CABE ACLARAR QUE NO SOY EL AUTOR ORIGINAL DE ESTA HISTORIA, SOLO LA TRADUZCO, TODOS LOS CREDITOS A LA AUTORA ORIGINAL
---------------
~ en Spinner's End ~
Los ojos de Cahya se abrieron después de una noche de sueño saludable inesperada. Curiosamente, ella durmió mejor que nunca, a pesar de que la cama era tan cómoda como esa celda en el ministerio de su juicio y el de Lucius.
Ella corrió sus dedos a través de su cabello mientras se sentaba a sí misma. Después de mucha consideración de lo despierta que estaba, finalmente reunió la energía para ponerse de pie y dar un paso cansado hacia la pequeña ventana. Por suerte para ella, podía abrirse en el lateral con un pestillo viejo, así que lo hizo.
Su rutina diaria de mirar desde la ventana de la mansión ya había sido aplastada, ya que fue recibida con la misma vista miserable la última vez que había tratado de mirar hacia fuera.
Decepcionada, llegó a la decisión de bajar las escaleras. Una vez que llegó a la planta baja, notó que Severo se sentaba en la pequeña mesa de la cocina con solo dos sillas viejas de madera. Sostenía una carta sellada con algo pegado a ella.
Surcándose la frente, Cahya pronto notó que un búho familiar, su búho, estaba sentado en el alféizar de la ventana en el otro extremo de la habitación. "¿Marcelo?" Ella exclamó con alivio al verlo, mientras él soltó un ruido silencioso en respuesta.
Sus ojos pronto se volvieron hacia Severo, "¿trajo algo?"
"Sólo..." Volteó la carta aún sellada en su mano y se la sostuvo, junto con el accesorio atado a ella, "esto".
Los ojos de Cahya se ensancharon en el apego. Fue una rosa, una rosa del arbusto exacto lo que casi le causó la muerte. Son pétalos blancos puros casi brillaban mientras ella tenía cuidado de no tocar las espinas en el tallo que ahora sostenía. "¿Tocó esto?"
"No. ¿Y por qué exactamente te preocupas?"
"Sólo comprobando..." Ella lo colocó delicadamente sobre la mesa que ahora estaba parada. Con urgencia examinó el sobre, dirigido, 'C. Malfoy'. Inmediatamente supo que la letra pertenecía a Narcisa. Sin embargo, por supuesto Severo también lo sabía.
Sus ojos miraban los de Cahya mientras examinaba el sobre, y se apresuró a preguntar, "¿por qué crees que Narcisa-"
"Estoy a punto de descubrir, Severo, paciencia", se burló, tratando de calmar los nervios de la situación. Él se quedó en silencio mientras ella arrancó el sobre, sacando el pergamino para leer en silencio:
«Cahya,
Sentí como si esta fuera la mejor manera de llevar a Marcellus a su nueva dirección. Por supuesto, estoy tomando eso como una excusa para escribir tan pronto, y espero que no sea demasiado molesto hacerlo.
Ya se siente bastante vacío aquí, no es que no lo hiciera ya, pero más aún. Sin embargo, lo conseguiremos. Espero que la rosa no causara demasiado pánico, tuve cuidado al recortarla, no te preocupes. Piensa en la rosa como una forma de gesto (si se quiere), es bastante fácil tener una explicación para enviarla si se le cuestiona.
Realmente espero que estés bien. Por favor, infórmeme cuando tenga alguna noticia sobre lo que va a suceder.
- Narcisa Negra'
Ella no dijo Malfoy. Cahya podría haber pensado en esas horas si no hubiera tenido dos problemas: Severo se sentó frente a ella, y Narcisa no pudo proporcionar la "explicación fácil" para la rosa.
"¿Bueno?" Severo preguntó, notando que había terminado de leer.
"Ella tuvo que darle a Marcelo esta dirección, así que pensó que también podría enviar una carta para que coincidiera. También para asegurarme de que estoy bien". Ni mentira.
"Y el..." Hizo un gesto a la rosa, arrasando.
Tenía que pensar, y tenía que pensar rápido. "¿Narcisa le explicó algo en su carta inicial sobre la noche en que yo..?"
"Oh, ¿te refieres a la noche en que básicamente escapaste de lo que habría sido un cierto destino de muerte? Me di cuenta cuando básicamente parecías curarte a ti mismo, Cahya. Pero sí, ella lo mencionó vagamente".
"Bastante justo... bueno, esto", recogió la rosa cuidadosamente, "fue parte de la cosa bastarda que me llevó, parte de las muchas cosas que Lucius me tenía encanto". Ella empujó sus varios mechones de cabello negro detrás de su hombro y tomó un respiro, "Creo que puede valer la pena mirar en él un poco más?" Levantó una ceja en respuesta.
"Piénsalo, Severo. Confío en ti en la mayoría de los aspectos de la magia, eres innegablemente inteligente. Creo que con su conocimiento, así como el mío propio, por poco que sea una contribución, podemos usar esto para probarlo", habló con confianza, sabiendo muy bien que el encanto era simplemente funcional, después de ver a su hermano asesinar a un muggle. "Entonces si el resultado es que la magia que usé en él no fue defectuosa, entonces investigamos... Yo".
Suspiró fuertemente, "bien, pero hoy no".
No solo fue una buena excusa para desviar el tema, sino que su curiosidad alcanzó su punto máximo, "está bien, ¿puedo preguntar por qué?"
"Porque", se levantó de su asiento y caminó hacia la estantería solo para navegar, "Recibí una respuesta de Dumbledore. Él estará presente aquí para mañana por la noche".
Su cabeza se inclinó ligeramente hacia atrás, sorprendida por la rápida respuesta, "¿será lo que ahora?"
"Tal vez si te hubieras despertado unas horas antes, es posible que hayas tenido más aviso".
Ella se frotó los ojos cansadamente, "Severo, puede ser a medio día, pero ¿puedo pedir cortésmente que baje el tono de su personaje de 'Cabeza de Slytherin'?"
Él miró hacia atrás a ella y se burló sarcásticamente, de una manera incrédula que ella lo había llamado un personaje. Desviando la conversación de vuelta al centro de su propia curiosidad, comenzó, "por qué crees que ella puede haber enviado-"
"La Mansión consiste en dos adultos solamente, Severo, apenas creo que Lucius estaría dispuesto a comunicarse, y mucho menos ver cómo soy".
"Tienes un disgusto repentino por tu hermano, que parece haber quedado fuera de lo que me informaron".
"Te ahorraré los detalles, Severo, digamos que no soy precisamente aficionado a algunas de sus acciones recientes. Él es tu amigo y no quiero dañar eso".
"Lo dices como si tampoco fueras amigo de mí. Por mucho que valore a Lucio, no negaré que se ha convertido en algo diferente". Cahya levantó las dos cejas de acuerdo mientras continuaba, "además, al menos me ahorraste los comentarios casuales de 'mestizo impuro'".
"Eso es cierto, pero también recuerda, Severo, que te uniste voluntariamente a lo que solo se puede describir como un grupo de supremacía de sangre pura como un literal mestizo".
Pronto cortó, "pero también recuerda, Cahya que tú también te uniste a ella sin creer en ella. No estás en condiciones de usar eso contra ninguno". Sus ojos se movieron hacia arriba para entrar en contacto con los suyos.
"¿Cómo se puede-"
"Eso es irrelevante".
"¿Es ahora?"
"Sí, ahora, si no te importaría..." Él hizo gestos hacia adelante, ella notó que estaba parado en su camino. Había un extraño dolor en los ojos del hombre que ella no podía entender del todo, pero ella pensó que le debía una disculpa. Antes de salir de su camino, dijo, "eso puede haber sido un poco hipócrita. Lo siento". Su expresión facial se ablandó como si no hubiera escuchado esas palabras antes. "Si estás dispuesto, me gustaría saber cómo lo sabes?"
Dudó por un momento y dudó, "eventualmente", mientras pasaba junto a ella y salía de la habitación. La dejaron sola en la cocina.
Pasa el resto del día dedicada a los libros en la estantería. Nunca había estado interesada en la lectura, pero como su único pasatiempo había comenzado a disfrutarlo más a medida que pasaban las horas.
Más tarde en la noche, se encontró bostezando y luchando por mantener el enfoque en la literatura. De repente escuchó al hombre de pelo oscuro hablar por primera vez en mucho tiempo, "puedes darte un descanso, ¿sabes? ¿Dormir, tal vez?" Cahya surcó su frente y se frotó los ojos ligeramente y se despejó la garganta, "puede que tengas razón", se levantó de su sillón y se alejó lentamente, antes de dar la vuelta ante las escaleras para enfrentar su dirección de nuevo. "¿Severo?" Su cabeza se disparó, "gracias, por cierto... Por todo esto. No quiero que piensen que pasa desapreciable". A lo que asintió con la cabeza con una pequeña, rara, sonrisa en respuesta.
Así, se encontró sentada en su cama, con las piernas cruzadas sobre la cubierta a cuadros del douvet.
Estar sola con la carta que Narcissa le había dado le permitió leerla de la manera que deseaba poder. Ella rastreó sus yemas de los dedos sobre la escritura a mano mientras lo leía en su mente, casi escuchando la voz de Narcisa a través del periódico. 'Una forma de gesto', trajo una sonrisa a su rostro dolorido. '¿Fue este el intento de Narcisa de un romance?' Pensó para sí misma, casi riéndose del hecho.
Sus ojos se desviaron hacia la parte que más le interesaba. 'Narcisa Negra'. Ella no usó su nombre de casada. Cahya llevó su mano a su cabeza, luego la pasó a través de su largo cabello de medianoche.
"Narcissa Black."