Mi Pareja Perfecta IV

By Brity22

259K 20.7K 23.5K

Ángela Grant, es una joven recién egresada que empieza a trabajar en el hospital Edwards, tal como su abuela... More

Ángela Grant
Supervisión
La salida al Spa. I
La salida al Spa. II
La vida de Martina Edwards I
La vida de Martina Edwards parte II
Buscando a la chica perfecta.
Incógnita
Catalina Grant
La chica del Tinder I
La chica del Tinder II
Fiesta en New York I
Fiesta en New York Parte II
En la boca de la loba I
En la boca de la loba II
En la boca de la loba III
Mala, del verbo ''mala''.
''No pegan, ni juntan''
Salida a casa de Tía Fer.
''Por la boca muere el Edwards''.
Única en su clase.
Aniversario de Matrimonio I
Aniversario de Matrimonio II
Sesión de Fotos.
Fin de semana de Jefazas.
''Si Quieren Guerra...''
Buscando al culpable
Juntas de amigos
Hogar, dulce hogar.
Inauguración
Una historia romántica y no de acción
Citas a ciegas y aniversario
''Dos grandes que se unen''
La cena familiar.
Buenas jugadas.
Salida en familia I
Salida en familia II
''La terquedad hecha pareja''
La despedida.
Las Intensas.
Especial: ''El dilema de las Gabis''

Lecciones de motocicleta

5.6K 515 491
By Brity22


Ángela G.:

Quito la ventana del Gmail solo porque papá me ha enviado correos, me pregunto si es normal que los padres se comuniquen por correo tanto como el mío ¡Existen los malditos celulares! Me recuesto en el sofá. Tengo muchas cosas que hacer para preocuparme por responder cada uno, además la respuesta no le gustará de todas formas.

−Carajos, maldita sea ¡AAAH! −Grita Omar furioso por haber perdido.

−Pásame eso y te enseño −Gruño. Doy un sorbo, me rasco el trasero y me acomodo mejor, él está sentado jugando y yo bebo.

No sé, esto de vivir solos es genial, aunque la parte de la cocina demanda tiempo... Omar es el experto. Debe ser la práctica con los hermanos lo que le ha curtido con una paciencia increíble a la hora de enseñarme algunas cosas, porque realmente no he recibido algún tipo de inducción en esto.

Aunque hemos vivido como unos marranos...

He considerado los mensajes de papá, básicamente dicen que vuelva usando al abuelo y mis hermanos, el valor de la familia y blablablá historia Grant. En el otro alude más a las finanzas familiares, pero, por suerte, papá no puede hacer mucho ahí, así que no insiste en ello. Luego en el otro que al menos vaya a verlos para calmar los ánimos. Al parecer papá tuvo problemas...

Me sorprende que en todos esos mensajes no haya salido algo despotricando contra Christine o los Edwards, esto es nuevo. ¿Qué piensa hacer al respecto? Esto pareciese la calma antes de que se desatase un gran caos.

¡Incluso el abuelo brilla por su ausencia! ¡Me llamó y luego de preguntar donde me quedo, me dijo que estuviera tranquila y ya está! No sé qué hace allá, pero funciona.


Al día siguiente.

−Tengo una cita en la tarde, no me esperes. −Dice Omar echándose perfume.

−Ve por ellos tigre −Bostezo. Lo miro rociarse un poco en la entrepierna.

− ¿Y eso?

−Por si me abraza, por si me besa... ¡por si se pasa! −Se ruboriza.

−Esperemos no se te haga una mezcla −Bromeo.

[...]

Le envío en mensaje a Catalina para que me visite cuando quiera y deje de ser tan dramática. En los momentos de tiempo libre por lo general al almuerzo veo donde irme a vivir, me gusta el sistema de los apartamentos, pero por otro lado tener jardín es una ayuda mental. Lo pienso un poco... será mi guarida pseudo secreta del crimen, debo pensarlo.

− ¿Estás bien? −Martina frunce el ceño, habla con Jo y me da una miradita. – Debes bajar, el tiempo no espera −Se toca la muñeca.

−Será que tú no esperas... −Mascullo.

− ¿Qué dijiste?

−Nada jefecita ¿Tengo el honor de comer con usted? – Pregunto galantemente.

''O mejor comérmela a usted''.

Mientras bajamos la escalera le cuento...

− ¡Pude recuperar una motocicleta! – Exclamo emocionada. No podía guardar mi favorita en el estacionamiento de Omar, ni dentro por el espacio, pero me traje la roja. − ¿Te gustaría pasear? ¿Te puedo enseñar? −susurro.

− ¿Me está coqueteando García? −Me molesta.

−Un poco −Reconozco. − Necesito respirar aire fresco y tú quieres aprender... −Es fácil unir los cabos.

− ¿Dónde quieres ir?

−Lejos −Digo−Pero una tarde ¿Qué tal? Anda, será divertido −Le doy un toquecito suave en la mano.

−Me parece más seguro −Dice pendiente de lo que sucede a nuestro alrededor − ¿El domingo?

−Está bien − ¿Oyen eso? Fue un sí.

−Genial −Susurro. Nos damos esas miradas secretas que nos damos cuando estamos con los demás.

Domingo.

Pasó a buscarla por donde me indicó; en la cuadra trasera del edificio donde vive. Imagino que no querrá contestar preguntas. Siento los latidos en mi garganta, Martina me saluda, le entrego su casco y nos largamos rápidamente.

− ¿Dónde estamos? −Pregunta luego de una media hora, la traje afuera de la ciudad, hay grandes arbustos y arboles alrededor. Ideal para ocultar nuestra presencia.

−En un lugar donde no nos buscarán. −Me explico. −A las afueras de la salida norte de la ciudad−Sonrío −Es de los pocos lugares alrededor donde no viene tanta gente.

Andaba a menudo por aquí en los tiempos en que necesitaba más práctica, incluso a veces con Omar. Lo más cercanos son las autopistas, pero usualmente nadie se detiene aquí. Nos quedamos en un sendero junto al río.

−Eso es bueno −Moja sus manos. Son aproximadamente las tres de la tarde, al menos tenemos sombra. −Saco un refresco de la mochila, le ofrezco uno a Tina.

−Gracias. −Mira mi mochila ¿podríamos mantenerlas frías en el agua no?

−Es una buena idea −Digo. Me adentro un poco en el agua para hacer una especie de corral. Salgo con los pies rojos de frío, en definitiva, fue una buena idea para los refrescos, pero no para mí.

−Si se las lleva el río tendrás que ir a buscarlas −Dice Martina burlona sentada en una mantita que traje (Omar perdóname). −Sólo traje pantalones.

−Te los puedes quitar si quieres, no aparecerá nadie −Sonrío coqueta.

−Ya quisieras...

Me siento a su lado.

−Empezamos cuando te sientas lista, tu mandas.

−Lo bueno es que lo tienes claro −Bromea. − ¿Enserio me vas a enseñar?

−Claro que sí, pero por esta vez tú tendrás que hacer caso −Le sigo el juego.

En realidad, sólo le recuerdo el equipamiento, le enseño lo básico al revisarla, vamos a juguetear un rato con la moto para que se acostumbre y luego de enseñarle a utilizar el acelerador y frenos, embriague y palanca de cambios, me aseguro de que las recuerde bien antes de prender el motor.

Cuando llevamos un rato repasando. Le sugiero que lo intente.

−Tengo un poco de miedo −Traga saliva sentándose. Me pongo a su lado.

−No vayas hacia el río y estaremos bien −Digo segura. Estamos en un sendero grande al lado de los árboles, si se va a la derecha, sólo hay tierra, si se va a la izquierda tendré que correr. −Recuerda, el acelerador de a poco −Digo con tranquilidad, mostrándole un amago de ambas manos dándole un burdo ejemplo de lo que tiene que hacer.

Desde luego no espero resultados perfectos, la primera vez que lo hice, avance tan rápido que mi agarre se hizo débil y terminé cayendo unos metros antes que mi transporte.

Omar todavía se ríe.

−Bien, allá vamos −chequeo la caja de cambios. −Recuerda el freno trasero.

Ella asiente, y sale despedida hacia delante antes de lo que yo esperaba.

− ¡CON CALMAAA! −Grito atrás. Se escucha un grito adrenalínico. Me río por los nervios, ¡si no la devuelvo en una pieza me matarán! Pongo mis manos en la boca cuando hay una curva mucho más al frente, pero para mi sorpresa antes de doblar, frena un poco brusco, siendo algo impulsada por la inercia hacia delante. Pero fuera de eso se mantiene ahí. Sonrío sorprendida.

Nada mal.

− ¡WOOOOOH! −Corro hacia ella− ¡Eres la puta ama! −Me río por la locura. Martina está más radiante que yo, chocamos las palmas.

− ¡Pronto echaremos carreras!

− ¡Aun tiemblo! −Exclama muy satisfecha de si misma − ¡Otra vez!

Voy a revisar que tal los refrescos, los aseguro y volvemos a practicar. Después de varios intentos, un par de caídas y uno que me involucra tratando de que la moto no la aplaste contra un arbusto, podríamos dar la tarde por satisfecha.

−Pasarás el curso −Digo agotada tanto correr tras ella. Necesitará más práctica con las curvas.

−Vaya, ¡pero si eres una maestra genial! −Se baja de la moto y se tambalea un poco, ambas estamos sucias y sudorosas.

−Necesito hundir la cabeza en el agua. −Me sincero ruborizándome por el ''maestra genial''.

Ordenamos todo, dejamos la motocicleta a la vista. Sentadas y refrescadas, veo a martina tocándose las piernas.

− ¿Todo bien?

−Creo que me quedarán algunos machucones.

−Gajes del oficio −bromeo.

−Si −dice animada. Sonríe como si hubiese echo una fechoría. −Hay que hacerlo de nuevo.

−Me alegra que te guste−Sonrío mirando sus ojitos. Creo que ninguna maña de mi padre podría hacer que deje de mirarlos. −Cuando quieras. −Recuerdo un detalle− A menos que tenga que trabajar, mi jefa no me perdona una −Bromeo. −Y trabaja muy cerca así que no puedo escaparme. −Levanto ambas cejas haciéndome la sufrida.

− ¿Ah sí? −Sonríe − ¿Qué me dices de ella?

Junto mis rodillas y me acomodo pensativa.

−No lo sé, es linda ¿sabes? −Juntamos hombro con hombro riéndonos. Martina mira sus piernas y las abraza. Me mira risueña. −Aunque si faltase o si me fuese más temprano, creo que diría de inmediato que no vuelva.

−Y sin paga, no olvides esa parte −Susurra.

−Y sin paga −Agrego.

−Suena a explotadora −Responde.

−Oh, lo es. −Digo.

Nos reímos.

−Pagarás por esto Grant.

−García−Le corrijo. −Yo sólo soy tu profe de motocicletas −Muevo las cejas.

−Pero no te importaba salir temprano cuando ibas a verme a la oficina –Se cruza de brazos.

−No, es que eso era necesario.

− ¿Y eso? −Pregunta.

− ¿Se te olvidó la parte de linda? −Alguien no ha puesto atención.

Me da un empujón.

−Así tratas a tu maestra −Gruño casi cayéndome. −Es broma, sabes que lo paso bien contigo. ¿Qué tal tu fin de semana?

−Tranquilo, estuve con mis madres, ya sabes, estuvieron de vacaciones −Gruñe. −Así que nos quedamos la tarde-noche del sábado tiradas en el dormitorio viendo películas y apestando. ¿Tú? ¿Todo bien? −Me mira preocupada.

−Hum, creo que no fue tan diferente, solo que estaba en el sofá de mi amigo, ya sabes, atiborrándonos con cerveza y juegos.

− ¿Y qué tal con tu familia? −Lo pienso un poco.

−En general bien, todo está sospechosamente silencioso, papá me ha enviado unos correos...

− ¿Ah sí? ¿Correos? −Frunce el ceño.

− ¿No es normal?

−No lo sé, si yo me fuese del apartamento, la mía me llamaría y me gritaría al celular, o me la encontraría por ahí −Lo piensa. −Gritando de todas maneras−se carcajea.

Ugh. Creo que prefiero leer el mensaje a escuchar los gritos de papá.

−Si, supongo que podría ir, pero me gusta esto de vivir en un espacio personal, ya sabes −Digo −Sin tanta etiqueta o familia jodiendo.

− ¿Y los extrañas? −Pregunta.

−Claro que sí. −Aunque más al abuelo− Pero al menos Catalina sabe que puede ir a verme.

−Entonces supones que fue bueno en parte.

− ¡Claro! ¡Este año ha sido increíble! −Reconozco.

− ¿Pensarías que estarías así? −Se levanta a buscar algo para beber

−Sentada contigo ¿es broma? Pensé que estaría todo el año escaqueándome de ti −Me río de la ironía. −Debía tener cuidado y evitarte, ese era el plan. −Ahora que lo pienso fracasé garrafalmente. Por suerte todo salió bien.

−Debes tener cuidado −Asiente. −Sigo vigilándote.

− ¡Que desconfiada!

−Pero no es necesario que me evites −agrega, la miro interesada por esa revelación−Debes enseñarme a doblar en ''U'' −Se excusa.

−Lo haremos descuida −Digo cerrando los ojos y disfrutando la tarde. −Me hacía falta tomar aire fresco−susurro.

−Por cierto−Escucho− Tu hermana es muy parecida a ti, ¿cómo pensaste que pasaría desapercibida?

−Se supone que ella no se iba a aparecer.

−Lo prefiero a que vaya tu padre −Dice Martina.

−Siento hacerte pasar por todo esto −Digo.

−Ya estamos en esta, ni me lo recuerdes.

−Si...

La miro coqueta, se sonroja. Ambas estamos recordando lo del hotel.

− ¿No quieres rememorar? −Ofrezco estirando la boca.

−No. −Ríe alejándose cuando me acerco. −Debo estar salada.

Me inclino y beso sus labios, solo un simple toque y la quedo mirando. Me mira curiosa.

−Esos no están salados −Digo.

−No te pongas a buscar partes saladas que besar −Responde. Me río con malicia.

−Echaste a perder el momento.

−También tengo mis dones−Bromea acariciándome el cabello. Nos quedamos así, en silencio, disfrutándonos.

La temperatura comienza a bajar, en un beso particularmente lento escucho un ruidito y veo refrescos ser arrastrados y salvada por unas piedras.

− ¡Espera! −Grito soltando a Martina y corriendo al agua. ¡Eso si que no! Me las guardo en el bolsillo tipo canguro de mi sudadera.

Vuelvo ¡Me mojé un poco las zapatillas! Las miro apesadumbrada.

Se pone de pie. −Debemos irnos.

Carajos, no se lo discuto porque ya comenzó a ponerse frío. Nos vamos velozmente.

−Pasemos donde Omar−Grito antes de entrar a la ciudad. Se me congelan los pies y no tengo intención de terminar esta velada.

Llegamos y lo primero que nota al entrar es la gran bolsa para reciclaje de botellas y latas de cerveza aplastadas. Me mira burlona.

¡Eso estaba antes de mí!

−Eeeeh... iré a cambiarme −Voy a la habitación de invitados a buscar toalla, calcetines y otro par de zapatillas, me seco los pies rápidamente.

− ¡¿Puedo sacar una?! −Escucho.

−Si −Digo. Aparece en el umbral de la puerta con una cerveza en la mano mientras me pongo calcetines.

−Bonitos. −Dice viendo a Bob esponja.

−Sigo siendo ruda.

−No eres ruda −Levanta una ceja.

−Ooh− miro mis pies, uno desnudo y el otro sonriéndome. − ¿No tienes frío? −Veo su remera negra.

−Un poco. −Termino con lo mío y no estando muy segura de sí tengo algún sweater negro, reviso y encuentro uno gris oscuro.

− ¿No hay problema con el gris verdad? −Pregunto.

−Oye, no soy hater de colores. −Levanta una ceja. −Lo tomaré. Gracias −Se lo pone, le queda algo grande.

−Bueno si recoges un poco en las mangas... −empiezo.

−Mientras me abrigue estará bien −Se mira al espejo, me hace gracia verla revisándose el trasero.

− ¿Debes irte ahora?

−Nop, sólo me preocupa llegar decente a trabajar mañana.

−Descuida− recibo una botella para mí. Conversamos un rato en el balcón, cuando oscurece ya estamos algo felices.

−Uh, es algo tarde −Dice Tina− De milagro no me han llamado, me extraña.

−Me dices y te voy a dejar −Le dejo a ella esa difícil decisión. Nos entramos por el frío y nos recostamos en el sofá y entre conversaciones y una película repetida que ponen cada año terminamos abrazadas y calientitas. Huelo su cabello y cierro los ojos.

Nos despierta la alarma del dormitorio principal. Cuando abro un ojo martina ya está sentada y mirando a todos lados.

− ¡Oh no! −Susurra algo dormida − ¡Nos pasamos de largo!

−Hmm −Digo. No siento donde supuestamente tenía un brazo... ¿Dónde estoy?

− ¡Buenos días princesas! −Bromea Omar apareciendo en la puerta con un short y una sudadera muy desaliñada. −Pido la ducha primero −Y se pierde tras la puerta.

Ahora entiendo porque tenemos una manta y un plumón encima.


Martina E.:

Miro mi celular. Llamadas perdidas de mamá Noelle: 2, mamá Christine: 7.

Estoy muerta.

Si bien no me hacen problemas por no llegar a casa, lo mínimo que me piden es que avise. Así que me va a llegar el reto de alguna, ¡y no es como que una detenga a la otra! a veces hasta me retan al mismo tiempo. Mi madre Noelle ha sido mi aliada, cuando considera que mi otra madre ya se ha desahogado lo suficiente. Pero enserio, el hogar con las dos señoras enojadas, es un caos.

− ¿Tienes un cepillo de dientes que te sobre? −Me resigno y descarto la idea de ir a la casa, me duele el cuerpo.

−Si −Se pone de pie incómoda, ¿es idea mía o está moviendo solo un brazo? −Si quieres puedes bañarte −Ofrece. −Estoy segura de que a Omar no le importará −Se sienta y se acomoda el cabello a la línea que se deja siempre, levemente más a la izquierda de la línea media.

− ¿Y llegar con el cabello mojado? ¿Contigo? −Bromeo

−Suertuda serías −Sonríe estirándose −Aunque te faltó añadir que tengo el brazo dormido −Se toca el mentón – Dos chicas, cabellos mojados, una con el brazo adolorido... −Mira hacia el horizonte− es solo atar cabos sueltos.

− Ni se te ocurra andar diciendo eso. −La miro de reojo.

−No soy de esas −Dice. −Acomoda la mejilla en su palma y se apoya del codo.

En un rato bastante corto sale Omar.

−Ve−Susurra Ángela. −A menos que quieras que te acompañe. −Le doy una mirada de desdén. Me hago un peinado tipo tomate y decido que me lavaré el cuerpo. Tengo unos pocos machucones desperdigados por las piernas, pero son pequeños, otro más grande en la rodilla, noto que es sobre la que me caí. Sobreviviré desde luego.

−Genial −Susurro. No les doy mucha atención para no atrasar a Ángela.

Salgo más despierta, es la segunda vez que estoy aquí. Omar, el amigo de Ángela prepara café. Escucho a Ángela ir apresuradamente.

−Buenos días −Digo.

−Hellooooo −Saluda animado−Espero no hayas pasado frío. −Mueve las cejas burlón.

−Eh... no −Me ruborizo, tenía a Angela en la espalda así que difícil −Gracias por cubrirnos.

−No hay de qué, se veían tan cómodas y contentitas que me dio envidia −Bromea. −Anda sírvete café. Es mejor que el prepara Ángela eso puedo asegurártelo −Hace una mueca de terror.

Sonrío y saco una taza, eso sí lo necesito. Omar se va al balcón y enciende un cigarrillo.

Ángela sale dentro de poco, ella si se bañó completa.

−Me secaré el cabello en el balcón −Se excusa antes de que hable. Omar libera una carcajada burlona.

− ¿Van a ir juntitas? −Mueve las pestañas de arriba a abajo.

−Eso hacen las amigas ¿cuál es el problema? Jo y Trini lo hacen todo el tiempo. −Dice Ángela.

−Claro. Pero es divertido meterse con ustedes. −Ríe. −Ángela, por cierto, no me han echado, tengo que ir temprano −Se cruza de brazos.

− ¿Y yo que culpa tengo?

− ¡Que me explotan ahora que te fuiste! −Reclama. −Dicen que si no tengo que cuidarte tengo que hacer lo que todos.

−Ponle ánimo, a mi también me explotan −Bromea Ángela.

−Sin preferencias García. −Le advierto.

−Muy bien, ya era hora que te tocara a ti.

Nos pasa a dejar al hospital, grande es mi mala suerte al bajarnos del auto, despedirnos y encontrar a Chloe.

− ¡Hola Tina! ¡Hola Ange! −Saluda alegre. −Oh, esperen. Un momento... −Entrecierra los ojos−Dos chicas, cabello mojado, el brazo adolorido −Ve a Ángela sobarse el brazo. −Eso debe significar...

−No significa nada −Digo. Ángela en cambio parece muy divertida.

−Jeje haces de las tuyas Tina Tequila −Dice ruborizada. Escucho una risita al lado, la miro indignada. −Bonita sudadera.

−Cállate Chloe. Llegas tarde −Gruño.

−Eso no es verdad −Frunce el ceño −Soy la más puntual. Más que Sam, ¡mírala! −Ella llega algo confundida.

−Buenos días −Dice tan seria como siempre, nos da una mirada curiosa y rápida a ambas que por mi parte no pasó desapercibida.

−Buenos días −Dice Chloe con un tono dulce fingiendo ruborizarse. − ¿Me escoltas al hospital? −pregunta a lo ''damisela en peligro'', Sam asiente Chloe se va con ella feliz agarrada del brazo.

−De alguna manera son lindas −Dice Ángela bostezando.

−Si, si−Digo. −Subamos y terminemos con esto. − ¡Quiero lavarme el pelo!

− ¿No te duele el cuerpo? −Pregunta masajeándose el cuello.

−No −La miro de reojo −Dormí cómoda. −Tanto que podría dormir así de nuevo...

[...]

No me topo a mis madres en todo el día, esto es nuevo... y una suerte.

−Llegué −Digo y Sandy corre hacia mí.

− ¡Bebé! ¡¿Me extrañaste?! −La acaricio deslizando mi mano por todo el lomo dándole palmaditas.

Nos vamos a mi dormitorio solo para quitarme la ropa y bañarme al fin. Luego de salir me pongo unos shorts y una remera.

Tocan mi puerta. Exhalo, se viene, se viene.

−Adelante −Digo sentándome en la cama.

Mamá Noelle aparece frente a mí.

− ¿Y tú? −Me da una mirada de arriba a abajo− ¿Dónde estabas? ¿no puedes enviar un mensaje?

−Perdona mamá, pero estoy bien, ¿ves?

−Si, por suerte, ¡con tu madre estábamos muy preocupadas! −Hago un esfuerzo enorme para no poner alguna expresión − ¡No contestaste las llamadas!

−Es que me quedé dormida relativamente temprano. No las sentí. −Me excuso. Mentira no es, ninguna sintió llegar a Omar, y menos cuando nos cubrió.

Entrecierra los ojos.

−Me imagino que en el trabajo tuviste algo de tiempo.

−Si, pero no pensé en eso, perdón. −Levanto los brazos dejando al descubierto mis piernas.

− ¿Qué te pasó en la rodilla? −ve un machucón, me mira sorprendida.

−Eh... puedo explicarlo. −Digo.

Mira a otro lado.

−Mejor que no... − Se ruboriza.

¡Qué mujer tan mal pensada!

− ¡Mamá! Estaba aprend...

− ¿Qué carajos pasa aquí? −Mi pelirroja madre frunce el ceño mirando a su esposa, luego a mí, me da una revista rápida y furiosa − Tina ¡¿Dónde putas estabas?! Y más importante ¿¡El celular lo tienes de adorno!?

− ¡Christine!

−Dónde una amiga.

Me mira sin expresión, sus ojos taladran los míos a través de los cristales de sus lentes.

− ¿Esa amiga tuvo que ver con esa rodilla?

−Si, pero...

− ¡Genial! −Ladra. − ¡¿Cómo se atreve?! ¡¿Acaso no sabe con quién está tratando?! ¡¿Quién es?!

− ¡Me van a dejar hablar o no! −Espeto. Sandy hace un ruidito apoyándome.

− ¡Ah! ¡pero muy bien que ayer no querías hablar! −Exclama. Mamá Noelle libera una risita.

−Exacto, ahora te estorbamos −Dice herida.

Ay, paciencia por favor.

−Miren −Exhalo. −Fui por ahí, estábamos practicando con una motocicleta al aire libre−Apunto mi pierna −Luego mi amiga se mojó los pies, así que nos tuvimos que ir...

− ¿Quién es esa amiga? −Mamá frunce el ceño.

−Eso no importa, tengo muchos amigos.

− ¿Sam?

−Es solo del trabajo, y como decía; llegamos al apartamento de su amigo, nos quedamos en el sofá y me quede dormida.

− ¿Con ella? −Mamá entrecierra los ojos.

−Eso no es asunto tuyo. −Frunzo el ceño. Nos enfrascamos en una guerra de miradas.

− ¿Y por qué tanto golpe? −Pregunta mamá Noelle hasta entonces callada. Se sienta en la cama y acaricia mi pierna.

−Es que me caí­­­−me rasco el cabello húmedo− ¡Pero aprendí! −Digo feliz− ¡No sé cómo nunca tuve una! ¡Quiero una motocicleta! −Sujeto a mamá de los hombros emocionada.

−Si te subes a ese ataúd con ruedas procura andar con casco −Agrega mi otra madre afirmada en la puerta. −Aléjate del transporte público y de los autos. ¡Es más!¡Aléjate de todos! – Pierde la paciencia. − ¡Me parece increíble que no valores tu posición!

− ¿Y ahora qué pasa? −Gruño.

Mi otra madre pone los ojos en blanco y se recuesta en mi cama.

− ¡Heredarás una gran fortuna y andas por ahí con extraños dándote golpes y haciendo pasar miedo a tus madres!

−Ay mamá, no me voy a pasar todo el día pensando en la herencia. Además, ¿tienes alguna queja de mi desempeño? −Se cruza de brazos

Para mi sorpresa mamá Noelle ríe.

−No tienes idea de como agradezco que te lo tomes con calma. −Dice acariciando a Sandy. − Christine era una pesadilla a tu edad.

− ¿Ah sí? −Mi madre se encoje de hombros desentendiéndose de eso. Se queda ahí apoyada en el respaldo de mi puerta.

−Si, básicamente era tan desagradable que me invitaron para evaluar su desempeño como colega de hospital, y luego de eso no me la quité de encima. −Resopla. −No podía creer mi suerte.

− ¿Enserio? −Me sorprendo. Entrecierro los ojos − ¡Espero que no le hayas faltado el respeto a mamá! −Le digo.

Ella impresionada me mira como si no se lo creyera.

−Por favor, Martina, ¡si te dijera lo que me hacía! −gruñe.

−Juro que se lo merecía −Dice mamá. −Aunque me pasé a veces...

−Ustedes me trauman. −Intento ser normal.

−Como sea −Dice mamá acomodándose los lentes −No dejes que te maltraten para llamar tu atención −Se va.

− ¿Quién podría sentirse atraído así? −Pregunto con una risita.

Mamá se ruboriza.

−En mi defensa me era insoportable y no pensé que iba a pasar algo más...

Prefiero no decir nada, ya imaginaba que estas dos no pudieron congeniar, así como así.

...

−Entonces – se repone mamá − ¿La chica de la motocicleta es la misma que te vino a dejar? −me mira risueña.

−Mamá −me ruborizo. −Basta.

− ¿Y? −Su mirada de chisme me hace dudar si decirle algo.

−Si −Exhalo pesadamente. −Es una inocente amistad−No miro su rostro.

−Yo creo que es genial, una experiencia muy excitante. Pero prométeme que tendrás cuidado con eso.

−Si mamá, lo prometo. −Después de todo sería yo la que sienta todo ese dolor. −Además estábamos fuera de la ciudad, seguras. −Recuerdo el río −Descuida.


Christine E.:

Me dispongo a revisar cada maldito detalle de estos días para recordar a alguien con motocicleta. ¡Tenemos a una maldita mujer! debe ser alguna chica ruda cubierta de tatuajes de llamas o quien sabe. Me pregunto si la habrá llevado aquí o a la mansión, pero lo descarto. Martina siempre evita mostrarme sus parejas. En mi opinión, sería menos problemático si estuviese con gente decente y no el delincuente que vi por penúltima vez. Aún recuerdo a la de la universidad, no me gustó desde el principio y no me equivoqué.

¡Además! ¡Por Dios sólo está en sus veinte! ¿Cuál es el apuro?

Hago memoria en el trabajo, ¿quién de los que frecuenta y he visto de ese año cumplen con esas características? Hago un repaso. Sólo recuerdo a la pelinegra bajita y conversadora, a la hija del lechero, a la amiga de la primera...

Aunque puede que me equivoque, podría echarle un ojo a alguna de esas.


Martina E.:

− ¿Es ella con quién has salido estos días? −Mamá al parecer piensa que mi vida es una comedia romántica...

−Es sólo salir ¿eh? No te emociones.

−No te he visto últimamente frecuentando a alguien mucho tiempo, ¡Deja a tu madrecita! −Dice feliz. − Me alegra que te distraiga de todas tus responsabilidades y te estés divirtiendo. −Repone con ojos brillantes. − ¿Es del tipo chica mala? −Suspira.

−No −Ángela chica mala... ''no lo sé Rick''. – Es tranquila y esas cosas ¿está bien?

−Pensándolo bien, si es del trabajo solo se me viene una chica con la que haya tratado además de Sam que podría considerarse alta. −Mueve las pestañas como una colegiala.

Mamá ya entendió todo.

− ¡No te metas! −Gruño

−Yo creo que es linda −Dice. Me ruborizo.

− ¡Ya déjame! −Me pongo de pie y me voy a secar mejor el cabello. −Agradecería que no le dijeras a mamá −Murmuro. −No quiero que le haga la vida imposible en el trabajo. Bien sabes que puede hacerlo.

−Y que lo digas, pero, de todas maneras, si te gustase, Christine solo tiene que aceptarlo −Sonríe. −No te cortes por ello. Yo la mantendré a raya. 


------------------------------

Christine tiene que aceptah, Noelle gracias por existir.

¿Cómo va la gente? ¿Algún personaje favorito? Ya sé que las quieren a todas por igual. (Arranca de los fans de Christine*) 

¡Nos leemos!

Continue Reading

You'll Also Like

19.7K 551 14
Eres (tn___), vives actualmente en corea, solo por tus estudios.
97.6K 4K 19
Jamás se imagino que la rubia desconocida, fuera la doctora que le robaría el alma... [QUEDA PROHIBIDA LA COPIA DEL CONTENIDO ESCRITO POR @soloonay]
2.9K 365 21
Un beso. ¿Qué tan mágico puede ser el primer beso? Más si eres una mujer adulta en un momento de tu vida donde crees tener todo en orden. Pero, ¿cuán...
92.4K 6.7K 47
Acostumbrada al concurrido y bullicioso Winter Park, la jefa de policía Lexa Woods es enviada a un tranquilo Lake City, Colorado. Ella toma en serio...