Cupido por siempre [#3]

By YamiKriss

96.3K 11.6K 3K

«En asuntos de romance, el dios del amor debe ser el más desgraciado». Generalmente cuando las parejas termin... More

Sinopsis
¿Cómo adquirir Cupido por una vez en Físico?
Cupido en goodreads
Previo a leer
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14

Capítulo 7

2K 484 67
By YamiKriss



Pasaron un par de días antes de reunirme con Hedoné para ponerla al corriente de los últimos acontecimientos y compartir con ella mis inquietudes.

Hedoné jugó con la pajilla que sobresalía de la crema sobre helado lentamente, sin intenciones de beber un sorbo, era un gesto que a cualquier mortal le parecería tremendamente coqueto, pero a mí nada más me daba la sensación de que estaba aburrida, una niña cansada.

—Yo creo que tienes que, ahora que mi tío ha hecho un trato con el chiquillo, tú deberías quitarte del camino —dijo—. Es como un juguetito, debes aceptar que te lo quitó.

Me detuve a contemplar sus ojos, tan grandes y luminosos como los de su madre, enmarcados por una línea de gruesas pestañas. Aun cuando la mirada de Psique reflejaba un espíritu tranquilo y humilde, por debajo de sombras rosas y maquillaje suave, Hedoné, en la profundidad de sus ojos, siempre parecía estar tramando algo, alguna maldad. Eso último, de seguro lo había sacado de mí.

—Quizás debería abandonar mi búsqueda.

Ella levantó las cejas, exaltando su expresión de sorpresa. Tomó la cuchara y con la misma calma recogió la guinda que reposaba en la cima de su postre.

—Te diría que estoy de acuerdo, pero en realidad tu locura y obsesión me han llevado a ser de las pocas afortunadas hijas únicas del panteón. Lo siento, no me interesa compartir.

—Pero si ya estas grande...

—Igual que tú e Himeros.

Excelente observación.

Crucé mis brazos sobre la mesa, y me pregunté si Persefone se estaba divirtiendo más que yo en este round.

—¡Hey! —Hedoné reclamó mi atención—. Te aferras a lo que te mantiene cuerdo, es natural, sigue haciéndolo todo el tiempo que necesites, incluso si ya han pasado siglos.

—¿En serio? —pregunté.

—Pues sí —contestó, meneando la cabeza como si no fuera obvio, y continuó saboreando su helado—. Que yo vea las cosas de otro modo, no significa que no valore los mecanismos alternativos que utilizan los demás

—¿Cómo lo ves tú?

Hedoné me clavó sus ojos ante la pregunta y sin despegarlos, arrojó su cuchara al suelo. Inmediatamente le pidió a una mesera que iba de paso que le trajera otra.

Con un nuevo utensilio en su mano, volvió a disfrutar de su helado, recordándome a aquellos días en que solo era una niña, su gusto por las golosinas no había cambiado, así como tampoco su percepción de los seres humanos como figuritas de acción. Ella nunca perdió el tiempo mirando películas infantiles, le parecía mucho más interesante observar a la distancia cómo se desarrollaban las relaciones entre las personas y qué tanto podía influir en ellas.

—Solo hay que esperar a que encuentres una nueva entretención —señaló con despreocupación. Casi como si las Moiras estuvieran respondiendo a su solicitud, un ruidoso grupo de humanos ocupó la mesa disponible junto a nosotros. Reconocí de inmediato la semilla del Rayito de Sol, y a su lado, a su amiga del otro día. ¿A cuál de las dos le había caído mi flecha? No lo recordaba bien...

Presté atención y descubrí que los ojos de la chica de cabello rojizo resplandecían y su boca enseñaba una sonrisa demasiado grande, que iba más allá de la mera alegría. Era una joven que rebosaba en su propia felicidad.

Sentí que una mueca juguetona se asomaba en mi boca.

—¿Ves? A eso me refiero. —Hedoné me apuntó con su cuchara, pero su rostro perdió un poco de color cuando vio pasar mi mano por mi cabeza, oscureciendo mi cabello y haciendo brotar un bigote igual de oscuro.

—¿Qué? —inquirí.

—Nada, siento vergüenza ajena por mi padre. —Hizo una mueca—, también es normal.

Me levanté de mi sitio y nublando levemente las mentes mortales que podían notar un cambio extraño frente a sus narices, me vestí con el uniforme del resto de los camareros.

Alcancé a escuchar parte de la conversación, sobre un examen aparentemente muy complicado que habían tenido durante esa tarde.

—¿Qué van a servirse? —pregunté.

—Yo quiero...—La amiga de cabellera rojiza escudriñó la carta una vez más, como si no estuviera totalmente convencida de la elección que estaba a punto de tomar.

Mientras estaba en eso, uno de los muchachos miró su teléfono y pegó un fuerte chillido.

—¡Ya están las notas! —exclamó.

Inmediatamente, todos los presentes sacaron su móvil.

—No puede ser, ¿cómo las corrigió tan rápido? —preguntó la heredera de Apolo.

—Eran de alternativas —explicó otro chico.

—Aún así... ¡Oh, por Dios! ¡Aprobé! —chilló de emoción, enseñando la pantalla de su teléfono.

—Con lo mínimo. —Observó

—Pasar es pasar. —La pequeña de Apolo le enseñó la lengua a su amigo—. ¿Qué tal te fue, Liz?

La joven no miró a quién le acababa de preguntar, sino que al chico que tenía en frente, como si quisiera deslumbrarlo con su inteligencia al responder.

—También pasé. —Sonrió, enseñando su teléfono con orgullo.

—¡Nota máxima! —exclamó el pequeño rayito de sol, aplaudiendo el triunfo.

Esos claros, brillantes de la emoción se giraron en mi dirección, haciéndome parte de ese momento de infinita alegría.

—¿Sabes qué quiero? Yo quiero un waffle con mucho helado, por favor —anunció, decidida—. Que sea de vainilla, chocolate con almendras, crema de oreo... —Enumeró.

—Y mucha salsa de chocolate —sugerí.

—¡Exacto!

—¡Vaya! Yo quiero lo mismo —dijo la heredera de Apolo.

Tomé el resto de los pedidos y continué escuchando con atención la conversación en aquella mesa, bajo la atenta y curiosa mirada de Hedoné.

Cuando me llamaron de la cocina para recoger el pedido,

—Estudié mucho anoche, así que pienso recuperar toda la energía que perdí.

—¿Recuperar energía? Mujer, tú estás celebrando tu triunfo.

Me quité mi disfraz y regresé a mi sitio, donde Hedoné ahora disfrutaba de una pequeña taza de café.

—¿Ves a esa gente de ahí? Subieron las notas de un examen, a la amiga de la descendiente de Apolo le fue muy bien, se llama Liz, por lo que escuché —expuse.

Mi hija le dio un suave sorbo a su café, conservando la serenidad en cada uno de sus movimientos.

—Así escuché —respondió—. Supongo que ahora vas a hacerle una visita a esa tal Liz, ¿no?

Volví a echarle un vistazo a la chica mortal, en sus ojos bien abiertos, atentos a todo lo que la rodeaba, sin embargo levemente inclinados hacia abajo, incapaces de disimular la tristeza. Era una chica de mirada transparente, inteligente, en cuya profundidad podía leerse una historia que aún la atormentaba. Los humanos con pasados a cuestas solían ser doblemente interesantes, pues sus puntos de vista irremediablemente siempre estaban trastocados por los recuerdos. Sin embargo, luego de tantos milenios me había aburrido de leer novelas, y muchas veces sus historias eran mejor que cualquier novela.

—No puedo, hace unos días le arrojé una flecha —comenté.

—¡Vaya! No es propio de ti recordar el rostro de tus víctimas.

Eso era cierto, generalmente yo andaba por el mundo lanzando flechas como si de flores se tratara, sin preocuparme demasiado de dónde iban a caer, solo memorizaba algunas caras, casos especiales o difíciles de olvidar, debido al contexto.

—Estaba en compañía de la hija de Apolo esa vez —dije, como si ese hecho fuera lo suficientemente relevante para que mi mente lo guardara.

Hedoné fingió comprarse mi argumento. La verdad, yo tampoco estaba tan convencido, si la hija de Apolo se andaba paseando sola o con un perro, en circunstancias normales, me habría dado exactamente igual. Pero la presencia de Liz fue lo suficientemente poderosa para recordarla, aún con la distracción de una presencia divina a su lado.

—Me sorprende que honres tanto las flechas que has lanzado —comentó mi hija, mirando distraídamente a Liz,y agregó—: Pobre muchacha, su único pecado fue ir tarde a clases.


.
.

Holaa gente bonita!! ¿Qué tal están? 

Primero quiero agradecer a todas aquellas personitas que recordaron mi cumpleaños y me saludaron (antes y después de que subiera las fotitos a mi ig <3), en serio me sorprendió recibir los primeros saludos!! No esperaba que lo recordaran y me hizo sentir muy bien <3 Muchas gracias!!

Espero que disfruten el capítulo y no se olviden de dejar sus votos y comentarios <3

Continue Reading

You'll Also Like

38.9K 6.6K 49
Marcus juró que nunca volvería a amar. Luego de regresar a Nueva York por petición de su padre, Marcus intenta retomar su vida, intentando ignorar la...
46.5K 3.1K 14
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME. Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría a...
48K 1.5K 54
➡𝘭𝘢𝘴 𝘵𝘳𝘢𝘥𝘶𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘴𝘰𝘯 𝘥𝘦 𝘵𝘶𝘮𝘣𝘭𝘳 (𝙘𝙧𝙚𝙙𝙞𝙩𝙤𝙨 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙙𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙚𝙣 𝙘𝙖𝙙𝙖 𝙘𝙖𝙥) ➡𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴, 𝘳𝘦�...