Xiao Zhan despertó la mañana siguiente con una sensación que nunca tuvo en su vida entera. Estaba emocionado de ir a la universidad.
Mientras abría los ojos y la realidad lo golpeaba, sonrió ampliamente y estaba feliz de que nadie lo mirara, ya que Yibo aún estaba dormido con su rostro enterrado en el cabello de Xiao Zhan y sus brazos alrededor de él con una pierna cruzando las caderas de este.
Lentamente, giró la cabeza así podía ver el rostro de Yibo y sonrió cuando vio la expresión durmiente del Alfa, tan inocente, tan libre de todo lo que le preocupaba. Xiao Zhan quería verlo así por siempre.
Gentilmente, bajó su rostro hasta que sus labios pudieran rozar la piel de Yibo y besó suavemente su frente, su clavícula, la punta de su nariz.
La respiración de Yibo cambió y Xiao Zhan sabía que estaba despertando, pequeños sonidos ronco escaparon de su garganta. Antes de que abriera sus ojos, Yibo ya tenía una sonrisa en el rostro.
Siguiendo sus sentidos, buscó la boca de Xiao Zhan con sus labios y le dio en el blanco. De pronto Xiao Zhan sintió unos brazos jalándolo hacia abajo y feliz obedeció, dejándose ser llevado por el cuerpo cálido y terminando en un ángulo un poco incómodo, pero no le importó.
En su lugar comenzó a mover su cuerpo más cerca al de Yibo, intentando que su cuerpo esté en el mismo ángulo de su cabeza y hombros. Las piernas de Yibo salieron de sus caderas, pero abrió sus rodillas para sentarse sobre Yibo y rápidamente sus cuerpos estaban juntos.
El beso se profundizó, bocas abiertas y lenguas encontrándose unas a otras.
—Adorable forma de despertar —Yibo murmuró entre el beso, acariciando el hombro de Xiao Zhan y su espalda con una mano. Mientras tanto, Xiao Zhan terminaba el beso y escondía su rostro en el cuello de Yibo, oliendo esencia y gimiendo alegre. No quería dejar a Yibo por ningún motivo en ese momento. Quería estar así por siempre.
— ¿Qué hora es? —Yibo preguntó después de unos momentos, obviamente no queriendo saber la respuesta.
Xiao Zhan lanzó una mirada a uno de los lados dónde sabía se encontraba el reloj de alarma de Yibo.
—Son las seis y media —Dijo contento. Normalmente hubiera gruñido y hubiera regresado a dormir, molesto de despertar tan temprano pero ahora estaba alegre. Significaba más tiempo para pasar con Yibo sin preocupaciones.
Por supuesto quería que Yibo les dijera a sus amigos, no importa lo que él haya dicho, pero incluso más que eso quería estar dónde estaba ahora mismo. Habían creado una especie de silencio pacífico entre ellos y la padilla. Bueno, estaba seguro que ellos aún lo odiaban a morir, pero al parecer no querían poner más esfuerzo en Xiao Zhan y no estaban planeando en meterse en problemas. Solo por mientras.
Además, no había estado mintiendo cuando le había dicho a Yibo que podría ser emocionante escaparse en los alrededores de la universidad. Si iban hacerlo oficial, tenían que hacerlo bien. Después de todo, Xiao Zhan amaba hacer un espectáculo. Hacer que los otros abrieran enormemente los ojos y bocas por él. Uno de sus secretos pecaminosos.
—Entonces... ¿Listo para una ronda matutina? —Yibo bromeó, aunque en realidad no le importaba en caso Xiao Zhan quisiera.
Xiao Zhan sonrió ansioso por hacerlo, pero podría no ser una buena idea —Estoy un poco adolorido por lo de anoche, bobo —Dijo rozando sus labios en la quijada de Yibo. —Nunca me había corrido tan fuerte en mi vida.
—aaw, pobre bebé —Yibo respondió fingiendo una voz lastimera, aunque con una sonrisa en el rostro —¿Quieres un beso para sentirte mejor?
Imágenes de cómo Yibo podría besar esa parte adolorido saltó a la mente de Xiao Zhan y no pudo evitar sonrojarse —Suena bien —Respiró, no sabiendo si Yibo lo haría o no. No es algo que había hecho antes.
—Largo entonces —Dijo Yibo, Xiao Zhan podría haberse sentido ofendido pensando que pudo haber sido una broma. Pero cumplió —De rodillas y sujétate en el marco de la cama.
El calor en su cuerpo estaba incrementando inmediatamente en cuestión de segundos, Xiao Zhan rápidamente hizo lo que le dijo, agarró el marco de la cama detrás de las almohadas dónde ellos habían estado durmiendo, rodillas sobre la sábanas y el trasero en el aire. Su corazón comenzó a latir rápidamente y su respiración fallaba. Yibo se levantó de la cama y se posicionó detrás de Xiao Zhan, llevó sus manos a sus caderas. Se agachó hasta que su cuerpo cubría el de Xiao Zhan y besó la espalda del pelinegro, besó la espina dorsal y se movió por la cavidad creada por la espalda arqueada.
—Hmmm...—Gimió, sus ojos cerrados y disfrutando el calor de Yibo, labios suaves presionando pequeños besos y lamidas sobre su piel. Una lamida guio a Yibo directo al lumbar, cerca de las nalgas y llevó sus manos a la piel formada. Besó la piel suave entre sus dedos.
Xiao Zhan hizo lo mejor que pudo para no empujar su trasero hacia atrás, necesitando más fricción, pero si se permitió a moverse un poco. Solo un poco para que Yibo sepa la pista.
Xiao Zhan sintió una sonrisa contra su piel detrás de él y sabía que Yibo lo estaba molestando. se mordió el labio y el sudor empezó aparecer, haciendo sentir pegajoso. Realmente necesitaba una ducha antes de la universidad, durante la noche había despertado, pero solo se alejó del cuerpo de Yibo para tomarse la bendita pastilla, porque sabía que Yibo se había corrido dentro de su cuerpo, aunque no lo había anudado, no corriera el riego de quedar embarazado, aun no estaba preparado... para tener los cachorros de Yibo.
Sintió los dedos de Yibo empezaron a apartar las nalgas de Xiao Zhan, dejando que su lengua recorriera los alrededores del pequeño agujero que estaba intentando relajarse, pero con pequeños espasmos bajo la necesidad abrumadora.
Yibo nunca hubiera imaginado hacerle eso a alguien, jamás. Le daba escalofríos con solo pensarlo, pero quería a Xiao Zhan más que a nada y estaba sorprendido de que tan ansioso estaba por hacerlo.
Quería probar cada parte de él, sentir cada centímetro de su piel, conocer todo.
Así que sus labios y lengua cubrieron la cálida entrada, no sintió lo que esperaba sentir. No sintió la necesidad de alejarse, solo de ir más profundo, sentir más, hacer jadear al Omega, que gimiera tan hermosamente como siempre lo hacía.
Lamió ese lugar, el sabor almizcle encontrándose con su lengua. Xiao Zhan jadeó y agarró el marco con fuerza hasta que sus nudillos se tornaron blancos.
Sin saber realmente que carajos estaba haciendo excepto experimentando, empujó su lengua contra la entrada. Xiao Zhan lloriqueó suavemente, volviendo a Yibo eufórico. Lamió una vez más profundizando su lengua y enrollándola en los adentros de Xiao Zhan.
—Mierda, mierda...—El pelinegro gimió.
Xiao Zhan intentó controlarse, pero empujaba su trasero hacia atrás de todos modos solo para decirle a Yibo no debía detenerse. La sensación era algo que no había sentido nunca antes, demasiado placer que casi podía convertirse en tortura. Más, era todo lo que Xiao Zhan podía pensar. Más. Lo hacía querer ser follado ahí mismo, aunque estuviera adolorido.
Yibo prácticamente le dio un beso francés al trasero de Xiao Zhan y luego movió su mano sobre, el ahora, muy duro pene para masajearla lentamente.
Era completamente lo opuesto a lo de ayer. Lento, tranquilo y gentil, sin apuro, nada incontrolable. Solo una cosa se sentía exactamente igual y ambos sabían que era eso: Confianza. Completa y entera confianza.
Casi lo hacía a Xiao Zhan llorar por el hecho. Quería llorar por pensar que tanto amaba al Alfa que lo estaba sosteniendo y haciendo que se sintiera mejor.
Siguió acariciando a Xiao Zhan, sintiendo al Omega arquearse pero eso no le impidió que se detuviera.
Siguió con el mismo ritmo a la vez que sus respiraciones se volvieron más fuertes, cerca al borde otra vez. No al borde de un volcán esta vez, pero al borde de...un hermoso jardín de flores con el sol cayendo sobre sus rostros con mariposas alrededor.
Xiao Zhan intentó llevar su mano a la cabeza de Yibo y masajear su cuero cabelludo. Quería sentir su presencia bajo sus manos, tocarlo.
Con un fuerte gemido, Xiao Zhan mordió las sábanas a la vez que se corrió, al mismo tiempo sintió a Yibo alejarse con un suspiro ahogado, también corriéndose. El orgasmo llegó a ambos, sintiéndose satisfechos y felices. Ayer habían caído al borde de una fuerza que quemaba, no sabiendo que hacer con su cuerpo, esto lo dejó tan satisfecho como ayer o incluso más.
Ambas manos de Yibo estaba cubiertas del líquido blanco y pegajoso, pero no le importó. Cansado, se apoyó en las sábanas y se acurrucó al cuerpo de Xiao Zhan una vez más, descansando sobre la espalda de Xiao Zhan.
Lentamente, el pelinegro dejó sus manos deslizarse y acomodarse con Yibo sobre él. Sonrió, quería girarse y ver el rostro de su novio, aunque no quería perturbar el intento de Yibo por recuperar el aliento.
Después de unos momentos se giró y Yibo inmediatamente alzó su rostro, acariciando la piel pálida de su vientre justo dónde su cabeza estaba.
—Algún día llevaras mis cachorros, aquí. —Yibo dijo besando el vientre del Omega.
Xiao Zhan sonrió con dulzura al imaginarse como seria tener bebes con Yibo... seguro que serian tan lindos como su Alfa.
—Eres asombroso —Xiao Zhan susurró, incapaz de quitar su mirada de la maravilla acostada sobre su vientre.
—Hmm, te amo —murmuró de regreso.
—También te amo —Xiao Zhan sonrió — ¿Quieres tener una ducha?
Xiao Zhan vio a Yibo asentir contra su vientre, así que se sentó y llevó a Yibo consigo.
—&—
El agua seguía cayendo y Xiao Zhan podía sentir cómo perdía el calor, lento y firme. No sabía cuánto tiempo habían estado en la ducha.
Xiao Zhan estaba presionado contra una ventana y una mano sobre la cadera de Yibo para mantenerlo cerca. El Alfa descansaba su cabeza sobre el hombro de Xiao Zhan. Solo hace unos minutos se habían limpiado, y lavado uno a otro, también se habían dado pequeños besos, dirigido sonrisas y uno que otro empujón.
Ahora solo estaban ahí de pie, mirándose fijamente y disfrutando del calor del otro en la ducha.
— ¿Estás feliz? —Yibo de pronto preguntó.
—Muy feliz —Xiao Zhan respondió. Su voz temblorosa y con ganas de llorar. No sabía por qué, en lo absoluto.
Rápidamente un par de lágrimas nublaban sus ojos, mezclándose con el agua de la ducha, pero sabía que la expresión de su rostro lo delataba, no podía esconderlo más.
— ¿Qué sucede? —Yibo preguntó con un tono de preocupación.
Xiao Zhan se maldijo a sí mismo por ser tan emocional y parecer una niña, pero ¿Qué podía hacer al respecto?
—No, yo...—Empezó, pero difícil de hablar por el nudo formado en su garganta —N-no me di cuenta...no me di cuenta de lo que estaba pasando. Te tengo. Realmente te tengo a mi lado.
—Sí, me tienes —Yibo susurró contra la piel del hombre de Xiao Zhan, intentando consolarlo de lo que sea estaba luchando acariciando en círculos uno de sus lados.
—Sí. He estado queriendo esto desde siempre. Incluso desde antes de paseo. Siempre me has llamado la atención, eras el único que aceleraba mi corazón y más que nada quería tu aprobación. Y entonces con el viaje...—Meneó la cabeza y cerró sus ojos, pensando en todo. Los jodidos momentos asombrosos, junto con todos los enredos que habían creado. —Yo...yo sentía como si hubiera estado en una montaña rusa. Por un momento en serio pensé que estabas enamorado de mí, luego pensé que solo me estabas usando, que aún me odiabas y luego volví a ti, queriéndote, bueno...eso nunca se fue, luego estaba tan lastimado y mi mente pensaba sobre la situación todo el tiempo. Noches y días pensaba ¿esto es un juego? ¿De ti o quizá de todos tus amigos? ¿Qué pensabas de mí? ¿Me amabas? ¿O quizá solo te gustaba? ¿Aún me odias? ¿Qué pensabas cuando nos besábamos? ¿Te gusto? ¿Contaste los segundos hasta que se termine? ¿Me tuviste lastima? ¿Qué fui para ti?
Las lágrimas de Xiao Zhan empezaron a fluir ahora, se sentía abatido por finalmente soltar sus emociones con palabras como nunca antes. No estaba acostumbrado a esto y se sentía terriblemente expuesto, pero se forzó a sí mismo a continuar, convencido de que podía decirle todo a Yibo sin miedo a que este lo juzgara.
—Y luego todo esto sucedió y quise guardarlo para mí. Intenté...distanciarme, alejarme, quizá darte el espacio que necesitabas, pero fue imposible. Tú eras todo lo que quería y entonces...entonces esto y...las flores, la escarcha, la nota, el panecillo y la cadena, y las canciones en clase además las confesiones y...de pronto me encontré contigo en el baño, encarándote, besándote en la otra clase y luego estuve aquí, haciendo el amor y ahora...ahora...todo fue muy rápido y...solo...esto es demasiado y no sé cómo combatirlo. Me amas.
Las palabras fueron dichas con tanto sentimiento que rompió el corazón de Yibo en pedazos. Era como si no pudiera creer que Yibo realmente lo amaba. Era demasiado, imposible. Yibo, gentilmente, giró la cintura de Xiao Zhan y ahora lo estaba encarando. Llevó sus manos a las mejillas húmedas de Xiao Zhan, haciendo que lo mirara.
—Lo estás usando —Dijo, sonriendo, mirando el cuello de Xiao Zhan momentáneamente antes de fijar su mirada sobre los ojos brillosos —La cadena.
Xiao Zhan miró hacia abajo, mirando la cadena de plata colgando en su cuello.
—Por supuesto que sí —Respondió, claramente no habiendo esperado esa respuesta después de todo lo que había dicho.
Sin decir nada más, tomó la pequeña ala entre sus dedos y la jaló a la vez que buscó la suya en su cuello con la otra mano. Ambas alas encajaban perfectamente. Yibo lo miró por un momento, asegurándose que Xiao Zhan estuviera mirando y giró los dijes en forma de alas para mostrar una oración completa que Xiao Zhan no había descubierto hasta ahora.
"Juntos, nosotros lo lograremos"
Yibo escuchó a Xiao Zhan suspirar y sonrió.
—Solo pueden volar cuando están juntas —Susurró nervioso, no acostumbrado a ser romántico, pero sabía que Xiao Zhan necesitaba oír algo cómo eso. Con todo lo que había pasado, tenía que probarle a Xiao Zhan que lo amaba.
Xiao Zhan no respondió y Yibo se sintió inseguro por un momento y cuidadosamente alzó su mirada hacia sus ojos. Las lágrimas todavía estaban formadas en los ojos del pelinegro, pero estaba sonriendo ahora y tenía esa mirada de pura adoración en sus ojos.
Sus rostros estaban solo unos centímetros lejos de tocarse y Xiao Zhan se quedó ahí callado, pero feliz por el nuevo significado del regalo de Yibo, este tomó a Xiao Zhan en sus brazos y sostuvo la cabeza de Xiao Zhan y abrazarlo. Xiao Zhan inmediatamente abrazó a Yibo de vuelta.
—Soy tuyo —Yibo murmuró en el cuello de Xiao Zhan.
—&—
Fue cuando ellos retornaros a la habitación de Yibo y quisieron vestirse cuando se dieron cuenta que todas sus ropas estaban aún desparramadas por el piso de la sala, dónde su madre lo más probablemente estaba, se dieron cuenta que tendrían que dar una explicación. Yibo solo podía esperar que haya sido una señal suficiente para no entrar a su habitación, ya que usualmente ella siempre revisaba la habitación de Yibo cuando volvía a casa. Yibo lo sabía, porque a veces estaba despierto cuando eso sucedía.
Ella pudo haberlos visto dormidos o juntos y aunque Yibo no le importara, sabía que había mejores formas de decirle a su madre que estaba saliendo con un chico. Por supuesto, eso era asumiendo que ella no lo sepa, en fin, ella era muy perceptiva. Madres.
Quizá algo muy en sus adentros estaba asustado de perder el completo apoyo de su madre, algo que siempre había tenido. La amaba y el pensamiento que podría no aceptarlo lo ponía nervioso hasta el demonio. Por supuesto sabía que era estúpido, seguro ella lo aprobaría. Su madre siempre había puesto la felicidad de Yibo ante todo.
Sacó algo de ropa para él y para Xiao Zhan. Xiao Zhan se vistió y Yibo observó la manera en que usaba la camiseta, lucía increíblemente adorable por alguna razón. Su cuerpo delgado dentro de la camiseta, con su cabello mojado. Xiao Zhan era absolutamente hermoso con maquillaje y su cabello bien producido, además de sus accesorios y demás, pero así como estaba ahora...quitaba el aliento.
Sonrió y vio la mirada insegura de Xiao Zhan, obviamente preguntándose porqué Yibo lo estaba mirando así. Caminó hacia su novio en medio de la habitación, la cual aún olía a sexo y feromonas, lo abrazó. Xiao Zhan se sentía perfecto en sus brazos, ni siquiera podía explicarlo. Sus cuerpos, solo encajaban juntos. Xiao Zhan era cálido y suave, además olía muy bien y Yibo se relajó solo escuchando el sonido de su respiración.
Era fascinante, casi raro, sabiendo que tenía un corazón que respiraba en sus brazos. Una persona que quería estar ahí, una persona que podía consolar y amar y besar y proteger. La cosa más curiosa era qué tanto quería hacer esas cosas. Realmente quería cuidar de Xiao Zhan, asegurar que nada le sucediera.
Xiao Zhan lo abrazó y se relajó de inmediato, apoyando su cuerpo sobre el de Yibo y enterrando su rostro en el cuello.
— ¿Qué hora es? —Murmuró.
—Siete y cuarenta y cinco. Deberíamos ir y recoger tu ropa.
Xiao Zhan asintió, pero no parecía tan ansioso de ir.
— ¿Qué va a decir tu mamá? —Preguntó eventualmente. Parecía estar incómodo justo como Yibo.
—No lo sé —Respondió honestamente —Probablemente no estará muy contenta de encontrar todas nuestras ropas tiradas en el suelo.
— ¿Cómo va...? —dudó.
— ¿Qué?
— ¿Cómo va...a mirarme?
Yibo entendía la pregunta y pensó sobre eso, intentó analizar cómo su madre usualmente se comportaba y cómo lo relacionaría con la situación.
—Ella estará feliz si soy feliz. —Dijo después y sabía que era verdad. Si Xiao Zhan pudo hacer todo esto por Yibo, ella probablemente prohibiría a Yibo que dejara al Omega. No es que estuviera planeando eso.
— ¿Quieres decir que no me mirará con esa mirada acusadora porque volví a su hijo en un Alfa gay y por toda la ropa tirada en el suelo?
—Se lo guardará hasta cuando esté a solas con ella —Yibo intentó con una sonrisa —Por cierto, sí me volviste gay. —Yibo añadió pensando en eso —Debe ser algún poder especial.
—Poseo poderes especiales, sí. Tú ya conoces alguno de ellos —Xiao Zhan bromeó.
—Recuerdo ser yo follando tu trasero con mis dedos, pene y lengua como un profesional —Yibo lanzó y luego pensó lo que había dicho — Mierda, muchas partes de mi cuerpo han estado ahí, Xiao Zhan.
Xiao Zhan rio fuerte —Bueno, no añadamos más. Quién sabe que más estás planeando.
—Ciertamente no voy a decirte, arruinaría la sorpresa. —ambos rieron por la idiotez del hecho que estaban discutiendo cosas para colocar en el trasero de Xiao Zhan.
Aun sonriendo, Yibo alzó la cabeza de Xiao Zhan, posicionó dos dedos bajo su barbilla y plantó un beso en los labios de Xiao Zhan, besándolo con la boca abierta, pero sin mover la lengua. Solo saboreando los labios del otro. Sintiéndolo cerca. Luego dejó que su lengua se moviera ligeramente con sus movimientos, rozando los labios entreabiertos de Xiao Zhan. El Omega inmediatamente dejó que su lengua se encontrara con la de Yibo y de alguna manera encontraron un ritmo agradable de saborear sus bocas.
Cuando Yibo finalmente lo soltó, la mirada de Xiao Zhan estaba borrosa y la punta de sus labios en forma de una sonrisa.
—El bebé, luce drogado —Yibo rio.
—Quizá lo estoy —Respondió.
—Muy bien ¿En dónde escondiste la mercancía, chico guapo? No seas egoísta.
—No es la mierda usual, yo tengo mi propia marca.
— ¿Por qué...cómo...ahora?
—Ajá. De hecho, lo estoy viendo ahora mismo.
Yibo, siguiendo la corriente del juego, frunció el ceño como si no entendiera.
—Hmm, tú eres mi droga, Yibo. —Dijo revelando el gran secreto, acercándose a Yibo otra vez.
—Te atrapé, te tengo en mis manos ¿cierto?
—Lo hiciste. Me gusta y sé que te gusta también.
Otro minuto después finalmente se soltaron y decidieron bajar las escaleras para ir a tomar desayuno.
Carman la madre de Yibo estaba de pie en la cocina, dando la espalda a la entrada, ocupada cocinando y por el sonido de los utensilios que estaba usando no escuchó a los dos chicos ingresar.
El disimulo duró poco: tres platos estaban sobre la mesa, dos uno al otro y otro en el lado opuesto. Usualmente había solo dos platos. Ambos se sentaron y Yibo trató de ser lo más ruidoso posible mientras jalaba su silla, al no saber de qué otra forma llamar la atención de su madre.
Afortunadamente ella escuchó y se giró, miró a Yibo y a Xiao Zhan con la camiseta de Yibo.
Estaban en silencio y Xiao Zhan se estaba volviendo loco. Tenía que hacer algo.
—Buenos días, señora Carman —Dijo odiando la manera en cómo su voz cortó el silencio. Estaba nervioso e inseguro.
—Buenos días, Xiao Zhan. ¿Dormiste bien?
No hubo acusación o ironía en la voz de la mujer y eso calmó la mente de Xiao Zhan —Sí, así fue, gracias —Respondió.
Yibo comenzó a comer con el desayuno de su plato y Xiao Zhan siguió su ejemplo, manteniendo sus ojos en la mesa ¿por qué Yibo no le decía nada a su madre?
—Mamá ¿Dónde está la ropa de Xiao Zhan? —Preguntó de pronto.
Esa no era el inicio de conversación que Xiao Zhan estaba esperando. Inmediatamente se ruborizó al darse cuenta que ahora los tres se estaban preguntando en dónde podría estar las ropas de Xiao Zhan.
—Lo puse sobre el armario cerca a la puerta hacia las escaleras, cariño —Su madre respondió.
Cariño. Eso era una buena señal ¿no? Tenía que ser.
Terminaron el desayuno y eran las ocho en punto. Xiao Zhan rápidamente corrió hacia las escaleras y cogió su ropa y bajó en minutos, Yibo ya estaba con su mochila en mano, aún estaba haciendo un esfuerzo para acomodar su cabello con las manos y rápidamente se colocó los zapatos, cogió su mochila y juntos salieron después de despedirse de la madre de Yibo.
—Entonces ¿Esa es la manera normal de lidiar las cosas? —Xiao Zhan preguntó contento al sentir que podía hablarle a Yibo libremente —¿callarse sobre eso?
—Estoy seguro que hablaremos de eso cuando llegue a casa —Yibo se encogió de hombros —No te preocupes, no es que no quiere que la escuches, pero sé que mi madre quiere hablar conmigo, ya sabes, a solas.
Xiao Zhan suspiró —Eso espero. No quiero causar problemas.
Yibo miró al pelinegro y colocó un brazo alrededor de sus hombros, jalándolo más cerca de él y pellizcándole una mejilla —Siempre causas problemas. No lo quisiera de otra forma.
Xiao Zhan le dio un juguetón empujón y luego envolvió sus brazos a la cintura de Yibo. Era extraño, de pronto no parecía poder estar lejos del otro, ni siquiera un par de centímetros. Era como si necesitara tocar a Yibo para sentirse bien y cómodo.
Cuando estuvieron solo a unas calles lejos de la universidad, partieron en distintos caminos, Yibo se dirigió hacia la estación dónde se reuniría con sus amigos y Xiao Zhan hacia la entrada de la universidad.
Porque podían ser novios, pero en la universidad y para sus amigos aun había un odio mutuo.