Violeta está nerviosa. Se lo noto en la cara y en el cuerpo. Me tiene agarrada de la mano y le tiemblan los dedos un montón. Le he dicho que tiene que estar tranquila porque aparte de que no va a pasar nada, al bebé no le conviene que ella esté nerviosa.
- Tienes que estar tranquila mi niña -le susurro en el oído mientras mi madre saca los licores para acompañar la bandeja de mantecados y turrón. Nos sirve uno a cada uno y Violeta rehúsa antes de que le sirva una copa.
- ¿Quieres una crema de licor de avellana mejor? -le pregunta mi madre
- Es que no me apetece mucho -le dice Violeta medio sonriendo
- Anda hija -le dice su padre a Violeta- bébete una copita. Así brindamos todos juntos. Que es una alegría que estéis los dos aquí con nosotros
- Papá...es que...
- Mójate los labios aunque sea cariño. No le hagas ese feo a tu suegra -dice él riéndose
Todos cogen sus copas menos Violeta y yo. Agarro su mano y ella me mira cogiendo aire con fuerza. Creo que ya ha llegado el momento de soltar la bomba.
- Es que Violeta no puede beber alcohol -les digo a los cuatro. Mi madre me mira algo sorprendida
- ¿Estás enferma cariño? -le pregunta Tasi preocupada
- No, no estoy enferma - responde Violeta mordiendose los labios
- ¿Y entonces cariño? Que mira que está bueno el licor de hierbas de la tía Berni
- Es que... estoy embarazada -le contesta ella suspirando con fuerza. Aprieto su mano sintiendo como Violeta retiene el aire
La habitación se rodea de un silencio preocupante. Nadie habla y todos nos miran. Veo a Tasi llevarse las manos a la boca llorando. Mi madre nos mira a los dos muy sorprendida y nuestros padres... bueno, el de Violeta mira a su hija con una adoración en sus ojos y el mío, el mío me mira casi sin creérselo.
- ¡No es verdad! -dice mi madre llorando
- Si lo es mamá. Violeta está embarazada de tres meses. Vamos a ser padres
Mi madre se levanta de la silla y viene hacia mi arrojándose a mis brazos para llorar desconsolada. La abrazo yo también sintiendo como también los ojos se me llenan de lágrimas. Luis, el padre de Violeta se pone en pie y va a abrazar a su hija terriblemente emocionado.
- Vamos a ser abuelos Antonio -le dice mi madre a mi padre mientras se cogen de la mano
Veo cara de felicidad en mis padres y eso me hace sentir mucho más tranquilo y aliviado. Me acerco a Violeta, a mi novia, a la futura madre de mi bebé y la abrazo atrayendola hacia mi cuerpo para después darle un pequeño beso en los labios.
Acabamos todos emocionados. No veo una mala cara por parte de nadie, ni un reproche ni nada. Les enseñamos la ecografía y otra vez lágrimas. Abrazo a mi madre sintiéndome la persona más feliz del mundo.
- Ay, Luis, que vas a ser abuelo -le dice Tasi abrazándolo. Veo a mi suegro feliz y mirar a su hija orgulloso
- Y tú vas a ser abuela Tasi, no lo olvides -le dice Violeta haciendo que ella suelte un jadeo y corra a abrazarla tremendamente emocionada.
Y si, al final acabamos bebiéndonos el licor y un par de botellas de champan. Bebiéndome yo la parte de Violeta, por supuesto.
Más tarde...
- Tienes cara de cansada cariño -le digo a Violeta mientras termino de quitarme la camiseta antes de acostarme
- Y tú tienes coloretes en la cara. Madre mía si habéis brindado hasta por cuando el bebé haga la comunión. ¡Y me quejaba yo de los espectáculos que armábamos nosotros en Nochebuena! Menudos fichajes hemos hecho mañana para la cena
- Anda calla. Que cuando mañana se lo digamos a los chicos lo van a flipar -me acuesto en la cama poniéndome de lado para abrazar a Violeta
- Lena me va a matar por no contárselo -mis manos empiezan a acariciar su desnuda barriga y empiezo a subir mi mano hasta alcanzar uno de sus pechos- Pau, ¿qué haces?
- Ya has oído a la ginecóloga, ya podemos tener sexo -mis labios besan la suave curva de su cuello y siento como su pezón se pone duro bajo el tacto de mis dedos
- Eres terrible Pau Francisco
- Lo sé. ¿Te bajas los pantalones? Colabora un poquito bonita que desde que estás así te cuesta la vida moverte
- Estoy embarazada de tu bebé -me dice ella haciéndose la indignada- debería darte verguenza decirme esas cosas
- Si lo que tú digas amor. Pero bájate los pantalones que no tenemos toda la noche mi vida
- ¡Madre de dios! Si es que encima soy gilipollas -mi mano se cuela por dentro de sus braguitas tocando la humedad de su vagina, algo que me vuelve totalmente loco
- ¿Porqué amor? -le respondo empezando a mover mis dedos en su interior
- Porque es que encima me encanta cuando te pones en plan mandón. Me pones muy cachonda
- Pues abre las piernas preciosa. Que voy a hacer que te corras un par de veces antes de dormirte
Violeta se tapa la boca con su mano para no reirse y yo aprovecho y me deslizo en su interior para amarla como yo sólo sé hacer, con todo mi corazón y mi alma. Porque cada vez que estoy con ella es como si rozara el cielo, porque me hace sentir que pertenezco a ella y sólo a ella. Violeta es mi dueña. Es el amor de mi vida. Va a hacerme padre, va a darme el regalo más maravilloso que podría darme. La amo, la amo más que a nada en el mundo. Una vez la perdí y sentí que la vida sin ella no tenía sentido. Y ahora que la tengo de nuevo a mi lado, me reafirmo, estar con Violeta es lo que hace que viva. Me muevo en su interior sin prisa, disfrutando de ella, y cuando ambos nos dejamos caer en la cama totalmente saciados, sólo puedo abrazarla y hacer que se acurruque en mis brazos.
- Pau, tú eres todo lo que quiero para ser feliz. Conocerte no fue algo bueno, fue lo mejor de mi vida
Al día siguiente...
Hemos quedado con Manu, Ferrán y las chicas para celebrar la famosa TardeBuena. No nos vemos por lo menos desde hace un mes y estoy deseando decirles que vamos a ser padres. Estamos sentados en nuestro bar de siempre. Acabamos de terminar de comer. Violeta se ha comido un bocadillo de tortilla de patatas porque dice que tiene mucho antojo de tortilla.
- ¿Cómo estaba el bocadillo? -le pregunto cogiendo su mano por debajo de la mesa
- Buenísimo. Me comería otro. Sigo con el antojo -me dice hablándome solo para que yo pueda escucharla
- Cariño, últimamente para ti todo son antojos, no me hagas hacer una lista
Violeta me da un suave puñetazo en el hombro y yo aprovecho para rodearla con mis brazos y abrazarla. Necesito tocarla a todas horas, comprobar que está bien. Desde que tuvo el episodio de aquellos vómitos tan constantes estoy muy preocupado por como pueda estar y por el bebé . Todas las noches tardo en dormirme pensando en eso, en que estén los dos bien y es lo único que le pido a dios, que mi bebé esté sano y que a su madre no le pase nada.
- Ei, ¿en qué piensas? -la mano de Violeta se posa en mi mejilla y me hace girar la cabeza para mirarla y perderme en sus ojos
- Ya lo sabes mi niña
Violeta me sonríe y me da un suave beso en los labios. La risa de Ferrán y el camarero viniendo con copas que hemos pedido nos interrumpe. Empieza a repartirlas y delante de Violeta pone un zumo de piña. Lena la mira extrañada.
- ¿Piña? ¿No te pides un vodka con limón con lo que a ti te gusta? -le dice ella señalando su copa
- Es que no me apetece mucho -le contesta ella con una sonrisilla
- Tienes que estar enferma para no beberte un pelotazo
Mi mano aprieta la de Violeta y nos miramos los dos sonriendo. Ella asiente y saco mi móvil para hacer lo que dijimos el otro día. Tenemos un grupo de whatsapp entre los 6, así que me meto en el grupo y les mando la foto de la ecografía. Me guardo mi móvil esperando su reacción. Por supuesto, el primero en mirar el móvil es Ferrán. Violeta y yo no nos perdemos detalle de lo que hace. Abre la aplicación, se mete en el grupo y cuando ve la foto...
- ¡No me jodas! -dice Ferrán en voz alta. Alza sus ojos y nos mira a ambos totalmente sorprendido- ¿esto es verdad?
- Si -le contesta Violeta con las lágrimas saltadas
- Oh, dios -Ferrán se levanta de su asiento y viene corriendo a abrazarla. Nos conocemos de toda la vida, pero donde se ponga Violeta no se pone nadie y eso es algo que tengo asumido con gusto
Lena los mira extrañados pero es la siguiente en mirar su móvil. Abre mucho sus ojos y se lleva las manos a la cara para después ponerse a llorar.
- ¡No me lo creo! -dice Lena enseñándole el móvil a Manu
- Por eso no querías beber -le dice Alba al ver también la foto- ay, dios. ¡Vamos a ser titos!
Las felicitaciones y los abrazos no tardan en sucederse. Recibo palmadas en el hombro por parte de mis dos mejores amigos y las chicas abrazan a Violeta en un mar de lágrimas. Ferrán le pide al camarero una botella de champan para brindar por tan maravillosa noticia. Violeta les cuenta como nos enteramos que íbamos a ser padres y todo lo que ha venido después. Mi mano se desliza buscando la de ella y la miro total y absolutamente enamorado de esta preciosa castaña que me ha cambiado la vida desde que la conocí.
- Eso os pasa por follar tanto -dice Ferrán sentado al lado de Violeta
- Tú cállate guapo que luego sube el pan -le contesta ella abrazando a su amigo
- Si es un niño, le pondrás mi nombre ¿no? para eso voy a ser su tío favorito -le dice Ferrán a Violeta haciendo que ella se ría
- ¿Algo tendré que decir yo, no crees Ferr? -le digo rodando mis ojos
- Ya has hecho demasiado amigo. La has dejado preñada. Ya la has atado a ti para toda la vida chaval -Ferrán se ríe alzando su copa de champan y yo no puedo más que reírme también
- Llevo tiempo atado a ella idiota -le contesto mientras cojo la mano de Violeta y me la llevo a los labios para besarla- lo del bebé es el regalo más maravilloso que Violeta podría darme
- Oh, dios, ¡qué romántico! -dice Lena mientras la veo emocionarse otra vez mientras nos mira- no os podéis imaginar lo mucho que me alegro chicos. Vais a ser unos padres increíbles
- Gracias Lenita - le digo guiñandole un ojo
Pasamos el resto de la tarde en el bar sin poder parar de hablar y reír. Las chicas le hacen miles de preguntas a Violeta y se las ve realmente emocionadas. No paramos de hacernos fotos en todo el rato.
-Hace un año te hubiera dado de hostias en la puerta del pub ¿lo recuerdas? - me dice Ferran abrazándome
- Claro que me acuerdo amigo. No estoy muy orgulloso de todo lo que pasó en esa época...
- Bueno Pau, aquella chica de allí no dejó de quererte nunca - Ferran me señala hacia donde está Violeta. Está jugando a los dardos con Alba y Manu. Se gira y sus preciosos ojos verdes me miran haciendome sentír la persona más importante del mundo
- Ni yo a ella Ferr
- Y mirate, vais a ser padres. No puedo estar más orgulloso de vosotros
- Gracias tío - le doy un gran abrazo a mi amigo y un par de palmadas en la espalda - gracias por cuidarla tanto, por haber estado a su lado cuando más lo necesitaba... Eres un buen amigo Ferr
- ¿Tanto como para ponerle mi nombre si es un niño?
- ¡Ni de coña! Pero te dejaré opinar
Ferran y yo nos reímos. Dejo mi vaso en la mesa y camino hacia donde está mi chica. Violeta está apoyada en una silla. Llego por detrás y la abrazo deslizando una de mis manos hasta acariciar su vientre. Ella deja escapar un suspiro y me mira muy sonriente.
- ¿Te encuentras bien Violeta?
- Estoy un poco cansada, pero estoy bien. Tengo un antojo Pau - Violeta me mira apretando los labios y haciendome ojitos
- A ver - le digo haciendome el fastidiado - ¿que quiere mi niña?
- Quiero un algodón de azúcar de los que he visto en la plaza
Me rio mirándola y le doy la vuelta poniendo mis manos en su cintura. Nuestros ojos se miran durante unos segundos. Respiro feliz.
- Eres mi vida entera Violeta
Por la noche...
Violeta tenía razón. La Nochebuena en su casa es una locura. Desde luego que celebrarla la celebran bien. Abundante comida y bebida, interminables bandejas de dulces, villancicos sonando a todas horas... A mis padres no les ha costado nada adaptarse. De hecho mi padre agita la cuchara en la botella de anís del mono mientras canta "a belén pastores" a dúo con mi suegro.
Increíble, pero cierto.
Violeta esta sentada al lado de Lena. No he podido dejar de mirarla en toda la noche. De lo preciosa que está, de lo mucho que la quiero y de lo feliz que estoy de ser padre. Veo a mi madre que sale a fumar a la terraza y decido salir con ella.
-¡No sé cómo no tienes frío!- le digo poniéndome a su lado
- El vinillo que os dio la tía de Tasi me ha calentado - contesta mi madre riéndose
- Uy si. Un dedo me he bebido. Mami, ¿te puedo preguntar una cosa?
- Claro mi vida
- ¿Qué piensas de que vaya a ser padre con la edad que tengo?
Mi madre le da una calada al cigarro y lo apaga en el cenicero. A mi padre no le gusta que fume tanto. Ella se da la vuelta para acariciar mi mejilla.
- ¿Sinceramente? Hubiera preferido que esperarais un poco, por lo menos hasta que terminaras la carrera... pero estoy contenta porque os veo a vosotros felices y eso es lo que me importa
- Lo soy mamá. Soy muy feliz. Sé que la vida me va a cambiar a partir de ahora pero estoy deseando ser padre
- Mi niño. Has crecido tanto y tan rápido. Soy consciente de que tienes tu vida en Valencia y que ahora Violeta y tú vais a formar una familia, pero tienes que prometerle que no vas a dejar la carrera. Ya nos iremos apañando, pero no la dejes
- No la voy dejar mami - cojo las manos de mi madre y se las aprieto con ternura- se lo he prometido a Violeta. Así que tranquila
- Y lo que necesitéis, aquí estamos cariño. Que a mi nieto no le va a faltar nunca de nada
Abrazo a mi madre sonriendo e inmensamente feliz.
- Estoy muy contenta de que vaya a ser abuela Pau. No dudes ni por un segundo que te quiero a ti y a Violeta. No olvides que ella también es de nuestra familia
Mas tarde...
- Gracias cariño -Violeta me sonríe mientras pongo entre sus manos una taza de leche con canela
Acaricio su mejilla con mucha lentitud mientras ella me sonríe. Me doy la vuelta y voy hacia mi cama para sacar de debajo de la almohada una cosa que compré esta mañana. Me acerco a ella y se la doy.
- ¿Que es esto Pau?
- Lo ha traído Papa Noel. Anda ábrelo a ver lo que es
Violeta me da una de esas sonrisas tan bonitas que tiene y deja su taza encima de la mesa. Coge el paquete y lo abre lentamente. Cuando lo hace, un jadeo sale de su boca y veo que una lagrima se desliza por su mejilla.
- Sé que a lo mejor es demasiado pronto, pero lo vi y no me pude resistir
- Es precioso Pau, precioso. Me encanta
Violeta se acerca a mi y me abraza. Siento su corazón latir deprisa y la dejo que repose en mis brazos todo el rato que quiera. Se separa de mi unos segundos después y termina de beberse su vaso de leche. Ella se pone en pie y se quita la parte de abajo del pijama. Le cojo la mano y la ayudo a meterse en la cama. Nos tapamos con el edredón y las sábanas hasta arriba. Bajo mi mano hasta su vientre y lo acaricio con mucha suavidad. Es una costumbre que tengo desde que nos enteramos del embarazo. Antes de dormir me gusta acariciar su barriga, sentir que mi bebé está ahí. Bajo mis labios hasta su vientre y le doy un beso en el.
- Hola mi bebé precioso. Espero que estés ahí muy bien. Mamá y yo te queremos mucho mi vida. Que tengas dulces sueños
Le doy otro beso al vientre de Violeta y me tumbo a su lado. Cuando ella me mira veo lágrimas en sus ojos.
- Te quiero mucho Pau. Nunca pensé que podría enamorarme tanto de alguien hasta que tú apareciste en mi vida
*** Dios. ¿Aún puedo ponerme más sentimental? Si, puedo y debo. No olvidéis que esto es una historia romántica, porque para penas ya tenemos muchas en nuestra vida ¿o no?
Quiero dedicarle este capitulo a laura_20_. Gracias por leerme y espero que lo disfrutes mucho.
Muchos besos y abrazos para todos ***