Volvió a abrir aquel sobre cuyo contenido lo sabía de memoria, información que para ser sincero tenía muchas incoherencias, no podía imaginar que quien haya reabierto el caso fuese tan idiota de no darse cuenta que muchas cosas no coincidían.
Habían pasado 2 semanas desde el incidente con la periodista, y gracias a las medicinas de la doctora Yosano, Atsushi había regresado a su casa junto a Kyouka, aquellas alucinaciones habían cesado junto a el efecto de dependencia, en cierto modo le ponía ¿Triste? el ya no tener compañía en aquel solitario departamento, en el que ni siquiera se mantenía debido a la mencionada soledad sombría que lo rodeaba.
Dejó esos pensamientos a un lado, no podía pensar en esa situación en estos momentos, debía seguir con la investigación y cerrar el caso lo antes posible antes de que su subordinado se enterara. Salió de la Agencia para dirigirse a una dirección que al parecer ya había previsto y acordado con cierta persona.
_ Vaya, después de mucho te vuelvo a ver Ango, espero que no sigas molesto por lo de tus lesiones, pero bien sabes que es necesario hacer cosas que a veces no queremos—saludó el castaño con su típica sonrisa—
_ Ni lo menciones, aún estoy recuperándome por si no lo sabías, ¿Para qué me necesitabas?—respondió con un tono de molestia—
_ Te suena el nombre ¿La Calamidad Vestida de Blanco?—preguntó mostrando el sobre del caso—
_ Ese nombre no es grato para Fuerzas Especiales, y no se ha mencionado en años ¿Qué hay con eso?
_ Entonces sí lo sabes, sería de gran ayuda si me hablaras un poco sobre ellos, verás, reabrieron el caso del Clan Nakajima o como mejor lo conoces, La Calamidad Vestida de Blanco, pero hay mucha información que hace falta y que es incoherente, y casualmente sólo conozco a una persona que puede iluminarme
_ Espera un momento, esto es extraño, el caso de los Nakajima no pudo haber sido reabierto porque tenemos conocimiento de que algunos miembros siguen con vida entre las sombras, y no queremos saber nada de ellos después del daño que hicieron—espetó Ango confundido y alterado—
_ Puede ser que eso sea cierto, aunque creo que ya estás al tanto de la nueva aliada de Fyodor, ella tiene algo que ver con este caso y está detrás de Atsushi por alguna razón—le respondió el castaño—Y si no me equivoco el caso de esta mujer misteriosa se te ha sido asignado por los acontecimientos ocurridos últimamente ¿O me equivoco?
El de anteojos solo hizo una mueca de disgusto y resignación, Dazai lo sabía todo, sabía como sacarle información y hacer que le ayudase, quería negarse pero no podía hacerlo porque realmente necesitaba aclarar el asunto de ambos casos, le hizo una seña para que subiera al auto que se encontraba parqueado cerca a lo cual el castaño entendió y se dirigieron a este.
Durante el camino hubo un silencio incómodo para Ango, su mente seguía tratando de recordar quien le dio la orden a algún miembro de Fuerzas Especiales para que reabrirera un caso tan antiguo, y específicamente ese, que lo único que trajo fue muerte y destrucción para quienes intentaron resolverlo, trataba de convencerse que sólo era un error y que los documentos de Dazai fuesen falsos, aunque lo dudaba mucho.
Entraron a un gran edificio pasando por todos los protocolos de máxima seguridad que se solicitaba, este era un lugar muy diferente a todas las instalaciones de la División de Poderes Sobrenaturales, era un lugar retirado y parecía más como otra sede, con la diferencia de que estaba repleta de alarmas y dispositivos que confirmaban la identidad de quienes entraban, siguiendo su camino abrieron una bóveda donde se encontraban muchos estantantes, como si fuera una biblioteca enorme.
_ Bienvenido al archivo de la División de Poderes Sobrenaturales de Fuerzas Especiales, aquí se encuentran todos los casos que se nos ha asignado como división e incluso, antes de que se creara esta división como tal, ordenar esto fue un verdadero dolor de cabeza pero afortunadamente tenemos un sistema alfabético que nos ayudará—explicaba Ango con sumo detalle mientras caminaban por esos largos pasillos que estaban rodeados de muchos documentos—
_ Así que aquí vienen a parar los informes que Kunikida me obliga a hacer eh, por eso la máxima seguridad—observaba impresionado el castaño—
Después de caminar mucho, llegaron casi hasta las últimas de las estanterías, donde habían otras pequeñas bóvedas que se abrían usando ciertos códigos un poco anormales para ser sincero.
Cuando abrió la bóveda, Ango casi se va de espaldas al ver que se encontraba vacía y que efectivamente los documentos que tenía Dazai eran los que alguna vez estuvieron ahí dentro, ¿Cómo demonios eso era posible? Los únicos que sabían las contraseñas eran los que trabajan en archivo y algunos encargados de alto rango, era imposible que burlaran la máxima seguridad que se tenía, sin mencionar que los códigos eran cambiados seguidamente.
_ Esto no es posible, esto no puede ser posible, no no ¡No!-masculló molesto- Dejame ver ese sobre—extendió su mano para que Dazai le entregara aquellos documentos—
Comenzó a leerlos uno por uno, dándose cuenta que efectivamente era el mismo caso, la información recolectada por aquellas personas que alguna vez lo llevaron, el historial de la familia Nakajima, estaba todo. Ango solo suspiró mientras se sentaba en el suelo tratando de mantener la calma.
_ Hay algo más que sabes ¿No es así?, creo que ahora sabes la importancia de todo esto, significa un peligro inminente para Yokohama y sobre todo para mí subordinado—le dijo seriamente—
_ Hace muchos años, existían cuatro familias con habilidades catalogadas como las más peligrosas que podían existir—empezó a contar—eran conocidas como Las Cuatro Calamidades, vivían a las afueras de Yokohama en unas parcelas escondidos de las sociedad, eran muy conservadores y sobre todo muy sobreprotectores con lo que les pertenecía, muchas organizaciones querían sus habilidades para cometer actos ilícitos, pero ellos sabían defenderse muy bien, y tras ver que los ataques no cesaban, decidieron unirse como una sola familia, liderados por el Clan Nakajima al ser el de mayor número
_ Sin embargo Fuerzas Especiales logró convencerlos para que se unieran a ellos, aunque su objetivo fuese el mismo que el de otras organizaciones, ¿O me equivoco? Ofrecieron su libertad en cierto modo a cambio de su trabajo—dedujo el castaño—
_ No puedo negarlo las cosas fueron así, en aquel entonces aún no se creaba como tal la División de Poderes Sobrenaturales, pero Fuerzas Especiales no permitiría que las organizaciones criminales tomaran aquellas habilidades para sus fechorías, así que mandaron un grupo para llegar a un acuerdo, el acuerdo fue que ellos trabajarían para Fuerzas Especiales a cambio de protección de otras organizaciones que quisieran atacarlos y que su participación estuviese oculta de la sociedad así como su clan, ellos aceptaron con otra condición, esa era que sólo los líderes que poseían las habilidades trabajarían como tal, mientras que los miembros sin poderes vivirían una vida pacífica. Cerraron el acuerdo y así fue como el Clan Nakajima se unió a Fuerzas Especiales
_ Y su trabajo era ser los mercenarios de Fuerzas Especiales, todo esto no salió a la luz y solo ustedes como organización lo saben porque no querían ser desprestigiados—afirmó mientras tomaba asiento en una de las sillas—
_ Les decían la Calamidad Vestida de Blanco porque era como un fetiche que tenían, les gustaba vestirse totalmente de blanco para que luego sus ropas fuesen teñidas de la sangre de sus enemigos, según lo que investigué y la información que me dieron cuando ascendí a un puesto más alto, pude averiguar sobre sus poderes—ignoró el último comentario de Dazai mientras sacaba de aquellas bóvedas otro archivo—Sus poderes eran, Cambia Formas, permitía cambiar la forma física de su portador por la imagen de otra, el único requisito era que se necesitaba la sangre de la persona o un cabello para poder tener todos su rasgos físicos, incluyendo su voz. Látigo Lunar, era una habilidad que podía matar con un solo golpe, esto solo se lograba en las noches de luna llena, y aunque no cumpliese la condición, su poder era tan fuerte que quemaba internamente el cuerpo de la víctima y podía dejar notables marcas. Los 4 Elementos, esta habilidad era la segunda más peligrosa, su portador podía controlar los elementos como lo dice su nombre, sin embargo la habilidad nunca fue perfeccionada como para someter al Tigre Lunar, se decía que cuando el Clan atacaba mandaban un mensaje a través de un elemento para avisar la forma en la que morirían sus enemigos, calcinados, hipotermia, ahogamiento por inundación, deslave de tierra o tornados, el defecto de esta habilidad era que para usar sus diferentes elementos debían cumplir ciertos requisitos climáticos y geográficos. Y por último El Tigre Lunar, una de las habilidades más peligrosas, aún no termino de entender como funciona ya que existían rollos que hablan sobre cómo perfeccionar la habilidad, he visto a tu subordinado usarla, pero aún hay muchos secretos que se ocultan detrás de su habilidad, aunque todos esos rollos se quemaron durante su asesinato—finalizó Ango guardando los documentos—
_ Agradezco tu colaboración, aunque seguiremos en contacto, algo malo pasará en Yokohama y debemos estar preparados para eso—salió el castaño de aquel lugar acompañado del otro—
Un hermoso bosque se presentó ante sus ojos, lleno de fuertes robles y arbustos con flores y frutos comestibles, nunca antes vio algo tan maravilloso en su vida, se encontraba sentado sobre un suave césped mientras el rocío de la noche bañaba aquellas plantas y la luna llena iluminaba aquel mágico lugar.
Para Atsushi esto era sumamente raro, no había un lugar así en Yokohama, no podía articular ninguna palabra o moverse, pero pasados unos minutos después su cuerpo empezó a moverse adentrándose en aquel bosque frondoso que a pesar de tener muchas ramas, la luz de luna no dejaba de brillar, llegó al final del camino encontrándose con un campo lleno de orquídeas y en el centro había otro árbol lleno de enredaderas que parecían cactus donde se encontraba una mujer de espaldas,cubierta por completo con una capa blanca que tenía bordada perlas en las orillas, dicha mujer tocaba una flauta de cristal, fue una pieza corta pero al terminar de ejecutarla, los botones de aquellas enredaderas empezaron a florecer, convirtiéndose en unas hermosas flores blancas.
Todo era un espectáculo hermoso de no ser porque la mujer comenzó a toser cayendo de rodillas al suelo mientras tomaba su garganta, sus tosidos eran cada vez más fuertes y vio como su sangre cubría sus blancas y delicadas manos, quiso ayudarla caminando hacia ella pero sus movimientos fueron detenidos al ver al Tigre que salía detrás del árbol listo para atacarlo a él, no acababa por entender porque lo quería atacar y no le permitía acercarse a la mujer que necesitaba ayuda.
_ H-huye, no te me acerques o morirás también—le advirtió la misteriosa mujer encapuchada—
Atsushi seguía sin poder hablar y solo atinó a acercarse más mientras escuchaba los gruñidos ofensivos del Tigre, ella al ver que no hizo caso a la advertencia, estrelló la flauta contra las enredaderas liberando un humo que envolvió al albino, sus manos comenzaron a llenarse de ronchas y le picaba, entre más le envolvía el humo más ronchas le salían en el cuerpo, lo último que vio fue al animal atacarlo para dejarlo en el suelo viendo como se desangraba.
Un fuerte grito acompañado de un golpe en la cabeza contra aquel mueble lo hizo despertar de su sueño, respirando agitadamente viendo a su alrededor, sus acciones se vieron interrumpidas por una preocupada Kyouka que abrió la puertecita del lugar donde dormía
_ ¿Estás bien? ¿Qué sucede Atsushi?—preguntó preocupada—
_ Estoy bien, solo fue... Un sueño, nada más, no hay de que preocuparse—respondió tratando de normalizar su respiración—¿Qué hora es?
_ Son las cinco de la mañana, aún es temprano
_ Y en verdad que lo es—suspiró mientras se volvía a recostar— Si quieres puedes seguir durmiendo Kyouka-Chan, yo aprovecharé para darme una ducha y usar la bañera
La azabache solo asintió mientras volvía a recostarse, viendo como su amigo sacaba algo de ropa para salir de la habitación y realizar dicha acción.
Ya en el baño, Atsushi solo suspiraba recordando una y otra vez aquel extraño sueño que había tenido, no era la primera vez que tenía pesadillas, pero esta era la primera que no estaba relacionada para nada con su pasado en el orfanato, se le hacía complicado hacerse una idea de lo que pudiese significar ya que la mujer de su sueño lo único que mostró fue sus manos blanquecinas y muy bien cuidadas. Dejó esos pensamientos por el momento, necesitaba relajarse y salir del baño en cuanto fueran las seis de la mañana, hoy le tocaba preparar el desayuno a él y no fallaría a su responsabilidad.
Ambos salieron del departamento para dirigirse a la agencia, llegaron para subir en el ascensor y entrar a la oficina, no había nadie en los escritorios después de todo llegaron unos 15 minutos antes de la hora estipulada, se sentaron en sus lugares para comenzar a revisar archivos que habían dejado pendientes la noche anterior, cuando de repente apareció su superior idealista.
_ Buenos días, me alegro que ya estén temprano en la agencia, ven como ayuda tener ideales para mejorar los hábitos de vida—los saludó muy satisfecho al verlos trabajando tan temprano— Ah sí, mocoso, necesito entregar mis informes del último caso que lleve pero me he quedado sin sobres manila para guardarlos, ¿Te quedan algunos aún?
_ Dejeme ver en mi escritorio si aún me quedan sobres, ya reviso—respondió abriendo sus gavetas—
Comenzó a revisar en los cajones, uno por uno para revisar si tenía algún sobre vacío pero no pudo encontrar nada, Kyouka al ver que no encontraba nada buscó en su escritorio pero tampoco tenía ninguna, habían tenido muchos casos ya que se habían acabado rápido
_ Lo siento Kunikida-San, no me queda ninguna a mi tampoco y creo que Atsushi también—le informó la azabache—
_ Revisa en el escritorio de Dazai, probablemente él tenga algunos, después de todo nunca hace nada—pidió Kunikida diciendo lo último con sumo estrés—
El albino acató la orden para comenzar a revisar los cajones del escritorio de su mentor, se sentía un poco mal por eso porque no le gustaba revisar lo ajeno, pero después de mucho logró encontrar un paquete de 6 sobres que estaban atados con un listón rojo, al querer desatarlos terminó por hacer un tiradero con algunos papeles que se encontraban dentro de uno de los sobres.
_ Tome el sobre Kunikida-San, yo ordenaré todo esto—le entregó el sobre vacío mientras intentaba recoger todo—
_ Gracias, iré a entregar el informe con el presidente—agradeció el idealista mientras se retiraba—
Tomó aquellos papeles que estaban regados en el suelo para poder ordenarlos dentro de su respectivo sobre, pero su vista se desvió hasta donde se hallaba el último documento
Shijie Nakajima
¿Porqué esa mujer tenía su mismo apellido?, comenzó a revisar los demás documentos donde encontró más personas con su apellido y por último dos fotos de lo que era un collar con un sol y luna como dige, y la otra foto parecía ser un árbol genealógico con los nombres que había anteriormente, estaba mal, lo que hacía estaba mal, quería seguir leyendo sobre esas extrañas personas que compartían su apellido, hasta que se vio interrumpido cuando varios miembros de la Agencia entraron incluyendo a su superior que extrañamente había llegado temprano, guardó rápidamente todo sin que lo descubrieran e hizo como si se le hubiese caído algo.
_ Buenos días Atsushi-Kun—saludó enérgicamente su mentor—
_ Buenos días Dazai-San, umm yo, tengo que salir por una encomienda de Kunikida-San, debo irme—se despidió rápidamente saliendo de la oficina—
No podía verle el rostro a su mentor, había revisado documentos sin su permiso y no se atrevía a preguntarle que era lo que estaba pasando, que conexión tenían esas personas con él, solo atinaba a seguir corriendo lejos y más lejos, hasta que llegó a un punto poco transitado para tomar aire después de aquella maratón, todo era un desastre en su mente y necesitaba ordenar sus pensamientos, hasta que una voz lo sacó de sus pensamientos.
_ ¿Buscas algo?—preguntó aquella fina pero peligrosa voz que ya conocía—
Volteó a ver para poder defenderse, esa voz se trataba de aquella mujer a la que enfrentó en aquel almacén, pero cuando vio su máscara cayó desmayado.
_Shhh, no no no, no quiero que te pongas en esos planes conmigo pequeño, hay muchas cosas que aún no sabes
N/A
Casi un mes después me presento uwu, perdonen la tardanza TwT creo que a este paso terminaré actualizando al mes este fanfic, este bimestre lo empezamos de manera cruel jaja nos quieren matar ayudaaaaaaa 💔en fin, pude desocuparme y dedicarme a escribir este capítulo que la verdad me quedó un poco más largo que los anteriores 👀 espero seguir teniendo esos golpes de inspiración más seguido
Y bueno, aquí una foto del collar que mencioné, que en realidad es una mezcla de dos collares que me gustaron mucho
El sol se mantiene en su color dorado y la luna es color azul por las noches 👀
La canción del capítulo de hoy es: Yuudachi, Memai Siren, la ending 2 del anime Karakuri Circus ñwñ 100% recomendado por si lo quieren ver, lamento si es el vídeo musical, pero la letra traducida solo la pude encontrar en páginas TwT nadie la ha traducido en vídeo, mil disculpas por eso, pero pueden buscar la letra si gustan 💖
Espero que el capítulo de hoy les haya gustado, dudas y opiniones pueden dejarmelas en los comentarios 💖💖 los quiero mucho a todos 💖💖
Se despide, 𝑨𝒏𝒏 𝒁𝒆𝒑𝒑𝒆𝒍𝒊💚