Si supieras que me esperaste y eso me hizo tan feliz.
Mientras camino a tu lado camino a mi casa, mi corazón late con fuerza dentro de mi pecho.
No podía creer que al salir de la escuela me estuvieras esperando.
Te había comentado el día anterior que tendría contra turno y terminaría tarde la última de mis clases. Me preguntaste a que hora, y sin imaginar porque querías saberlo, te respondí.
Mientras mis compañeros caminaban hacia la salida, en medio de las caras ya conocidas de mi curso, pude distinguir la tuya.
Me estabas esperando.
Me acerqué con una boba sonrisa en mi rostro que no pude evitar.
Las miradas curiosas de mis compañeras se posaron en nosotros, sé que mañana todas me preguntarán sobre ti, y tendré que dar algunas explicaciones.
Es que nunca pasas desapercibido, tu altura, tu sonrisa, tus ojos, tu perfil...
¿Entiendes que eres demasiado hermoso?
_ ¿Puedo acompañarte a tu casa?_ dijiste de manera natural y espontánea.
<Claro que sí, acompáñame todos los días de mi vida> quería responderte.
Pero solo asentí con mi cabeza.
Fue una caminata extraña.
No hablamos demasiado.
Pero se sentía tan bien caminar a tu lado, sentir tu compañía, recibir cada tanto tu cálida mirada y saber que me esperaste...
Si supieras que me sentí tan feliz de que me esperaras al salir del colegio.