Kelyani llegó a la entrada para ver como tres fanáticos estaban invocando un hechizo para destruir el santuario de Nueva York y dejar desprotegida a su realidad. Saltó del barandal mientras lanzaba algunos hechizos para no caer directamente a los escalones. Se dirigió hacia uno de los seguidores de Kaecilius para derrumbarlo, acto seguido, sacó el bastón de Rama para evitar que completarán el hechizo, dando un golpe al piso.
- ¡Strange! ¡Ven y pelea!- gritó Mordo haciendo que la chica viera como su amigo era atacado por orto seguidor.
Kelyani empezó a pelear con una de las mujeres. Trataba de evitar todo ataque de su persona, evadiendo los hechizos y golpes que que iban dirigidos hacia ella. No fue hasta que un descuido, le torcieran el brazo atrás de la espalda mientras la estrellaban contra una de las paredes del santuario haciendo que soltará un grito desgarrador.
La chica vio como Kaecilius volvía invocar el hechizo directo al piso mientras Mordo gritaba. Vio que a su alrededor no había pasado absolutamente nada hasta que se dio cuenta que se encontraban dentro de la dimensión espejo. La castaña lo consideraba algo bueno y malo a la vez.
- La dimensión espejo- comentó Strange mientras bajaba con su capa de levitación a la estancia principal-. Aquí no puedes afectar el mundo real. ¿Quién ríe ahora? Idiota.
- Yo.
Las escaleras del Santuario se empezaron a partir en dos mientras se formaban en espiral, dejando a Strange completamente confundido. Yani aún tenía en sus manos el bastón de Rama mientras se liberaba de una de las fanáticas con un pisotón y un cabezazo para terminar empujándola con su reliquia.
Strange se acercó con su capa de levitación a la entrada, haciendo que la castaña y el moreno lo siguieran sin pensarlo dos veces. En el exterior del santuario, vieron como el santuario se movía de manera simétrica.
- ¡¿Qué hiciste?! ¡acabas de condenarnos!- le gritó Yani una que se encontraban reagrupados.
- Tengo su anillo. No pueden escapar, ¿no?- comentó Stephen tratando de sonar seguro.
Vieron como Kaecilius y sus seguidores salían del santuario. Mordo solo gritó que corrieran haciendo que la castaña los guiará. Al llegar al cruces, vieron como se doblaban las calles hacia abajo, provocando que se detuviera en el instante para no caer.
- Su conexión con la dimensión oscura les da más en la dimensión espejo. No puede dañar al mundo real, pero aún así nos pueden matar. Esto no fue astuto. ¡Fue suicida!- gritó Mordo preocupado.
Los tres decidieron seguir corriendo mientras Stephen abría un portal para salir de la dimensión espejo. Antes de que pudieran llegar, la chica sintió como la gravedad cambiaba de dirección haciendo que chocará contra un transporte público que se detuvo en frente de los tres hechiceros haciendo que mitigará su caída. Yani pudo ver a un hombre de avanzada edad que parecía divertirse con el contenido del libro que se encontraba leyendo.
Los tres se levantaron inmediatamente mientras veían como los seguidores de Kaecilius se dirigían a ellos. La castaña vio como Strange y Mordo se dirigía hacia el edificio que se encontraba en frente de ellos. Yani miró en dirección al santuario, dándose cuenta que le quedaba poco tiempo y tenía que alcanzar a los dos hombres.
- Como los odio, malditos afortunados- murmuró la chica.
Kelyani dio un par de pasos hacia atrás para impulsarse y lanzar hechizos para no tener ningún tipo de accidente en lo que llegaba al edificio. Una vez que sus pies tocaran las ventanas del edifico, empezó a correr sin mirar atrás para alcanzar a Mordo y Strange. A pesar de que se encontraban a una distancia considerable de ellos, tenía la ilusión de dejar a Kaecilius y sus secuaces en la dimensión espejo.
Sus esperanzas se vieron desvanecidas en el momento que el edificio empezó a moverse haciendo que perdiera el equilibrio provocando que cayera al vacío. Decidió aterrizar en el primer edificio que había visto con la ayuda de su bastón y un par de hechizo. Vio como Strange y Mordo aterrizaban en el mismo edificio que ella mientras guardaba su reliquia. Los tres corrieron a la orilla para ver el caos que había dentro de la dimensión espejo.
- Esto fue una mala idea- pensó Strange en voz alta mientras recibía una mirada de incredulidad por parte de Mordo.
- ¡Oh! ¿En serio? Si no me dices, no me doy cuenta- comentó sarcásticamente.
Otra sacudida hizo que cayeran nuevamente al vacío. La castaña volvió a sacar su bastón, esperando que le sirviera de amortiguador, aunque lo veía completamente imposible de que pudiera servir de algo.
- Agárrate de mí- Yani vio que Strange se encontraba cerca de ella.
La castaña extendió sus brazos en dirección a Strange. Cuando estuvieron cerca de ella, logró rodear el cuellos de Stephen con sus brazos y escondía su cabeza en el hombro del pelinegro mientras que él la sostenía por la cintura. Su cabello golpeaba la cara de su compañero mientras continuaban cayendo.
Los dos terminaron rodando en la misma plataforma en donde se encontraba Mordo. En el momento que los dos se levantaron, un agujero haciendo que Strange y Kelyani cayeran. Para la desfortuna de la chica, otro agujero haciendo que intentaran agarrarse de la mano, pero fue en vano. Ella se encontraba en un nivel inferior y sin pensarlo dos veces, empezó a correr.
La castaña trataba de evitar de ser alcanzada por su persecutora. Se había desviado varias veces de su camino, incluso saltaba de una calle, tren o un puente. Una vez que se encontraban en el edificio, una honda hizo que terminara en el piso. Se dio vuelta para defenderse con el bastón de Rama.
- Fuiste una pésima maestra- siseó la fanática.
- ¿Por no dejarte cinco minutos de pie en tu primera clase de combate?¡Bienvenida al club! Tienes una larga fila en la cual formarte con la misma queja. Puedes tomar un turno y esperar.
Antes de que la fanática pudiera herirla, fue alejada rápidamente haciendo que se levantará rápidamente en el instante. Vio como Mordo y Strange se acercaban a ella mientras trataban de recuperarse de sus respectivas batallas. Ningún de los tres no comprendía que era lo que pasaba.
Kelyani vio como Ancestral los concentraba para que ella pudiera enfrentarse a Kaecilius. Yani se iba acercar, pero la apartó de sus compañeros haciendo que se sintiera completamente confundida. La castaña caminaba de un lado a otro mientras veía como Ancestral se enfrentaba peleaba con su antiguo pupilo. La había alejado para que Kelyani no interviniera en la batalla.
- No. Esto debe ser una broma- comentó la castaña preocupada.
Escuchó como Mordo gritó para darle la razón a Strange sobre el secreto de Ancestral. La castaña se dio cuenta que la cosas iban a cambiar a partir de ese día. Vio la reacción de Mordo y Strange al ver que las sospechas del último era real. La chica se quedó estática al pensar lo que podría pasar en ese encuentro. El símbolo de Dormammu se encontraba en su frente.
- Kaecilius- lo llamaba Ancestral mientras empezaban a caminar en círculos.
- Vine a ti hecho pedazos. Perdido. Necesitado. Confié en ti como mi maestra y me llenaste de mentiras- respondió Kaecilius.
- Trate de protegerte.
- De la verdad.
- De ti.
- Ahora tengo un nuevo maestro.
- Dormammu te engañaba- se escuchaba la voz decepcionada de Ancestral-. No tienes idea de lo que es en realidad. Su vida eterna no es el paraíso, sino tormento.
- ¡Mentiroso!- gritó.
Yani vio como empezaba una pelea dispareja, en donde Ancestral tenía una gran desventajada. A pesar de eso, luchaba como si fuera un simple entrenamiento. La castaña se encontraba completamente nerviosa, ella solo quería ayudarla. Todo cambio cuando Kaecilius atravesó con una lanza a su seguidor y Ancestral, para patearla a un portal. Saltó al portal en el momento que se encontraba en frente de ella.
Sintió como alguien la cargaba mientras bajaban lo más rápido que pudieran. En cuanto aterrizaron, Yani se separó inmediatamente hacia la multitud que había gritado y se encontraba alrededor de Ancestral. Strange empezó hacer camino hasta llegar al cuerpo inerte de Ancestral.
- Strange, tenemos que salvarla- murmuró Kelyani mientras el mencionada la cargaba.
- Sígueme. Conozco un hospital cerca de aquí.
Strange empezó a correr con Ancestral en sus brazos. Kelyani corría cerca de él por las calles de Nueva York. Solo esperaba que su mentora pudiera sobrevivir aquella caída, aunque el fondo sabía que alguien pudiera hacerlo.