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Fred estaba cansado de la situación. No podía esperar más, no podía estar más segundos sin saber quien era esa chica.
Se subió a la mesa del gran comedor ante la atenta mirada de todos y sus amigos quienes no tenían ni idea de que quería hacer.
-Bien, quiero que sepas que no puedo aguantar más! Quiero saber quien eres! Por favor, solo dímelo, no se que mas puedo hacer!- dijo este mirando a todos lados.
Todos se encontraban algo confusos. A quien le hablaba? Nadie lo sabía y la chica no podía creer que hubiera hecho eso.
Por ella.
Sonrió mientras miraba como Fred se ridiculizaba ante el gran comedor. Le pareció tan adorable y bonito... sin embargo sabía que no podía decirle nada.
Digamos que no era su fuerte hablar. Prefería mil veces expresarse a través de cartas.
Al ver que no obtenía respuesta, el pelirrojo miró en dirección a la mesa de profesores quienes no sabían que decir al respecto.
Era Fred Weasley, no podías esperar más de él.
-Bien! Si no me respondes... lo haré yo mismo!- dijo seguido de irse del gran comedor algo frustrado.
-Fred...- empezó a decirle George.- Frederic Weasley tienes que parar. Esto te hace mal.
El pelirrojo rodó los ojos mientras se estiraba en su cama pensando que más podría hacer para encontrar a la chica.
No quería que las cartas se quedaran en solo cartas, quería hablar con ella, era tan complicado?
-Recuerda que hoy tenemos reunión con el e.d.- le dijo George al ver que este no le respondería.