Taehyun cargaba a Kai hasta la entrada de la puerta por puro arrepentimiento, Hueningkai ya le había dicho que no pero no le gustaba que estuviera enojado con él y aunque tuviera que hacer hasta lo imposible por su perdón, el no dudaría en hacerlo.
—¿Sigu-
—Shhh— Kai lo silencio y comenzó a caminar hacia el sofá, sentándose y palmeando a su lado —Ven.
Tae asíntio y cerró la puerta, dejó las llaves colgadas y se sentó junto a Kai, que acomodaba un cojín en su espalda.
—No estoy enojado por qué te hayas peleado, no soy quién para decirte que no pelees cuando yo lo hago más que tú— Empieza Kai, mirándolo a los ojos Tae desvía la mirada porque simplemente le es imposible sostener el contacto visual con el menor —Pero no me gusta afectar a las personas, Taehyun tú lo sabes mejor que nadie, por ningún motivo quiero que terceros se vean afectados por mi culpa.
Joder, Tae lo sabía, lo sabía mejor que nadie más su amor por el menor ignoraba eso, de sólo recordar las palabras dichas por el tipo a quién ni siquiera le vió la cara sino hasta que había logrado darle unos buenos puñetazos.
“—Es sólo una perra que vive del sexo— Pronunció el tipo mientras caminaba hacia los baños con las manos en los bolsillos y riéndose a carcajadas como un marinero —Eso si, tiene un trasero enorme que dan ganas de morder lo hasta q-
Y Taehyun no lo dejó terminar porque sus piernas se movieron solas y sólo se detuvo cuando los amigos del tipo vinieron y lo alejaron.
Sintió celos de que mirarán a Kai de esa forma, tan lasciva, Hueningkai casi ni volteaba a mirar a los de la escuela para no tener problemas, y después se enteró que el tipo ya llevaba rato diciendo cosas como esas de varios estudiantes.
Había salido de la dirección con un papel en la mano y su mochila colgada del hombro cuando fué interceptado por unas chicas quién le agradecieron haberle dado una paliza al tipo y se ofrecieron a limpiar sus rasguños.
Por que si, Taehyun tenía tan bien agarrado al tipo que éste sólo pudo hacerle algunos rasguños en brazos y cara, además que Tae se lastimó los nudillos.
Taehyun aceptó, no quería que sus heridas se infecten y no tenía tiempo de ir a la casa, debía ir por Hueningkai.
Mientras las chicas le ayudaban se acercaron otros estudiantes preguntando si estaba bien y con algunos chocó los puños en señal de agradecimiento.
O al menos eso entendía.
Se despidió de todos y le agradeció a las chicas para después correr hacia el estacionamiento.
Eso fué lo que sucedió.
—No importa lo que digan de mí, son sólo palabras de gente insoportable, no tienen nada de valor —Continuo Kai mientras sostenía una mano de Taehyun, acariciando suavemente —Los golpes sanan y las heridas cicatrizan, los moretones desaparecen, no hay de qué preocuparse cuando se trata de mi Tae, ¿Recuerdas? Yo puedo con todo.
—No me gusta que tomes tus problemas cómo si no fueran nada, como si no estuvieran ahí— dijo Tae ahora siendo él quién tomaba de las manos al menor — Yo también me preocupo por ti.
Hueningkai sólo asíntio, revolviendo el cabello al contrario y levantándose.
—En fin, toda tu semana de suspención harás el desayuno, la comida y la cena, lavarás la ropa, los platos y el piso— dictó Hueningkai caminando hacia su habitación, tenía tareas y no se iban a hacer solas
—Aunque no soy ningún sirviente — susurra Tae y acomoda algunas cosas de la sala.
Soobin sentía falta de azúcar en su cuerpo, por lo que se tomó un descanso y salió de su oficina.
—Regresaré luego Beomgyu-ah, ¿Tengo planes para hoy?— pregunta recargandose en el escritorio del menor.
—Nada por hoy, justamente iba a decirle eso— Dice rascándose la nuca y sonriendo.
—No te preocupes, en fin me voy, nos vemos mañana— se despide agitando la mano y toma el ascensor mientras piensa qué quiere comer.
Su mente divaga por el mundo de los postres, tal vez pastel de oreo o mejor, tiramisú, ¡O aún mejor! Brownies.
Pero.. ¿A dónde?
Rápidamente su mente le responde.
No seas tarado, ¡Obviamente con ningnig!
Soobin asiente rápidamente a la par en que se abren las puertas del ascensor, todo estaba desolado ya que todavía no era la hora de comer.
Salió del ascensor y...
—¡BOOO!— grita Hueningkai y Soobin chilla asustado, el contrario aríe leve porque, recordemos que tiene una fractura. —Lo siento Hyung pero no se me ocurrió otra cosa para llamar tu atención...
—Ning, no necesitas asustarme para llamar mi atención— Dice Soobin todavía recuperándose del susto —Con tu mera presencia es bastante.
Hueningkai sonríe y Soobin ve que tiene el uniforme escolar.
—Traje brownies y malteada de vainilla~— canturrea Kai señalando la mochila que traía en los hombros y Soobin jamás había tenido tantas ganas de abrazar a alguien.
¿Será este mi ser amado?
—Hueningkai ha de cavilar mucho en mi que hasta sabe lo que estoy pensando— dice tomando de las mejillas al menor y acaricia suavemente —Tan lindo~
Kai traga duro, estaba comenzando a sentirse nervioso y su única salvación fué esta...
—¿Sabe qué? Olvídelo, los comeré yo solito— dijo separandose y caminando por dónde vino con una mueca en su rostro, Soobin ríe y se apresura a estar al lado de Kai.
—Ouwww, mi lindo Hueningkai se pone nervioso cada vez que está con su apuesto hyung~—habla el mayor recargandose en el hombro de Kai haciendo que se detuviera.
—¿Quién es apuesto?— pregunta Hueningkai volteando a verlo, sus rostros quedando cerca y Soobin sonríe, los hoyuelos haciéndose presentes y no pasando desapercibidos por el menor —No veo a alguien así por aquí.
—Tal vez debas ver más de cerca— susurra Soobin y Hueningkai levanta una ceja.
—¿Así?— dice acercándose sólo un poco, queriendo poner nervioso al mayor y lo logra porque ve a Soobin quedar pasmado. —O mejor... ¿Qué tal así?
Y acto seguido, Hueningkai junta sus narices, acaricia la contraria con cariño y Soobin piensa que podría desfallecer ahí mismo.
Hueningkai era tan irresistible.
—¿Irresistible cómo los brownies? Se me está complicando la tarea de ignorarlos— musita Kai.
—Oh..-—
Ning ríe y asiente —Lo dijiste, lo hiciste.
Oh dios, Soobin debería aprender a controlarse.
—Bien...— habla Kai de nuevo, tomando entre sus manos la corbata del mayor y jugueteando con ella —¿A dónde deberíamos ir?
Hueningkai alza el rostro mirando al mayor a los ojos y sonriendo ligeramente,Soobin es tan malo ocultando sus emociones que Kai no ignora el hecho de que sus orejas y mejillas están de color carmín.
Eso le gustaba.
—A dónde tú quieras, ningning— alienta Soobin, despojando de los hombros del menor la bonita mochila color blanco.
—Creo que sería buena idea comer al aire libre...—elige Kai y el mayor asiente.
—Déjamelo a mi — dijo y llevó al menor a su coche, Hueningkai no iba a mentir que el roce de su piel con los asientos de cuero le hizo estremecer y el rugido del motor en cuanto salieron del estacionamiento se volvió su sonido favorito.
Porque claramente no todos los días te subías a un Ferrari 458 Italia, simplemente era despampanante.
—Gracias por lo de hoy, hyung— dice Hueningkai cuando ya están cerca de su apartamento, eran aproximadamente las 7:45 de la noche y no sabía porqué pero el mayor se veía más apuesto de noche.
—No fué nada, ning— dijo Soobin aparcando el coche, se quedaron un rato en silencio hasta que Hueningkai carraspeó
—Ehm.. bueno, ¡Qué tenga linda noche!— dijo bajando del auto, la sonrisa que tenía en el rostro se desvanecido en cuanto dió la vuelta y escuchó al automóvil alejarse. —Estúpido.
Fué lo que musito al entrar al edificio, y no, no se lo decía a Soobin sino a él mismo.
En su mochila tenía el resultado de su exámen de química, remarcado por cortesía de su maestro.
9
Muchos se alegrarían de haber sacado esa calificación tan alta, teniendo en cuenta que la calificación máxima era de 10 pero ese no era el caso de Hueningkai.
Se había esforzado, esta vez sí que se había esforzado estudiando cosa que casi nunca hacía, escuchó atentamente a la profesora en cada clase y entregó sus tareas de forma eficiente.
No creía posible que él, Él, hubiese tenido esa calificación.
Iba a reclamar pero no lo hizo, tal vez con eso aprenderia a no cometer más errores, caminaba con furia por las escaleras.
Así que era su problema si subía a la azotea, se sentaba en el borde y sacaba la cajetilla de cigarros de su mochila, tomó uno y lo encendió.
Inhala y exhalaba pesadamente, dejando que el humo se extendiera y se desvaneciera frente a sus ojos.
Era su maldito problema si estaba obsesionado con sus notas, su cuerpo y su futuro.
Sólo suyo.
Ignoró las llamadas entrantes de Taehyun pero mandándole un mensaje diciendo que estaba bien y que se fuera a dormir, apagando el teléfono y guardando el aparato en su mochila.
Se levantó y admiró la altura que el edificio tenía, un recuerdo en su mente se hizo presenten olvidándose que estaba al borde del edificio y no se resistió a entender los brazos, el viento era frío y acariciaba su rostro calladamente mientras sostenía el cigarro con su mano.
—¡Hueningkai!— escuchó un grito pero estaba tan sumergido en la sensación que el viento y la altura le provocaba que lo ignoró por completo.
Sintió ser jalado del cuello de su camisa y caer hacia atrás, su cigarro volando en el aire frente a el, alguien lo abrazaba fuerte y temblando, pronto sintió pequeñas gotas de agua comenzar a caer desde el cielo.
—¿Por... Porqué?— susurró entre hipidos la persona detrás de él, la voz la conocía así que giró su cabeza.
Era.. ¿Soobin?
Pero, ¿Cómo?
—Hola— saludó Kai y el mayor lo abrazó por el cuello, rompiendo en llanto.
Hueningkai sólo podía mirar sin reacción, su mochila y ropa se estaban empapando, el cabello de su frente le cubría más los ojos.
Los espasmos por el llanto de Soobin estaban presentes, moviendo su cuerpo, Hueningkai miraba el cielo, bueno, lo que podía ya que el agua de la lluvia le estorbaba.
Estaba en problemas.
Estoy triste así que no hay nota.
¿Están bien? Manténgase segur@s y san@s.
—Gyeommki—