Fuego por todas partes
Gritos pidiendo ayuda
Humo que se colaba por los pulmones
Apenas y podía ver lo que pasaba a mi alrededor, escuchaba los gritos de todas las personas que estaban dentro de la casa, tanto sobrenaturales como personas normales. Yo solo me concentraba en buscar a una persona, quería que todos estuvieran a salvo pero no podía sacar a todos de ahí. Mientras intentaba colarme por el humo, escuche una pequeña voz gritar:
-¡Auxilio! No puedo salir, alguien por favor, ayúdeme-
Reconocería esa pequeña voz a donde quiera que fuera, era parte de mi familia también. Como pude, intente caminar hasta dónde provenía esa voz, tenía que tener cuidado, la madera estaba muy quemada y en cualquier momento podía quebrarse y enterrarme debajo. La propietaria de ese grito estaba encerrada en un cuarto el cual su puerta estaba quemándose, intentar pasar por ahí te daba dos opciones; o todo tu cuerpo se quedaba con quemaduras de tercer grado o no soportas pasar por ahí y te quemas completamente. Por suerte para mí, tenía un poco más de ventaja que cualquier otra persona.
-¡Cora! ¿Estás ahí adentro?- grite lo más fuerte que pude, lo gritos de todos en la casa hacía que no me escuchara
-¿Shell? ¿Eres tú? Estoy aquí, ayúdame no puedo salir- gritó Cora de vuelta, se escuchaba que estaba llorando.
-Si soy yo, voy a sacarte de ahí, pero necesito que me hagas un favor. Aléjate lo más que puedas de la puerta, voy a patearla, ¿De acuerdo?- escuche como grito un "de acuerdo", tuve que hacer un movimiento con mis manos para separar el fuego que había en la puerta, era complicado ya que todavía no dominaba bien esa parte de mí. Patee la puerta y esta se quebró, voltee a ver alrededor del cuarto y vi a Cora con diversas heridas en los brazos y su cara llena de lágrimas.
-¡Shell! ¿Estás bien? ¿Dónde está mi mamá? ¿Y Laura? ¿Peter? ¿Derek?- exclamó una vez que me vio y me abrazó, ¿Cómo le digo a una niña de 9 años que no encuentro a nadie de su familia?
-No sé dónde se encuentran, pero los buscaré, ¿sí? Ahora hay que sacarte de aquí o si no- Mi frase quedó a medias cuando el piso de arriba se cayó casi encima de nosotras, logré reaccionar antes y la cargué fuera de allí, me quemé parte de las piernas en el proceso, el fuego se estaba intensificando más con forme pasaba el tiempo.
-Cora, necesito que seas valiente desde este momento. Voy a sacarte de aquí y luego iré a buscar a los demás, cuando salgas de aquí corre lo más lejos que puedas ¿me oíste? - le dije mientras la cargaba con un brazo y con el otro trataba de que las llamas no nos alcanzaran. Caminaba hacia la el comedor, había un pequeño pasaje del que solo conocíamos nosotros, solo podría caber alguien de su tamaño, la llevaría a una pequeña cabaña de emergencia fuera del bosque y podría escapar.
-Shell, ¿Estarás bien? No quiero dejarlos a todos aquí, no quiero que nada les pase, no quiero quedarme sola- me dijo a la que consideraba mi hermana, me partía el corazón escuchar lo que me decía porque no podía asegurarle que todos saliéramos sanos y salvos de aquí.
-Estaremos bien mi pequeño Coral, todo estará bien y luego estaremos todos felices – Se que no debía mentirle y hacerle falsas esperanzas, pero debía de ser fuerte. Una vez que llegamos moví, con las pocas fuerzas que me quedaban, una estantería de cerámica que cubría el pasaje- Bien, ahora pasarás por aquí e intentarás llegar a la cabaña, una vez allí debes de quedarte al menos una hora dentro y esconderte ¿Entendido? Luego correrás y escaparás, si todo llega a estar bien, me reuniré contigo donde sea que estés.
La pequeña Cora estaba temblando, obviamente estaba asustada, yo estoy aterrada. Se agachó y empezó a adentrarse en el pasaje, pero antes se volvió hacia mí, me miro con ojos suplicantes, como si quisiera que yo fuera con ella, pero no podía, debía rescatar a mi familia.
-¿Nos volveremos a ver, Shell? ¿Volverás sana y salva?- yo solo la mire con los ojos llorosos, no podía prometerle nada
- Lo haremos Cora, estaré bien- y con eso ella fue desapareciendo por el pasaje. Tan pronto como ella se fue, se rompió parte del techo y cayó, tapando la entrada.
Estaba demasiado débil, apenas y podía mantenerme de pie, el humo estaba acaparando todo el lugar, no podía seguir dentro de la casa por mucho tiempo, intentaba olfatear el olor de algún Hale que siguiera atrapado, hasta que por fin di con el olor vainilla que tanto adoraba, de la que consideraba mi otra madre, el olor de Talia Hale.
Camine lo más rápido que pude, no sé si me quemé, si me corte, si me caí, ya no estaba consciente de lo que hacía, solo sabía que me estaba dejando llevar por el casi inexistente olor a vainilla, el cual estaba en la sala principal. Y cuando llegué la vi, a nada de desmayarse por tanto humo en sus pulmones, estaba intentando ayudar a que otros niños no se quemarán, niños humanos que habían ido a conocer a la gran Alfa a la que todos respetábamos, niños inocentes.
-Talia- hablé para que me viera, ya no podía hablar más fuerte, y por algún milagro, ella me escuchó.
-Sheridan, ¿Dónde están mis hijos? ¿Peter? ¿Ya salieron de aquí?- me habló, Mirándome alarmante, su familia siempre será primero.
-Cora, logró salir, la ayude, pero no encuentro a los demás, ya no puedo- dije, casi susurrando
-Sheridan, debes salir de aquí, encuentra a los demás y sal de aquí- dejó a los niños en una esquina y vino hacia mí, me agarro de la cara, hizo que la viera y en esos ojos marrones, vi con claridad lo preocupada que estaba, no le importaba si ella no salía de allí, ella quería que sus hijos, hermano y su casi hija, saliéramos a salvo.
-No voy a dejarte, no voy a dejar a los demás sin su madre, no voy a hacerlo- dije negando con la cabeza, no la iba a dejar, no podía perder a mi otra madre también.
-Lo harás, debes dejarme, veré como salir de aquí, pero tú debes ir con tu padre, debes volver con tu familia- me dijo sonriendo, pero yo sabía que ella no iba a salir de allí y creo que ella también lo sabía. Solo pude ver sus ojos una vez más antes de que ella me empujara fuera de aquella sala, el fuego se intensificó y ahí lo supe, esa sería la última vez que la vería.
Grité, me negaba a la idea de no verla nunca más, pero no podía llorar, no ahora, no iba a fallar en su última petición, tenía que sacar a la única persona que sabía que seguía dentro, tenía que sacar a Peter de aquí.
Corrí, con toda la energía que me quedaba busque a Peter, despeje el fuego que se atravesaba en mi camino, había un lugar en el que no había buscado, tenía que ir al piso de arriba, pero ¿Cómo lo haría si corría el riesgo de que se rompieran las escaleras en el proceso de intentar subirlas? No me importaba, si podía salvar a otro Hale lo haría. Supe que mis ojos se habían puesto morados cuando mi visión se hizo más clara, pude escuchar los gritos de más personas cuando medio techo se cayó encima, de las más de 100 personas que había aquí dentro, solo podía escuchar los latidos de 63, y uno de ellos, era Peter, pude oír como grito el nombre de su hermana en el segundo piso.
Esquive a las personas que pasaban una y otra vez, llamando a sus amigos, sus familias. No me importo ninguna de ellas, yo iba por una sola, y puede que no me llevara del todo bien con él, pero tenía que salvarlo.
-¡Peter!- grité para que llegara a escucharme
-¿Sheridan? ¡¡Sheridan sal de aquí!!- gritó de vuelta y fue cuando se apareció en mi campo de visión, toda su ropa estaba quemada, tenía múltiples heridas pero ninguna quemadura, lo más seguro es que se estén sanando.
-Peter, ven conmigo, debes de salir de aquí- hablé cuando pude estar cerca de él, por una razón que no me sorprendió para nada, vino conmigo sin resistirse, claramente, le importaba salir él antes que su familia, una de las cientos de razones por las que no me agradaba.
-¿Por dónde saldremos? – me preguntó mientras intentábamos encontrar una salida. Las ventanas estaban quebradas, la puerta de entrada no era una opción todo el mundo estaba intentando salir por allí, pero recordé algo.
-En el baño, hay una ventana lo suficientemente grande para poder salir, pero está en el piso de abajo, no saldremos ilesos- le dije mientras nos dirigíamos a las escaleras
-Ya no estamos para nada ilesos Sheridan, eso es obvio- dijo sarcásticamente
-Mira, si no vas a aportar nada para poder salir de aquí, cállate- separe el fuego que se encontraba en las escaleras para poder bajar sin quemarnos tanto, pero a medio camino ya no pude y unas cuantas llamas nos alcanzaron. Mi espalda fue la que recibió la mayoría de las flamas, a Peter lo alcanzo parte del cabello y la cara, eso iba a dejar marca.
Una vez llegamos a la parte del baño, este estaba ardiendo si quiera más que los demás lugares en la casa y a mí ya no me quedaban fuerzas para usar mi "magia" y separar el fuego.
-No voy a poder separar el fuego Peter, tendremos que pasar encima de él, ya tenemos muchas quemaduras ahora, se curarán luego, si queremos salir de aquí vamos a tener que hacerlo- le dije mirándolo. Por una milésima de segundo, pude ver que estaba dudando, no sé de qué exactamente, si por no saber nada de su familia o si pasar por el fuego iba a quemar su preciosa cara según él, no tuve tiempo para preguntar porque empezó a pasar caminar por el fuego, solo escuchaba sus gritos de dolor, se estaba quemando parte de la cara también y cuando llego a la ventana saltó y lo vi correr unos 5 segundos antes de que se volteara hacia mí, como si esperará a que yo lo siguiera.
Dudé, quería ir yo también, pasar por el fuego, saltar por la ventana y correr en busca de Cora, pero no lo hice, solo me quedé viendo por unos cuantos segundos a Peter y después correr de nuevo en busca de alguien más que pudiera salvar. Escuché como gritaba mi nombre, que volviera y saliera de allí, pero no podía hacerlo, no estaba segura de sí Talia estaba con vida todavía, no podía quedarme con ese remordimiento de que no la salve. Pero cuando estaba a medio camino una pared se destrozo y algunos restos atraparon mis piernas haciendo que no pudiera levantarme, podía hacer un esfuerzo más y levantarme, podía escapar, pero ya no podía, porque estaba demasiado débil para intentar pararme y entonces, cerré los ojos.
Abrí los ojos de golpe, me dolía la cabeza y respiraba agitadamente, había vuelto a tener la misma pesadilla otra vez; La noche del incendio de la mansión Hale. Siempre trato de evitar el tema, no es que me ponga triste o melancólica, es un sentimiento de odio y rencor, me recuerda lo egoísta que fui, lo débil y sentimental que llegue a ser en el pasado.
Mientras intentaba normalizar mi respiración, escuché pasos que venían hacia acá, solo había una persona que venía a verme todas las mañanas sin excepción.
Aiden
La puerta se abrió y por ella entro un Aiden con una gran sonrisa, no me daba buena espina cuando sonreía así, lo más probable era que o va a pedirme algo o Ethan volvió a perder en una de sus muchas apuestas, la última vez apostaron quien esquivaba más balas en un minuto, como la gran amiga que soy (y porque me pagaron 50 dólares cada uno) yo fui la que disparó. Para mala suerte de Ethan, Aiden esquivó todas las balas y él.... bueno digamos que estuvimos a nada de amputarle la pierna porque disparé una bala hecha de wolfsbane y no la esquivó. En mi defensa, esa bala se suponía que le tenía que disparar a Aiden ¿Por qué quería que una bala que es casi letal para los hombres lobo le diera a Aiden? Ese es un tema para otro día.
-Buenos días Shelly ¿Cómo está mi chica favorita?- me dijo mi gemelo menos favorito acostándose en mí cama. Sí, tengo favoritismo.
- ¿Qué es lo que quieres Aiden? Siempre que tienes esa sonrisita de comercial es porque vas a pedirme algo- le dije mientras lo pateaba para que saliera de mi cama, no quiero que mi cama se llene de pulgas.
-Hoy despertaste de malas, no me agrada esa Shelly, trátame con amor- dijo mientras me agarraba de las piernas y se ponía sobre mí.
-Yo nunca trato con amor a nadie, ahora suéltame si no quieres quedarte sin descendencia- él sabía que cuando lo amenazaba iba muy enserio, yo de malas no es algo que quieran ver.
-Está bien, te suelto, pero luego te lo voy a cobrar- me dijo mientras me soltaba pero aún seguía sobre mí - pero tienes razón, quiero algo.
-Lo sabía, ahora, ¿Qué es lo que quieres y en qué me beneficia?- le pregunté mirándolo intentando pensar en otra cosa, la posición en la que estábamos era algo comprometedora.
- Perdí en un reto que me puso Ethan y ahora debo de hacer el desayuno, puedo calentar muchas cosas pero sabes que soy malo cocinando, ¿puedes hacer el desayuno para que no me muera de desnutrición?- y ahí iba otra vez con esa estúpida sonrisa y el pequeño brillo de sus ojos. Me importaba muy poco si Aiden se moría de hambre pero Ethan no puede estar sin comer nada.
- Bien, pero cocinaré mi desayuno favorito- le dije mientras lo aventaba al suelo y me levantaba
- Noo, tu desayuno favorito también es el desayuno favorito de Ethan, a veces pienso que lo prefieres más a él-
- Pues deja de pensarlo porque es cierto, Ethan es mi favorito- le sonreí inocentemente y salí de la habitación para bajar a la cocina.
-¡¿ME ESTAS DICIENDO QUE MI PROPIA NOVIA PREFIERE A MI HERMANO?! – gritó dramático Aiden, lo ignoré y entre a la cocina donde se encontraba un muy sonriente Ethan.
- Yo sabía que era tu favorito, Aiden nunca me creyó cuando se lo decía. YO SOY SU FAVORITO ¿OÍSTE AIDEN?- me dijo para posteriormente hacer un tipo de baile de la victoria.
-Bueno, quitando el hecho de que Aiden te matará en unos minutos, voy a cocinar nuestro desayuno favorito- ¿En qué consistía el dichoso desayuno? Era uno muy al estilo británico, solo tenía que hacer tostadas, freír unas cuantas salchichas y tomates, hacer huevo estrellado y servir tazas de té.
-¡Sí! Adoro cuando cocinas, si no estuviéramos viajando a cada rato, podrías trabajar en algún restaurante y ser la mejor chef de América- me dijo dando saltitos, Ethan podría ser un hombre lobo alfa, pero cuando lo conocías era un algodón de azúcar.
Me reí del comportamiento infantil de mí mejor amigo y empecé a cocinar un desayuno que parecía para unas 20 personas que para 6, porque sí, cuando a alguien de esta manada le toca cocinar, debes cocinar para todos y los hombres parece que comen el triple, no me sorprendería si algún día nos quedábamos en quiebra por tanta comida que comprábamos.
Escuche los pasos de una persona bajando las escaleras y de otras dos abriendo la puerta principal, un serio Aiden entro por la puerta de la cocina y atrás de él iban Kali y Ennis, a los que consideraba mis segundos padres. Puede que no se imaginen a una Kali amorosa o a un Ennis paternal, pero ambos siempre me apoyaron y estuvieron ahí para mí. No me mal entiendan, amo a mi papá, pero el dejo de ser él cuando perdió la vista, la mayoría del tiempo que pasaba con él era para darme lecciones o entrenarme.
-¿Están haciendo su desayuno británico? Me gusta ese desayuno pero ¿no querrían cambiar a otra cosa?- preguntó Kali sentándose en una silla en frente de la barra donde tenía mis ingredientes.
- Pues no desayunaríamos eso si alguien aquí se dignara a cocinar de vez en cuando- dije arrebatándole la sal a Ethan, se había puesto a jugar con las especias otra vez.
- Yo no me quejo, siempre tengo mucha hambre y odio cocinar- dijo Ennis recargándose en la pared esperando a que yo terminara.
-Algún día todos ustedes serán mis esclavos y los manipularé a mi antojo- dije una vez que terminé de cocinar y Ethan de jugar- ¿Alguien va a poner los cubiertos? No pienso hacer todo yo
Ennis y Aiden fueron los que acomodaron los platos y los cubiertos mientras yo y Kali servíamos. Así era como funcionábamos, muchos podían decir que éramos una manada sin corazón y no nos importaba nada ni nadie y, aunque en parte tenían razón, nos queríamos entre todos, o bueno, todos me querían a mí, los gemelos y Kali nunca se llevaron del todo bien, Ethan decía que ella era alguien muy sádica y Aiden que solo era así porque necesitaba atención sexual, ahí es donde te das cuenta la diferencia entre ambos, Ethan es un poco más racional e inocente y Aiden... alguien muy hormonal.
Una vez que nos sentamos, cada uno se puso a platicar por su parte, yo me puse a hablar con Kali sobre que iríamos a una cita de manicura, hizo un gesto de desagrado cuando se lo dije, a ella le gustaba como se veían sus uñas así, solía decir que funcionaban cuando quería desgarrar el cuello o cara de alguien, así que deje el tema de lado, Kali era muy terca.
Cuando ya casi íbamos a acabar, olí un aroma bastante familiar, al parecer había entrado por la puerta trasera de la casa, se escuchaba el sonido del bastón golpeando el piso mientras caminaba. De repente todo se quedó en silencio y lo único que se escuchaba era el eco de sus pasos caminando por el pasillo, todos nos tensamos cuando se escuchaba cada vez más cerca. No le teníamos miedo, pero todos lo tratábamos con respeto, como si fuera nuestro dios, porque de cierta manera lo era, el Alfa de los Alfas, el Lobo demonio y también mi padre.
Deucalion
-Percibí el aroma de uno de mis desayunos favoritos, lo has cocinado tu ¿No es así Sheridan?, sé que Kali te ha enseñado a cocinar muy bien. ¿Alguien podría servirme un plato? Y quisiera que todos se quedaran, debo de darles un aviso- dijo mi padre mientras Kali lo guiaba para que se sentara y yo le entregaba un plato con tostadas y me volvía a sentar.
Todos empezamos a terminar de desayunar, el ambiente estaba muy tenso. Deucalion nunca se sentaba a desayunar con nosotros, siempre desayunaba en su oficina o ni siquiera aparecía en las mañanas, que hoy desayunara con nosotros nos ponía los pelos de punta, mi padre estaba con su usual calma, parecía como si no tuviera prisa en decirnos de que trataba el aviso.
-Estoy seguro que muchos de ustedes deben de estar al tanto sobre los sucesos que han pasado en cierto pueblo de California- No me estaba gustando a donde va esta conversación - Para los que todavía no están enterados, hay un nuevo alfa en Beacon Hills, un alfa llamado Derek Hale- Con solo escuchar ese nombre mi pulso se aceleró, todos mis pensamientos se llenaron de odio, los recuerdos que viví junto a esa familia, todos me voltearon a ver cuándo rompí un vaso por la fuerza que le ejercí.
-Como decía, Derek Hale ha estado transformando adolescente inexpertos, él robo el poder de su sociópata e inútil tío, Peter Hale. Cuando él era alfa mordió a otro adolescente llamado Scott McCall, este chico ha dado indicios de que puede llegar a ser un Alfa verdadero- Tenía una pequeña idea de porque nos estaba diciendo esto y no me gustaba para nada- Así que, como ya supondrán, iremos a Beacon Hills para que se una a la manada y si tenemos al chico McCall, tenemos a Derek Hale.
-Supongamos que el chico llega a ser un Alfa verdadero, un alfa como esos solo se convierten por su fuerza de voluntad y nunca han matado a ningún inocente, perdóname si me equivoco Deucalion, pero todos aquí hemos matado ya sea por simple gusto o porque tú nos lo ordenaste, si ese chico se una a la manada le quitarás el pequeño poder que lo hace "especial"- dijo una desafiante Kali. Sabía que ni a Ennis ni a Kali les agradaba la idea de volver a Beacon Hills, los gemelos sabían partes de nuestro tiempo ahí pero había partes que decidimos omitir.
-Mi querida Kali, por algo quiero a Scott McCall en esta manada. Ahora, Sheridan necesito que te quedes 5 minutos, los demás vayan a empacar y a entrenar, nos iremos en 3 días- con eso dicho todos se levantaron y salieron de la cocina, Aiden fue el último en salir, me miró por una cuestión de segundos, como si me preguntará mentalmente si estaría bien, yo hice un pequeño asentimiento con la cabeza y salió de la cocina.
-Sé como debes de sentirte ahora, tienes sed de venganza, el odio y rencor dominan tus emociones, quieres matar al chico al que crees responsable por la que casi murieras en ese incendio y te entiendo, yo también quiero matarlo. Pero necesito que no intervengas en mis planes, eres una parte esencial en esta manada, la parte que nos mantiene estable y hace que no se destrocen unos a otros, por eso también tendrás un papel importante en este nuevo plan. Iremos a Beacon Hills a reclutar a Scott McCall, puedes vengarte y despedazar a Derek Hale si así lo quieres, solo espera a que el plan tenga éxito-
-Esperaré a que tu plan funcione, pero debo advertir que si tengo la oportunidad de matar a Derek en cuanto el momento se presente, no desaprovecharé la oportunidad, lo mataré sin importarme que tan importante sea en tu plan. Voy a tener mi venganza, no me interesa a cuantas personas tenga que matar en el camino- dije para después salir de la cocina y dirigirme a mí cuarto. Cuando entre a este encontré a Aiden sentado en el pequeño sillón que estaba alado de la ventana, solo lo miré por el rabillo del ojo, fui directamente a mi armario para cambiarme y salir a correr, correr me ayudaba a despejarme.
-Conozco lo que viviste cuando estabas en Beacon Hills-
~No, solo conoces una parte de la historia" -pensé
-Entiendo que tienes algunos traumas en ese lugar, puede que tengas miedo y- No lo deje terminar porque salí del armario ya cambiada y lo interrumpí.
-Yo no tengo miedo, lo que siento va muchísimo más allá de eso, siento odio. Quiero despedazar o destrozar algo o más bien a alguien, quiero aniquilar a la persona que más me ha dañado, quiero acabar con su vida, ver como su cuerpo va perdiendo fuerzas, escuchar como su corazón va latiendo cada vez más lento y después arrancarle la cabeza- hablé con rabia en cada palabra que decía
-Sé que Derek Hale te ha dañado y he estado estos últimos años intentado curar cada una de las marcas que te ha dejado. Si quieres matarlo, hazlo, estoy aquí para curar mil y un heridas más. Después de todo, solo iremos a Beacon Hills para conseguir los alfas que Deucalion quiere en la manada, solo un beta que no tiene experiencia peleando y un alfa que, por lo que me han contado, es completamente incompetente ¿Qué tan complicado puede ser?-
A veces Aiden se comportaba como un completo idiota imbécil, pero cuando lo necesitaba, siempre decía las palabras correctas para hacerme sentir mejor, pues al convivir unos 4 años con él y Ethan, me conocen de diferentes maneras. Con Ethan siempre bromeamos y hablamos, puedo ser algo expresiva con él pero no se me olvida que es el gemelo de mi novio y hay cosas que debo de ocultar. Mi relación con Aiden es diferente, pasamos tiempo juntos, sí, pero él y yo somos más de acciones que de palabras.
-Iremos a Beacon Hills y todo irá de acuerdo al plan de mi padre- le dije y con eso nos fundimos en un beso que expresaba lo que ambos sentíamos: Emoción y Ansiedad
~Todo ira de acuerdo al plan de mi padre, pero yo tengo mi propio plan~
▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔
AAAAA primer capítulo publicado!! Fueron más de 4 mil palabras y me duele mi manita (lloro) pero valió la pena, a mi me gustó mucho
¿A ustedes que les pareció? Quiero leer sus opiniones y cualquier idea que tengan
Voten y comenten y les regalo un chocolate
Hasta el próximo capítulo, byee
©𝐥𝐚𝐞𝐬𝐩𝐨𝐬𝐚𝐝𝐞𝐧𝐞𝐰𝐭