Tomó la taza de té caliente y bebió de ella, vio a Changbin entrar a la cocina solo con su pantalón puesto mientras que su torso estaba al descubierto.
Shotaro desvió la mirada cuando el mayor lo miró divertido.
"Buenos días, hermoso". Lo tomó del mentón para unir sus labios, saboreando la manzanilla del té.
"¿Te costaba tanto ponerte una camiseta? Mi madre puede llegar en cualquier momento-". Los labios del alfa lo interrumpieron.
"¿No crees que hablas demasiado?".
"Aish, cállate". Gruñó el beta volviéndolo a besar. Si hay algo que Shotaro amaba físicamente de Changbin, aparte de su rostro, sería su ejercitada espalda, la cual nunca desaprovechaba en acariciar al momento de besarse.
"No quiero parecer un adicto al sexo, pero verte rubio por la mañana y con esos chupetones en tu cuello, realmente me pone". El menor rodó los ojos mientras reía.
"Changbin...". El alfa lo miró.
"Sé que a veces no lo demuestro". Murmuró. "Pero tú y Felix se han vuelto realmente importantes para mí...". Bajó la mirada. "Y aun me cuesta creer que yo sea su-".
"Shotaro". Tomó el rostro del beta para que lo viera. "Eres nuestro, ya no puedes escapar de nosotros, mi amor". El menor se sonrojó. "Así que saca esas ideas de tu cabecita". Besó su frente, luego su nariz y por último sus labios, transmitiendo seguridad.
Miró su reloj y sonrió, era un poco temprano, pero para su suerte, al hablar con la señora Yang y contarle su plan, la omega aceptó ayudarle.
Bajó de la camioneta y tocó la puerta, siendo recibido por la mayor quien le sonrió.
"Gracias por todo esto Hyunjin, en verdad espero que logres separarlo de los libros por lo menos hoy".
"No tiene nada que agradecer, yo le agradezco por permitirme ayudarlo". Sonrió y después de hacer una reverencia, subió hasta la habitación de Jeongin.
Entró sin tocar, al parecer el omega se estaba bañando dado que escuchó la regadera. Aun sin dejar de sonreír, entró en silencio, observando la habitación, seguía igual, a excepción de su escritorio donde habían muchos libros abiertos y libretas con apuntes, suspiró negando con su cabeza antes de tirarse en su cama esperando que el menor saliera.
"¡No me jodas!". Jeongin llevó una mano a su pecho, retrocediendo un poco debido al susto que se llevó al encontrarse a Hyunjin en su cama. "¿Puedes hacer ruido? Me has asustado, imbécil". Lo miró con un puchero y quiso golpearlo por esa sonrisa divertida.
"¿Desde cuándo te vistes en el baño? Normalmente sales con una toalla y te vistes aquí". Hwang se mordió el labio recordando todas las veces que vio al omega al terminar de ducharse.
"Eres un pervertido de primera". Le lanzó la toalla con la que se secaba su cabello para volver a sentarse en frente del pequeño escritorio. "¿Por qué estás aquí?". Preguntó colocándose sus anteojos que usaba al estudiar.
"Hay que salir...".
"No puedo, estoy estudiando...".
El mayor rodó los ojos, levantándose, fue hasta él y quitó el libro de matemáticas de las manos de Jeongin.
"Suficiente estudio por el momento, déjalo ya". Fue el turno del omega en rodar los ojos y tomó el libro de ciencias, el cual también le fue arrebatado, al igual que el de historia.
Ya un tanto harto, Hyunjin lo cargó en un hombro, con algo de dificultad por la resistencia que ponía Jeongin, pero bueno, como sabrán, el delta no le hizo caso a sus demandas y bajó a la sala aun con el menor en su hombro.
"¡¡Ayuda omma!!". Rogó a su progenitora. "Esto puede tomarse como secuestro, idiota". Golpeó levemente la espalda de su delta.
"En realidad eres su omega y ya estás marcado, por lo que...". Defendió la omega, quien salía de la cocina.
"¿De qué lado estás?". Su hijo frunció el ceño.
"Es por tu bien mi amor". Miró al pelinegro. "Cuídalo bien".
"Por eso no se preocupe". Le sonrió el más alto y salió.
Abrió la puerta del copiloto y metió a Jeongin, abrochó el cinturón de seguridad mientras el menor golpeaba muy fuerte su brazo.
"¿Auch?". Fingió dolor, aunque prácticamente la mano del omega se sintiera como una pluma.
Hyunjin sonrió por el puchero del contrario, por lo que lo tomó del mentón y besó sus labios, al principio el contrario se negó, pero luego correspondió.
"Delta estúpido...". Volvió a hacer puchero cuando Hyunjin arrancó el automóvil. "¿A dónde me llevas?".
"Lejos". Se limitó a responder. "Por el momento duerme, te amo y me pareces el omega más hermoso y perfecto, pero definitivamente esas ojeras no me gustan en tu bonito rostro". El menor se sonrojó, pero prefirió hacerle caso, así que prácticamente se hizo bolita en el asiento y cerró sus ojos.
En un semáforo rojo, Hyunjin tomó su chaqueta del asiento trasero y se la dio a su novio para que se cubriera, Jeongin aprovechó y entrelazó su mano con la del delta.
"¿Crees que podré manejar con una mano solamente?". Preguntó con una sonrisa, obvio que podía.
"No me importa, ese es tu problema". Respondió con sus ojos cerrados, el mayor sonrió apretando levemente su agarre trasmitiendo seguridad a su omega para que pudiera dormir.
Despertó al percibir el aroma a café recién hecho, abrió los ojos de manera perezosa encontrándose con su delta que venía subiendo a la camioneta, estaban estacionados en una gasolinera.
"¿Seguro de que no me estás secuestrando?".
"Tranquilo". Rio mientras le entregaba el vaso con café.
"¿Macchiato?". Lo miró.
"Macchiato". Afirmó el mayor.
Siguieron con el viaje, Jeongin ya despierto admiraba todo el paisaje, no era la gran cosa, pero realmente era algo que no veías todos los días.
Miró el reloj de muñeca que tenía Hyunjin, eran apenas las 9 de la mañana cuando la pequeña nariz del omega percibió, a través de la brisa que entró por la ventana, ese aroma tan conocido y tan nostálgico para Jeongin.
Sus ojos brillaron al ver el enorme mar azul, Hyunjin se estacionó justamente ahí, el menor pudo sentir como su lobo agitaba la cola felizmente, pero antes de abrir la puerta del auto para correr a la orilla, el pelinegro lo detuvo.
"Espera...". Fue el primero en bajar, rodeó la camioneta y abrió la puerta de Jeongin, recordó todas las indicaciones que uno de los hermanos del omega le había dado.
Desabrochó el cinturón de seguridad para luego retirarle los zapatos a Jeongin, este último estaba sonrojado y algo sorprendido.
"Odias que tus zapatos se llenen de arena". Revolvió la cabellera rubia antes de ir a la cajuela.
Jeongin miró el paisaje, hace mucho que no veía el mar, bajó lentamente, sintiendo la suave arena con sus pequeños pies. Reía mientras caminaba con dificultad hacia la orilla del agua, sus pies se hundían en la arena provocándole cosquillas.
Hyunjin se encargó de tender una manta, sobre ella colocó la canasta con bocadillos que habían preparado sus padres anoche, agradeció que el sol no estuviera tan fuerte ese día. En ningún momento quitó su vista del omega, su pecho se llenaba de tranquilidad al ver como su novio jugaba a evitar ser mojado por las ligeras olas en la orilla.
"Te debo una grande, Minho". Susurró en un suspiro pensando en su plática de ayer con el alfa.
Se detuvo frente a la casa de Shotaro, viendo como Changbin bajada del auto, despidiéndose de él.
"Lamento no haber sido de ayuda". Dijo el alfa, Hyunjin le había preguntado por algunos lugares favoritos de Jeongin. Sin embargo, Changbin le había dado opciones donde había mucha gente, y lo que él quería, era llevarlo a un lugar tranquilo. "Aunque... Puedes ir al departamento de Jisung hyung que comparte con Minho, él puede ayudarte". Comentó Changbin antes de adentrarse al hogar de su beta.
El delta suspiró, no le agradaba la idea de pedirle ayuda a ese alfa, porque obviamente seguían sin llevarse bien, pero si se trataba del rubio, valdría la pena.
Al llegar a dicho departamento, tuvo que rogar y rogar con un poco de ayuda del omega, para que Minho finalmente le diera una idea.
"No es la primera vez que Innie se excede con el estudio... Pasaba muy a menudo cuando era niño, así que papá prácticamente lo secuestraba, llevándolo al mar...". Sonrió con nostalgia. "Era un lugar tranquilo donde sólo se escuchaban las olas, papá se encargaba de quitarle los zapatos antes de bajar del auto para que no se llenaran con arena y Jeongin no llorara después...".
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando notó que el omega se sentaba a su lado con una sonrisa radiante, su cuerpo ya no estaba tenso, el menor lo miró a los ojos, mantuvo el contacto visual hasta que su estómago gruñó.
El mayor comenzó a reír, sus momentos románticos o miradas amorosas siempre se veían arruinadas por el estómago del omega. Se dispuso a sacar toda la comida de la canasta, comiendo en silencio.
"Agradece a tus padres de mi parte, cocinan muy rico". Hyunjin lo miró con el ceño fruncido.
"¿Qué te hace pensar que fueron ellos?".
"¿Entonces compraste la comida?". Ahora miró indignado al menor.
"¡No! Yo preparé todo". Mintió haciendo reír a Jeongin.
"Jinnie te amo, pero... Tú cocinas horrible". Rio, levantándose en seguida al ver que el delta lo fulminaba con la mirada, quien también se levantó, comenzando a corretear al omega.
Cuando lo atrapó, ambos cayeron sin dejar de reír, Hyunjin había quedado sobre el menor, se quedaron viendo uno al otro con una sonrisa. Los ojos de Jeongin se cristalizaron mientras acariciaba el rostro de un novio.
"¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?". Preguntó alarmado.
"Porque estoy feliz". Confesó. "Tengo al chico perfecto, conmigo".
"No soy perfecto". Negó el pelinegro.
"Para mí sí, te amo". Y sin más, lo besó, siendo correspondido al instante, era un beso lleno de amor y ternura.
A Jeongin le encantaba la sensación de sus labios encajando a la perfección con los de Hyunjin, la suavidad de estos, el mayor tenía la costumbre de liberar su aroma cuando se besaban y el menor amaba esa acción, amaba impregnarse del amargo café que emanaba su delta.
El resto del día transcurrió en mojar sus pies mientras caminaban en la orilla, levantando pequeñas conchas marinas para luego regresarlas al mar. Sobra decir que la galería del celular de Hyunjin se había llenado de fotografías donde ambos posaban de diferentes formas, pero su favorita fue donde él sonreía a la cámara mientras Jeongin besaba su mejilla abrazado a su cuello.
Ahora miraban el atardecer, el omega sentado entre sus piernas mientras el mayor lo abrazaba por detrás.
"Aprobarás el examen...". Murmuró el mayor. "Te lo puedo asegurar... Así que no te excedas estudiando, tu cabeza también necesita descansar para que tus estudios den fruto". Besó su cabellera.
El menor sólo sonrió, no tenía nada que decir porque, a decir verdad, las palabras del delta lo llenaron de seguridad, suspiró aun sonriendo mientras miraba el cielo, Jeongin realmente estaba jodido, pues su bienestar físico y mental dependían totalmente de su novio. Se acurrucó más contra él, cerrando sus ojos debido al cansancio.
➶ ໑ 𝐇𝐨𝐥𝐚 𝐂𝐡𝐮𝐥𝐱𝐬 ᘒ ꒦ 🜸
↬ Recuerden dejar sus lindos comentarios y su estrellita, gracias por leer bus y nos vemos en próximos capítulos.
↬ No me toquen, ando modo HyunIn soft, lloro.
↬ ESTOY MUY EMOCIONADO POR EL COME BACK DE LOS PERDIDOS 😭😭
𖧷 ᜊ 𝐉𝐉_𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐀𝐗_𝟓𝟏𝟒 𖥻 .͘ 𝐈.𝐍