─¡¿Por qué hiciste eso?
─¡Se lo merecía ella me hizo daño, nadie me hace daño y se burla mi!, ¿acaso querías que me quedara con los brazos cruzados mientras la zorra se burla de mi?. ¡No claro que no!
─¿Pero tenías que dispararle justo cuando estoy por sacar mi vino?, Joder es que enserio Park eres... un inmaduro niño adolescente.
─¡¿Y qué crees que soy?!. Tengo 19 años y no me pude controlar, lo siento ¡carajo!, Yo solo... lo siento.
─Pues tu lo siento no me interesa.
Sus lágrimas empezaron a salir de sus mejillas regordetas, Jungkook suspiro mirando a su esposo de está manera, el caos que formó por suerte nadie la fiesta se había dado cuenta ya que sacaron por detrás a Sofía llevándola al hospital.
Los socios con los que hablaba supieron que el culpable fue su esposo, estaban inseguros de querer hacer tratos con él ahora. Estaba enojado el pelinegro por ello, tanto que no quería ni ver a su esposo. Le había arruinado la oportunidad de arruinar a Salieri por su berrinche aún que lo entendía, ella lo hirió pero estaba desconociendo a su esposo por su forma de ser.
Suelta un resoplido masajeando su frente pensando que hacer, esto ya no tenía solución el vino se fue al carajo.
─Dile a nueve que te lleve a casa, yo intentaré arreglar este desastre.
Su voz salió sería y el rubio lo noto.
─¿Estás molesto conmigo verdad?, lo siento de verdad yo no se que me pasó, lo juro.
─Vasta Jimin, vete a casa no estoy de humor y quiero abstenerme de decirte algo cruel. Vete a casa.
Se dio la vuelta dejando al rubio solo en aquella oficina. Jimin se echó a llorar porque sabía que la había cagado con lo de su esposo, la venganza consumió todo su ser cuando tuvo la oportunidad de arremeter contra Sofía.
Estaba triste, no lo negaba, sólo quería ir a casa con su hija ahora mismo, ni siquiera sabía cómo recompensar a su esposo por lo que hizo. Si esos socios ya no querían invertir en él por su culpa todo el plan de echar abajo a Salieri se irá a la mierda.
Eiza entra a la oficina mirando el rubio llorar, sintió un poco de pena por él ya que también fue su culpa y tenía que arreglarlo de alguna manera.
─Hola, Jimin.
Jimin la mira y limpia sus lágrimas rápidamente.
─Hola Eiza, creí que te ibas ya.
─Sólo venía a decirte que hable con los socios de tu esposo, les dije que fui yo quien disparó a Sofía, por suerte me creyeron y están negociando con tu esposo.
Le informa la pelinegra con una media sonrisa, se acerca a Jimin limpiando sus lágrimas como buena amiga, el rubio le caía bien por eso lo quiso ayudar.
─Gracias, Eiza. No sé qué hubiera hecho sin ti.
─Ya te lo dije, puedes confiar en mí, tenemos gustos en común además que odiamos a la misma persona, deja de llorar que eres un Jeon y los Jeon no lloran.
─Vaya forma de consolar. ─ríen─ pero tienes razón, los Jeon no lloran. Mi esposo está molesto conmigo por lo que le hice a Sofía, pero no me arrepiento de nada la verdad.
─Así se habla Jimin, ¿Por qué no salimos mañana?, podríamos pasar un rato juntos conociéndonos mejor, hay lugares increíbles en Mónaco.
─Tengo que cuidar a mi hija. ─Le informa.
─Puedes llevarla con nosotros, no me molesta.
Salir con una amiga no se le hacía mala idea al rubio, siempre estaba solo sin ningún amigo aquí en poder contarle cosas o recibir un buen consejo, era una forma de al fin tener una buena amiga y Eiza le daba confianza.
─Claro, ¿A qué hora?.
─Paso por ti a las 2pm, ¿te parece?.
El rubio asintió.
─Te espero entonces.
Se despide la pelinegra saliendo de la oficina, Jimin se sentía un poco mejor, después de todo una salida no le haría mal. Con un gran suspiro salió de ahí para poder ir a su mansión, subió al auto y cuando llegó entró subiendo a su habitación.
Se despojó de su ropa entrando a su ducha para relajarse mejor, mientras la gotas de agua caían por su cuerpo se puso a pensar qué demonios le estaba pasando, es decir, jamás en la vida hubiese reaccionado de esa manera tan agresiva, todos los años que sufrió bullying imaginaba como terminar con esos bastardos que le hacían daño, aunque sólo lo imaginaba no dudaría en hacerlo realidad y eso lo asustaba.
Con Sofía y Momo pudo comprobar que enojado puede hacer cosas muy... crueles, incluso jugar con sus vidas haciéndoles daño. ¿Estaba en un punto malo o en uno bueno?, ¿dónde quedó el Jimin de hace unos meses atrás?, el que era antes de ser raptado por un Mafioso que quería hacerlo su esposo.
Golpea las baldosas repetidas veces con una fuerza que ni siquiera se daba cuenta que sus nudillos sangraban, gritó con todas sus fuerzas llorando de rabia porque algo en él se estaba rompiendo, algo ya se activó y no era para nada bonito lo que sentía.
¿Que me pasa?, Yo solo quería ser un chef reconocido, sólo quería triunfar en el sueño más grande que e tenido. Se decía a él mismo. Ni el se reconocía; mató a dos personas de la manera más cruel, se lo merecía "si", pero acostó de su propia cordura, ahora una grieta más con lo de Sofia.
—¡Mierda en qué me he convertido!.
Se colocó de en cuclillas llorando bajo las gotas de la regadera, debatiéndose a él mismo sobre si esto estaba bien, amaba Jungkook con todas sus fuerzas pero ¿será suficiente?, ¿que tanto aguantaría?. Ni siquiera él lo sabía.
Después de un rato salió de ahí para vestirse e ir a dormir con su hija, la miró totalmente dormida y se acurrucó con ella, besó su frente mirándola con amor.
─Sabes ahora que lo pienso estamos solos, Sadie. Tus padres murieron y mi padre también, mi madre no sé dónde está pero no sé si quiera ya encontrarla ─acaricia su mejilla sintiendo un nudo en la garganta─ me siento mal, ni siquiera se que me pasa, un día era un nerd aspirante a Chef y luego pasar hacer el esposo de un Mafioso, y convertirme en asesino.
─Siento que ya toda bondad en mi se rompió.
Jungkook había llegado ya a su mansión totalmente satisfecho de que se haría el trato con el vino, después de la discusión con su esposo quería hablar seriamente con él. Su comportamiento se estaba sobrepasando, y aún que su esposo tuviese razón de herir a Sofía, no debió hacerlo en sus negocios y en un lugar público.
Tenía que poner las cosas en claro con él. Pero después de llegar a su mansión, busco en su habitación al rubio pero no estaba, se fue a la habitación de su hija y lo escuchó todo. No sabía que su rubio se sentía así y sentía culpa de haberle arrebatado toda felicidad a Jimin por sus egoístas razones principales.
Le dolía que hablara como si él fuese el monstruo que le arrebató todo, aún que fuese así en parte.
Él mayor iba a cerrar la puerta para irse a su habitación cuando Jimin dijo algo más.
─Aun así Sadie, lo amo, lo amo tanto que por él soy capaz de todo, mis sueños se pueden ir al carajo. Sé quién soy y aunque aún me cueste admitirlo soy Jeon Jimin, esposo de un gran mafioso que me ama como yo lo amo.
Jungkook abrió la puerta sin que su esposo se diera cuenta, fue entrando poco a poco donde el estaba con Sadie.
─Quise ser chef porque papá en su diario decía que quería ser uno pero su padre no lo dejo, quería cumplir ese sueño por él, y pensar que estaba orgulloso de mi, me creí tanto ese pensamiento que lo sentí tan real para mí. En realidad nunca tuve un sueño propio, jamás lo pensé o imaginé sólo quería ser un chef reconocido por el. ─absorbió sus moquitos aún abrazando a su hija.─ Ahora que lo pienso creo que el sueño más grande es estar con Jungkook, amarlo siempre y aunque suene estúpido es el único sueño que quiero ahora, lo amo tanto que aunque mi cabeza se esté quebrando yo, no lo dejaría por nada y nadie en este mundo.
─Así como yo no te dejaría a ti.
Una voz que él conocía bien lo hizo voltear, era su esposo, la persona que estaba jodiendo su cabeza al grado de no poder más.
─Jungkookie lo siento.
Se paró de la camita de su hija para abrazar a su esposo, sólo lo quería a él y no sabía a qué grado le estaba jodiendo la cabeza, el corazón y todo su ser.
─Mi Fénix no sabes cuánto te amo y me siento un jodido idiota por hacerte sentir de esa manera, tu vales demasiado para mí no sabe cuanto.
Lo apretó demasiado en su pecho, es su hermoso Fénix, no podía perderlo.
─Te amo, te amo, no me dejes nunca por favor, ya no te molestes conmigo, jamás volveré hacer lo que hice con Sofía.
Se apartaron uno del otro, Jeon limpio sus lágrimas con sus pulgares robándole sin besito a su rubio.
─Se que lo hiciste por lo que te hizo y lo entiendo amor, hasta yo lo haría. Pero debes entender que en lugares como ese no es buena opción, casi me quedo sin socios y aunque no me afectaría económicamente aún así eran importantes.
─Lo siento mi amor.
─Esta bien amor, por suerte Eiza lo convenció y es algo que agradezco. ─toma sus manos regordetas notando sus nudillos totalmente lastimados.─ ¿Amor que te paso?, ¿peleaste con alguien?
Pregunta preocupado, el rubio niega totalmente.
─Me sentí muy mal conmigo mismo amor, golpeé las baldosas de baño porque sentía que tenía que sacar mi furia y frustración. ─tanto fue su enfado que ni siquiera le dolían.
─No mi amor no hagas eso. ─besos su nudillos, lo levanta para irse de la habitación de Sadie─ Vamos a curarte eso amor, podríamos despertar a Sadie hablamos muy fuerte.
El rubio asintió no sin antes darle un beso de buenas noches a su hija.
Salen de ahí y Jimin pensó que su esposo lo llevaría a la habitación pero en cambio lo llevó a otro lugar, uno que no había visto en la mansión.
─¿Adónde vamos?.
─Iremos a un lugar el cual quería mostrarte cuando llegamos aquí.
Entraron aún estantes a las librerías, este se abrió moviendo un libro dejando ver un pasadizo secreto. El rubio realmente se sorprendió al ver eso. Entran bajando las escaleras, se encienden las luces iluminando el hermoso lugar.
─¿Tenías un pasadizo secreto?, Tienes muchos vinos ahí abajo por lo que veo.
─Si amor, es donde tengo lo que Salieri quiere, vamos para que veas con más detalle el lugar.
Se abrió con huella digital la puerta de cristal, bajaron y Jimin admiro con detalle todos los vinos, rozando con sus dedos cada uno de ellos, llegaron a la parte de abajo admirando el sitió escondido de su esposo.
─Vinos, champagne, botellas de whisky, tienes de todo aquí abajo.
─Es el lugar donde mi padre trabaja solo para poder hacer sus creaciones y probar cada uno de ellos. Aquí creó el polvere d'oro, donde su creación se vuelve adictiva y sus ganancias subieron.
Se dirige a dónde está el baño sacando un botiquín de primeros auxilios, Jimin se sienta en unos de los sofás, Jungkook llega y comienza a curarle los nudillos a su esposo.
─Tranquilo no dolerá amor. ─Le coloca pomada desinflamante poniéndole un curita en ellos.─ Listo amor, no vuelvas a lastimarte de esa manera, jamás te lo vuelvas hacer.
─No lo haré, lo prometo. ─besa sus labios apartándose un poco pero con sus rostros cercas uno del otro.─ ¿Por qué me trajiste aquí amor?.
─Cerré los negocios con los inversionistas, mañana mismo sale el anuncio de Sanguis Virginis. Don Salieri está apunto de tener su final, y Empire Bay será devuelta al hijo de Giulio contadino.
─Muy bien pero, ¿el que hará con ella?.
─Destruirla, sólo quiero vengarme de Salieri por lo que le hizo a su padre.
─Pero él vendrá a atacarnos amor, él no se tentará el corazón cuando eso pase.
─Lo sé, pero yo también tengo un as bajo la manga y necesito que hagas algo por mi.
Lo mira con ese brillo que hace iluminar su vida, si Bertinelli fue paz de digitar toda su fortuna en un diamante, lo mismo él haría en su esposo por si moría. No quería dejar solo a su esposo, pero al menos el tendría su imperio y dinero, era la única forma de darle todo su algo llega a pasar.
─¿Qué es?.
─Mañana saldré de viaje amor, iré a reunirme con Franco Contadino, el hijo de Giulio. ─le informa a su rubio, quien rápidamente se subió sobre él con sus piernas de lado a lado.
─No quiero estar solo amor, no me dejes solo.
─Tranquilo amor sólo durará dos días nada más, dice que tiene un plan y me quiere presentar a alguien, por favor entiende nene que es para vivir en paz, me quiero retirar de esto y vivir una vida tranquila a tu lado.
─¿Planeas retirarte? ─Asiente Jungkook.─ No quiero hacerlo más no se si pueda, al menos quiero darte una vida tranquila y no llena de peligro a cada sitio que salgamos. Te amo y me muero si te pasa algo.
Una vida tranquila jamás será posible con tantos enemigos de su esposo, no estaría del todo fuera de Mafia porque a esto lo dedicaron y se posicionó el rey de la mafia Italia; ¿que futuro le esperaba? no lo sabía pero quería estar con él pase lo que tenga que pasar.
─¿A qué hora te irás?.
─Me iré en la mañana.
Se acurrucó contra su pecho besando su cuello.
─Cuídate amor no quiero que nada te pase. ─Jeon acaricio su cabello dorado, olfateando su olor a uvas.
─Lo prometo, nene.
Jimin sale de su escondite besando sus labios con suma desesperación, si mañana se va; al menos quería ser follado para no soportar un minuto sin su esposo.
Se restregó contra él y Jeon tomó su cintura sonriendo ante el beso por sus intenciones, su pequeño travieso quería su despedida y se la daría pero no sin antes decirle una cosa más.
─Amor... antes de seguir con esto hay otra cosa que tengo que decirte.
Se aparta el rubio mirándolo con sus mejillas rojas.
─¿Qué es amor?.
─Mañana vendrá alguien a la mansión, su nombre es Peter macavi, es un tatuador de mi suma confianza él es quien me hizo todos los tatuajes que tengo en mi cuerpo y brazo, mañana vendrá a tatuarte a ti.
─¿Cómo?, ¿a mí?, ¿Por qué?.
─¿Recuerdas que Bertinelli dejó toda su herencia en un diamante? ─Jimin asintió─ Pues yo haré lo mismo pero contigo amor, dejaré en tu piel toda mi fortuna en tu hermosa costilla bajando a tu cintura.
─¿Yo seré tu diamante amor?, ¿tendré en mi piel tu fortuna?.
─Nuestra fortuna amor, también es tuya nene y de nuestra hija.─ alzó un poco su blusón blanco tocando esa zona─ Así como quieren la fortuna Bertinelli quieren la mía, pero estará tatuada en tu piel y nadie más que tú lo sabrá mi Fénix.─ quitó su camisón mirado con deseó su cuerpo, tocando con las yemas de sus dedos su piel pálida.
Jimin suspiro ante el toque, moría por ser tomado por su esposo. Sin perder el tiempo se levanta quitando sunpantalón de seda junto a su boxer, dejando ver su desnudo cuerpo.
Mordió sus labios Jeon al ver semejante hermosura sexy frente a él.
─Sólo follame para no extrañarte tanto amor, soy todo tuyo.
─No tendré piedad nene. ─Le advierte.
─Igual no quiero que la tengas.
─Ven aquí mi amor.
Muy obediente fue el rubio hacía su esposo y en un rápido movimiento lo recostó sobre la alfombra blanca, beso sus labios hasta morderlos.
Jungkook quitó su camisa y después sus pantalones con su boxer, estaba listo para penetrar a su rubio, estaba tan jodidamente caliente que no se percataron que no usaba protección; cosa que no le importó al rubio porque quería sentir a su esposo naturalmente.
Besos, suspiros, toques y roces los tenían hecho un manojo de gemidos.
─No tengo condón amor, ¿estás seguro?.
─Si... tomaré pastillas, funcionaron una vez en Egipto, sólo entrar quiero sentirte no aguanto más.
Estaba mojado el rubio, quería que su esposo lo follara ¡Ya!. Jeon no estaba seguro de entrar sin condón pero ¡al demonio!, Él quería sentir las estreches de su rubio sin ese plástico de mierda.
Bajo sus besos por su pecho, lamió su cintura, cuello hasta llegar a sus mejillas donde dejó varios besitos en ellas, sacándole una sonrisa a su rubio.
─Eres tan perfecto nene, estoy muy enamorado de ti.
Aparta algunos mechones de su rostro depositando un besito en su nariz.
─Y yo de ti, aunque no lo creas eres el amor de mi vida, te amo mucho kookie.
Chasquidos obscenos que hacían al besarse. Jungkook tomó su cintura y aplastó sus labios con los suyos, Jimin se aferra a él de una manera desesperada. Se besaron fuerte, se chuparon y mosdisquiarón, sus gemidos son música para ambos ya en este punto como se encontraban.
En ese mismo instante Jungkook quería meterse en su rubio, recorrer su cuerpo de manera que saben que van a pecar.
Jimin beso el cuerpo de su esposo como si fuese a desaparecer, como si se fuera a esfumar, no lo tendría dos días tenía que aprovechar. Gimotean. Ambos estaban desnudos y se posicionó entre sus piernas abiertas, dejando ver su cuerpo pálido y delgado era tan gratificante para Jeon. Joder, Jimin lo miraba de una manera que no podía descifrar, era jodidamente sexy.
El rubio con sus manitas regordetas recorrió el pecho de su esposo hasta su ombligo bajando a su pelvis. Jimin se mordió el labio inferior, tan descarado se volvió su rubio.
Los dos jugaban, estaban necesitados; Jungkook tenía su pene duro y deseoso abrió más sus piernas mirando ese apetitoso pene rosadito de su esposo. Presionó la punta dentro de él y suelta un suspiro Jimin, quien lo atrajo para besarlo.
Jimin agarra su rostro con ambas manos y lo besa otra vez, pero dulce está vez. Con ese beso, Jungkook se sumergió más profundo en él, fuerte y poderoso lo embistió, lo miro cerrar sus ojitos verdes que tanto amaba ver cada día. Se retuerce del placer que le otorgaba aquel pene grande y venoso de su esposo dentro de él.
Embistes, tras embistes contra su entrada, cada una de ellas era un gemido de esa dulce boca esponjosa y rosada con un poco de sangre, Jungkook no se quedaba atrás y gemía ronco atacando como animal a su pobre esposo. El rebote de sus tetas por los empujes fuertes, lo hacían pellizcarlos con la yema de sus dedos.
Que bueno que nadie los escuchaba haciendo el amor, de ser así vaya que se quedarían sonrojados por los gritos pasionales de ambos.
─¡Me vengo amor!. ─Grita el rubio no pudiendo más.
─Hagámoslo juntos, nene.
Chupo su lengua como si la follara y puede sentir el ardor en su espalda por las uñas de su rubio clavadas como felino.
Sus cuerpos sudados, la alfombra arrugada era una imagen del pecado que hacían los esposo Jeon ahí. Jimin dejó salir todo su semen manchado sus cuerpos, el placer del orgasmo lo hizo apretar sus ojos y sostenerse de sus esposo con sus piernas.
Las estreches del rubio apretó el pene Jungkook dejando salir todo su semen llenado a su esposo por completo, un gemido ronco por el oído de Jimin le hizo sentir el mejor orgasmo, cosa que sólo su fénix lograba en él.
Se besaron otra vez pero más lento dándose amor, sonrieron por su travesura uno con el otro.
─Extrañare por dos días follarte nene, me encantas cada día más. ─musita saliendo de él mirando su semen salir de sus blanquecinas piernas, una imagen descarada.
─Cuando vuelvas podemos hacerlo cuánto quieras, aquí te esperaré paciente para que me folles a tu antojo.─ se acurruca abrazo su cuerpo musculoso, aún sudados y pegastosos.
─Con más ganas quiero llegar a casa, espero que todo esto termine y podamos estar en paz. ─esa su manita.
─Igual lo espero yo también, no sé si será una paz como la imagino pero si tú estás en él, no importa si tenemos que acabar con los malos.
─Eres increíble.
─Lo sé, abrázame hasta que llegue la mañana amor, no sabes lo mucho que te echaré de menos.
─Lo haré con mucho gusto precioso, también te echaré de menos.
Se abrazaron ahí acostados en la alfombra la cual no les incomodaba, sintiendo su amor y una guerra apunto de comenzar.
Más una vida apunto de llegar.
Rose sonreía por el plan entre manos que tenía con Salieri, ahora sí haría sufrir a su hermanastro.
Lo pagaría caro.