Mi Pareja Perfecta IV

Von Brity22

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Ángela Grant, es una joven recién egresada que empieza a trabajar en el hospital Edwards, tal como su abuela... Mehr

Ángela Grant
Supervisión
La salida al Spa. I
La salida al Spa. II
La vida de Martina Edwards I
La vida de Martina Edwards parte II
Buscando a la chica perfecta.
Incógnita
Catalina Grant
La chica del Tinder I
La chica del Tinder II
Fiesta en New York I
Fiesta en New York Parte II
En la boca de la loba I
En la boca de la loba II
En la boca de la loba III
Mala, del verbo ''mala''.
''No pegan, ni juntan''
Salida a casa de Tía Fer.
Lecciones de motocicleta
Única en su clase.
Aniversario de Matrimonio I
Aniversario de Matrimonio II
Sesión de Fotos.
Fin de semana de Jefazas.
''Si Quieren Guerra...''
Buscando al culpable
Juntas de amigos
Hogar, dulce hogar.
Inauguración
Una historia romántica y no de acción
Citas a ciegas y aniversario
''Dos grandes que se unen''
La cena familiar.
Buenas jugadas.
Salida en familia I
Salida en familia II
''La terquedad hecha pareja''
La despedida.
Las Intensas.
Especial: ''El dilema de las Gabis''

''Por la boca muere el Edwards''.

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Von Brity22

Ángela G.:


Al llegar del trabajo al apartamento de Omar me encuentro con un panorama inusual. El dueño se casa juega videojuegos, por un lado, con ese estilo tan desaliñado de siempre. Al lado de él muy derecho y de traje oscuro desentonando con todo el estilo despreocupado de la habitación, Enrique se esfuerza por no poner caras mientras mueve el Joystick para todos lados.


−Eh... −Digo como saludo. Esto no lo veía desde que éramos unos dulces adolescentes.


−Ángela−Dice carraspeando, lo deja en la mesa rápidamente. – Esperaba que llegases más temprano.


−Ya sabes, te llegó visitas −Dice Omar.


−Vengo en representación de nuestro padre también.


−Ajá ¿No puede venir él? −Digo con evidente molestia cerrando la puerta y yendo a dejar mi mochila al dormitorio.


−Es un hombre muy ocupado, como bien sabes. −Me sigue y se queda de pie observando como me quito la sudadera.


−Uff, me imagino. −Rodeo los ojos, lo conozco y lo he visto en sus tiempos libres. No tiene que decirme nada.


−Aún no transa con lo de los ''Edwards''−Lo dice como si el simple hecho de pronunciar el apellido le diera urticaria− Dice que no es correcto. Pero que puedes volver a la mansión y que ya te hará cambiar de opinión. −Levanta ambas cejas mostrando una carpeta −Son buenas ofertas laborales y él se asegurará de que asciendas.


Me la ofrece, elevo una ceja y las tira a la cama.


−Por cierto, Catalina dice que vuelvas, le haces falta y que siente la casa vacía.


−Sé un buen hermano entonces.


Con una mueca de desprecio abandona el cuarto y en un instante se oye la puerta de salida.


Me siento un rato en la cama, agradezco que Omar no venga por un rato. Hoy de esos días en que te recuestas en la cama, te haces bolita y piensas mil cosas del pasado y como te gustaría que hubiesen sido.


[...]


Christine E.:


Al día siguiente llego con Tina y Noelle. Tomamos el ascensor siendo Noelle la que se baja primero a trabajar, me besa y se va, luego Tina, y finalmente yo me largo a la oficina. Cuando Martina llega a su piso, besa mi mejilla y se baja. Me quedo ahí hasta que todos han llegado hasta el último piso, cuando baja me detengo de nuevo en el piso de Tina.


Al llegar la recepcionista me saluda y me mira extraño cuando extiendo un diario y me cubro con él. Miro de reojo a ver que tal. Veo a dos pelinegras jóvenes llegar, saludar y cuando pasan por el pasillo me voy detrás.


−Eh Tina, Iluminas mi mañana −Dice la pelinegra más baja−Necesito hablar contigo −Dice con voz misteriosa.


−Claro −Escucho. Frunzo el ceño. − ¿Quieres venir a mi box para hablar en privado o al almuerzo?


−En privado −Dice y se va con la chica de cabello largo.


Abro los ojos de par en par ¡enana zorra! ¡Apuesto mis córneas a que quiere abusar de mi Tina cuando cierre la puerta!


−Eh, hola... −Pego un salto y me giro viendo a si no me equivoco García, mirándome ojerosa y extrañada. −Buenos días.


−Hija del lechero −Gruño. −Buenos días.


Camina hacia los casilleros y yo a los vestidores. Me meto a uno cercano al baño y escucho como algunos vuelven de cambiarse de ropa.


−Tarde García −Escucho.


Sonrío ¡Esa es mi bebé! ¡Haz que cumplan!


−Lo siento −Dice la aludida con voz agotada.


Escucho sus pasos y como se cierra la puerta.


Antes de que yo salga un par de chicos quieren entrar a cambiarse de ropa.


− ¿Qué demonios? ¿Acaso no tienes tu vest...? −Les doy una mirada. El pálido rostro de uno se vuelve rojo− ¡¡Señora Edwards!! −Saluda su colega.


−No digan que me vieron. −Ordeno.


− ¡No señora! −Dicen de inmediato.


Me salgo de ahí y vuelvo al pasillo, pego la oreja a la puerta, están hablando. Si empiezo a escuchar ruidos raros boto esta mierda. Pero no, me parece una conversación casual de chicas. Claro, si están las tres es probable que ninguna intente nada contra mi pequeña, sé que Tina sería incapaz de hacer algo así sabiendo que me el hospital tiene normas que cumplir. ¡Debe mantener nuestro apellido en alto!


En unos minutos se escuchan pasos de los casilleros y detrás de la puerta así que salgo despedida de allí.


Me voy a trabajar poco conforme con lo que descubrí, al menos tengo casi identificada a la susodicha.


A la hora de almuerzo decido bajar a comer con el resto de los mortales, como antes. Para no llamar la atención y que Noelle no me joda, voy a buscar a alguien que me acompañe y monte guardia mientras observo.


Primero voy al piso indicado para eso. Gabriela despide a un paciente, antes de que cierre su puerta aparezco en el umbral.


− ¡Santa virgen de la papaya! −Se toca el pecho pasmada.


−Deja de poner esas caras −Gruño. −Ni que hubieras visto al diablo.


−...−Me mira de arriba abajo con obviedad.


−Necesito que me acompañes y vigiles −Digo.


−No quiero preguntar, porque sé que no me va a gustar... Pero aquí voy −Respira pesadamente. − ¿Qué tramas?


− ¡Hay una chica de aquí moviéndole el trasero a Tina y creo tenerla! −Vocifero emocionada.


Se toca la frente.


−No se si quiero ser parte de esto Christine, Noelle me matará.


−Si no vas a soltarle el chisme no −Entrecierro los ojos. − ¿Somos amigas recuerdas? − ¡Una pareja explosiva!


−No van a servir tus técnicas de manipulación.


−Un día libre pagado, cuando quieras. −Gruño.


−Tres y un aumento.


− ¡Ya te acepté un aumento! −Espeto.


−Bueno, pero tres días libres. Cuando yo quiera. −Levanta el índice.


−Muy bien, dos días. Pero avisa con anticipación. −Digo.


− ¡Excelente! −Celebra Gabi.


Bajamos por las escaleras, yo con un diario y ella con un libro. Vamos por comida y nos sentamos en la parte más llena posible; la idea es no llamar la atención. Abrimos ambos y nos escondemos detrás mientras comemos y miramos al grupo de jóvenes del piso de Tina pasar a comer.


−Hola tía Christine, Hola tía Gabriela −Escucho a Chloe.


−¡¡Shhhhhht!! −Decimos ambas.


−Estamos de incógnito sobrinita −Dice Gabi.


− ¿Saben que así llaman más la atención verdad? −Se sienta al lado. −Parecen empollonas. Atraerán Samanthas −Se ríe.


¡Es cierto! Aún no baja Tina y algunos ya nos están mirando extraño.


−Muy bien, no libros. −Digo. Los bajamos y actuamos tan tranquilas como siempre.


− ¿Qué quieres que haga ahora? −Murmura Gabi para que Chloe no la oiga.


−Que te fijes en Tina y en la bajita de pelo negro que tiene por compañera ¡Esa! Apunto a la joven, está muy animada conversando con la amiga moviendo los brazos histriónicamente. ¡No dejes pasar nada! ¡Ni miradas! ¡Ni caídas de ojos! ¡Ni nada! −Susurro tan fuerte que me sale la voz rasposa.


−Bien−Murmura. − ¿Cómo te fue hoy Chloe?


−Ah excelente. Chloe adora a sus pacientes y los pacientes adoran a Chloe. −Dice.


−Oh −Dice esta. − ¿Y Ale?


− ¡No me hables de ese! ¡Está cancelado!


− ¿Y que hizo? −La quedamos mirando curiosas.


−Tiene novia −Gruñe. Rodeo los ojos, yo ya no me cuestiono nada con ese par de chifladas. − ¡Cómo se atreve!


−Ay, tarde o temprano pasaría −Exhala su tía. −Cuando Cristian se casó tuvo la desfachatez de pedirme que sea su madrina. −hace un puchero. −Más le vale que lo hiciera o lo desconozco. −Se recupera y pone atención a la nueva fila que se forma, Tina ya llegó.


Esta se sirve, conversa con García y el jovencito de cabello castaño, se sientan con los demás y hablan como cualquier grupo normal de amigos.


Excepto que por ahí está la culpable de los machucones que tenía mi hija. Estoy segura, puedo olerlo...


−No te pierdas detalle −Susurro a Gabi.


−Hmm ¡flan de chocolate! −Celebra − ¡Ouch!


La empujo un poco con el brazo para que se concentre y se le cae el postre de la cuchara.


− ¡Christine! −Se enoja. −Hay cosas que traen mal augurio, ¡Como botar el postre!


La miro sin ánimo, ¡que saqué otro maldito postre! hay cientos, yo sólo tengo una hija.


Gabi.:


Como indignada mirando a mi ahijadita hacer su vida normal, ¡lástima que lo tocó una loca por madre! No sé qué piensa hacer Christine si esa pelinegra o cualquiera de ellas, sea la que le está echando el ojo, debería aceptarlo y ya. Además, Tina es tan obstinada y terca como ella. Espero que no haga algo de lo que podría arrepentirse.


Aunque sin duda esto significa que las cosas estaban animadas por aquí y ni nos percatamos.


− ¿Y ustedes? −Pegamos un salto. Ups, llegó la señora.


−Noellita−Saludo−Solo comiendo.


Se sienta y Christine se inclina a hablarle, por suerte se distrae en el segundo en que Martina le susurra algo a la peli castaña. Pestañeo confundida, no era el objetivo principal, pero ahí está, la chica se ve algo avergonzada por la cercanía. Tina sonríe burlona y se acerca más.


''Oh''... pienso.


Nos miramos de reojo con Chloe, coloca el dedo índice sobre sus labios en señal de ''silencio'' Ocurre un asentimiento apenas reconocible y nos quedamos ahí.


''Entonces te recojo a las seis y media '' escucho decir a Christine antes de devolverse a mí. − ¿Alguna señal?


−Sólo hablan y comen −Finjo aburrimiento.


− ¡Carajos! −Gruñe. − ¡Debieron habernos visto!


−Puede ser. −Aventuro. − ¿Y qué piensas hacer, dispararle de aquí?


−Claro que no Gabriela, ¿Qué no ves el casino? −Observo el gran espacio abierto− ¿Dónde se podría posicionar un francotirador sin ser visto? −Mira alrededor, lo piensa... lo piensa mucho.


−Era broma Edwards −Espeto. − ¿Sabes que no puedes matar a la gente solo porque se interesa en Tina verdad? −La miro disimuladamente mientras se ríe con su compañera pelinegra, no me extrañaría el hecho de que una chica la mire. Mi sobrinita es guapa, inteligente, algo ruda pero también muy dulce. Aunque... si tuviese que apostar, no veo a Tina de la forma en que la ve Christine en todo este asunto. Apuesto a que es ella la que tortura a una pobre alma corrompida... mi instinto de madrina sabe que, si Tina quiere algo, Tina hará hasta lo imposible por tenerlo, le guste a mi amiga o no. No tengo pruebas, pero tampoco dudas.


Mi fuente de estudio es muy similar al sujeto vigilado en cuestión y está acá al lado jodiéndome.


−Claro que sé que no puedo −Dice con una sonrisita −Otra cosa es que haga caso. −Sus ojos no acompañan la curva de sus labios.


Suspiro. Odio ser la centrada en este dúo. ¡Este no es mi trabajo Christine!


−Era una broma... solo quiero asegurarme de que se junta con gente de bien −Susurra.


Noelle frunce el ceño algo perdida pero no pregunta. Imagino que tal como yo, prefiere resguardarse en la conformidad que otorga la ignorancia en todo este asunto.


Cuando se ponen de pie le echo el ojo a la joven. Algo más alta que Sam... aunque ahí se terminan las comparaciones. Solo puedo ver su cabello castaño con aspecto de haber sido tomado por una liga para el cabello una y otra vez, el uniforme como si lo dejara en la silla después de llegar a casa y una expresión de sincera tranquilidad y felicidad post almuerzo reflejado en su rostro.


Pero qué vaga...


''Qué tienen las Edwards con sus fijaciones hippies'' me digo.


Mira hacia nosotras y saluda a Chloe rápidamente, que curiosos ojos grises. Me deja una sensación de ''deja vu'', a lo mejor la vi inconscientemente por aquí durante algún almuerzo...


− ¿Qué sabes? −Susurro a Chloe.


−Angélica García, es nueva, colega de Tina, las he visto juntas a veces, siempre cuchichean y esas cosas −Encoge los hombros −Si hacen algo lo hacen privado.


−Angélica ¡pfffjajaja! −Me río. parece que tal como a Fer, Sandra, Kate y Ale a otra le va a llegar un balde de agua helada. −Esto se va a poner interesante.


− ¿Tú crees? −Pregunta Chloe.


−Puede ser, en realidad depende de Tina. −Aunque si creo que se pondrá interesante, mis corazonadas no fallan.


− ¿Qué hablan ustedes? −Se queja Christine.


−De Angélica−Digo pensando en la sensual amazonas −La amamos.


−Puaj −Gruñe en broma. Noelle evita poner los ojos en blanco. Luego de comer se va a su oficina visiblemente decepcionada de sus descubrimientos.



Ángela G.:


Subo y miro de reojo a Martina, ella va muy tranquila, aunque me pidió que vaya luego del trabajo a su box. ¿Qué querrá? Me esfuerzo en ser una persona íntegra y no pensar en... bueno, en lo que estoy pensando.


Trabajamos con Astrid hasta que es la hora y le digo que puede adelantarse. Dejo todo ordenado y toco la puerta de Martina.


Me hace pasar y sigue guardando sus cosas, miro a otro lado y me rasco un brazo.


−Mandó a llamar−Bromeo.


Mierda, estoy un poco nerviosa.


−Si −Escucho una risita. Se gira y se acerca a mí, con ese rostro desafiante se mantiene en frente. − ¿Tienes un rato?


−Si es un rato mi agenda puede esperar. −La miro fijamente.


Sonríe y luego de unos segundos frunce el ceño, me extraño ¿hice algo?


− ¿Vas a besarme o qué?


−Aaaah −Caigo en la cuenta, que soy idiota, quién me viera... − Está bien, sesión de besuqueos. −Murmuro con una risita y me inclino.


Para mi sorpresa lo piensa un poco.


− ¿O quieres otra cosa?


− ¿Otra cosa?


− ¿Quieres hacerlo aquí? −Pregunta con malicia.


No abro la boca porque me controlo.


− No...


''Síí''


– No si no quieres −Me corrijo.


− ¿Entonces tu sí quieres? −Genial ríete.


−Tal vez−La beso.


¿Han tenido esa sensación cuando besan, de que la respiración de alguien se siente genial? Ok, esto me pasa ahora. Atrapo su boca una y otra vez hasta que terminamos entre risitas.


−Oye −Escucho. Y le estampo otro beso, y otro. −Déjame hablar. −Reclama entre risitas.


−No. −Y otro.


− ¡Ángela! −Susurra.


−Martina −Canturreo. Y otro.


Si me dan luz verde yo voy. Además, los labios de Martina son tan suaves.


Hasta que me toma la cara con ambas palmas pegadas a mis mejillas, me quedo ahí, sujeta.


−Ya contrólate.


−Tú andabas pidiéndome visitas personales−Digo apenas.


−Si, pero yo sé tu secreto. −Bromea.


− ¿Me vas a chantajear de nuevo?


−Tal vez −susurra. Se sube a su escritorio y me acerca con las piernas. −Así que pon de tu parte−Dice en mi oído. −De eso depende que sigas aquí.


Martina es muy sugerente. No pensé en conocer esa faceta si recordara como la conocí...


...


Salimos silenciosas y casuales como todos los fines de turno en que damos rienda suelta a los besuqueos.


−Hola Tina−Saluda Chloe sonriente hasta que me ve −Y Ange.


Nos mira pensativa. Ya me da miedo cuando esta mujer piensa algo que decir.


−Un momento... −Se acaricia la barbilla. − ¡Respiraciones agitadas! ¡ropa arrugada! −Mira nuestros uniformes, cara de pilladas −Sonríe −Esto solo puede significar...


−Solo estábamos conversando −Dice tranquilamente Tina.


−Ange tienes brillo de Tina en tus labios −Dice Chloe avergonzada. Me tapo la boca rápidamente. −Ups, mentí −Libera una risita.


Martina me da una mirada enojada fugaz, me sonrojo. Maldita Chloe...


− ¡Ya sabía yo! ¡Era obvio! −Se carcajea por su gran descubrimiento.


−Si le dices a alguien lo pagarás. −Dice Tina tajante.


− ¿Serías capaz de hacerle daño a tu amiguita? −Pregunta sorprendida tocándose el pecho.


− ¿Traicionarías a tu amiguita? −Levanta una ceja interrogante.


−Touché. −Dice seria. −Señorita Martina, usted es malévola.


− ¿Y qué querías?


−Pasar el rato, pero imagino que este panorama te resulta más tentador.


−Ahórrate el comentario−Martina ordena su ropa. Juraría que puedo ver un rubor en sus mejillas, aunque puede que sea el enojo.


−Tengo trabajo más tarde−Informo. −Así que las dejo.


Se vienen las reuniones con los del Spa...


−Si, lárgate. −Dice Tina


−Adiós Chloe −Digo. − ¡Tú vete al diablo! −Mascullo, libera una carcajada creída.




Martina E.:


Ángela abandona la habitación, Chloe me mira no muy contenta con mi actitud.


−Que mal Tina, deberías ser más dulce, como yo con Sam.


− ¿Bromeas? Le pegaste cuando le enseñabas, yo sé lo de la cuchara de palo −Pobre de mi amiguita, cuando me contó todo solo pude sentir... risa.


−Maldita soplona. −Gruñe esta.


Me sigue para que me cambie de ropa, está Ángela doblando la suya, evito mirarla para que Chloe no me tome el pelo.


− ¿Y Sam?


−Ya está en su casa −comenta−Por cierto, hoy noté a las mayores muy pendientes de ustedes, no estás siendo la más prudente.


− ¿Ah sí? −Genial, lo que faltaba... miro de reojo a Ángela, pero ya se va.


−Jeje −Dice Chloe. – Apuesto que acosas a la pobre de Ange.


−Nada que ver. −Esta vez no. −Me preocupa que mamá esté encima.


−Descuida, ella lo entenderá −Asiente segura −Después de algún escándalo, pero algo es algo. −En eso me mira juguetona − ¿Y qué tal?


¿Qué tal qué?


−Bien. −Se me ocurre decir.


−Oh vamos Tina−Cierro la puerta de mi casillero.


− ¿Nos vamos? −Digo. –¿Vamos a mi apartamento?


−Si quieres −Dice. −a cualquier casa con frigobar yo voy.


Me río y le acaricio la nuca.


−No tienes remedio.


Ya en casa Chloe la toma de nuevo, conociéndola sabía que pasaría.


−Ya −Gruño. −Solo son besos ¿ok?


−Ok−libera una risita − ¿Y qué tal los besos?


−Bien −repito. Se acerca un poco ansiosa de más.


−Me estás dando poco material Edwards.


−Chloe no jodas −Me sonrojo −Yo no te pregunto como son los besos de Sam. −Tampoco quiero saber.


−Si quieres te lo explico −Dice sin darle importancia−Son suaves, dulces, lentos, tranquilos como ella, pero a veces pueden ser...


− Lalala... −No escucho.


− (...) y apasionados, y le gusta cuando....


− ¡Aaaah! Lalalalala−Sigo.


−Entonces yo le toco... −Sigue.


− ¡Ya basta! −Ruego.


−Jejeje ¡no me detendré!


− ¡Aaagh! son, ¡no sé...! −Ella se calla y me mira curiosa− apasionados −Digo. No se me ocurrió otra palabra.


−Hum −Dice. − ¿Qué rayos significa eso?


−Ya sabes, a veces lentos, otras más rápidos−Me explico.


−Brillante −Dice sin ganas. −Esa capacidad de descripción me recuerda a Sam −Gruñe


−Bueno, son adorables −Digo ya harta.


−Uuuuuh −Hace un ruidito. −A Tina le gustan adorables.


− ¡No! −Estiro mi brazo, choca con Sandy. Me miran indignadas. −No es adorable, solo es... −Pienso un poco en las salidas −No sé, agradable, graciosa, atenta... −enumero a lo Chloe −No sé, me distrae, de las responsabilidades, o mamá, o el hosp...


Ahora Chloe me mira interesada.


−Eso. −Finalizo.


−Aish, iba tan bonito −Reclama. −Que dulce −Mira al horizonte −Y eso que siempre haz sido un desmadre.


−Esa eres tú −Gruño.


− ¡Pero tú no te quedas atrás! −Se sorprende.


−Me obligabas a serlo−Bromeo.


− ¡Aceptabas y muy gustosa! −Me apunta.


−Porque si no montabas escándalo −Nos enfrascamos en una pelea muda donde gano yo.


Mamá abre la puerta, frunce el ceño.


−Se escucha hasta mi cuarto −Nos reta. Y eso que está al fondo.


−Lo siento tía Chris −Dice esta −Me zafaría, pero puede ver como Tina me aprisionada. −Finge estar dolida mientras acerco sus brazos a su pecho.


La suelto rápido. Mamá nos da una mirada sin interés.


−Gracias −Chloe exhala aire cansada − ¡Uf! su hija tiene mucha fuerza y se aprovecha de eso...


−Eh, eso es mentira. −Digo.


−Miren, mientras me dejen leer en paz no diré nada sobre su retorcida amistad −Dice yéndose.


−Un encanto, como la hija. −Comenta ácidamente.


− ¡Te escuché Valderrama! – Oímos.


−Por suerte, mamá no es posesiva cuando se trata de ti −me río.


−Es que yo soy la seguridad caminando −Sonríe Chloe. −Historia diferente si te viera con...


− ¡Shht! aquí las paredes tienen oídos −Susurro.


−No entiendo, si te soportó a dos ¿cuál es el problema con otra? – Hace la pregunta del millón.


Pienso rápido, al parecer Sam no le ha contado nada, muy bien.


−No es necesario −Digo excusándome−Sólo son besos.


−Acaso nadie te enseñó el dicho – Levanta el dedo índice dándose aires − ''Por la boca muere el Edwards'' −Recita.


−No. −Digo.


−Está bien, solo decía.


−Mira, es difícil −Digo −Pero hay una buena razón para eso.


−Ok. −Dice. −Sólo espero que no te hagas daño para contentar a nadie.


−Si te refieres a mi madre no será así.


−Ok −Dice, se levanta de la cama. −Tengo sed.


−Vamos a la cocina.


Uno podría pensar que este apartamento hierve en lujos, y si, sobre todo si hablamos de metros cuadrados. Pero lo que no, es servicio doméstico, comida y bebida como donde el abuelo. Mamá dice que si puede evitar que yo sea de esas niñas ricas mimadas lo hará, así que tenemos que ocuparnos del hogar y de Sandy por nuestra cuenta.


Carajos con mamá Noelle...


Salvo las pocas veces que nos tocó con mamá Christine ordenar y mi otra madre estaba ausente. Ella pasaba sumergida en la pantalla de su portátil mientras los funcionarios de una empresa de aseo se encargaban de todo. Obviamente no le contamos nada, pero nos felicitó porque todo quedó brillante.


− ¡Tengo sed! −Gimotea mamá en el sofá haciéndonos pegar un salto. Solo vemos su bronceado brazo levantado. −Tráele algo a tu madre −Gruñe mirando su celular.


−Veníamos a eso −Dice Chloe. − ¿Cerveza tía?


− ¡Ya era hora que alguien ofreciera algo! ¡Ve joven Chloe! −Canturrea. Chloe sale con dos botellas y un destapador, le pasa una, hacen una especie de salud golpeando los traseros de estas, beben y suspiran.


−Esto es lo que espera una al llegar del trabajo −Suspira mamá.


−No alcoholices a mi madre −Frunzo el ceño viendo esa escena.


−Dicen las malas lenguas que siempre ha sido así. −Dice Chloe.


−Espero que no haya sido Ale−Se asoma tras el respaldo.


−...Dijo que también demoraban una eternidad en comprar algo con tía Carolina y que había que esperar las ochenta selfis que se sacaban luego de eso −Se hace la inocente. −Aunque creo que esa fue Tía Fer. −Lo piensa mejor.


− ¡¿Qué?!


−Eso todos lo saben −Susurro.


−Ya va a ver esa tal Fernanda... −Dice mamá toda sensible.


−Jejeje...


− ¿Contenta? −pregunto.


−Mucho −Dice. −Esta casa siempre tiene panoramas interesantes.


¡Te vienes a divertir con la gente de esta casa!


Cuando anochece esperamos a Alejandro para que viniese a buscar a Chloe.


−Eh, al fin−Bromeo. − ¿Cómo vas Ale?


Está algo cambiado, no lo había visto en meses. Al menos se dejó esa barba de chivo por una corta y delineada.


−Súper Tina ¿y tú? −Saluda, cuando le respondo baja la voz. −Aunque pude haber tenido una cita más larga si no hubiese venido por mi hermanita. −Sonreímos a Chloe sentándose al lado y mirando por todos lados. − ¿Qué haces? −la miramos hurgar por todos los asientos.


−Buscando rastros de desmadre−Dice revisando el asiento trasero. − ¡Tú no estás casado! −lo señala.


Lo que Chloe ignora es que Alejandro es bastante más prudente que ella, me consta.


−Suerte −Ironizo. −Cuídense pesadillas −Me despido mientras abandonan el edificio. Pude haberme asegurado de que llegase a casa, pero ella quería a Ale, ni modos. Así es Chloe.



En la noche.


'' ¿Qué tal?'' Leo mi celular. Es Ángela.


''Fui a dejar a Chloe, ¿cómo vas tú?'' pregunto.


''Aquí oyendo al vicepresidente'' ''tengo el celular bajo la mesa''


Me imagino una expresión de burla apenas descifrable para el resto en esa oficina.


''La temporada baja siempre es de locos'' Se queja. –'' ¿No te gustaría un paquete especial de relajación con masaje incluido?''


'' ¿No tienes otros servicios?''


Río llegando a nuestra puerta. Al entrar reviso a ver si me respondió.


''Jaja algo se puede hacer''.


− ¿Y esa risa? −Mamá sonríe pícaramente.


−Son memes madre. −Digo con propiedad viéndola destaparse otra botella.


−Ah verdad −Dice sin interés mirando una película. Me siento a su lado y nos quedamos así bebiendo y conversando hasta que mamá nos recuerda que debemos llegar temprano mañana.


−Ahora eres la señora perfecta −Gruñe mamá en el sofá. −Déjame ver televisión Edwards.


−A dormir.


−No −Bravuconea.


−Pero quiero ir contigo.


−No.


−Entonces ponte de pie, se me quedó algo en el sofá.


−Eso es mentira −Dice.


−Hazlo, son un par de segundos y me voy a la cama.


−Ay bueno −Responde. Se pone de pie para que mi madre rápidamente ponga la pierna derecha entre sus pies, se agache y pase su brazo detrás de su cuello, sujete sus piernas y la cargue al estilo bombero.


Creo que entre la sorpresa mamá cargada y yo quedamos mudas.


Se para con dificultad, pero lo hace.


−Vaya... −Pestañeo sorprendida. −Cuando pensé que no podían traumarme más me salen con esto. −Y me sorprende que mamá se la pueda... aún.


Sujeta el brazo de mamá y lo cruza en su torso. Con la mano libre me desea buenas noches.


−Descansa pulga, si no te acuestas temprano te cargaré con la puerca.


− ¡Christine bájame! ¡Ahora! −ordena mamá dándole unos golpes. − ¡No puedo creerlo!


−Auch, ¡nos caeremos las dos! −Espeta. −Buenas noches Tina −Se va con ella. Las miro preocupada en la escalera, pero en unos minutos ya están por el pasillo y los gritos de mi madre son atenuados por las paredes.


No se muy bien que debería hacer yo en estos casos raros. ¡Abuelito rescátame!



Noelle E.:


Christine me arroja a la cama con más delicadeza de la que esperaba... ¡Esta mujer!


− ¡¿Es el ejemplo que quieres darle a Tina?! −Bramo enojada.


− ¿De qué su madre se acuesta temprano responsablemente para trabajar? −pregunta burlona.


−No. De qué no respetas mis decisiones −Hago un puchero. Se supone que nadie debe opacar la autoridad de nadie frente a Tina.


−Sabes que las respeto−Responde con seriedad


−No quiero dormir.


Me mira aburrida.


−Enserio Christine... −Frunzo el ceño viéndola fijamente.


Me mira aburrida.


A veces me da miedo observar esos ojos verdes y tratar de empatizar con lo que piensa.


−Dije que te acostarías temprano, no que dormirías temprano.


Me ruborizo. Es una desvergonzada, lo sabía, no es la primera vez... no me va a convencer.


Esta vez...


−Porque quería ver una película −Sonríe.


−Mentirosa. −Mascullo.


Se recuesta a mi lado, me mira divertida.


−Eres muy caprichosa −Digo. −No te daré en el gusto Christine.


−No me mires como si fuese una arpía −Acaricia mis piernas.


−Lo eres... −Bromeo. Libera su clásica carcajada cruel.


− ¿Nos vamos a besar o no? −Pregunta.


−No. −Respondo juguetona. Maldita mujer, ¿por qué es tan linda?


Al parecer mi tono de voz le dio la confianza para aproximarse a mí.


− ¡Hey! !Hey!, a diez centímetros Edwards −Le advierto. Me acerca besándome el cuello.


Me quedo ahí, tratando de ser seria. Me da un mordisco y doy un saltito.


− ¡Chris! −Exclamo. Se ríe. − ¿Y si me queda algo mañana? −Gabi me molestará hasta el fin del turno...


−Existe el maquillaje −Responde entretenida poniéndose de pie y quitándose la ropa.


La quedo mirando mientras se quita todo y se viste con pijama.


−No hace falta que me mires −Bromea.


−Es mi deber de esposa inspeccionar −Le tomo el pelo. Me sorprende cuando se acerca con mi ropa.


− ¿Qué estás pensando?


−Debes dormir con pijama −Sonríe maliciosa.


−No gracias. Buenas noches − Lárguese mujer perversa.


Ignorando mi supuesto sueño empieza a quitarme los calcetines y pantalones.


−Christine −Digo.


Extiende la mano.


−Quítate la ropa interior.


−No.


−Debes mantenerla... fresca −Frunce el ceño sensualmente. Me sonrojo.


−Ya lo está muchas gracias.


Sumerge los dedos a los lados de la tela.


− ¡No! −Digo. − ¡Suéltame! −Me desespero− ¡Christine! −Se me sale la risa, se ríe a su vez.



Martina E.:


Escucho unas fuertes risas a lo lejos, luego un gritito y más risas. Pongo mis manos fuera de las orejas de Sandy.


−Bebé no escuches a esa clase de gente. −Digo viendo al segundo piso. 


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Buen lunes, debo decir que la autora se sorprende con la convocatoria que Ángela tuvo a raíz de la pregunta del capítulo anterior, déjenme decirles... que es mía >:( 

Naah ¡me encantó!

Ahora bien, siendo sincera con otros comentarios, lo de la maratón está difícil por cuestiones de horario, pero puedo traerles actualizaciones todas las semanas : D  ¿eh? ¿eh? *tomatazos *

¡Nos leemos luego! Como siempre se agradecen lecturas, votos, comentarios, piropos, recomendaciones, packs, reclamos, etc. 


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