— ¿De qué se trató todo eso?
Yibo supuso que no podía ignorar esa pregunta obvia por siempre. A sí que, de acuerdo, a decirle "hola" a Xiao Zhan podría haber sido una acción un poco espontánea y había pensado en que respondería a las preguntas que vendrían después.
—Bueno, solo fui amigable, honestamente, el Omega no ha hecho nada malo.
—Excepto por ser una muñeca Barbie maricona sobre sentimental, solo eso.
—Oh vamos, ya párele no...—Yibo respondió, haciendo como si no le afectara las palabras del imbécil de su amigo, aunque hizo lo mejor que pudo para mantener su compostura. Quería apoyar a Xiao Zhan, pero tampoco quería lucir como si le importara DEMASIADO. Sabía que este no era el momento para decirles a su pandilla, primero tenía que arreglar la situación con el pelinegro y sabía que después deberían tener una conversación.
Quería que el mundo supiera que amaba a Xiao Zhan. Realmente quería eso, pero no estaba viendo las cosas con anteojos rosas, sabía que habría consecuencias. No podía ver a sus padres aceptar todo eso tan rápido o eso pensaba y tampoco lo harían los padres de Xiao Zhan, sabía eso muy bien. Nadie en la universidad entendería y no estaba solo hablando de sus propios amigos. Su universidad estaba dividida en grupos, además de que la gente estaba en contra de los Omegas hombre, siempre fueron visto como un juguete y un fallido en la raza.
Pero Xiao Zhan era fuerte. Yibo lo notó. Lo había resistido todo y callado había continuado a no ser otro más que él mismo ¿Cómo no lo había notado antes? Xiao Zhan tenía tal fuerza y sabía que nunca hubiera sido capaz de hacer eso, no era lo suficiente seguro o fuerte. Los comentarios burlones lo hubieran atormentado y el hecho de que no parecía pertenecer a ningún lado lo derribaría.
Xiao Zhan podía con todo eso, aparentemente, sin embargo, Yibo no era lo suficiente estúpido para pensar que todo era blanco y negro. Eso lastimaba a Xiao Zhan, aunque siempre intentaba esconderlo. En momentos había sido la víctima de su pandilla, había visto el corazón de Xiao Zhan sangrar a través de sus ojos.
¿Por qué no había hecho nada en ese entonces? no podía entenderlo más. Había sido tan cobarde. No es que fuera el ejemplo de valentía ahora, pero Xiao Zhan lo había cambiado mucho. Era una locura, realmente, como más entendía ahora que pasaba el rato con el Omega, "raro". Era como una parte de su mente que ni siquiera sabía que existía se había finalmente abierto para conocer a Xiao Zhan.
Yibo se encontró así mismo preguntándose, qué Xiao Zhan debió haber pensado al comienzo de su relación. Había estado claramente inseguro hasta el demonio ya que había solo aprendido más tarde que Xiao Zhan le había mentido sobre ser virgen, pero Xiao Zhan había dejado que él haga lo que sea que quisiera e incluso ahora no entendía por qué.
No había hecho exactamente nada para merecer eso, pero aún Xiao Zhan había parecido demasiado ansioso para tomarlo en sus brazos, apoyarlo y al mismo tiempo entregarse completamente, poniendo toda su confianza en Yibo.
Eso fue lo que hizo ¿no? Y Yibo sabía que había abusado de esa confianza.
Lo cual se arrepentía inmensamente. Lo arreglaría.
Hasta hoy Yibo ni siquiera sabía que le había pasado esa única noche en su cuarto en la cabaña, cuando él y Xiao Zhan se habían besado por primera vez. No había querido que suceda, no lo había planeado y sabía que Xiao Zhan tampoco.
Aún, durante su explosión de frustración hacia el otro, aparentemente otro tipo de frustración emergió también y la siguiente cosa que supo fue aferrarse hacia el delgado pelinegro como nunca antes hubiera querido, como si hubiera estado anhelando eso su vida entera. Mirando hacia atrás, Xiao Zhan siempre se movía hacia él, aunque de diferentes maneras. Nunca, antes que Xiao Zhan, había experimentado la urgencia de prestarle atención a alguien, hacer que alguien lo mirara. Quería eso dl Omega. Que lo mirara. Había ido de una horrible manera, pero había obtenido lo que había deseado y cuando el momento llegó, el único milisegundo de oportunidad de hacer que Xiao Zhan lo mirase de otra manera, lo había agarrado con ambas manos y las cosas habían escalado desde ahí.
Solo ahora era capaz de poner todas esas cosas en perspectiva. No lo había sentido así en ese momento, pero claramente podía ver los patrones ahora. No es que estuviera diciendo que había estado siempre enamorado de Xiao Zhan o algo, eso era como un cuento de hadas, solo se había dado cuenta que siempre había tenido cierta...fascinación por él. Xiao Zhan destacaba. Quería que Xiao Zhan lo conociera. O le temiera, inclusive.
Yibo no había estado preparado para cuán adictivo Xiao Zhan realmente era. La sensación de su acalorada piel que parecía encenderse en fuego bajo el toque de las yemas de sus dedos, las respiraciones superficiales y las extremidades temblorosas cuando Xiao Zhan se aferraba a su cuerpo. Su perfecto cabello pegado a su piel y frente cuando Yibo lo hacía sudar. Era como magia, como ser empujado a un mundo totalmente diferente.
Sin su segundo mundo, la vida de Yibo se sentía absurdo. Había pasado el punto dónde podía incluso recordar como lo hizo antes. Xiao Zhan era como combustible, como la heroína y él se había enamorado de ello, terriblemente fuerte.
Sin embargo, sabía que eso no era todo. Si eso era la única cosa que sucedía, sabía que no hubiera tenido problemas con continuar con su novia mientras follaba con el Omega, pero no podía. No solo era algo físico.
Yibo sabía que era algo emocional muy fuerte que lo atraía al Omega, no creía que otra persona hubiera sido capaz de darle tanto placer. Xiao Zhan era el único que podía hacerlo por la simple razón de ser Xiao Zhan.
Xiao Zhan, con su gran sonrisa y brillante mirada dorada que parecía observar a través de ti. Pálido, de piel tatuada, tonto y torpe. El rostro de Xiao Zhan que se iluminaba cuando Yibo le decía que lo queria. La manera en que jadeaba dentro de su boca cuando sus lenguas se encontraban.
¿Había algo como las almas gemelas que irrevocablemente ponía el destino juntos?
¿Por qué eso era lo que sentía cuando una persona te electrificaba? ¿Era realmente el sentimiento de encontrar tu alma gemela?
Despertando de su lívido sueño, Yibo se dio cuenta que aún habían miradas expectantes hacia él. Oh, cierto...se suponía que debía decir algo.
—Oh vamos chicos —Dijo moviendo su mano con desinterés —No fue nada especial. Ustedes podrían querer ser amigables a veces con alguien, se sorprenderían de lo bien que se siente.
— ¿Por qué carajos deberíamos hacer eso? Hemos estado viviendo una buena vida y no estoy preocupado exactamente en que el karma venga a morder mi trasero, Yibo. Dios ¿Qué te está pasando últimamente? Has estado actuando extraño. —Wen Xao le lanzó una mirada sospechosa y Yibo no pudo hacer nada más que evadirla. No sabía que más decir.
—Nada está mal.
—Entonces deja de actuar como si estuvieras todo caritativo.
Yibo sintió una fuerte punzada a través de él al oír literalmente a Wen Xao llamar a Xiao Zhan "caridad"
Oh no. Aquí venía la lengua imparable.
—Él no es ninguna caridad, Wen Xao, joder. —Intentó sonar lo más casual posible, pero por dentro temblaba de ira y nervios.
Ahora todos lo estaban mirando como si fuera algún tipo de alienígena y Yibo se sintió incómodo hasta la mierda. No estaba acostumbrado a eso. Su corazón latía rápido y su rostro probablemente estaba rojo de furia. Quería moler a golpes a su amigo, pero eso no mejoraría la situación. Se estaba metiendo en situaciones de las que todavía no estaba listo de encarar.
—Como sea... —farfulló —Vamos ¿Por qué siguen con esto? No es importante, ni interesante, busquemos algo nuevo con que divertirnos.
Esperó, fastidioso de lo que ellos dirían y tenía que pensar en Xiao Zhan otra vez; sabía que haría el pelinegro si escuchaba lo que Yibo estaba diciendo. Lo abofetearía por simplemente sugerir elegir otra víctima. Pero por supuesto, Yibo no estaba planeando nada de eso en verdad. Soltó una respiración de cansancio, tan disimulado como sea posible, al ver a Liu Hai Kuan y las chicas asentir, estando de acuerdo con él.
Yibo sonrió un poco. Liu Hai Kuan no era tan malo si lo conocías. Si no fuera por Wen Xao...Liu Hai Kuan solo estaba inmerso en todo ello, como Yibo lo había estado, pero había encontrado una escapatoria. Bueno, no todavía, pero estaba buscando una. Había encontrado una razón para llegar a sus sentidos y pensar al respecto, ahora estaba asombrado de cuán afortunado consideraba el hecho de conocer a Xiao Zhan. Había conocido a Liu Hai Kuan mucho antes que todos y esperaba no perderlo en el proceso de elegir a Xiao Zhan.
Estaba seguro que Liu Hai Kuan podía encontrar una escapatoria de toda esa locura, pero nadie podía por sí solo. Yibo era lo suficiente inteligente para no intentar darle un empujón a Liu Hai Kuan, no funcionaría así.
Amigos solo eran considerados amigos tanto como fueran leales a las reglas, aquí.
Era realmente desagradable.
Eventualmente, Wen Xao suspiró y se encogió de hombros, claramente enfermo de lo serio que era la conversación. No estaba acostumbrado a ese tipo de conversaciones excepto por burlarse de gente inocente y presumirles a sus amigos a cuánta Omega follaba.
Ugh. Alejando ese pensamiento, Yibo se corrigió, antes de vomitar justo ahí en medio del pasillo de la universidad.
El resto de la semana pasó más o menos normal, algunas miradas robadas con Xiao Zhan eran los únicos momentos que valían la pena recordar. Aunque todos actuaban normal con Yibo, estaba seguro que vio a alguno de ellos mirándolo de forma extraña cuando pensaban que Yibo no lo notaba. Aunque sí lo hizo.
El siguiente viernes, se levantó muy temprano, caminó hacia la panadería primero con el pensamiento de comprar algo con vainilla ya que sabía que Xiao Zhan adoraba eso. Él sabía a vainilla cuando se besaban, a veces. Bueno.
Había tenido la idea de la cadena el fin de semana pasado y había terminado con la cosa perfecta. Parte de ello ya estaba alrededor de su propio cuello, eso, Xiao Zhan pronto lo descubriría. Yibo no iba a esperar más, lo sabía. Se había expuesto completamente como nunca antes lo había hecho con alguien y le daba un entero nuevo significado a "estar nervioso".
De todos modos, Xiao Zhan era la primera persona que sabía realmente quién era ahora. La primera persona que le gustaba por quién era. Y Yibo sabía que si Xiao Zhan no lo tomaba de vuelta, iba a estar devastado porque eso significaría que...que no era lo suficiente bueno, confirmando sus pensamientos de inseguridad a través de todos estos años.
Dios santo, pensó al examinar sus propios pensamientos. Su orgullo estaba bajando completamente ahogándose con su comportamiento sentimental.
Pero -como eran sus excusas para todo los últimos días- era Xiao Zhan. Y de alguna manera Xiao Zhan se había convertido en todo lo que quería, exitosamente sobrepasando todo lo que alguna vez pensó era importante en su vida.
Xiao Zhan jodido Xiao Zhan. Ni si quiera había notado lo hermoso que en realidad era el Omega hasta ese momento en la cabaña y explotó de ira, algo que Yibo nunca había visto antes. Había sido endemoniadamente atractivo y había hecho que el corazón de Yibo latiera como el de un lunático, verlo gritando, sus ojos chispeantes, su cabello desordenado y fuera de control.
Ahora, de regreso al plan. Después de comprar el panecillo y la cadena había llamado a la universidad y fingió ser el padre de Xiao Zhan. Listo. Escribió una nota a Xiao Zhan y fue a su casa para dejar la bolsa. Tocó el timbre, y aunque era muy temprano para que Xiao Zhan se levantara, asumió que Xiao Zhan no se levantaría. Es por ello que un minuto después tocó el timbre una vez más y rápidamente se escondió detrás de una banca al cruzar la calle. Entre los arbustos detrás de la banca pudo ver la puerta abrirse y la figura apareciendo en la entrada de la puerta. Sus padres no debían estar en casa ya que Xiao Zhan le había una vez dicho que mayormente pasaba las mañanas solo ya que sus padres salían muy temprano a trabajar. Después de sentirse como en una eternidad, la puerta se cerró otra vez. Ahí está. Plan ejecutado. Yibo caminó regreso a casa. Ya que Xiao Zhan no estaría en la universidad, no había razón para estar ahí tampoco, así que también se tomó el día libre. De camino pensó en su siguiente paso. ¿Cómo iba hacer su decisión final?
Después de sobre pensar todo últimamente, Yibo había pensado en un millón de cosas que le quería decir a Xiao Zhan pero ¿Cómo iba hacerlo? ¿Debería hacer una declaración en frente de la gente? ¿Xiao Zhan quería privacidad para eso? ¿Él mismo quería privacidad para eso? Pero ¿cuándo? ¿Y dónde?
Y luego la siguiente pregunta era ¿Cómo iba a decir todo eso sin que se desmayara por los latidos Fuertes en el corazón?
Dios, solo no estaba acostumbrado en mostrar sus emociones. Nunca había habido una razón y ahora de pronto sentía que su corazón se abría y que ya no podía ser más cerrado. De algún modo, lo odiaba. Pero todo era por... ¡mierda!
¿Qué le estaba haciendo ese Omega?
Sentía que era muy pronto. Su cabeza podría explotar por todos los pensamientos que tenía a la vez. Era como si la barrera de agua que rodeaba su corazón se había roto y ahora todo salía sin control, intentaba detenerlo, pero sentía que no servía de nada porque se sentía bien soltar todo lo que había reprimido por tanto tiempo aunque lo asustara inmensamente.
—&—
El sábado en la noche, Xiao Zhan estaba acostado en su cama en la misma manera que Yibo lo estaba; su cabeza llena de pensamientos de lo que había sucedido los pasados días. Xiao Zhan sabía que solo era así de fuerte, tenía esta habilidad de aguantar el deseo de lanzarse a los brazos de Yibo.
Intentó decirse así mismo de mantenerse fuerte, realmente lo hizo. Pero era difícil. Había sido difícil desde el primer minuto, y fue siendo aún peor a la hora.
De pronto una fuerte vibración sintió en su cama y Xiao Zhan miró a su costado sorprendido. ¿Quién lo llamaba a esa hora? Eran como ¿la 1 am?
Suspirando, agarró su celular que estaba al lado de su almohada y lo miró escéptico.
"Yibo"
Xiao Zhan ladeó su cabeza y sintió mariposas revolotear en su estómago. Estaba sorprendido que ni siquiera tuvo el reflejo de contestar. Todo lo que pudo hacer fue mirar el nombre en la pantalla como un bobo.
Va a dejar de llamarte si no contestas, Xiao Zhan se dijo a sí mismo. Contesta el maldito teléfono.
Tragó fuerte, del modo que, si alguien hubiera estado en la habitación, lo hubiera ciertamente escuchado. Xiao Zhan presionó el botón verde y llevó el teléfono a su oreja, se quedó callado por un par de segundos.
—... ¿hola?
— ¿Xiao Zhan...?
—Eso parece.
Se quedó callado por un minuto otra vez.
—Hola. —La otra persona en la otra línea dijo callado e inseguro. Xiao Zhan sintió su corazón latir muy fuerte en su pecho. Era estúpido. Se estaba volviendo totalmente loco por algo tonto como una llamada telefónica.
Pero Xiao Zhan no se podía controlar, podía sentir el pulso de su arteria a través de todo su cuerpo a esas alturas.
— ¿Por qué estás llamando? —Preguntó, intentando no sonar muy grosero.
—Yo, uh...no lo sé. Quería oír tu voz.
—Oh...
Respuesta brillante, Xiao Zhan. Muy, muy elocuente.
—Xiao Zhan... te quiero conmigo. —La voz de pronto dijo, claramente teniendo problemas para decir aquellas palabras. Xiao Zhan notó que sus cuerdas vocales estaban temblando y sonaba un poco sorprendido.
—Yo...
—No tienes que decir nada —Yibo dijo de nuevo en un tono tranquilo —Solo quería, no lo sé. Tenía la urgencia de decirte eso.
Silencio.
— ¿Recuerdas en el paseo? Estaba tan molesto contigo esa noche y sentí que iba a explotar por dentro, entonces te besé o tú me besaste, aún no tengo idea. Bueno, por supuesto que recuerdas...
Xiao Zhan tragó. Recordando las imágenes claramente.
—Nunca sentí algo como eso con nadie que haya besado. Maldición, se sintió como tener un huracán dentro de mi estómago. Desde ese momento, ninguna chica o simplemente nadie excepto tú puede hacerme sentir algo así. Sigo adormecido por eso.
¿Estaba ebrio? ¿O drogado de nuevo? Sonaba tan extraño, pero extrañamente consciente. ¿Por qué estaba diciendo todo esto? ¿Y Por qué Xiao Zhan estaba teniendo cierta fuerte reacción con las simples cosas que Yibo le estaba diciendo?
De pronto se sintió alborotado, caliente y frío al mismo tiempo. La vista borrosa.
—Recuerdo —Dijo en un susurro.
— ¿Sí? Bueno eso es...eso es bueno. No quiero que lo olvides.
— ¿Cómo podría...?
Por un suspiro ahogado, Xiao Zhan podía decir que Yibo había presionado su mano libre contra su rostro. Xiao Zhan comenzó a tener ese sentimiento que sabía lo que estaba mal con el otro chico. No confiar en sí mismo en no sonar ronco. Aclaró su garganta antes de hablar.
— ¿Qué es lo que quieres, Yibo? —Preguntó intentando poner el tono correcto en sus palabras para asegurarse que Yibo le diga la verdad y nada más que eso.
—Yo, solo quiero...—Estaba claramente luchando. Intentando decir lo que quería dejando de lado el ¿miedo? Xiao Zhan sintió una punzada de culpa cuando se dio cuenta que Yibo estaba asustado. Estaba asustado de que Xiao Zhan lo rechazara si se abría hacia él.
—Solo dime —Xiao Zhan susurró una vez más.
—Yo...quiero. A ti. Te quiero. Te quiero demasiado, Xiao Zhan, no tienes ni una maldita idea, es como si estuvieras en todos lados alrededor de mí y ¡me estoy volviendo loco!
— ¿Qué es lo que quieres de mí, Yibo?
—Quiero...—Yibo se pausó, tomó un respiro tembloroso antes de continuar —Quiero sostenerte cerca de mí, sentir el calor que irradias...
Xiao Zhan sintió una punzada familiar en su estómago. Oh, Dios...
— ¿Qué harías si yo estuviera ahí?
Xiao Zhan no podía creer que estaba realmente preguntando. Seguir con esto. Estaba entrando a un terreno peligroso. La conversación estaba siendo dirigida a un terreno peligroso.
Yibo gimió ligeramente y siguió con su respuesta —Yo...llevaría mis manos a tus cabellos, masajearía tu cabeza, atraería tu espalda contra mi pecho... —Suspiró —llevaría mis manos a tus piernas largas para sentir tu piel caliente con cada movimiento, tocaría tus muslos, tu cadera...
Xiao Zhan estaba imaginándose todo. Cielos, se lo estaba imaginando y sabía que estaba muy, muy mal pero no podía evitarlo. Sus padres estaban en la otra habitación. Aún estaba molesto con Yibo. Estaba en el maldito teléfono y no podía detenerse, tampoco negarlo.
Lo estaba poniendo cachondo.
— ¿Y luego? —preguntó, sintiendo su voz ronca.
Yibo parecía notar que Xiao Zhan lo estaba disfrutando, así que ganó confianza.
—Lamería tu cuello y detrás de tu oreja, giraría tu cabeza y así podría besarte. Nuestras lenguas fueron hechas el uno para el otro. Tu piercing dentro de mi boca, delineando mis labios. Oh, mierda, Xiao Zhan, te quiero demasiado, el beso sería desesperado, húmedo y caliente, te tendría más y más cerca...
Yibo estaba gimiendo ahora y la visión de él masturbándose saltó a la cabeza de Xiao Zhan haciéndolo ruborizar más de lo que estaba.
—Y- Yibo —Xiao Zhan siseó sintiendo su estómago arder placentero —Sí, me gusta. ¿Qué harías después? Dime.
—Mis dedos se sentirían fríos contra tu piel caliente, tomaría el borde de tus boxers y los bajaría ligeramente, solo ligeramente así tu gemirías ansioso, ambos sin ninguna prenda, disfrutando la sensación de piel contra piel...
Cerrando sus ojos fuertemente, Xiao Zhan llevó una mano a su entrepierna. Necesitaba...joder. ¿Lo haría? Estaba en el teléfono. Y sus padres...
Pero Xiao Zhan estaba perdido en un torbellino que una vez más lo había encontrado.
—Yibo —suspiró, lentamente sintiendo sus paredes caerse. Solo esta única vez. Pensando en aquellos momentos en los que habían tenido sexo. Xiao Zhan sabía que lo necesitaba. Lo quería. —Dime que tanto lo quieres.
— ¿De todo esto?
—Dime —Xiao Zhan tragó. No sabía de dónde venía todo esto pero el solo pensamiento iba hacer que se corriera. —Solo dime, cuánto quieres una vez más empujar tú, ahora, sin duda doloroso y palpitante pene dentro de mí, haciendo que me arqueara contra tu cuerpo...
—Ohh...
—Estás hambriento de esto ¿cierto?
Oh, no, Xiao Zhan definitivamente no era así, pero era como que toda la frustración que no sabía de dónde venía salía a la superficie.
—...Y si estuviera en algún lado cerca de ti ahora, rogarías por eso. Rogarías que abra mis piernas para ti, ansioso, dispuesto para que lo tomes todo.
—Mierda. Joder, Xiao Zhan. Sí, yo lo haría...
Xiao Zhan sonrió. Sentía tener el control y era intoxicante. ¿Cuánto tiempo llevaban en el teléfono? ¿Cinco o diez minutos? ¿Cómo de pronto en esos minutos llegaron a tal punto de, prácticamente, tener sexo telefónico? Xiao Zhan no tenía idea, pero empujó cada pensamiento que tenía a un lado de su mente. No pensar. No sentir. El mundo daba vueltas otra vez y una parte de los antiguos sentimientos estaban de regreso.
De pronto Xiao Zhan recordó que era eso que había hecho que se rindiera hacia Yibo tan fácilmente en el pasado.
Ese sentimiento de necesitar nada más en el mundo que ellos dos.
Ni siquiera lo había notado, pero durante el proceso de hablar con Yibo, había agarrado su propio pene y ahora movía su muñeca de arriba hacia abajo, gimiendo a la fricción y rodando los ojos que estaban fijos en el techo.
No le gustaba masturbarse, o al menos ya no más. Preferiría tener a alguien más haciéndolo para él.
—Oh, Yibo...—Jadeó sin ni siquiera le importó que sonara como una maldita puta —Quiero que me cubras con tus feromonas. ¿Podrías...? Ugh... ¿podrías estar en mi cama ahora? Estoy muy mojado.
—Tú eliges los momentos, sabes. —Yibo gruñó, pero la excitación no se había ido. Solo estaba frustrado. —Yo siguiéndote durante las dos malditas semanas y ahora estoy en mi cama escuchándote decir que quieres que este en tu cama.
Xiao Zhan sonrió, aunque Yibo no podía verlo por supuesto —Tu despiertas mi lado latoso.
— ¿Latoso? ¿Te estás escuchando? Estoy despertando esa jodida estrella porno escondida en ti, tanto como sé.
—Cómo desees. —Xiao Zhan respondió, gimiendo, como si ya no fuera capaz de pronunciar un comentario sarcástico. Blancas flamas calientes sentía dentro de su estómago y sintió el orgasmo acercándose cada vez que oía los graves gemidos al otro lado de la línea.
—Dios, quiero tocarte...—Yibo se quejó de pronto —Tocarte, saborearte, estar dentro de ti y hacerte mío una vez mas.
Xiao Zhan comenzó a ver puntos blancos en frente de sus ojos. Sentía el sudor formándose en su frente, su cabello ya se estaba pegando en su rostro y la humedad en su entrepierna sobre su eje. Sentía pequeños espasmos y estaba anhelando que Yibo lo follara en ese momento. Eso era lo que quería, maldición, quería ser follado en ese momento, fuerte, rápido y apasionado.
Xiao Zhan quería todo eso, el placer, casi volviéndose en un dolor difícil de soportar. Era demasiado, pero no suficiente, eso era él y Yibo. Todo estaba lleno de extremos y Xiao Zhan se sentía un drogadicto miserablemente adicto.
Se mordió su labio inferior y se sintió ligeramente rojo aunque sabía que nadie más podría verlo o saber, colocó el celular a un lado entre su oreja y la almohada. De esa manera podría bajar su segunda mano mientras se masturbaba con fuera, llevando sus dedos a su trasero.
Xiao Zhan soltó un jadeo tembloroso, empujó un dedo dentro de él. Jadeó a la deliciosa fricción. No era lo que necesitaba, no siquiera estaba cerca. Su cabeza estaba lanzada hacia atrás, su boca abierta en un grito silencioso y su cuerpo arqueado encontrando una forma de tomar todo ese placer que recorría en todo su cuerpo.
Las sábanas se retorcían debajo de él, prácticamente sofocándolo, o así se sentía. Así que Xiao Zhan estiró las piernas para empujar las sábanas a un lado de la cama, el aire frío inmediatamente cubrió su cuerpo, haciéndolo sentir la piel de gallina, pero estaba muy concentrado en meter y sacar su dedo, Sintió sus músculos trabajando contra la intrusión, así que no dudó en meter un segundo dedo. Gruñó. Su voz ronca y su garganta seca.
— ¿Q-Qué estás haciendo? —Yibo preguntó casi sin aliento al otro lado de la línea, también gimiendo y suspirando.
Xiao Zhan no respondió por un momento, concentrado en follarse con los dos dedos. Deseaba tener un dildo en algún lugar. Mantuvo eso como una nota mental pero que no escribiría en la lista de compras de su madre.
No era que Xiao Zhan hubiera tenido demasiado sexo, además ya había pasado un tiempo así que estaba estrecho, lo suficiente estrecho para ganar placer con ese dos dedos que lo hacían jadear.
Su respiración se volvió inestable, tomando grandes bocanadas de aire. Sus gemidos eran consecutivos y quería detenerse, sonaba ridículo, pero no podía.
Alzó su cabeza, quería detenerse pero en su lugar aumentó el ritmo. Se sentía bien ¡demasiado bien!
Jadeando y con el corazón zumbando en sus oídos, lanzó su cabeza hacia atrás una vez más.
—Oh Dios...Yibo... ¡Yibo!...Mierdaaa
—Xiao Zhan ¡ugh!..¿Q-Qué....Qué estás ha-haciendo? —El Alfa preguntó claramente tan cerca como Xiao Zhan.
—Me follo así mismo imaginando que es tu pene dentro de mi...—Xiao Zhan fue capaz de decirlo en voz alta.
Como esas palabras llegaron a al cerebro del Alfa en la línea. Xiao Zhan oyó un gemido fuerte y supo que Yibo se estaba corriendo. Oh demonios, deseaba estar justo ahí.
A los sonidos eróticos de Yibo, Xiao Zhan comenzaba a correrse, fuerte, sintiendo el semen caliente en su vientre.
Temblando, limpió su mano sobre el colchón y agarró su teléfono.
Se quedó callado por un momento. Ambos jadeando pesadamente en el auricular.
—N-Nunca me había corrido por mi mismo así en mi vida —Xiao Zhan dijo con la boca seca.
—Ni yo.
Hubo un silencio entre ambos, quienes intentaban recuperar el aliento.
—Quisiera verte follar así mismo —Yibo dijo de pronto.
Xiao Zhan gruñó ruborizándose inmediatamente. —Sí, bueno, con suerte.
—Quizá la próxima vez.
Xiao Zhan cerró su boca y sus ojos se abrieron a la no disimulada forma de Yibo de expresarse así mismo.
—Sí...quizá.
Nadie dijo nada en los siguientes minutos y Xiao Zhan pensó que Yibo se había quedado dormido, hasta que oyó al Alfa susurrar su nombre.
— ¿Hmmm? —respondió.
—Buenas noches, bebe.
Xiao Zhan sonrió —Buenas noches, Yibo.
Y ambos colgaron.
—&—
Su pequeña experiencia telefónica del sábado por la noche no le había hecho nada bien a los nervios de Xiao Zhan mientras caminaba a la universidad el día lunes. Incluso empezó a tener alucinaciones o algo respecto a eso. Era jodidamente raro, todo lugar que veía pensaba que lo observaban. Nunca era así, por supuesto.
Xiao Zhan quería estrellar su propio cerebro en algún lugar, así dejaría de pensar demasiado por todo, su propia cabeza lo estaba volviendo loco.
¿Qué había sido eso el sábado? ¿Yibo esperaba que todo estuviera bien ahora?
Xiao Zhan ya no quería pelear más, pero tampoco quería darle la impresión a Yibo que el sexo podía solucionar todo. Ni siquiera había sido sexo real.
Se sentía tan tenso que cuando una mano atrapó su hombro, casi siente su corazón salir disparado de su pecho.
— ¡MIERDA! —gritó dándose la vuelta más rápido que la velocidad de la luz, haciendo que su cabello volara a través de todo su rostro que apenas pudo ver de quien estaba de pie en frente de él. — ¿Yibo? —Xiao Zhan preguntó torpemente como si pudiera ser alguien más.
—Esos poderes de observación que tienes a tu favor, amor...
Xiao Zhan miró a su alrededor, pero descubrió que nadie que conocía estaba a su alrededor ¿Por qué Yibo estaba haciendo esto?
—... ¿amor? —repitió con la intención de avergonzar a Yibo. Pero no funcionó, el Alfa tenía una mueca divertida en su rostro y los brazos cruzados.
—Sí ¿no crees que hemos llegado a tal punto de usar nombres de pila ahora? Pensé que podría gustarte.
Estaba en lo correcto, por supuesto, pero Xiao Zhan no iba a dejar que supiera eso.
—Actúas como si estuviéramos juntos o algo —Xiao Zhan dijo en un tono torpe como si estar juntos fuera la cosa más ridícula que jamás haya oído. Alzó su quijada.
—Ah, no, no estaba insinuando nada en lo absoluto, bebé. Pero desde que, ya sabes, hemos estado muy cerca...escuché como te follabas pensando en mi por teléfono hace solo dos días. —Yibo dijo con una antipática voz divertida, dándole una atención extra a lo de "bebé"
Escuchando a Yibo llamarlo bebé lo hacía querer ser empujado contra la pared de ladrillo detrás de él, con o sin estudiantes alrededor, y ser follado hasta gritar.
Xiao Zhan inmediatamente se ruborizó al tener la imagen de lo sucedido el sábado de vuelta a su cabeza, además de todos esos nombres de pila. No es que el recuerdo se haya ido, Xiao Zhan rogaba tener suerte y que Yibo no haya notado su mentira.
—No usarás eso en mi contra —Xiao Zhan dijo, aunque más llegó como un susurró. Estaba jodidamente nervioso y ¡No sabía por qué!
—Rétame, bonito.
— ¡Basta con los nombres de pila! —Xiao Zhan se quejó.
—Lo siento mucho, cariño. —Yibo respondió con una sonrisa, no lo sentía en lo absoluto, y Xiao Zhan parecía estar a punto de saltar sobre él. En su lugar, alzó sus manos de pura frustración y desesperación y luego vio a Yibo otra vez.
—Mira, tengo que irme ¿de acuerdo? Las clases ya empiezan y no más trucos. Te hablaré más tarde.
Sonriendo Yibo se encogió de hombros y guiñó el ojo. —También te amo bebe.
Tanto como el Alfa se alejó, Xiao Zhan quiso responder algo pero no sabía qué y desde el robillo del ojo vio a su mejor amigo acercarse, miró de regreso al lugar dónde Yibo había estado y ya no estaba más a la vista. Mierda. Pensó. Eso necesitará una explicación.
Yue Yue arqueó una ceja y Xiao Zhan suspiró. Iba a empezar a hablar de todos modos.
—Yibo vino hablar conmigo.
No hubo respuesta. Muy bien, eso podría ser muy obvio.
—La cosa es que, nosotros uh...nosotros...—Eso era embarazoso y sabía que Yue Yue pensaría que era. Mientras hablaban se dirigían hacia el edificio de la universidad.
— ¿Ustedes qué? ¿Están de regreso? ¡Xiao Zhan no me digas que hiciste eso! —Yue Yue dijo incrédulo, aunque Xiao Zhan no había dicho nada todavía. Ligeramente fastidiado, interrumpió lo que Yue Yue iba a decir.
— ¡No, No! ¡No es eso! Nosotros solo...como que...
—Antes de que muera de viejo ¡Vamos! ¡Escupe!
—Tuvimossexotelefónico — respondió tan rápido que ni siquiera Xiao Zhan estuvo seguro de lo que había dicho, pero estaba seguro que Yue Yue sí. Sus ojos se abrieron y Xiao Zhan llevó ambas manos a la boca, como si decirlo fuera una especie de pecado.
— ¿Tú qué?
—Él...nosotros...bueno, él me llamó y antes de que lo supiera, nosotros...estuvimos...ya sabes...—Xiao Zhan sabía que estaba ruborizado y además su corazón latía muy rápido, como si el hecho de lo que había sucedido recién había empezado hacer efecto. Por decirlo en voz alta.
Yue Yue parecía estar perdido en sus palabras —Tú...ustedes...pero cómo...por qué harían...¡Maldición, Xiao Zhan! ¡Estás demente! ¿¡Sexo telefónico!?
— ¡Shhhhhhh! —Xiao Zhan siseó inmediatamente golpeando un costado de Yue Yue. Había prácticamente gritado... ¡en medio de toda la universidad! —Sí, sexo telefónico.
— ¿Y no se te ocurrió que eso podría poner la situación aún más rara?
—Bueno, no, Yue Yue, estaba pensando con otra parte del cuerpo y no con mi cabeza en ese momento. —Xiao Zhan respondió más fastidiado con Yue Yue.
—Sí, es demasiado obvio. Sabes, nunca pensé que serías así. No te conozco así ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué te hace cambiar tanto?
¿Acaso el chico era completamente idiota de nacimiento o lo había estado practicando?
— ¡Pues Yibo, idiota! Sé que tiene toda la razón para olvidarse de eso y continuar, pero no es así como funciona. ¿No entiendes? Estoy enamorado de ese tonto Alfa. Yo...solo...ugh. Me tiene en sus redes y lo sé, pero honestamente no quiero salir de ahí, yo...él...—Xiao Zhan frunció el ceño y meneó la cabeza ¿Cómo iba a explicarle a Yue Yue la clara visión de lo que Xiao Zhan sentía?
—¿Cómo puedes no querer salir?
—Porque...porque...Sé que me ama de regreso ¿de acuerdo? Él podría ser un completo imbécil y podrías pensar que vivo en mi propio mundo de fantasía, pero me ama, fin de la historia.
Xiao Zhan se cruzó de brazos y puso una expresión necia que no aceptaría algún otro argumento. Aunque odiaba a Yibo a veces y se había sentido verdaderamente lastimado, algo dentro de él le decía que realmente le importaba a Yibo y Xiao Zhan no estaba listo para perder a la única persona con la que se había sentido bien. Por supuesto se sentía bien con Yue Yue pero...no de esa manera.
Antes de esto, nunca había experimentado como era sentirse a salvo. O como despertar enredado con alguien. Ver los ojos de alguien iluminarse cuando los ves. Ser besado como si fuera todo lo que necesitara la otra persona y ser sostenido como una muñeca frágil cuando hacían el amor. Porque dejando de lado las cosas que hacían, que podría ser llamado como sea, Xiao Zhan había siempre sentido las manos de Yibo en su piel, temblando y manteniéndolo cerca. A través de su toque, Yibo había hecho claro que la última cosa que quería era lastimarlo.
Yibo le había mostrado eso y ahora no quería una vida sin eso. Quería eso, exactamente eso y solo eso.
Antes de que uno de los dos chicos tuviera la oportunidad de decir algo más, el timbre sonó indicando que todos tenían que ir a sus clases.
Xiao Zhan pasó la mañana entera dejando que su mente reprodujera imágenes de Yibo. ¿Cuál era el punto de intentar detenerlo? ¿Pretender? Ni siquiera quería pensar en algo más porque pensar en Yibo lo hacía sentir cálido, bien y nada más importaba.
Se permitió a sí mismo a cerrar sus ojos por unos minutos, disfrutando los recuerdos con una sonrisa en el rostro. Intentó no ser muy obvio, por su puesto, aún estaba en clase rodeado de sus compañeros y la profesora.