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Las vacaciones en Santorini habían terminado y ellos se encontraban rumbo a Nueva York nuevamente para dirigirse después a lo que sería su nuevo hogar, en los días que pasaron después del incidente de aquella noche, lograron disfrutar y conocer el resto de los lugares turísticos junto con Tomas, el cual siempre los guiaba y era una grata compañía. El vuelo aterrizó y al bajar se encontraron con Happy junto al auto de Pietro.
—¿Qué tal el viaje? —Preguntó él con su sonrisa característica.
—Todo muy bien Happy, nos divertidos y conocimos mucho —Dijo Irina saludándolo.
—¿Qué tal tú, amigo? —Preguntó Pietro.
—Nah, todo ha estado en calma —Contestó Happy.
—¿Sabes algo de los juicios de Tony contra S.W.O.R.D por la tecnología robada? —Preguntó Irina recibiendo las maletas colocándolas en el maletero.
—Ah si —Dijo él —Al parecer el juicio está a favor de Tony, pero...No es tan sencillo.
—Eso no terminará tan rápido —Dijo Pietro —Será un dolor de cabeza para Tony.
—Yo confío en que todo saldrá bien —Dijo Happy —¿Listos para ir a su nueva casa?
—Siento los nervios correr —Dijo Irina.
—¿Nos llevarás? —Preguntó Pietro.
—No, tengo que recoger a la señora Pepper —Dijo Happy —La dirección de la casa está en el auto y es un carro moderno, no creo que se pierdan.
—Bueno, eso espero —Dijo Irina —Un placer Happy, gracias y supongo que nos veremos luego.
—Gracias amigo —Dijo Pietro dándole varias palmadas en la espalda —Nos vemos.
—Que les vaya bien —Dijo Happy para comenzar a caminar hacia el otro auto que había en el lugar.
Irina se sentó de copiloto, se colocó el cinturón de seguridad y colocó música mientras marcaba en el tablero del auto el camino a casa.
—¿Todo listo? —Preguntó Pietro entrando al auto.
—Si, el auto nos dará las indicaciones —Dijo Irina destapando un paquete de papas.
El auto comenzó a andar mientras ambos se daban una que otra mirada nerviosos y ansiosos por visitar lo que se convertiría en su hogar, debían agradecerle a Tony ya que sin él eso quizá no habría sido posible.
Cuando por fin llegaron, vieron como la fachada era maravillosa, los enamoró desde el principio, era adecuada y perfecta para ellos.
—Está perfecta —Dijo Irina bajando del auto.
Pietro tomó las llaves y las introdujo en la cerradura, estaban asustados y los nervios recorrían sus cuerpos, cuando por fin la abrieron completamente se encontraron con una casa enorme y completamente amoblada, había algunas cajas en la mitad de la sala, toda su ropa y el resto de sus pertenencias.
—No es nada que un trabajo en equipo no pueda arreglar —Dijo Pietro tomando la mano de Irina dejando un beso en ella.
—Manos a la obra entonces —Dijo Irina tomando algunos sobres del suelo.
—¿Qué es?
—Solo cartas de felicitación y... Nuestro álbum —Dijo Irina abriendo los ojos con sorpresa.
—¿Las fotos de la boda? —Preguntó Pietro tomando el libro.
—Si
Ambos corrieron hasta el mueble para tomarse un descanso mientras veían las fotos, el álbum comenzó con fotos de Irina y las chicas arreglando sus vestidos y maquillajes para la boda, pasaron varias páginas y se encontraron ahora con los chicos intentando organizar sus corbatas entre ellos, fotos de Irina entrando a la iglesia mientras Wanda organizaba su vestido con los últimos retoques y la reacción de Pietro al ver a Irina.
—Por Dios —Dijo Pietro tapando su rostro —Me veo horrible llorando.
—Que dices —Dijo Irina dándole un pequeño golpe en el brazo —Te ves lindo, pareces un tomate, pero de igual manera sigues viéndote guapo.
—Pero al verte no pude contenerme, estabas tan hermosa —Dijo Pietro mirándola fijamente.
—Te amo —Dijo Irina arrugando la nariz mientras le daba un beso.
Siguieron viendo el álbum y se encontraron fotos de cuando oficialmente eran esposos, el beso que ambos se daban y demostraba tantos sentimientos consigo, como salían de la iglesia y eran bombardeados con arroz, cambiaron a las fotos de la celebración y se vieron a sí mismos bailando la primera canción juntos, el resto de las fotos eran de todos bailando y haciendo poses chistosas.
—Está hermoso —Dijo Irina cerrándolo.
Dos sobres se deslizaron por debajo de la puerta haciendo que ambos se levantaran a ver de qué se trataba, los sobres estaban marcados con marcador negro.
"Lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas"
—Creo que esto es tuyo —Dijo Irina entregándole el sobre a él.
—Y esto tuyo —Dijo Pietro entregándole el sobre a ella.
"Una noche para no olvidar"
Ambos abrieron el sobre y miraron las fotos rápidamente.
—¿Puedo verlas? —Preguntó Pietro —¿Hay algo malo ahí?
—No, ahora las veremos juntos —Dijo Irina guardando los sobres en un cajón. —Ahora arreglaremos nuestra casa.
Se pusieron manos a la obra y organizaron todo, colocaron algo de música para ambientar y trabajar en equipo, mientras que Pietro organizaba el armario Irina se encargaba de poner las cosas en su lugar, Irina bailaba como bailarina en la mitad de la sala mientras Pietro la veía sentado desde una mesa y sonreía. Pasaron las horas y ya la casa estaba completamente lista, estaban tan cansados que decidieron tomar una ducha caliente para relajarse un poco y por fin descansar.
—El agua está deliciosa —Dijo Pietro secando su cabello con la toalla.
—Me duele el cuello —Dijo Irina sosteniendo su cabeza haciendo movimientos circulares.
Pietro se acercó y le dio un masaje, Irina tomó la toalla y caminó hasta el baño para encerrarse, dejó que el agua cayera por su espalda aliviando el cansancio, mientras una sensación de paz recorría todo su ser, por fin podía estar en su hogar, con la persona que más amaba, una vida que siempre quiso pero que por cosas del destino tardó en conseguir, una media hora después se envolvió en la toalla y salió a su habitación para vestirse con algo cómodo.
—Pedí una pizza a domicilio —Dijo Pietro leyendo un libro acostado en la cama.
—Delicioso —Dijo Irina envolviendo su cabello en la toalla. —¿Qué lees?
—No lo sé, solo lo encontré por ahí y me causó curiosidad —Respondió Pietro viendo la portada.
—Déjame ver —Dijo Irina tomando el libro —Crimen y castigo, es buena.
Pietro alzó los hombros sin darle mucha importancia y solo observó a Irina en silencio mientras esta se cambiaba, la puerta sonó y Pietro fue para atender, recibió la pizza y fue a la cocina para servirse a ambos, de paso Irina aprovechó y fue por los sobres con las fotos de las despedidas de soltero.
—¿Listo para ver todo lo que paso aquella noche? —Dijo Irina llegando de un salto a la cama.
—Si —Dijo Pietro dándole la porción de pizza.
Irina abrió primero las fotos de la despedida de Pietro y se encontró de primera una foto de todos junto a él gran letrero de "Las Vegas" vio las demás y eran de ellos jugando en el casino, al parecer divirtiéndose, pasaron a las fotos del concierto y en ellas se dejaba ver a Clint y Scott abrazados mientras gritaban frente a los djs.
—Scott es un gran fan —Dijo Pietro con una sonrisa. —Después de eso comenzó la locura.
—¿Por qué? —Preguntó Irina.
—Un viejo socio de Tony nos regaló una botella de un trago alterado —Comenzó a decir Pietro —Y al parecer eso hizo efecto en los super soldados.
—¿Steve y Bucky se embriagaron? —Preguntó Irina asombrada a lo que Pietro asintió —No lo puedo creer ¿¡Por qué me lo perdí!?
Siguieron viendo las fotos y se encontraron con un T'challa dando un discurso, Clint jugando al tiro al blanco y un Iron Man y un Visión volando en los cielos, luego vieron una foto del Cap y Bucky levantando una mesa con mujeres encima.
—Dime una cosa ¿Eso fue un reto de fuerza no? —Dijo Irina.
—Si, un hombre los retó y al ellos estar medio ebrios aceptaron —Dijo Pietro.
—¿Quién ganó? —Preguntó Irina dándole un mordisco a su pizza.
—El Cap —Dijo Pietro —Pero solo por unos segundos.
—Wow —Dijo Irina pasando a otra foto mostrando a un Pietro celebrando mientras un hombre le levantaba el brazo —Vi por los videos que se hicieron virales que ganaste la carrera.
—Así es —Dijo Pietro con orgullo.
—Ese es mi chico —Dijo Irina arrugando la nariz dándole un beso.
Llegó el turno de que Irina mostrara sus fotos, y Pietro se acomodó más cerca para poder verlas bien, la primera dejó ver a todas las chicas frente al complejo antes de subir a la limosina, varias fotos fueron en la limosina camino a Afrodita, las chicas haciendo caras feas al tomar Vodka mientras Nat, Irina y Wanda reían.
—¿Muy fuerte el vodka para ellas? —Preguntó Pietro soltando una leve carcajada.
—No pudieron tomar una copa sin hacer caras feas —Dijo Irina con una sonrisa.
El resto de las fotos las dejaba ver bailando en la discoteca brindando y celebrando, pasaron a las fotos que se tomaron en la mansión de Lillian en su lujoso jardín en la pista de baile y por último en la piscina.
—Se divirtieron incluso más que nosotros —Dijo Pietro.
—Pasaron muchas cosas locas —Dijo Irina recordando —Hope rompió una escultura de tigre la cual valía una fortuna.
—Lo importante es que disfrutaron ¿No es cierto? —Dijo Pietro.
—Si, como nunca —Dijo Irina.
Se quedaron viendo de nuevo las fotos y las cartas de los invitados con sus felicitaciones y lindos mensajes, sacaron una foto del álbum para enmarcarla ya que esta dejaba ver a Irina, Pietro y Wanda abrazados y felices, decidieron que esa foto querían mantenerla con ellos a la vista, Irina después de conseguirle un marco la colocó en una mesa de la sala donde quedó perfecta con el resto de la decoración.
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Dos meses después...
Las cosas cada vez iban mejor para estos dos, ese día habían trabajado en equipo para la cena y el almuerzo ya que Wanda y Visión los visitarían esa tarde. Visión compró una cabaña a las afueras de Nueva York donde había formado un pequeño hogar junto con Wanda, estos dos también lentamente construían su felicidad juntos y era algo que merecían.
—¡El pollo! —Dijo Irina saltando del mueble hacia la cocina, gesto que Pietro repitió.
—¿Se quemó? —Preguntó Pietro viendo como salía humo del horno.
—Por suerte no —Dijo Irina —Por el contrario, quedó en el punto perfecto.
Pietro sintió el olor y se pasó la lengua por los labios, mientras se acercaba para probarlo.
—No no —Dijo Irina haciéndolo a un lado —¿Tienes hambre?
—Si —Dijo Pietro masajeando su barriga.
—Ve a bañarte y a vestirte para recibir a tu hermana mientras yo te preparo algo ¿Sí? —Dijo Irina pasando sus brazos por la cintura de él.
—Está bien —Dijo Pietro robándole un beso y caminando hacia la habitación.
Irina no podía permitir que Pietro saboteara el pollo, lo quería tener todo listo para cuando Wanda y Visión llegaran, le preparó algo rápido y lo colocó en el comedor mientras esperaba que el saliera del baño, siguió leyendo su libro en el jardín mientras el viento y el sol hacían más satisfactorio el ambiente. Vio un auto color vino pasar por la carretera lejos y se dio cuenta que se trataba de Wanda y Visión.
—¡Pietro apúrate! —Gritó Irina.
—¿Por qué? —Gritó él desde la habitación.
—Ya van a llegar —Dijo Irina.
Pietro se apresuró y corrió hasta el comedor para comenzar a comer rápidamente.
—No te atragantes —Dijo Irina conteniendo una carcajada —Era solo para que salieras del baño.
Una bocina llamó su atención y no mucho después alguien tocó el timbre de la casa. Irina corrió feliz para abrir y Wanda la recibió con los brazos abiertos.
—¡Te extrañé mucho! —Dijo Wanda con una sonrisa.
—Y yo a ti —Dijo Irina.
—Mi hermanita está aquí —Dijo Pietro saliendo a abrazarla —¿Cómo estás Visión?
—Todo bien amigo —Contestó Visión con una sonrisa.
—¡Pietro! —Dijo Wanda con una sonrisa caminando para saludar a su gemelo.
Irina fue a darle un abrazo a Visión el cual correspondió con una sonrisa.
—¿Qué tal todo con los comprometidos? —Dijo Irina.
—No podría ir mejor —Dijo Wanda entrando de la mano con Pietro.
—Y este es nuestro hogar —Dijo Pietro mostrando la casa.
—Está hermoso —Dijo Wanda —Definitivamente tienen que ayudarnos cuando remodelemos nuestra casa.
—Tienen un buen gusto en el diseño de interiores —Dijo Visión admirando el lugar.
—Debo sentirme halagada si lo dice Visión —Dijo Irina.
—¿Cuándo será la boda? ¡Estoy ansioso por ver la boda de mi hermanita! —Dijo Pietro.
—Hemos decido que todo se haga con calma —Dijo Wanda.
—Si, así que nos casaremos en seis meses —Dijo Visión
—¡¿Que?! ¿Y por qué decidieron esperar tanto? —Dijo Irina atragantándose con la bebida.
—Queremos planear todo con calma, aunque quizá no lo noten Vis es algo perfeccionista —Dijo Wanda.
—Eso creo que se nota a kilómetros —Dijo Pietro.
—Como sea, esperaré pacientemente y pelearé internamente con la ansiedad —Dijo Irina rodando los ojos.
Irina los guio hasta la sala donde por petición de Wanda le mostraron el álbum de bodas, Wanda notó la foto de la mesa y la tomó en manos con alegría.
—Yo también tengo una de nosotros —Dijo Wanda —Pero no es tan hermosa como esta.
—Te la regalaría, pero luego no tengo con que quedarme —Dijo Irina encogiéndose de hombros.
—Bueno, no quiero ser exigente, pero tengo hambre —Dijo Wanda sobando su barriga.
—Parece que el hambre es contagiosa —Dijo Irina mirando a Pietro.
Pietro sonrió y se levantó para ayudarla a servir el almuerzo, Pietro sacó la ensalada de la nevera mientras Irina cortaba el pollo y lo servía en los tres platos, los otros dos entraron en la cocina admirando lo grande de esta.
—Es muy amplia —Dijo Wanda.
—Perfecta para cenas navideñas —Dijo Visión
—Ya quiero pasar una navidad con todos juntos —Dijo Irina sirviendo los jugos.
—¿Visión quiere algo? ¿Un poco de aceite? —Dijo Pietro con una sonrisa.
—¡Pietro! —Lo regañó Irina sin evitar sonreír.
—No gracias, así estoy bien —Dijo Visión tomándoselo con diversión.
—¿Enserio no puedes comer nada Visión? —Preguntó Irina curiosa.
—No, no tengo un sistema digestivo como ustedes —Dijo Visión.
—Una vez en Westview se tragó un chicle y... —Dijo Wanda.
—¡Vi el capítulo! —Interrumpió Irina con una sonrisa —Parecía ebrio.
—Si, entonces supongo que sucederá lo mismo o algo peor si como algo —Dijo Visión.
—Bueno ahora si —Dijo Pietro llevando los platos al comedor —¡A comer nuestro delicioso pollo!
Todos se sentaron en el comedor y disfrutaron del almuerzo entre anécdotas, Irina y Pietro contaban los lugares que visitaron en Santorini mientras Wanda y Visión contaban que había pasado en el resto de la fiesta cuando ellos partieron. Después de eso siguieron revolviendo memorias contándole a Visión las travesuras que hacían de pequeños.
—¿Seguros de que no eran un dolor de cabeza para la directora? —Dijo Visión con una sonrisa.
—Por el contrario, éramos los favoritos —Dijo Pietro con orgullo.
—Mary siempre nos premiaba con chocolate —Dijo Wanda.
—Hablando de chocolate... —Dijo Irina —Wanda... ¿Qué te parece si intentamos imitar la receta de Mary?
—¿Tienes lo que ella usaba? —Preguntó Wanda con una sonrisa a lo que Irina asintió —Intentémoslo entonces.
—Mientras tanto nosotros... ¿Te parece bien una partida de ajedrez Pietro? —Dijo Visión.
—Si ¿Por qué no? —Contestó Pietro con una sonrisa.
—Ten cuidado Vis —Advirtió Wanda —Acostumbra a acusarte de hacer trampa.
—Ya cambié hermanita, te lo juro —Dijo Pietro con una sonrisa.
Irina y Wanda fueron hacia la cocina para intentar hacer el delicioso chocolate de Mary, Irina sacó los ingredientes mientras le indicaba a Wanda donde estaban los recipientes; prepararon la mezcla con las medidas que creían eran las correctas.
—Son dos tazas solamente —Dijo Wanda evitando que Irina echara la tercera taza de chocolate en polvo.
—Estoy segura de que son tres —Insistió Irina.
—¡Quedará muy dulce! —Dijo Wanda.
—Y si le echamos solo dos quedará simple —Dijo Irina.
Wanda pensó un momento y terminó por dejar que ella echara la tercera taza, se quedó pensativa unos minutos mientras Irina ponía la mezcla al fuego, esta al notar esto le pidió revolver el chocolate.
—¿Qué tienes? —Preguntó Irina al lado de ella —¿Te sucede algo?
—No es nada, déjalo así —Dijo Wanda.
—Cuéntame —Dijo Irina —Se que hay algo.
—Es que... —Comenzó a decir Wanda —Extraño a mis gemelos.
—Claro, son tus hijos como no los vas a extrañar —Dijo Irina pasando una mano por su hombro en tono de consuelo.
—Y si pudiera hacer algo para traerlos de vuelta lo haría a como dé lugar —Dijo Wanda con su voz temblorosa.
—Lo sé, lo sé —Dijo Irina viendo como sus lágrimas comenzaban a salir.
—Pero sé que nunca sucederá —Dijo Wanda.
—Ey —Dijo Irina tomándola de la mano —Nunca digas nunca.
Wanda sonrió levemente mientras Irina repetía el gesto, Pietro entró a la cocina de imprevisto y Wanda solo dio la espalda para limpiar sus lágrimas mientras Irina la cubría.
—Al parecer soy el más malo en la historia del ajedrez —Dijo Pietro.
—¿Por qué lo dices? —Preguntó Irina caminando hacia él con una sonrisa.
—Visión me ganó tres veces —Dijo Pietro.
—Pero tus jugadas son buenas —Dijo Visión entrando con él —No te sientas completamente mal.
—¿Ves? —Dijo Irina.
—¿Qué tal va ese chocolate? —Preguntó Visión acercándose a el fogón tomando levemente a Wanda por la cintura.
—Ya pronto estará —Dijo Wanda sin dejar de revolverlo.
—Oye ya es mi turno de revolverlo —Dijo Irina.
Wanda cedió el puesto y volvió con los otros dos a la sala donde colocaron música suave para ambientar un poco el lugar. Cuando el chocolate por fin estaba listo Irina apago el fuego y sirvió tres tazas, llamó a los gemelos para que fueran por la suya y estos corrieron para probar.
—Vamos a ver que tal quedó —Dijo Wanda.
Los tres tomaron al mismo tiempo y saborearon por unos segundos.
—Si eran dos tazas —Dijo Irina haciendo que los otros dos rieran.
—Pero no quedó tan dulce —Dijo Pietro
—Pero hay que admitir que el de Mary es un poco más suave —Dijo Wanda.
—Recuérdame a la próxima, obedecerte si o si —Dijo Irina tomando otro sorbo.
Poco a poco las horas pasaron y la noche llegaba, prepararon la cena juntos y cenaron mientras veían en la televisión un show de los que tanto le gustaban a Wanda, se quedaron hasta a eso de las diez de la noche y partieron felices de vuelta a su casa.
—La próxima visita será de nosotros a ustedes —Dijo Pietro despidiéndose con la mano.
—Los esperamos por allá —Dijo Visión con una sonrisa antes de subir al auto.
Wanda tocó la bocina varias veces y manejó lejos de la casa, camino hacia la suya, Pietro e Irina se quedaron observando hasta que el auto desapareció de sus vistas, Irina se acercó más a él y lo tomó de la mano para entrelazarla a la suya y abrazarlo levemente, Pietro le dio un beso en la cabeza y caminaron de vuelta a la casa.
—Apaga las luces —Dijo Pietro tomando unos dulces de la mesa caminando hasta el jardín.
Irina confundida las apagó y cuando todo estaba a oscuras vio como por la ventana se podían apreciar las estrellas brillar, la brisa era fría así que decidió sacar una manta al jardín, Pietro al verla salir la atrajo rápidamente hacia el haciendo que se sentara en sus piernas, Irina rio y se envolvió junto con el con la manta.
—Mira que hermosa noche —Habló Pietro abrazándola mientras miraba al cielo.
—Si, siempre son bellas —Dijo Irina posando su cabeza en el hombro de él.
Se quedaron en silencio por algunos minutos solo haciendo eso, mirando las estrellas, en todo ese tiempo se había convertido en sus hobbies favoritos, Pietro destapó la bolsa con los dulces y los ofreció a ella, Irina tomó uno y lo envió a su boca; un suspiro grande salió de la boca de Pietro haciendo que Irina lo observara con curiosidad.
—¿Qué sucede? —Preguntó ella en casi un susurro.
—Lee mi mente y lo sabrás —Contestó Pietro en voz baja también.
—Sabes que no me gusta hacerlo con las personas cercanas a mi —Dijo Irina.
—Entonces te lo diré —Dijo Pietro desviando la mirada hacia ella quedando frente a frente a pocos centímetros —Soy feliz Irina, en este momento no me puedo sentir más satisfecho, cómodo y completamente vivo.
—Se lo que se siente —Dijo Irina con una sonrisa —Porque yo siento lo mismo, Te amo Pietro y te amaré hasta que el universo deje de existir.
—Leí en algún lugar que Van Gogh tenía un amor inigualable hacia las estrellas —Dijo Pietro —Pues yo te amo más que él a las estrellas.
Irina se sonrojó un poco y solo quedó en silencio observando aquellos ojos azules que más amaba.
—Te amo y nunca me cansaré de decirlo —Dijo Irina.
—Yo también te amo mi amor —Dijo Pietro tomándola suavemente de una mejilla —Porque tú siempre serás mi estrella.
Irina acortó la distancia entre ambos con un beso lleno de amor, y por primera vez lograron conservar aquel sentimiento que los completaba por más de un minuto, eran felices, habían logrado rebasar todas las dificultades que el destino les puso, era un amor del más puro y bonito que perseveraba cada vez más y hacía que para ellos todo fuera mejor.
Fin.