capítulo siete.
momentos
LOS DÍAS CONTINUOS A LA LLEGADA DEL NIÑO FUERON DE COMPLETO GOZO PARA LA HIJA del faraón, ver como sus dos hijos se relacionaban entre sí la tenía demasiado contenta. Disebek que todavía no perdonaba los actos de su esposa, que no quería a su niña con Moisés. Tenía cierta retinencia hacia el niño. Nefertiti Isis adoraba a su nuevo hermano, el cuál cada día se adaptaba a la vida de palacio.
Los días transcurrían con Disebek ignorando al pequeño y Henutmire mimando a ambos. Ella tenía amor suficiente para ambos, nunca tendrían carencias de este. El niño ya había dejado de llamar a la mujer que desde hacía ya años nombraba madre, la memoria de un pequeño es fácil hacerla olvidar. Pero el corazón de una madre no olvida la separación de un hijo, solo aprende a sobrellevarlo por los demás. Nunca olvidaría el recuerdo de él.
Moisés que era mayor que Nefertiti pero a su vez menor que Ramsés, daba un paseo por una viga. Nefertiti veía todo en los brazos de su madre, la cuál tenía un resplandeciente sonrisa. Su esposo poco a poco aceptaba al pequeño. Tuya que también estaba a su lado veía que eso era peligroso para unos niños, Nefertiti que no entendía del porque de la negativa de su abuela. Fue a donde su abuelo y faraón
Para cuando el paseo terminó la niña estaba muy molesta, la misma tenía un carácter demasiado fuerte. Esto era graciosos para su corta edad, mantenía el ceño fruncido y un puchero en sus rojizos labios. El faraón recibió con orgullo entre sus brazos a su hijo y futuro faraón.
Henutmire que quería que los hombres más importantes de su vida se llevarán bien, tomo de las manos a sus pequeños. Nefertiti Isis pidió ir con Nayla. No quería ver ni a su padre ni a su abuelo, estaba sumamente molesta. Al pasar junto a ello para ir a ver de cerca a los caballos, ignoró el llamado de su abuelo y más tarde el de su padre.
El faraón viendo la actitud de su única nieta mando a llamar a la Nubia ella tenía que saber algo. Era la persona que con más convivía además de su propia madre.
—Nayla ¿Qué le sucede a mi amada nieta?.
—Ella está molesta, mi señor. Afirma que eso es peligroso, que no puede creer como usted permite que se suban a la viga.
Disebek escuchaba atentamente las palabras de la nana de su hija, para luego partir en su búsqueda. La encontró viendo los banderines que adoraban el campo.
—Isis ¿no hablaras más con tú padre? ¿Lo ignorarás?.—inquirió moreno.
La niña siguió con lo suyo sin deseos de escuchar al hombre, podía ser pequeña pero entendía mucho. Vio como su madre se apresuró hacia Yunet ordenado le que se llevará a ambos niños, sin embargo ella fue hasta Nayla. Yunet que no soportaba la actitud de la pequeña la tomó fuertemente del brazo, esta era pequeña pero no se dejaría mangonear por ella.
—Sueltame esclava, no eres nadie para tomarme así del brazo.—respondió irritada la niña.
—Esclava insolente, suelta a mi nieta.—ordenó el faraón que había visto y oído todo.
—Mi señor yo....—sus palabras quedaron en el aire al recibir semejante bofetada por parte del soberano.
—Denle diez azotes a ver sí así aprende.
La niña no era partidaria de la violencia en otro momento se hubiera negado, pero veía como maltrataba a su hermano. Y como tocaba de más a su padre. De la mano del soberano y Ramsés volvieron al palacio, quería jugar con Nayla y Ramsés.
Este la observaba con una sonrisa bobalicona, sentía como su corazón latía apresuradamente al verla sonreír. Era la niña más hermosa, superaba con crecer a Nefertari. Seti observaba todo esto, su pequeña nieta sería la mejor reina de todo el bajo y alto Egipto. Por ello su preparación era primordial, la mandaría con el ser más culto de todos el mundo. Su educación era vital para dirigir el reino.
La noticia de la partida de la princesa trajo consigo una abismal tristeza para el corazón de sus padres, ver partir a la luz de sus ojos era algo duro para los padres que habían sufrido tanto para poder procrear. Sin embargo el faraón Seti I no dio a torcer su brazo la decisión estaba tomada, apenas los preparativos estuvieran listos ella partiría.
Para el príncipe heredero Ramsés fue como que le quitaran su pertenencia más preciada, no entendía el propósito de su padre al llevarse a Nefertiti al Alto Egipto con el sumo sacerdote de Amón.
Para cada persona que conocía y quería a la pequeña adoración del faraón, fue una total sorpresa, nadie sabía lo que pasaba por la cabeza del líder del más grande imperio del mundo.
—Padre, ¿De que de trata lo de alejar a mi hija del palacio?—cuestionó las ordenes del monarca.—Ambos sabemos que usted no sabe nada sin tener un plan o una idea importante en mente.
—Así es querida hija, el futuro de mi pequeño nieta es tan brillanté y resplandeciente como el dios Ra.—confesó a su querida hija paseándose por sus aposentos.—Su preparación es primordial para el futuro del imperio, querida hija. Y que mejor para eso el sumo sacerdote de Amón.
Henutmire no podía negar que su padre tenía razón quería lo mejor para su hija, no sabía que sería pero confiaba ciegamente en las palabras de su progenitor. Sabía que él nunca le mentiría ni le fallaría.
—Lo sé padre, confío en usted para el futuro de mi hija. Disebek y yo nos encargaremos de educar bien a Moisés como un auténtico príncipe egipcio.
Sin más la única hija del faraón salió dejándolo solo en sus pensamientos, le pedía a los dioses estar tomando las decisiones correctas. Que siempre alumbrarán sus pensamientos para guiar en el camino correcto a su familia y al pueblo de Egipto.
[...]
En ese momento la más pequeña de la dinastía del soberano Seti I estaba abordando el barco que la llevaría hacia el Alto Egipto, no sabía lo que le deparaban los dioses solo rezaba por saber superar cada obstáculo puesto es su camino que la obscuridad nunca se cierna sobre ella y sus seres amados.
Deseo que ninguno de ellos la olvidara en su lejanía, que siempre la llevaran con ellos, que ellos se cuidaran hasta volverse a ver. Iría y sobrepasaría las expectativas de sus abuelos y de los sacerdotes, sería la mejor en todo lo que se propusiese. Nunca se déjate vencer por las adversidades.
Para Ramsés ver como Isis subía al barco que la alejaría de él en ese momento no entendió ese sentimiento que le oprimía el pecho, para sus cortos catorce años ese sentimiento quedaba fuera de su entendimiento, luego lo consultaría con Paser. Para Moisés ver a su pequeña hermana irse fue como dejar ir a un pedazo de él, ella era su bien más preciado superaba incluso a su madre. Desde que nació se convirtió en su mundo, su puerto seguro cuando se sentía frustrado iba hacia ella y la abrazaba y sus pensamientos que lo asfixiaban se iban.
Ella representaba el mundo para muchos. Pero para Yunet era una completa amenaza para el soñado futuro de su hija, futuro en el que quería que fuera la gran esposa real del faraón Ramsés. Pero no todo se cumplía en esta vida y ella ya debía muchas vidas. Si deuda con los dioses no estaba saldada.
Nefertiti Isis tenía un gran y espléndido futuro y ni Apokis podría devorarlo.
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Vocabulario:
Apokis: serpiente con la cual el Dios Ra lucha cada día para preservar la creación, serpiente que devora todo a su paso. Mitología egipcia.
Por fin me digne a actualizar, siento la demora. Pero la verdad era que no tenía inspiración para escribir, tenía un enorme bloqueo, como también no tenía ánimos de entrar en la plataforma deje de leer por aquí. Las historias no veían a mi cabeza como antes pero bueno esto es lo que me salió ahora mismo sentada en el borde de mi cama, con el pensamiento de dejarles algo nuevo.
A otra cosa mariposa, por favor alguien sabe hacer separadores, necesito para esta historia. Quiero actualizar la estética pero no sé hacerlos. También el que sepa hacer portadas me dice. Se les estaría muy agradecida, cualquier cosa hecha por ustedes lo vale.
Disfrutarlo os lo mereces.
Los amo, Mairelis🤍.