Samantha
Son las 9:15 am, ha pasado una hora y quince minutos donde al parecer Jeff se cansó de que no le pidiera que parara, me dio 5 minutos de descanso para iniciar otra vez y ya terminaron. En el gimnasio de la casa hay un ring de boxeo donde subimos y él esta con unas manoplas de boxeo.
- Tienes buen rendimiento físico que es bueno para todo lo que vamos hacer y puedas enfrentar, lo atribuyo a que eres bailarina y es necesario, pero ahora vamos con boxeo – subió sus manos a la altura de mi cara – derecha, derecha, izquierda, abajo, izquierda, iniciaremos con eso ¿entendido? – asentí y comencé con lo que pidió.
Derecha, derecha, izquierda, abajo, izquierda, repetía la secuencia una y otra vez, me la aprendí de memoria a los pocos minutos. Pero me concentraba solo en los golpes que daba a las manoplas, trataba de que fueran suficientemente fuertes para hacer que el orangután se tambaleara algunas veces por los golpes. También escuchaba las pocas cosas que me decía Jeff en modo de ánimo que era más un regaño diciendo "más fuerte" "guardia arriba" "no te distraigas" "no pares" "repítela" "otra vez".
- Suficiente – dijo quitando sus manos – tienes la suficiente fuerza. Lo que me sorprende sabiendo que eres bailarina, pero puedes mejorar con golpes más certeros en lugares un poco delicados para terminar rápido dejando noqueado hasta a un boxeador profesional que no use este tipo de técnicas como Mike... - no deje que siguiera soltando más mierdas lo interrumpí.
- Weber, Canelo Álvarez o Manny Pacquiao, si, se quiénes son, son buenos, pero golpean para noquear no para matar a una persona como lo tengo que hacer yo desde ahora – lo mire y tenía un toque de asombro en su mirada – no estoy de acuerdo con toda esta mierda, pero es lo que tengo que hacer para no morir ¿cierto? – no lo deje responder haciendo que se molestara un poco – y bueno, no me conoces, podrías ser mi guardaespaldas de la puerta para afuera y saber que hacia fuera de casa, pero dentro no sabias lo que hacía así que, ¿vamos a seguir hablando o seguirás enseñándome?.
- Me la pones dura niña – dijo y no me sorprendí por su comentario, he notado como me mira desde que chocamos ayer y puedo notar la chispa de lujuria en su mirada en este momento – pero tienes razón, sigamos – se aclaró la garganta y puso nuevamente las manoplas cerca de mi cara, pero en ese instante una idea cruzó mi mente.
- Tengo una idea – vi en su mirada curiosidad.
- Te escucho – dijo bajando la guardia.
- ¿Por qué no una pelea? – vi la confusión en su mirada y volteé los ojos por no comprender – tu y yo, en el ring, cuerpo a cuerpo – me miro serio y empezó a reírse como loco por lo que dije, pero yo estaba muy seria. Cuando dejo de reírse un poco habló.
- Es broma ¿no?, no pretendes que crea que estás hablando en serio ¿o sí?.
- Si gano, saltamos esto del boxeo y me enseñas a manejar bajo "presión" o pasamos a la parte de las drogas el orden que tú quieras, pero saltamos solo la parte de entrenarme para boxear – su mirada se llenó de malicia.
- Y si gano ¿Qué obtengo yo?.
- Lo que tú quieras, no reprochare en nada, yo ya dije lo que quería – y me dio una sonrisa torcida en su rostro.
- Lo que yo quiera ¿eh? – dijo quitándose las manoplas y asentí – en ese caso te diré lo que quiero después ¿trato hecho? – pregunto extendiendo su mano para dar por completado nuestro "acuerdo"
- Trato hecho – dije estrechando su mano.
- Bueno, puedes ponerte los guantes y cuando quieras
Bajé del cuadrilátero al igual que Jeff para ponernos los guantes. Procedí a colocarme la venda en la mano derecha pasando la venda entre el dedo pulgar e índice, envolviendo mis nudillos tres veces, el doy vuelta por el dorso, le doy una vuelta en la muñeca subiendo y dándole la vuelta alrededor del dedo medio, bajo otra vez a la muñeca, repetí la misma vuelta pero esta vez hacia el dedo anular y luego con el índice, le doy la vuelva a mi muñeca, cruzó la venda por medio del índice y el dedo pulgar, le di otra vuelta a mis nudillos, pase la venda alrededor de mi mano hacia abajo bien firme, le di la vuelta alrededor del pulgar y baje a mi muñeca y termine de envolver ahí la venda. Haciendo lo mismo con mi otra mano para proceder a ponerme los guantes. Terminé y Jeff a los pocos segundos.
- ¿Como sabes ponerte eso tú sola? – pregunto con notorio asombro en su voz
- Ya te dije, no sabes mucho de mí – iba a decirme algo más, pero lo dejé ahí y subí al ring seguida de Jeff
- ¿Lista? – no respondí, me fui contra él dándole el primer puñetazo que hizo crujir mis huesos y que volteara su cara – Supongo que eso es un sí
Se acerco paso a paso hacia mí y retrocedí al mismo tiempo, acerco con furia su puño a mi rostro, intente mantener la distancia pero fue más rápido dando el golpe en mi labio, sentí el sabor a hierro en mi boca, me desestabilizó el golpe y aprovecho para tumbarme al piso, más no logro mucho, di un paso hacia atrás alejándome medio metro – en su mirada vi la molestia de no poder terminar rápido - se acercó rápidamente y pase por debajo de su brazo para evitar su golpe, me levante y mis siguientes golpes fueron rápidos y hacia su abdomen izquierda, izquierda , derecha, haciendo que se arqueara y soltara todo el aire retenido en sus pulmones, retrocedió un paso de in mediato.
- No lo haces nada mal niña – dijo jadeando por la falta de aire y me limite a sonreír.
Me acerqué rápidamente atestándole un sonoro derechazo que se extendió en el silencio del gimnasio, no dio su brazo a torcer y se incorporó de inmediato, volvió a embestir con 5 golpes directos en mi estómago dejándome sin aire, se alejó un poco volviendo a su posición con la guardia en alto - saltando ligeramente en las puntas de nuestros pies por todo el cuadrilátero, jadeando de cansancio, pero ninguno de los dos quería ceder - Probé entrando en la distancia corta, todos mis puños fueron certeros terminando con un uppercut¹ directo en su barbilla seguido de un golpe en su labio que lo hizo sangrar por el impacto – sonreí en mis adentros por causarle lo mismo que él a mí – seguimos peleando y logró esquivar un golpe que iba directo a sus costillas, pero no pudo esquivar el que iba a su cara haciéndolo voltear la cara por el repentino impacto.
Arremetió a mi cara, pero tenía mi guardia arriba, le devolví el golpe, el cual esquivo perfectamente. Logro darme un golpe directo en mi pomulo – logrando una maldición de mi parte – Le devolví el golpe justo donde tenía partido el labio, Jeff se incorporó rápidamente - ¿no se cansa de que le esté pateando el culo? Me preguntaba mi conciencia, aunque sabía que no estaba ganando, íbamos de cierta manera iguales y eso me agradaba.
- Me sorprendes niña – dijo cuando se alejó un poco
- No solo te sorprenderé en el boxeo Jeff – ahí termino nuestra pequeña conversación.
Continuamos peleando en cuestión de segundos, se movió de prisa, me controló con la izquierda, le entré por debajo de sus zurdazos, haciéndole un gancho de izquierda en el mentón – se molestó por mi astuto movimiento, para librarme de sus golpes - me llevo hacia las cuerdas dándome seis puñetazos rápidos, izquierda, derecha, izquierda, derecha, izquierda, derecha. Recibió cuatro de mi parte – estábamos llenos de una capa de sudor y un poco de sangre – pero luego le di un derechazo en el mentón. Doblé ligeramente las rodillas e intente lanzarlo a la lona, pero no lo logre, me aparto con un zurdazo que me dejo descolocada – sentía ya mi cara y abdomen un poco adormecidos por los golpes, pero no me iba a rendir – Los siguientes golpes de mi parte fueron casi solo para su cabeza, no me fue posible en su totalidad, recibí dos derechazos seguidos a mi cara, quise evitarlos, pero me fue difícil, sentí un golpe seco en mi cabeza, pero me di cuenta que ya estaba tendida en la lona del ring con Jeff a horcajadas sobre mí, intente alejarlo pero solo logre que me retuviera las manos a cada ladode mi cara, los dos jadeando por la falta de aire en nuestros pulmones, él con una sonrisa de suficiencia en su rostro, se restregó ligeramente en la zona sur y mi cuerpo reacciono de inmediato dejando escapar un pequeño jadeo de mi parte que hizo que se ensanchara su sonrisa.
- Gane niña – dijo con la voz ronca y con burla, podía notar lujuria en sus ojos y su creciente erección.
- ¿Qué quieres? Puedes pedir lo que quieras – dije al borde de la locura por sentirlo un poco más, pero deje mi expresion, pero dejé mi expresiónen blanco para que no notara ni es más mínimo deseo de mi parte.
- Lo sé, pero ¿tan apurada estas por saber lo que te voy a pedir? – respondió levantándose y tendiendo su mano para yo hacer lo mismo – no te afanes Samantha, no es algo que no puedas o no quieras hacer, eso te lo aseguro – baje del ring, seguida de Jeff y nos comenzamos a quitar las vendas y los guantes.
- ¿Cómo estas tan seguro de que es algo que no pueda o quiera hacer?
- Porque es algo que disfrutaras – mis nervios se activaron, pero no deje que lo notara – vas a estar todo un día conmigo, harás lo que yo quiera y no te preocupes no te diré que hagas algo que se no harás, tú y yo nos podremos llevar bien te lo aseguro – sentí picardía en el tono que uso, pero lo deje estar – por ahora terminemos de entrenar para poder ir a desayunar la delicia que preparo Amanda.
- En eso estamos de acuerdo – a las 9:40 am ya habíamos terminado el entrenamiento y estábamos sentados en el piso del gimnasio hablando de trivialidades.
- Tengo una pregunta que estoy loco por saber la respuesta.
- Se nota que quieres saber la respuesta – me hizo mala cara y no pude evitar soltar una carcajada, Jeff también se unió a mí, pero cuando pare hable – suéltala entonces amigo.
- ¿Cómo sabes pelear tan bien? Digo yo te veía y sabía todo lo que hacías, a donde ibas, con quien te veías y nunca te vi hacer algo parecido – me asombré por todo eso – oh vamos, ese es mi trabajo, estar pendiente de ti, no me mires así – volteé los ojos.
- Te dije que sabias lo que hacia fuera de casa, no dentro ¿cierto? – asintió – bueno como bailarina tengo que tener un buen estado físico.
- Y eso lo note, pensé que me dirías que parara porque no podrías aguantar mucho.
- Ja, ja, ja, el punto, tenía mucho tiempo libre después de las clases, no hacía mucho y eso lo notabas, salir con amigos, ir de compras y clases de baile, bueno gran parte del tiempo que estaba en casa, estaba haciendo ejercicio, así mejore mi condición física y cuando ya tenía una mejor, me dedique aprender boxeo y así hice, por eso se boxear y claramente no te iba a decir que pararas eso de rendirme no es de mi estilo, gracias
- Pero ¿Quién te enseño? No pudiste hacerlo sola – voltee lo ojos
- Sonará chistoso, pero en mi defensa tenía mucho tiempo libre y pocas cosas que hacer ¿bueno? – asintió – Aprendí por YouTube, conseguí un canal donde podías aprender cosas básicas, me gustó mucho y seguí por mi cuenta, veía las peleas de Canelo, Mike y otros más, fui aprendiendo sus movimientos, acá con el saco los practicaba al igual que la fuerza que necesitaba y poco a poco pude mover el saco, fui aumentando el nivel de fuerza e intensidad en mis entrenamientos, fui mejorando golpes, técnica y lugares certeros donde noquear fácilmente a una persona el doble de mi tamaño, pero claramente tú tienes un entrenamiento de años y sabes más que yo
- Me sorprendes, en serio Samantha, pero si sabias mi entrenamiento ¿Por qué quisiste pelear contra mí?
- Quería probar lo que ya sabía y que tan lejos podía llegar, nunca había boxeado con otra persona y si esperaba a que tú me "enseñaras" – hice las comillas con mis dedos – tardaría mucho, así que vi la oportunidad de medir todo lo que aprendí.
- ¿Por qué solo no me dijiste? – solté una risa y lo miré enarcando una ceja
- ¿Me habrías creído? ¿me hubieras dado la oportunidad de enseñarte lo que sabía? – bacilo un poco, pero no respondió y esa fue mi respuesta – ahí tienes la respuesta, por eso no te dije
- Bueno ahora sé que tendré que pasar la parte de hacerte sufrir y boxear cuerpo a cuerpo, pero si te enseñare puntos clave para que tengas ventaja en una pelea, eso me parece mejor, además solo tenemos un mes para que aprendas lo que yo he aprendido en años, pero se puede – miro su reloj – es hora de ir a desayunar ya son las 10:00 – caminamos hacia la cocina uno junto al otro – pensé que serias más insoportable, pero al parecer me equivoque, no eres tan fastidiosa como pensé que serias – lo mire mal y él solo se rio
- Y yo pensé que serias más animal, pero al parecer yo también me equivoqué, que te puedo decir, esas son las cosas de la vida ¿no? – los dos nos reímos por lo que pensábamos uno del otro, llegamos a la cocina y Amanda nos estaba terminando de servir el desayuno así que nos dirigimos al comedor y nos sentamos a esperar el desayuno y comer.
- Gracias por la comida Amanda.
- Gracias Amanda, todo estaba muy delicioso.
- No es nada chicos, me alegro que les gustara todo – dicho eso se marchó.
Jeff y yo estuvimos un rato más sentados en la sala, durante todo el rato estuvimos hablando de tonterias, también me recomendó usar un poco de hielo en mi labio, pómulo y cara en general para evitar un moretón tan grande, intercambiamos números de celular y dos horas más tarde se estaba despidiendo.
- Nos vemos mañana Sam o más tarde, en caso tal que vayas a salir me avisas.
- Está bien, te aviso, adiós Jeff.
Cuando iba caminando a la salida no pude evitar ver su culo y ¡Dios mío! Ese hombre sí que esta bueno en todos los sentidos. Después de terminar de comérmelo con los ojos me fui a mi habitación para darme una ducha y hacer lo del dichoso hielo y descansar un poco mi cuerpo. Después de todo hoy fue una mañana muy larga.
***
Uppercut: golpe utilizado en el boxeo que viaja a lo largo de una línea vertical a la barbilla del oponente.
A ver, ¿esperaban eso de Samantha? L@s leo.
Sin más que decir, espero les haya gustado y que disfrutaran del capitulo.
Gracias por leer esta historia, si me apoyan con su voto y comentario lo agradezco.
Nos leemos lueguín.
Un beso enorme ❤️.
Con cariño.
Andrea B