su armario y tomó la mano de su hijo para bajar a la cocina, en dónde YoonOh charlaba animadamente con Jeno sobre la obra y lo emocionado que estaba el mayor por verlo con su traje de abejita.

Cenaron waffles con trocitos de fruta y crema batida, acompañados de leche achocolatada, preparada por Jeno.

Al terminar la cena, TaeYong envió a sus pequeños al baño para que lavaran sus dientes y fueran a dormir. Cuando los niños gritaron que ya habían terminado, ambos subieron a la habitación para desearles buenas noches. El pelinegro besó sus mejillas sonoramente y YoonOh se limitó a agitar su mano de un lado a otro, pero Jeno se acercó a él y señaló su mejilla esperando un beso, haciendo que el de hoyuelos se inclinara y besara su mejilla.

Luego de despedirse de los pequeños, fueron a la habitación del mayor para lavar sus dientes.

—Pensé que traerías tu cepillo—dijo viendo cómo YoonOh tomaba el cepillo con dibujitos.

—¿Y dejar mi cepillo de "Paw Patrol"? No, gracias—rio y lo metió a su boca. Sonrió frente al espejo y esperó a que su novio terminara para besarlo por sorpresa. 

TaeYong se sonrojó levemente y caminó hasta su cama con YoonOh detrás. Se recostaron y el castaño se giró para quedar de frente a su novio.

—Buenas noches—se acercó y besó su mejilla.

—Dulces sueños—acarició su rostro y besó sus labios repetidamente, provocando que su novio sonriera. 

—Igualmente—posó su mano en la cintura del contrario y lo pegó más a él. El mayor escondió su rostro en el cuello del contrario y depositó un beso justo ahí, haciendo que YoonOh riera bajito y suspirara por las sensaciones provocadas en su cuerpo. 

—Perdón—susurró y eso solo empeoró las cosas, ya que su cálido aliento golpeaba directamente en una zona erógena. TaeYong se tensó cuando escuchó algo así como un gruñido—. P-perdón—se volvió a disculpar e intentó alejarse de su novio, pero él no se lo permitió.

—Está bien, de hecho hasta me gustó—dijo riendo y tomó la barbilla del mayor para elevar su rostro y besarlo. TaeYong no pudo evitar sonreír y seguir besando los labios del menor. YoonOh tímidamente sacó su lengua y comenzó a jugar con la del pelinegro, provocando que las respiraciones de ambos comenzaran a acelerarse.

—YoonOh—jadeó y se separó abruptamente—. Buenas noches—suspiró y se apartó de él, acostándose al otro extremo de la cama y dándole la espalda al castaño.

El menor lleno de confusión se acercó a él y lo abrazó por la cintura.

—Te quiero—susurró en su oído y se acomodó bien para poder dormir.

TaeYong sintió las famosas maripositas en su estómago y no pudo evitar sonreír. Acarició la mano del menor que descansaba en su abdomen y le respondió un "te quiero", antes de dormirse.





Jeno despertó sintiéndose bastante enérgico. Con emoción se levantó de su cama y corrió hasta la habitación de su padre.

—¡Papi! —subió a la cama sin ningún cuidado pisando la costilla de YoonOh—. ¿Ya es hora? 

TaeYong se incorporó y revisó la hora en su móvil.

—Mi amor, son las cuatro de la mañana—se quejó y jaló a Jeno para acostarlo entre ambos—. Duérmete. 

—¿Y si se nos hace tarde?

—Ya puse la alarma—cubrió los ojos de su hijo y solo provocó que el pequeño riera—. Mi amor...

—¿Uhm? —preguntó YoonOh adormilado.

—Tú no, amor—rio—. Jeno, ya duérmete, por favor—pidió pasando su mano por encima de su hijo para entrelazar su mano con la de su novio.

Cuando sonó su alarma, los tres despertaron y Jeno corrió al baño para darse una ducha dejando a los mayores aún acostados.

—Buenos días—YoonOh se giró sobre sí mismo y sonrió—. ¿Dormiste bien? 

—Sí, ¿y tú? —el menor asintió—. Puedes ducharte mientras preparo el desayuno.

—¿En dónde quedó mi ropa?

—La guardé en el armario, ¿t-te molesta?

—No, claro que no—negó con una sonrisa y se levantó—. Olvidé mi toalla...

—Toma la mía—TaeYong se levantó y acompañó a YoonOh al baño—. Puedes tomar lo que quieras—el menor agradeció viendo asombrado la variedad de jabones y exfoliantes. 

TaeYong bajó a la cocina luego de despertar a su hijo mayor y comenzó a preparar el desayuno. YoonOh bajó y lo sorprendió tomándolo por la cintura.

—Huele bien—besó su mejilla—. ¿Por qué no subes a ducharte mientras yo termino? —el mayor asintió y subió para darse una duchar rápida.

Desayunaron tranquilamente y mientras XiaoJun ayudaba a YoonOh a recoger la mesa, TaeYong subió con su hijo menor para ayudarlo a ponerse su disfraz de abejita.

Jeno bajó "zumbando" y "volando" por toda la casa. Llegó hasta donde YoonOh y llamó su atención con un "bzz". El mayor no pudo evitar derretirse ante él y sonrió ampliamente.

TaeYong le pidió a YoonOh que condujera, ya que por las alas del disfraz, Jeno no podía sentarse correctamente, así que tuvo que ir en la parte de atrás sosteniendo a su hijo.

En cuanto llegaron, varios padres exclamaron lo tierno que se veía el pequeño. Justo en la puerta de la escuela, se reunió con sus amigos, quienes también estaban vestidos de abejitas.

YoonOh podía jurar que no había nada más tierno que ver a Jeno vestido de esa forma. Él y sus amigos volaban alrededor de todo el teatro mientras una maestra explicaba la importancia de las abejas en la vida del ser vivo.

Al terminar la pequeña presentación, TaeYong llevó a Jeno a los vestidores para quitarse el disfraz y aunque el pequeño se negaba, su padre lo convenció para que se pusiera su ropa normal. 

—¿Puedo ponérmelo en mi cumpleaños? —TaeYong una vez más confirmó que a su hijo le faltaba un tornillo, pero aún así, asintió con una sonrisa cargada de ternura.

—¡Jeno! —Renjun llegó corriendo hasta él—. Papi de Jeno—hizo una pequeña reverencia— dice mi papi YiXing que si quieren ir a almorzar con nosotros—sonrió de oreja a oreja y TaeYong buscó al padre del niño, quien le estaba sonriendo—. Van a ir DongHyuck y Jaemin.

—Dile a tu papi que le tengo que preguntar a mi pareja, ¿sí? —el pequeño chino asintió y regresó corriendo con su padre. TaeYong tomó la mano de su hijo y salieron de los vestidores. 

—¿Listo? —preguntó YoonOh ayudando a TaeYong con el disfraz.

—De hecho... —jugó nervioso con sus manos—. El papá de un amigo de Jeno nos está invitando a almorzar—dijo cuidadosamente.

—Vamos—sonrió y el mayor se quedó en silencio—. ¿O no quieres ir? 

—N-no, sí quiero—se abrazó a sí mismo.

—Entonces, vamos—se dio la media vuelta y su novio lo siguió hasta el auto. 

Salieron del estacionamiento y siguieron el auto de YiXing para ir a una cafetería preciosa a las afueras de la ciudad. 

El almuerzo fue bastante tranquilo. Los pequeños jugaron en el jardín del establecimiento, mientras sus padres hablaban del buen desempeño que habían tenido en la mañana a pesar de que solo volaron por todo el teatro, hablaron sobre las nuevas cosas que aprendían día con día, como por ejemplo, ¡Renjun ya sabía sumar! También hablaron sobre los cumpleaños de los niños y sobre que tenían planeado para sus fiestas. YiXing comentó que su hijo estaba muy empeñado en ir a clases de taekwondo a causa de Jeno. Todo eso y más cosas que eran comunes entre padres.

Al llegar a casa, TaeYong se disculpó con su novio por hacerlo ir a un almuerzo lleno de charlas aburridas.

—No digas eso, amor—acunó su rostro y depositó un beso en su nariz—. Fue lindo—rio encogiéndose de hombros.

Se acomodaron en la sala para ver la televisión y decidieron poner una de las películas favoritas de TaeYong. 

El mayor pausó la película para ir al baño y en ese momento sonó el timbre. YoonOh sin pensarlo se levantó a abrir y recibió un gran arreglo floral. Lo miró con curiosidad y lo llevó hasta la sala para dejarlo en la mesita de centro. 

—¿Quién era? —preguntó sentándose a su lado y el castaño señaló las flores—. ¿Y eso?

—No sé, pero creo que trae una nota...

TaeYong tragó saliva y buscó el papelito entre las rosas. Lo tomó y lo leyó mientras sus piernas temblaban.

Jeno se veía realmente tierno en ese disfraz... Dales mis saludos a ambos.

-J. ♡

—¿De quién son? —preguntó realmente curioso, ya que de verdad quería saber quien le enviaba rosas a su novio.

—De Johnny—sonrió y guardó la nota en el bolsillo de su pantalón—. ¿No tienen hambre? Pensaba en ir por una pizza—sus pequeños asintieron con emoción y tomó las llaves de su auto para salir rápidamente de la casa, dejando a su novio un poco confundido.

—¿Podemos subir a jugar, papi? —Jeno lo sacó de su trance y asintió con una sonrisa. Ambos subieron dejándolo aún pensando sobre lo que acababa de pasar.

Apagó la televisión y se quedó estático mirando las rosas con una espinita de enojo en su ser. ¿Por qué su novio se había puesto nervioso y se había ido de esa manera? Se cruzó de brazos y bufó. Por un momento recordó que su novio venía de una relación bastante dañina, así que mejor se relajó y decidió confiar en que las rosas las había enviado Johnny.

Cuando escuchó la puerta abrirse, pensó que su novio había olvidado su billetera o algo por el estilo, pero al ver a Johnny, se levantó para saludarlo.

—¿Y TaeYong?

—Fue por pizza, creo.

—¿Y los niños?

—Arriba.

—Genial—Johnny se adentró más a la sala y abrió la boca de par en par al ver las rosas descansando en la mesita—. ¡YoonOh, que hermoso detalle! —palmeó su hombro y sacó su móvil para tomarle una foto al gigantesco arreglo floral—. Hacía mucho que TaeYong no recibía rosas.

—Yo pensé que tú se las habías enviado.

—Mierda... —susurró y le envío mensaje a su esposo diciendo que era falsa alarma. Guardó su móvil y se giró para ver al menor—. Y-yo... eh... sí, yo las envié—sonrió con nerviosismo—. Debí olvidarlo—YoonOh lo miró con incredulidad y negó con la mandíbula tensa—. Será mejor que me vaya—señaló la puerta—. Dile que vine a hablar sobre la fiesta de Jeno—esbozó una sonrisa—. YoonOh, estoy seguro de que tiene una buena explicación para esto, ¿sí?

—¿Del porqué me mintió o del porqué recibe rosas de alguien más?

—De ambas—suspiró y se encogió de hombros para salir de la casa.

YoonOh se dejó caer en el sofá viendo detenidamente las estúpidas rosas. Ya no le molestaba tanto el hecho de que alguien le envió rosas a su novio, ahora, estaba fúrico porque el mayor le había mentido a la cara.

Pasaron unos veinte minutos cuando TaeYong volvió. El mayor regresó con una sonrisa más relajada y dejó la pizza a un lado de las rosas.

—¿Y los niños?

—Arriba—respondió sin mirarlo y algo se estrujó en el corazón de TaeYong.

—Traje de pepperoni, ¿te gusta? —el menor asintió con un simple "mhm"—. Su-subiré para decirles que bajen a comer—musitó.

—¿Algún pretendiente o amorío del que deba saber? —preguntó haciendo que TaeYong se congelara en su lugar.

—¿Eh?

—Johnny no te dió las rosas. 

—N-no te enojes, por favor—pidió con una cara de pánico, ya que tenía muy malas experiencias con novios enojados y por "novios enojados" me refieron a JongHyun.

YoonOh intentó con todas sus fuerzas relajar su mandíbula en la que estaba descargando todo su enojo y suspiró.

—Es que no entiendo porqué me mentiste... —dijo sonando desilusionado.

—Perdón—se hincó frente a él y de inmediato YoonOh lo levantó.

—No te arrodilles, amor—acarició su rostro—. Solo dime la verdad. 

—Es que... —suspiró—. Un chico nuevo en mi trabajo—se abrazó a sí mismo y una vocesita en su cabeza le decía que no fuera un idiota—. Son de JongHyun—musitó.

—Primero, gracias por decirme la verdad—se puso de pie y lo abrazó—. Segundo, ¿por qué te envía flores él?

—No tengo idea—posó sus manos en la cintura del menor y lo apretó, hundiendo su cara en el pecho del contrario.

—Vamos a poner una denuncia—sintió como TaeYong se tensaba entre sus brazos—. Amor, está acosándote... —un foco se prendió en su cabeza—. ¿Es por eso que quieres poner el sistema de seguridad? —el pelinegro asintió con un puchero.

—No quiero ponerle una denuncia porque lo conozco y sé que hará algo para herirme. Se puede meter contigo o con los niños y yo no quiero eso—negó con los ojos cristalinos. 

—Entiendo, pero no podemos dejar que siga molestándote—llevó una mano al cabello de su novio y comenzó a acariciarlo. 

—Todo estará bien—dijo tranquilo y su novio asintió confiando en su palabra.

—Cuando vuelva a enviarte flores, un mensaje o cuando lo veas cerca, llámame. 

TaeYong asintió sintiendo que estaba en su lugar seguro y besó su mejilla mientras lo seguía abrazando.

YoonOh subió para avisarles a los pequeños que su papi había llegado con su pizza favorita, y de inmediato ambos dejaron de jugar para bajar corriendo a comer.

Terminaron de comer y los pequeños subieron de nuevo a jugar, mientras ellos miraban la televisión abrazados en el sofá. TaeYong podía jurar que los brazos de YoonOh eran mágicos porque se estaba quedando dormido, hasta que el molesto timbre lo hizo despertarse.

—¿Esperas a alguien? —preguntó YoonOh y el mayor negó—. Yo iré—besó su mejilla y se levantó. Esperaba que fuera JongHyun para poder partirle la cara, pero no, en cambio era una linda chica que cargaba una carpeta contra su pecho.

—Buenas tardes. ¿Esta es la casa de Lee TaeYong?

—Sí, ¿quién lo busca?

—Mi nombre es ChengXiao—estrechó su mano con la del joven—. Vengo de "Sunshine's Dreams"—sonrió de oreja oreja.

—Permítame—la miró extrañado y volvió con su novio para decirle quien lo buscaba.

—Es la agencia en donde adopté a XiaoJun—se levantó de inmediato y fue a la entrada, en donde la chica se presentó de nuevo.

—El motivo de mi visita es porque recibimos una denuncia anónima.

—¿Una denuncia? —preguntó con la ceja arqueada.

—Se nos informó que uno de nuestros pequeños no vivía muy bien—torció una mueca—, así que estoy aquí para corroborarlo—TaeYong sintió sus piernas temblar y dejó entrar a la chica—. ¿Él quién es? —señaló a YoonOh con su boligrafo.

—Es mi pareja.

La chica juntó sus labios en un línea y comenzó a hacer anotaciones.

—¿Vive con ustedes? —TaeYong negó y de nuevo anotó quien sabe que en su libreta—. ¿Podemos dar un recorrido por su casa? —el mayor asintió y la llevó primero a la cocina. Luego de inspeccionar todo el piso de abajo, subieron y la primera habitación a la que entraron fue a la de los pequeños—. ¿Aquí duermen los dos? En su solicitud de adopción decía que podía darle una habitación a él.

—Su habitación era la del fondo—señaló la puerta y la mujer caminó hacia allá—, pero constantemente tenía pesadillas y como se adaptó tan bien a Jeno desde el primer día, me dijo que quería dormir con él, así que por eso duermen en la misma habitación. 

—¿Puedo? —preguntó tomando la perilla de la antigüa habitación y TaeYong asintió—. ¿Esta habitación es...?

—De huéspedes.

—Supongo que su pareja se queda aquí. Si es que se queda, claro. 

—No, se queda conmigo.

—¿Y XiaoJun lo sabe?

—Sí, mis hijos lo saben.

—¿Cuánto lleva con él?

—Casi tres meses... —la mujer levantó las cejas y de nuevo anotó algo en su fastidiosa libreta, la cual TaeYong trató de leer en más de una ocasión, pero todo estaba escrito en chino.

—¿Y en donde está XiaoJun? 

—Jugando, detrás de esta puerta.

—Me gustaría hablar con él.

—¿Puedo estar presente?

—Claro—sonrió y esperó pacientemente a que TaeYong hablara con el pequeño.

—Mi amor, ella es ChengXiao...

—¿Xiao? ¿Cómo XiaoJun? —preguntó Jeno asombrado provocando que la mujer sonriera tiernamente.

—Quiere hablar contigo—su hijo lo miró un poco aterrado—. No te preocupes, voy a estar contigo—XiaoJun asintió—. Mi amor—llamó a Jeno—, baja con YoonOh, por favor.

ChengXiao esperó a que el menor saliera para sentarse frente a XiaoJun y saludarlo en su idioma natal. Comenzó preguntándole como estaba y el pequeño tímidamente respondió "bien".

—Jeno toma clases de taekwondo, ¿cierto? —TaeYong solo entendió el nombre de su hijo y lo que practicaba—. ¿A ti no te inscribieron a ninguna clase?

—Ayer me inscribieron a dibujo—la chica asintió con una sonrisa—. ¿Para que me pregunta todo esto? 

ChengXiao le explicó que era de la agencia de adopción y que era solo un proceso de rutina y que no tenía nada de que preocuparse. Procedió a preguntarle sobre su escuela, como era, como eran sus maestros y como era que seguía hablando chino tan bien.

XiaoJun le contó que sus amigos eran chinos y que gracias a ellos y a sus padres él podía seguir usando su idioma natal.

—Muchas gracias por responder a mis preguntas. Adiós—el pequeño se despidió con una sonrisa y ella se puso de pie para caminar hasta TaeYong—. Gracias por poner de su parte en esto. ¿Me acompaña a la puerta? —el pelinegro la acompañó y se detuvo un momento antes de salir—. No quiero emocionarlo, pero para mí, DeJun está en muy buenas manos—sonrió—. Manténgase tranquilo—se despidió amablemente de él y subió a su auto.

Cuando volvió a la sala, sentía que su alma estaba fuera de su cuerpo y su novio al notarlo, envió a los pequeños a jugar. Se sentó en el sofá frente a YoonOh y este se acercó a él para abrazarlo.

—¿Qué voy a hacer si me quitan a mi niño? —sollozó.

—No lo harán. Eres un gran padre—afirmó—. Estarían locos si te llegasen a quitar a cualquiera de ellos—YoonOh siguió abrazándolo hasta que se tranquilizó.

Cuando oscureció, YoonOh se tuvo que marchar, dejando a un TaeYong un tanto sensible, aunque cuando llegó a casa, le llamó y esperó a que el mayor se durmiera para colgar el teléfono. 













🌹🌹

Espero que hayan disfrutado de este capitulo post vacuna lleno de DRAMAaaa

Ya se vacunaron? Yo fui hoy y no aguanto el brazo y tengo nauseas y de repente me mareo, pero aquí andamos como no 🤡 :') Como les fue a ustedes?

Estaba pensando que en lugar de "Bizarre" le hubiera puesto "Corona de lágrimas" porque Tae ha llorado más que Victoria Ruffo :'c

Preparen pañuelos para el siguiente capitulo 😬

Nos estamos leyendo uwu










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