Cuando conocí a Ken, supe que seríamos los mejores amigos del mundo.
Imaginé que llegaríamos a compartir habitación en la universidad.
Que tendríamos citas dobles con nuestras novias.
Que iríamos a jugar fútbol los sábados.
Simplemente, que seríamos los mejores amigos.
Pero valla vida, nos jugó chueco, y cambió mis planes.
Cambió mi perspectiva de él, y lo que realmente quería.
☁️>>Un mes atrás<<☁️
Era el comienzo de las vacaciones de invierno. Lo recuerdo bien.
Recuerdo que era una noche fría e iluminada por la luna, y las luces de la ciudad.
— Prepara el trasero, tendremos una fiesta
Es lo que recuerdo también.
Se llegaron las ocho en punto, y Ken pasó por mi en su motocicleta.
Era costumbre que siempre íbamos ambos en esa vieja Harley negra. Era como la hija de Ken. Siempre la cuidaba, le daba mantenimiento, no dejaba que nadie más que yo, la montara. Y claro, un par de chicas también.
Por que según él, "perdería su encanto".
Luego de unas horas, habíamos llegado a la playa, a las orillas del país, donde sería la fiesta.
Había muchos compañeros de la universidad, y unas chicas espectaculares.
Tan pronto como bajamos de Lyn, -como se llamaba aquella motocicleta- casi que corrimos a dónde había un par de chicas ,algo mayores que nosotros, debo decir.
Quizá un par de años, tal vez dos.
Tomamos asiento junto de ellas, pedimos una cerveza, y comenzamos una plática sin tema.
—¿Así que son de primer año?— pregunto la rubia
—Asi es, mi amigo y yo, somos de primer año— Tomó mi hombro, demostrado cuan unidos éramos
—¿Solo son amigos? Parecen algo mas— mencionó la pelirroja, soltando una risilla chillona
—¿¡Que dices!? ¡Claro que somos amigos!— y su brazo se despegó de mi hombro. —Somos hombres, y hemos sido amigos desde la secundaria, eso sería raro
Mi sonrisa había desaparecido, inconcientemente solté un suspiro.
—¿Estás bien, Math? Estás algo pálido
—¿Eh? Oh, si, estoy bien, solo que... — desvíe la mirada a mi tarro, viéndolo vacío. —¡Disculpe! ¿Podría rellenar esto?
El hombre de la barra, tomo mi tarro, llenándolo hasta el borde de alcohol, agradecí y volví a la conversación.
—Me preocupaba que ya no había cerveza en mi vaso
—Que bueno que sea eso, estaba a punto de ir por Lyn, y llevarte a casa antes de que mueras aqui— soltó una risa, pasando por alto el mal chiste que dijo
—¿Lyn es tu novia?
—No, Lyn es mi motocicleta
—¿Le tienes nombre a una motocicleta? Si que eres raro
Las chicas reían, porque, ¡Vamos! Admitamos que es extraño el nombrar una motocicleta, pero era lindo a la vez, a mi me lo parecía.
—Bueno, la tengo desde que me hice amigo de Math, en la secundaria. Así que le tome cariño a esa hojalata ¿Porque no ponerle uno?
Y era cierto.
Esa "hojalata", había sido la primera cosa de la que me sentí celoso con mi mejor amigo.
Había comprado esa Harley, con los ahorros de tres años en mesadas, y ganancias en un trabajo de medio tiempo.
Fue su primer compra responsable.
Y fue la primer cosa, que le costó el usar un yeso por tres meses.
Pero aún así la amaba, incluso más que a las chicas.
☁️☁️☁️
Estaban por caer las doce de media noche.
El cuarteto de chicos estaban tan ebrios, que no tenían idea de cómo habían llegado al dormitorio.
O bueno, solo dos de ellos lo estaban.
—¿Deberíamos beber más, y jugar un poco?— Sonrió coqueta, hablando con un tono seco, pero seductor
Yo no entendía muy bien, estaba demasiado borracho, como para hacerlo.
—¡Seguro! Tengo una botella de whisky escondida... por ahí— señaló en dirección a un librero viejo. —Iré por ella
Se levantó torpemente, casi se caía sobre la mesa, pero logro llegar y volver a salvo, con el whisky en manos.
—Bien, dejémonos de juegos de niños, y hagamos algo de adultos
Miró a la rubia, y sonrieron cómplices, asintiendo con la cabeza.
—Juguemos un juego de mesa...
—¡Aburrido!
—Déjame explicar. Bien, el juego consiste, en no dejar caer las piezas. Si una se cae, tomarán un shot de whisky
—Si caen dos piezas, habrá un reto— continúo la rubia
—Pero si se caen tres o más piezas, se quitarán una prenda
—¿Aceptan el juego?
Nos veían con una sonrisa ladina, estábamos ebrios, así que ¿¡Cómo no aceptar!?
Serví los tragos en esos pequeños vasos de vidrio, dando a entender que jugaríamos.
—Bien, lo armaré
La torre de Jenga fue armada, con algunas trampas de por medio claramente.
Arrojé el dado, -que indicaba el color que se debía quitar-, salió rojo, así que busque con la mirada, un bloque que no estuviese apretado, para no derribar nada.
Al encontrarlo, lo deslice despacio. Y dio éxito, no derribe nada, así que había empezado bien.
Kia -la rubia-, arrojó, saliendo color azúl. Debía quitarlo, y con suerte, algunas piezas caerían
Y tuve razón, cayeron cinco piezas, así que debía retirar una de sus prendas.
Mi primer pensamiento, fue que quitaría su blusa, y nos dejaría apreciar su pecho y abdomen.
Pero me equivoqué, ella retiró sus calcetas, dejando ver unos dedos con las uñas de un color blanco y detalles rosados.
Fue el turno de Jane -la pelirroja-, quien debía retirar un bloque verde, pero una pieza cayó, así que debía beber.
—¡Rayos! Este es un buen whisky— dijo tragando jugo de limón, después de haber bebido el alcohol
Finalmente, llegó el turno de Ken. Arrojó el dado, y este indicó el color amarillo. Sacaba el bloque con buen pulso, pero al último estirón, cayeron dos piezas.
—Sabes lo que significa, tendrás un reto
—De acuerdo, solo díganlo y lo haré
Kia susurró algo al oído de Jane, y está nos miro sonriendo.
—Bien, tu reto es: ¡Tienes que besar a Math, por diez segundos!
—¡No! Estás loca
—Las reglas dicen que debes tener un reto, y ese es tu reto. Si no lo haces, uno de los jugadores deberá revocar su castigo
—Y sé que no quieres que ponga mis calcetas. Más bien, quieres que quite mi blusa ¿Me equivoco?
Ken negó, pero aún así no estaba de acuerdo en cumplir su castigo, y yo mucho menos.
—Si no quieres hacerlo, entonces no jugaremos más— Dijo poniéndose de pie
—¡No se vallan! Esta bien, lo haré. Después de todo, somos amigos, ¿Que tan malo puede ser?
Si ¿Que tan malo puede ser?
No es como si se fuera a enamorar de mi ¿Verdad?
Porque ¡Vamos! Sería estúpido.
☁️✨ Volví absasbsbs, aunque no sé cuándo me iré de nuevo, pero hay que disfrutar mientras dure. ✨☁️