Los gritos se inundaron en las gradas cuando un muchacho del otro equipo fallo al patear la pelota por el arco. La hermana de Harry gritaba acompañando a las otras personas que también lo hacían, eran palabras repugnantes y morbosas ante tal patético fallo.
- ¡¿QUE TE PASA IDIOTA?! ¡TENIAS EL BALON EN TU NARIZ! ¡Esto es una porquería!
Él quería bastante a su hermana pero esta vez no soportaba lo que ella estaba haciendo y diciendo, no le gustaba su actitud y en la posición que se ponía frente a este partido de futbol. Harry la visualizo como si ya no fuera su hermana, esta vez la imagino como si fuese un hombre gordo, hebreo, con un vaso de cerveza en la mano que gritaba por cualquier estupidez que pasaba en su delante.
- ¡Gemma! -Harry le llamo la atención haciendo que su hermana se sentara.
Gemma se sentó ocupando su propio asiento en las gradas, era aburrido para Harry tener que ver al novio de Gemma jugar de lo más pésimo que podía, sentía sus ojos pesar cuando transcurría el tiempo en la cancha, pero no podía dejar que sus ojos lo vencieran, tenía que cuidar a su hermana de ese tipo, el no confiaba mucho en Brian por tales rumores confirmados.
-Vamos, Vamos -Gemma contemplaba a su novio jugar, dándole ánimos tras susurros- ¡Ya lo tienes! -Grito, al darse cuenta que tenía el balón.
-No sé qué le ves de interesante a Brian...
Harry estaba totalmente aburrido de lo que veía a su alrededor, si fueran otros jugadores seria emocionante, pero, lamentablemente está en la realidad, y era su momento de sufrimiento de unos minutos.
-Él -Gemma musito- es un chico maravilloso, es muy atlético y en su vida no puede estar ni un minuto sin el Gimnasio, lo amo.
El viento ya empieza a soplar con unas cálidas brisas refrescando un poco el día caluroso. Unos cuantos mechones del cabello de Gemma flotaron cuando chocó contra su cara. Harry la miro como si estuviese buscando algo en ella.
-Él es un patético ¿no te das cuenta las cosas que te esta ocultan...
-Le tienes envidia -Gemma había interrumpido a Harry mientras prestaba atención a su novio.
-No le tengo envidia, más bien, me da asco verlo y ver que él es tu novio -sito, Harry hizo una acción de asco a su comentario.
- ¿Asco? Como te va a dar asco esa cosita tan linda...
El hizo una mueca a su terquedad, ella se estaba cerrando totalmente a lo que Harry le estaba diciendo, todos en la escuela no confiaban en Brian, las chicas tienen miedo a lo que el novio de Gemma podía hacer, ya nadie se le acercaba, pero, ¿Cómo Gemma se le acerco? Fácil, lo conoció en una fiesta de un amigo que tenían en común, conversaron entre copas hasta hacerse muy íntimos. Fue un día en el que los padres de estos hermanos estaban celebrando su aniversario de bodas tras un viaje de una semana, dejándolos solos al cuidado de la casa. Harry se arrepentía al dejar salir a su hermana a esa fiesta, ahora tenía que estar en los lugares donde Gemma se encontraba, y, era muy incómodo.
Un chico castaño que salió a la cancha reemplazando a otro jugador de su equipo, robo la pelota del equipo rival para pasársela al otro jugador de su mismo equipo, el chico castaño no deja de robar también la atención de Harry, sus pupilas estaba totalmente dilatadas cuando una gota de sudor se deslizo por su mandíbula.
Harry dio un vistazo a Brian y miro su uniforme, era el mismo que el del castaño, sacudió la cabeza para volver a la realidad.
Miro a su hermana que estaba atenta a los movimientos de Brian mientras movía su boca, pero no escuchaba nada de lo que decía, cuando paro de hablar, Harry no sabía que responder
- ¿Hablas de tu novio? -dijo dudoso.
-Por supuesto.
-No, esa cosa para mi es repugnante.
El silbato sonó indicando a los jugadores que su tiempo ya había acabado, todos los chicos salieron de la cancha aproximándose al entrenador, Brian acompaño al grupo y el castaño también lo hizo pero por unos minutos y se salió de la conversa para caminar junto a una chica de cabella castaño y ondulado. La hermana de Harry, Gemma, se levantó y empezó a bajar las gradas.
- ¡Oye! ¿A dónde vas?
-A estar junto a Brian ¿vienes? -Harry se la quedó mirando mientras que su hermana esperaba su respuesta con los brazos cruzados y una ceja levantada- ¿Vienes? -volvió a preguntar.
Harry solo la miraba con el ceño fruncido, él no quería mirar a Brian, ni tampoco quería que su hermana corriera peligro.
-Si -dijo apenado- iré contigo.
Su hermana sonrió, y junto sus manos para celebrar en su interior el comentario de su hermano. Le agarro de la mano y lo guio hacia el grupo de jugadores que estaban conversando sobre, quizás, por el partido.
El castaño aún estaba junto con la chica de cabello ondulado, se notaba con claridad que ambos estaban teniendo una pequeña discusión.
-Harry -su hermana llamo su atención haciendo que sus ojos se fijaran en Gemma- te va a encantar, de seguro tú y Brian, hoy, se llevaran bien y mantendrán una conversación. Y posiblemente así, juegues futbol tú también y que Brian en un futuro sea tu instructor.
Harry no prestaba la más mínima atención a lo que su hermana le estaba diciendo, solo miraba como discutían aquellos adolescentes, por su mente pasaban preguntas que ni su hermana podían responder "¿Quién era ella? ¿Serán hermanos?" pero la pregunta que no salía de su cabeza cuando lo vio jugar era "¿Cómo se llamara ese chico?". Dicen que cuando encuentras al amor de tu vida, el mundo se detiene para que te dé un momento de poder verlo o verla mejor, estudiar sus rasgos para que después de la búsqueda, no se te extraviara.
Harry sintió un pequeño peñisco en su mano que le hizo volver a la realidad, los jugadores que antes estaban en una conversa con su entrenador se estaban encaminando a darse un buen baño, para sacar cualquier mal olor que les causo aquel partido. Volvió su miraba al lugar donde estaba el castaño, percatándose de que había desaparecido, pero, la chica con quien discutía aún seguía ahí, parada en el mismo lugar tecleando en su celular con los lentes de sol puesto.
-Iremos a las duchas.
- ¿Qué? -comento Harry haciendo que sus sentidos volvieran a su hermana con los ojos adormilados.
Gemma lo vio desconcertada por su comentario, entrecerró los ojos buscando que le pasaba a su hermano, y sonrió.
-Te gusta esa chica ¿verdad? -dijo mirando disimuladamente a Eleanor.
Harry volteo a verla, la chica aún seguía tecleando es su celular.
-No -dijo algo seco.
Gemma levanto los hombros para ignorar su pregunta y la respuesta que Harry le dijo. Siguieron caminado hacia las duchas donde su novio estaba... Esperen, ella era una chica y no podía entrar a los baños de hombres, ya que le pondrán una falta y la verán como una intrusa mañosa y pervertida.
"o no..." dijo Harry en su cabeza al haberse ofrecido para acompañar a su hermana.
Caminaron adentrándose a donde estaban los casilleros de los jugadores, se escuchaba las llaves de las duchas y las gotas de agua golpear contra el piso.
En estos momentos debo de estar preparándome para presentar mi cuadro en el museo de la cuidad, es el primer cuadro que dejo ver al mundo. Esto para mí era una pérdida de tiempo.
-Harry -Gemma llamo a su hermano para que se sentara en la banca, él se sentó- ¿y cómo vas en el cuadro?
Harry rodeo los ojos ante su pregunta, en estos momentos él debía avanzar aún más su trabajo, estaba muy nervioso respecto a cuantas personas irían. Harry agradecía muchos al director de la escuela de Bellas Artes, si no fuera por él, no se estaría preparando para presentar su cuadro en un museo.
-Avanzando -dijo apretando los labios.
El ruido de las duchas eliminaba cualquier tensión que había. Gemma suspiro.
-Lo harás bien, estoy contigo -puso la mano en el hombro de Harry- y mamá también lo estaría -Harry la sonrió por aquellas frágiles palabras- como se llamara tu cuadro.
-No te lo diré, para saberlo tienes que ir al museo el viernes.
-Pensé que era el domingo -su hermana estaba muy avergonzada- entonces, solo falta 2 días para tu exposición. ¿Nervioso?
Harry miro a Gemma con algo de duda.
-Solo un poco.
El ruido de las duchas aún seguía escuchándose, pero solo esta vez con más fuerza.
- ¿Qué hacemos aquí? -pregunto Harry.
-Brian me escribió que lo esperara aquí después del partido.
Se escuchaban risas provenientes de las duchas, y algunos jugadores salían de allí para los vestidores que solo era una puerta. Los chicos salían por par, jugando con la toalla y algunos corriendo con una enorme sonrisa.
Harry pensó que lo que hacían los jugadores al salir de la ducha era lo más patético que vio, se comportaban como niños que se les zafo un tornillo.
Brian se acercaba a Gemma con el trozo cubierto, su cabello aún seguía mojado, las gotas humedecían los hombros de Brian con una sonrisa que no salía de su rostro.
-Hola Querida -dijo Brian cuando se acercó a donde Gemma estaba- espérame un rato más y nos vamos al lugar -le guiño un ojo.
Gemma estaba totalmente cegada cuando Brian la vi con esos ojos azules, mientras que Harry no trataba de explotar delante de esos tontos jugadores.
-Harry -Brian lo llamaba- ¿Dejarías a tu hermana salir conmigo a alguna parte hoy?
-No.
Harry volvió de nuevo su mirada a la puerta. No quería saber nada de Brian o las salidas que le proponía a Gemma.
-Harry -Gemma le susurro- Por favor, además, no será muy lejos.
-No quiero encubrir de nuevo tus salidas nocturnas.
Brian aún seguía parado esperando una respuesta de los hermanos. Harry miro a Brian una vez más y le dijo con seriedad.
-No. punto. No dejare que salgas con mi hermana otra vez.
Brian levanto los hombros ignorando la respuesta de Harry, encaminándose a los cambiadores.
-Harry, ¿Cómo puedes hacer eso? Te comportas igual que papá.
Gemma se paró de la banca en el que estaban sentados y camino hasta salir del lugar.
Harry se quedó solo, allí sentado, mientras que los jugadores acumulaban el lugar palabras tras palabras. Apretó sus labios haciendo que estos tornaran de un color pálido, por su cabeza pasaban aquellos momentos en el que su vida era más fácil, sin haberse topado con Brian, sin que su hermana lo conociera. Le gustaba más la Gemma de corazón frio, la chica que no tenía miedo a decirte lo malo de ti, y te comentaba el verdadero lado oscuro del mundo. Era muy centrada en lo que era historia y aquellos pequeños pensamientos verdaderos.
Harry suspiro cabizbajo, solo miraba como sus zapatillos estaban totalmente desgastadas por tanto tiempo que los uso.
-Louis -Harry levanto su cabeza, buscando aquella voz que lo despertó- amigo donde estabas...
Un chico de cabello negro, que solo tenía sus pantalones puestos y se estaba preparando por aquella camisa que cubriría su pecho, se notaba muy sonriente por la llegada de su amigo.
-Lo lamento.
El chico castaño se estaba acercando con paso lento al de cabello negro, era el mismo que hace unos minutos atrás estaba en una completa discusión con la chica del celular y los lentes de sol.
-Louis, por favor. Sonríe, todo saldrá bien.
- ¿Cómo lo sabes Daniel? Si todo lo que hago, lo hago mal.
Harry miraban y escuchaba con atención a la conversación que aquellos chicos tenían.
Daniel le sonrió y le dio unas palmaditas en la espalda, avisándolo que se quedaría solo, Brian cogió su maletín que estaba en su casillero y se fue. Las conversaciones del equipo no se agitaban al trascurrir el tiempo. Louis suspiro, aún estaba sudado con la ropa del equipo, se encamino desanimado a las duchas. Harry solo observaba a aquel chico dolido, apretó sus labios tratando de concentrarse en otra cosa pero le era imposible, era como si todo el control de su cuerpo había desaparecido.
- ¡Harry! -un grito proveniente de la puerta de entrada lo despertó- Harry... -aquella voz se acercaba con pasos firmes y audibles al enorme ruido que había.
Harry volteo a la puerta, no podía ver quien era la persona que lo llamaba, la luz que entraba le había cegado los ojos.
-Harry.
Harry se estaba frotando los ojos, cabizbajo, antes de ver quien era aquella persona.
- ¿Si?
-No lo vas a creer -la voz era femenina, y se le hacía muy conocida para Harry.
-HAAAAAAAAAAA! UNA CHICA -grito un jugador.
-SI, SOY UNA CHICA, QUE GRAN DESCUBRIMIENTO
Harry parpadeo cabizbajo, podía ver un poco pero algunos puntos negros le estorbaban.
-Harry -se escuchaba impaciente. Harry la miro y le sonrió, no podía verla bien, pero si escucharla- Mi padre me dio permiso para ir a tu exposición.
-Genial Lauren, ahora sí que estoy más nervioso
Ella sonrió. Lauren había hecho mucho esfuerzo para que su papá le diera permiso, ella de verdad amaba su talento.
Harry le hizo una señal para que se sentara en el banco.
-Lauren, ¿cómo sabias que estaba aquí? -Harry la miro dudoso.
-Tu hermana me lo dijo. Estaba buscándote ni bien termino el reforzamiento de matemática, corrí por toda la escuela y trataba de llamarte, pero no contestabas. Cuando me iba ya a rendir e irme a mi casa, vi a tu hermana besuqueándose con su novio, y me dijo estabas tú aquí, creo que estaba algo enojada por haberla interrumpido.
Harry tenía los ojos muy abiertos cuando escucho que su hermana estaba besándose con Brian, no era raro ya que eran pareja, pero le molestaba tanto. Tenía miedo a lo que su novio podía hacerle.
Pasos mojados se escuchaban acercarse, Harry buscaban al culpable de aquellos mojados ruidos.
Se sentía incómodo, ¿porque? Levanto la mirada percatándose de aquel castaño que tenía sus azules ojos en él. El castaño le había quitado la respiración por aquellas gotas que caían de su cabello a sus hombros.