Una pequeña niña, de 12 años mas o menos, de ojos verdes y su cabello castaño suelto y mojado por el sudor, entra a su casa corriendo en busca de su madre, corre hasta la cocina y suelta un suspiro cansado al ver a su madre preparando el almuerzo, por el olor que estaba en la cocina asumió que preparaba su comida favorita, pero igual eso no pudo alegra su pequeño corazón.
-Mamá... -Dijo en un susurro llamando la atención de su madre, una morena de baja estatura, cabello castaño, como el de su hija y ojos marrones como el chocolate- Mamá... Podemos hablar? -Volvió a llamar la atención de la mujer mayor.
-Que sucede cariño? -Dijo la mujer mayor girando sobre su talones para mirar a su hija, que tenia una mirada triste y sus puños apretando su camiseta. Su madre al ver esto se preocupo y se acerco a la pequeña, tomo su mano y la llevo a sentarla en el mesón de la cocina para tenerla a su misma altura. Tomo el rostro de su pequeña hija y miro en sus mejillas el rastro de lágrimas ya secas.
-Que paso mi amor, por que lloras? -Pregunto preocupada la madre a su pequeña, mientras limpiaba sus mejillas.
-Esta... Es malo querer a una niña así como yo mamá? -Pregunto la pequeña con un poco de miedo por las posibles reacciones de su madre.
-Por que dices eso cariño? Claro que no es malo querer a una niña como tu, puedes querer a tus amigas, eso esta bien. -Le dijo la mujer a su pequeña.
-No mama... Yo... Yo quiero a una niña como... Como debería querer a los niños. -Susurro aun con miedo. -Ella tiene un cabello dorado mama, así como el sol. Y sus ojos son marrones, tan bonitos como los tuyos. -La niña seguía hablando sin darse cuenta de la sonrisa que tenia su madre mientras escuchaba lo que su pequeña decía.- Pero los tuyos son mas lindos mama. Pero ella es... Muy linda mama.
-Cariño... Y esta niña te quiere como tu a ella? -Dijo la mujer con una sonrisa mirando a su pequeña. La niña miro a su madre y sonrió de igual manera.
-Si mamá... Ella siempre toma mi mano y me da besos. -La pequeña apunto su mejilla mientras le contaba a su madre- Pero... Hoy quiso besar... Mi boca -Esta vez señalo sus labios y su madre abrió sus ojos con un poco de miedo, después de todo su niña solo tenia 12 años no puede andar besando a niñas todavía, su esposa se pondría como la madre celosa enseguida si estuviera en casa en esos momentos. La niña al ver la mirada de su madre se apresuro a negar con su cabecita.
-Pero no la deje mamá... Le dije que no... Porque pensé que estaba mal hacerlo. -Dijo bajando su mirada triste-Esta mal mamá? Querer así a una niña?
-Claro que no mi amor. No esta mal querer a una niña así. O tu ves mal que tu mami y yo nos queramos? Así como tu quieres a esta niña. -Decía la mujer mientras arreglaba un poco el cabello de la pequeña.
-Pero tu y mami se aman no se quieren. -Dijo la pequeña mirando a su mama. La niña sabe muy bien la diferencia que hay entre querer y amar, gracias a su mami.- Y yo no la amo... Creo.
-Okay mi amor, okay. Pero eso no explica porque estabas llorando. -Dijo la mujer mayor mirando a su hija detenidamente, admitió que es idéntica a su esposa cuando era niña y eso es lo que mas amaba de su hija.
-Es que... Cuando le dije que no podía besarme-Señalo una vez mas sus labios con tristeza- Ella se fue llorando y no quiso tomar mi mano, ni darme un beso de despedida -Señalo esta vez su mejilla- Y cuando la vi llorar mamá, yo sentí algo feo aquí. -Dijo la pequeña señalando su pecho esta vez un par de lágrimas bajaban por sus mejillas- Y no me dejo abrazarla mamá, me alejo de ella. -Termino de contar con lágrimas en sus ojos y sorbiendo su nariz.
-Oh mi pequeña. -Dijo la madre abrazando inmediatamente a su hija.- Sabes que... Vamos a ir a que arregles las cosa con esa niña, si? Te vas disculpar. -Dijo mientras apagaba la cocina donde tenia lo que estaba haciendo para el almuerzo, bajo a su pequeña del mesón y se quito el delantal que tenia- Vamos antes que venga tu mami.
-En serio mamá? Pero y si ella no quiere verme? -Dijo la pequeña con miedo-
-Pues harás que quiera verte, ve a cambiarte anda. -Le dijo a su hija y esta saliendo corriendo a cambiarse su camiseta sucia. La mujer se quedo en la cocina lavando sus manos
La madre de la pequeña estaba contenta con su hija, quería ayudarla con su amiga especial antes de que su esposa se enterara y no quisiera si quiera que su hija estuviera cerca de la niña. Sabia lo celosa que podía llegar a ser su mujer. Mientras esperaba a su pequeña pensó en enviarle un mensaje de texto a su esposa, diciéndole que iba a salir con su hija y que esperaba verla en la casa de la pequeña amiga de su hija. Sabiendo que su esposa estaría demasiado ocupada como para responder una llamada.
-Mamá ya estoy lista. Vamos vamos. -Le decía su niña ya cambiada y mas animada-
-Vamos pequeña vamos. -Le dijo su madre y busco las llaves de su auto y así salieron de la casa.
-Mamá podemos comprar una flor para que pueda dársela? -Dijo la niña tímida mientras de sus bolsillos sacaba algunos billetes arrugados y se los enseñaba a su madre. La mujer vio a su pequeña y sonrió con ternura.
-Claro que si mi pequeña.-Dijo mientras paraba el auto frente a una pequeña floristería y dejaba que su pequeña bajara a comprar una pequeña flor.
Luego de varios minutos la pequeña salia de la tienda sin ninguna flor y con una mueca de enojo en su rostro, subió al auto donde la esperaba su madre y bufo un poco cruzándose de brazos.
-Vayámonos mamá... La señora no quiso darme una flor porque según ella, soy muy pequeña para darle un flor a una niña. -Dijo la pequeña mas enojada que triste, su madre solo sonrió un poco y siguieron unos minutos mas buscando un puesto de flores hasta que por fin encontraron un pequeño puesto y ahí la niña por fin pudo comprar la flor que quería un pequeño tulipán de color naranja que sabia muy bien, era la preferida por su amiga rubia.
Después de varios minutos en los que llegaban a la casa de la amiga de la pequeña, la madre de la niña veía a su hija cada vez mas nerviosa. La niña suspiro al mirar una pequeña figura de cabello rubio sentada en la entrada de su casa sabiendo que era su pequeña amiga. Miro a su madre unos segundos nerviosa.
-Cariño habla con el corazón ella te entenderá ya veras. -Dijo la madre de la pequeña y esta le sonrió un poco. Antes de que la niña bajara de auto su madre la llamo. -Nada de beso aquí . -Señalo sus labios mirando a su hija. -Aun eres pequeña y tu mami se enojara si sabe que ya has besado a una niña eh?
La niña bajo del auto luego de lo que su madre le dijo mas nerviosa aun. Camino a paso lento hasta llegar a la casa de su amiga. La pequeña suspiro cuando se acerco mas a su amiga rubia.
-Beth... -Dijo en un susurro haciendo así que la pequeña levantara su mirada.
-Emma... -Dijo la pequeña rubia levantándose de donde estaba. -Vete no quiero verte. -Dijo enojada con Emma y evitando verla.
Emma miro a su madre que había bajado del auto estaba mirándola desde lejos junto con su otra madre, esta le hizo una seña a su pequeña para que hablara con la pequeña rubia.
-La pequeña suspiro y se acerco mas a la rubia- No me iré Beth... Yo vine a disculparme por... Por no dejar que besaras mis labios... Y a decirte que también te quiero mucho así como mi mami quiere a mi mamá, o tal vez no tanto. -Dijo Emma mientras se acercaba a Beth y sacaba de su espalda el pequeño tulipán que había comprado, beso su mejilla, para luego entregarle el tulipán. La pequeña rubia, Beth abrazo a su amiga con fuerza susurrando en su oído
-También te quiero Emma...
A lo lejos estaba mirando Camila a su pequeña hija junto con su esposa Lauren.
-Si la besa estas en problemas Camz. -Dijo Lauren mientras abrazaba de la cintura a su esposa.
-Tranquila Lern presiento que nuestra hija guarda ese primer beso para una ocasión mas especial. -Dijo dejando un beso sobre los labios de Lauren.
En otro lado en la casa de la pequeña Beth estaban sus madres Quinn y Rachel Fabray mirando a su hija con la pequeña Mía.
-Ves? Te dije que vendría Quinn. -Dijo Rachel a su rubia esposa.
-Si la besa estas en problemas Rach. -Dijo la rubia cuando miro a su pequeña rubia tomar el rostro de Mía con sus manos acercándola a sus labios.
-¡OH NOOOO! -Gritaron juntas las madres de las pequeñas viendo el inevitable beso entre sus hijas.
...
No es malo querer a las niñas.
Gracias por leer. Tenia esta idea desde hace un par de días y pues tenia que escribirla o se iría volando. Espero que les haya gustado