YoonOh estaba feliz, pero sobre todo, estaba tranquilo. Despertó con calma y tomó su celular para poner algo de música mientras tomaba una ducha. se vistió para ir al trabajo y desayunó pan tostado con café. Al llegar a su oficina, encendió su computadora y comenzó a trabajar en algunos pendientes.
Decidió tomarse un pequeño receso y bajó el escrito sacó el móvil. Sonrió tontamente al ver que ya tenía algunos mensajes de su novio.
TaeYong
Buenos días.
Jeno tiene clases hoy...
Pensaba en que nos podríamos ver en la escuela. 🤗
Me encantaría verlos. 😌
Además tengo que hablar de algo contigo...
Nos vemos más tarde. ❤️
En cuanto envió el último mensaje, sintió vergüenza de sí mismo. Nunca pensó que usaría emojis de corazones con alguien más que no fuera su familia.
El día transcurrió terriblemente lento. YoonOh sentía que jamás terminaría, pero cuando dió la hora de su salida, suspiró aliviado. Ordenó un poco su escritorio y salió del edificio con calma. Aún faltaban horas para la clase de Jeno, así que optó por volver a casa.
Al aparcar su auto no contó con que ChaeYeon estaría pasando por ahí, así que trató de hacer tiempo "revisando" algunos documentos. Cuando vio que la chica no tenía intención alguna de irse, rodó los ojos y bajó del auto, siendo abordado por la joven.
—Hola, YoonOh.
—Hola—saludó alzando las cejas y esbozando una sonrisa.
—¿Cómo estás? —pensó en responderle "¿Qué rayos quieres?", pero en cambio respondió un "bien, gracias"—. ¿Pudiste pensar en lo que hablamos la última vez?
—No he tenido mucho tiempo—musitó.
—¿Cuántas veces quieres que te pida perdón? —mordió su labio inferior—. Por favor, YoonOh.
YoonOh suspiró y asintió.
—Podemos volver a ser amigos—se encogió de hombros y fue tomado por sorpresa al ser abrazado.
—¡Gracias! —repitió varias veces mientras lo abrazaba con fuerza—. ¿Podemos ir a beber un café? Conozco una cafetería lindísima—sonrió de oreja a oreja alejándose de él.
—Hoy veré a mi novio, pero cuando esté libre te aviso, ¿está bien?
—Perfecto—esbozó una sonrisa y se dió media vuelta para volver a casa.
YoonOh entró a su casa y no encontró a nadie de su familia, así que subió a su habitación para ponerse ropa más cómoda, eligiendo un pantalón deportivo de color negro y una chamarra a juego. Esperó pacientemente a que el sol se ocultara y cuando estaba listo para irse, apareció su hermana con su cuñado.
—¿A dónde vas? —preguntó su hermana con un tono juguetón. YoonOh ignoró a su hermana y en cambio, preguntó de dónde venían.
—De su trabajo—JongIn la señaló—. ¿No tenías hambre, linda? —su novia asintió—. Vamos a comer algo, ven—extendió su mano y la llevó hasta la cocina.
—¡Saludos a TaeYong y a los niños!
—¡Gracias! —respondió abriendo la puerta—. ¡Adiós! —y dicho esto, subió a su auto y condujo hasta la escuela de taekwondo.
TaeYong estaba tan feliz que un mensaje más de ese ser indeseable ya no le importaba. Podría enviar todas las rosas que quisiera y solo sentiría lástima al deshacerse de tan bellas flores, pero no se sentiría afectado por recibirlas.
Leyó el mensaje que le deseaba una linda semana y bloqueó el número tranquilamente. Buscó la conversación de su novio y aunque habló poco con él, se sintió satisfecho, ya que lo vería más tarde.
Su día en el trabajo transcurrió rápido. Al salir, pasó al supermercado para comprar algunas cosas que le hacían falta para la comida de esa tarde. Decidió solo comprar lo necesario y salir del lugar, ya que se sentía observado, aunque podrían ser solo ideas suyas.
Al llegar a casa, se asomó por la ventana para ver si alguien lo estaba siguiendo, y en efecto, solo fueron ideas suyas, ya que no había ni un alma en la calle. Comenzó a cocinar y sus pequeños entraron a la cocina para saludarlo con un beso en la mejilla.
Puso los platos en la mesa y esperó a sus pequeños, quienes habían subido a cambiarse y a dejar sus mochilas.
—¿Ya le dijiste a papi que hoy es mi primera clase, papi? —preguntó el menor de los Lee tomando su cuchara para comenzar a devorar su sopa.
—Sí, mi amor. Nos verá allá—el menor asintió con una sonrisa satisfecha—. Terminando de comer, quiero que vayan a hacer su tarea mientras yo limpio todo esto—señaló la mesa.
Los pequeños asintieron y comenzaron a comer mientras contaban lo que habían hecho en el día. Jeno había tenido una interesante plática con sus amigos acerca de la escuela de taekwondo, en la que los pequeños le habían prometido que convencerían a sus padres para que los llevaran, por otro lado, XiaoJun contó que había peleado con Hendery y Yukhei porque sus amigos estaban aferrados en que para comer cereal, debían poner primero la leche y todos sabemos que es al revés.
Terminaron de comer e hicieron lo que su padre les dijo. Fueron al estudio para hacer su tarea y en cuanto XiaoJun terminó, salió de la habitación, dejando a su hermano solo y molesto porque a él le faltaba mucho para acabar.
XiaoJun se dejó caer en el sofá boca abajo y poco a poco el sueño se apoderó de él. Durmió poco más de una hora y hubiera dormido más, de no ser por su padre que lo despertó para ir a las clases de Jeno.
—Me quiero quedar—bostezó mientras de incorporaba.
—No puedes quedarte solo, mi amor...
—Antes me dejabas quedarme solo—frunció el ceño.
"Antes de que ese loco estuviera rondándonos", pensó.
—Lo sé, mi amor, pero ya no me gusta dejarte solito—acarició su cabello—. Vamos, ¿sí?
El chino asintió a regañadientes y se levantó para seguir a su hermanito hasta el auto. TaeYong lo encendió y comenzó a conducir hasta la escuela de taekwondo, en dónde al llegar, buscó a su novio con la mirada.
YoonOh los vio llegar y agitó su mano para saludarlos. Esperó a que llegaran hasta él y los saludó correctamente.
—Hola, cariño—se acercó al mayor para besar sus labios y se alejó con un sentimiento extraño al ser visto de pies a cabeza por el mayor—. ¿Qué? ¿Qué tengo? ¿Me veo mal?
—Todo lo contrario—sonrió con nerviosismo. Entrelazó su mano con la del castaño y caminaron detrás de los pequeños hasta entrar a la escuela, en dónde TaeYong fue con su pequeño hasta el baño para ayudarlo a cambiarse, mientras XiaoJun y YoonOh tomaban asiento en silencio.
Jeno se formó a un lado de sus compañeros y puso total atención a cada indicación que daban sus maestros, quienes, según TaeYong, estaban siendo muy rudos.
—Le están gritando—susurró molesto cerca del oído de su novio y tensó su mandíbula.
YoonOh no pudo evitar reír, ya que sí, admitía que los maestros estaban usando un tono un poco alto, pero para nada estaban gritando.
—Calma... —llevó su mano a la rodilla del mayor y le dio un pequeño apretón.
TaeYong no puedo evitar sentir un escalofrío recorriendo su columna y asintió tratando de verse tranquilo.
—Ya me aburrí—Jun dejó caer su cabeza en el regazo de su padre y TaeYong acarició su cabello susurrándole que faltaba poco para que la clase terminara—. Está bien—hizo un puchero pronunciado y se incorporó.
No solo a XiaoJun le estaba pareciendo eterna la clase, Jeno estaba cansado en demasía y TaeYong ya no soportaba ver a su hijo respirando como si su vida le fuera en ello y con la cara roja cubierta en sudor. Cuando la clase al fin terminó, Jeno se acercó a ellos con una sonrisa cansada y le pidió ayuda a su papi TaeYong para cambiarse.
YoonOh quería comenzar una conversación con XiaoJun porque, además de que era incómodo quedarse solo con él, quería acercarse más al chino. Pasaron poco más de cinco minutos y se sintió tan bobo de no poder pronunciar palabra alguna en ese tiempo. Salieron de la escuela y caminaron hasta el auto del mayor.
—¿Qué querías decirme? —preguntó el mayor luego de ayudar a subir a sus hijos al auto.
—Lo olvidé—mintió con una sonrisa—. ¿Quieren ir a cenar?
—¿Ahora? —el castaño asintió—. Sí, ¿a dónde?
—¿A mi casa? —se encogió de hombros. Según recordaba, su padre estaría en el hospital, su cuñado nunca se quedaba mucho tiempo y su hermano casi siempre estaba con sus amigos, así que, aunque estuviera su hermana, estarían tranquilos y les prepararía una rica cena.
—Está bien, vamos.
—Traje mi auto—torció una sonrisa.
—Te sigo—sonrió y rodeó su auto para subir. Se giró y les dijo a sus pequeños a donde irían a cenar.
—¿Puedo irme con papi? —inclinó su cuerpo hacia adelante. YoonOh quien estaba asomado en la ventana del copiloto asintió y solo esperaron la aprobación de TaeYong para que Jeno bajara y tomara la mano del castaño para ir hasta su auto.
YoonOh acomodó a Jeno en el asiento trasero y luego de cerciorase de que el cinturón estuviera bien puesto. Subió al lugar del piloto y comenzó a conducir hasta su casa mientras el menor le contaba que él y sus amigos participarían en la obra de primavera como abejitas.
Llegaron a casa y YoonOh se arrepintió de invitarlos al ver el auto de su padre y el de su cuñado. Bajó del auto y luego de ayudar a Jeno, caminó hasta TaeYong, quien sostenía la mano de su hijo mayor.
—¿Es un mal momento? —YoonOh negó de inmediato—. Podemos ir a otro lado.
—No, está bien—estiró su mano libre y esperó a que TaeYong la tomara para caminar hasta la puerta de su casa. Soltó su mano para sacar sus llaves y abrir.
En cuanto entraron, un delicioso aroma a panqueques inundó sus fosas nasales. Fueron directo a la cocina y vieron a YunHo cocinando, mientras SooJung rebanaba un par de fresas y JongIn sacaba platos de la alacena.
—Hola—YoonOh saludó llamando la atención de todos—. Pensé que trabajabas esta noche...
—Cambié mi horario con el doctor Park. Hola—saludó a los Lee con una radiante sonrisa—. ¿Se quedan a cenar? —TaeYong asintió tímidamente.
—TaeYong, te presento a mi novio...
—Ya nos conocíamos, preciosa—su novia lo miró confundido—. Te mencioné que SeHun era colega del mejor amigo de TaeYong y nos vimos en varias ocasiones—estrechó su mano con la del mayor—. Un placer verte de nuevo, TaeYong. También es un placer verlos a ustedes—se inclinó quedando a la altura de los pequeños. Jeno lo saludó alegremente y XiaoJun se limitó a sonreír de lado, lo cual lo confundió un poco, ya que se llevaba bien con ellos.
—Vayan a lavar sus manos. Ya casi están listos—YunHo intervino.
YoonOh les pidió a los Lee que lo siguieran hasta el baño y levantó a Jeno para que alcanzara el dispensador de jabón. Mientras los pequeños lavaban sus manos, él se acercó a su novio y rodeó su cintura.
—¿Te sientes cómodo? —preguntó bajito.
—Claro. Tú familia es muy linda—el castaño asintió y se inclinó un poco para besar su mejilla, y aunque fuera un simple beso, TaeYong se sentía como en las nubes.
En cuanto se sentaron en el comedor, SooJung fue tan gentil de servirles un panqueque a cada uno de los pequeños y de acercarles las cosas para que se los prepararan. Esperó pacientemente a que los niños terminaran para pasarle las cosas a TaeYong y a su hermano.
Estaban en un ameno silencio hasta que YunHo les preguntó a los pequeños como habían estado. XiaoJun se limitó a contestar un gentil "bien, gracias", en cambio Jeno respondió con emoción contándole lo de sus clases de taekwondo y lo de su obra.
—¿Les gustaron los panqueques? —preguntó YunHo comenzando a recoger los platos.
—Estaban muy ricos, abue—Jeno sonrió de oreja a oreja y dejó a todos atónitos.
—Je-Jeno—su padre llamó su atención con el rostro cubierto de un rojo intenso.
—Está bien—el mayor rio—. Es bueno que tenga mucha confianza—revolvió el cabello del pequeño—. ¿Por qué no vemos una película? —los pequeños asintieron con una sonrisa, pero la respuesta de su padre los hizo hacer un puchero.
—Me encantaría quedarme, pero los niños tienen escuela mañana—hizo una mueca.
—¿Qué te parece el fin de semana?
—Sí, muchas gracias—se puso de pie e hizo una pequeña reverencia hacia el mayor de los Jung.
YoonOh se levantó enseguida y esperó a que se despidieran para acompañarlos hasta su auto. Los pequeños entraron y cuando el pelinegro cerró la puerta, él se acercó.
—¿Si viste lo linda que se veía la escuela de repostería?
TaeYong rodó los ojos con diversión.
—¿Seguirás con eso? —el menor asintió—. Aunque quisiera, no puedo.
—¿Por?
—Porque Jeno tiene sus clases...
—Los maestros dijeron que no es necesario que los padres estén ahí.
—Pero XiaoJun... —musitó.
—Yo puedo cuidarlo.
—No podría pedírtelo.
—No lo estás haciendo porque yo me estoy ofreciendo. De verdad yo no tengo problema con cuidarlo. Podríamos quedarnos en la escuela de Jeno, ir a un parque cerca o esperarlos en casa.
—¿En la mía?
—O en la mía—se encogió de hombros—. Si no confías en que puedo hacerlo, SooJung puede ayudarme. Ya viste que se llevan bien.
—Lo pensaré—suspiró.
YoonOh sonrió ampliamente y se acercó a él; posó una mano en su cintura y la otra en su mejilla para levantar un poco su rostro y besarlo dulce, pero intensamente.
—Ve con cuidado—lamió sus labios sintiendo aún el sabor a miel de maple.
—S-sí—sonrió nervioso y subió a su auto para volver a casa.
YoonOh entró de nuevo y fue directamente a la cocina para limpiar todo el desorden que habían dejado luego de los panqueques. Escuchó como su hermano anunciaba que había llegado a casa y como su hermana lo enviaba a la cocina para cenar.
—Hola, hyung—saludó alegre.
YoonOh le devolvió el saludo sin dejar de lavar los platos.
—¿Estabas con los chicos? —su hermano negó divertido—. ¿Entonces?
—Estuve en casa de Winter.
—¡¿Qué?! —cerró el grifo y se giró para quedar de frente al menor.
—Desde que me dió su número hemos estado hablando y me invitó a ver una película. Fue en su casa y su padre estaba al pendiente de cada movimiento que hacíamos, pero fue lindo pasar el rato con ella—se encogió de hombros con una sonrisa.
—Me alegro por ti.
—Yo igual, hyung. Papá me dijo que vino mi papá, diagonal, cuñado a cenar—rio y su hermano lo imitó negando.
Johnny estaba a punto de ahorcar a su mejor amigo, y lo hubiera hecho de no ser por el entrometido de su esposo.
—¡Amor, relájate! —dijo entre risas, mientras lo tomaba de la cintura para alejarlo de TaeYong, quien estaba acorralado contra la pared.
—¡¿Cómo quieres que me relaje luego de lo que nos dijo?!
—¡No es para que te pongas así! —TaeYong se defendió.
—¡Tienes un novio guapo, lindo, sexy, alto, fornido, de ensueño, de cabello sedoso y portador de una preciosa sonrisa adornada con hermosod hoyuelos!
—¿Disculpa? —Mark preguntó algo confundido, pero sin soltarlo.
—A lo que voy, es... —suspiró— además de todas esas cualidades, se preocupa por ti. Quiere que tomes clases de algo que te encanta y encima se ofrece a cuidarte a los niños y tú no quieres porque, ¿no quieres aprovecharte? —bufó—. Amigo, aprovecha todas las oportunidades que se te presentan.
Mark soltó a su esposo y se encogió de hombros.
—Johnny tiene razón. Además, si sigues negando cada gesto lindo que YoonOh quiere hacer por ti, pensará que no lo tomas enserio o algo por el estilo...
—No quiero eso—musitó con un puchero mientras fruncía el ceño.
Luego de que sus amigos se fueran, decidió llamar a su novio para darle un par de noticias.
—Hola, amor—pronunció tímidamente—. ¿Estás ocupado?
—Hola, lindo—YoonOh le respondió el saludo provocándole un sonrojo—. No, dime.
—Tengo buenas noticias... Conseguí una entrada extra para la obra de primavera, p-por si quieres acompañarnos.
—Claro. Solo envíame la fecha y hora—TaeYong asintió—. ¿Y cuál es la otra?
—¿Eh?
—Dijiste "buenas noticias", así que debe ser más de una.
—Ah... —hizo una pequeña pausa—. Lo pensé bien y si aún está en pie tu propuesta, me encantaría que cuidaras a los niños mientras estoy en clase.
—¿Estás bromeando? ¡Claro que sigue en pie! —rio tiernamente—. ¿Ya hablaste con ellos al respecto?
—Lo haré en un rato—YoonOh asintió—. ¿Te envío los horarios cuando los tenga?
—Los espero.
—Bien, nos vemos después.
—Nos vemos.
TaeYong colgó la llamada luego de que su novio le respondiera y sintió una sensación de calidez en su pecho.
TaeYong estaba muy nervioso y no solo por el hecho de que tomaría clases luego de casi seis años, si no que le preocupaba que sus niños le dieran problemas a YoonOh. Habían acordado que los cuidaría en casa, ya que cuando se lo mencionó a su hermana, esta, emocionada dijo que podría ayudarlo.
—Pórtense bien, por favor—se inclinó para quedar a su altura y acarició sus rostros—. Obedezcan a YoonOh y a SooJung, por favor—pidió e hizo un mohín con sus labios para que sus pequeños acercaran sus mejillas y así darles un beso sonoro—. ¿Se van a portar bien? —el par de niños asintió con una gran sonrisa.
—Te voy a extrañar, papi—Jeno hizo un tierno puchero y TaeYong juraba que podría llorar en cualquier segundo.
—Yo también, papá, pero diviértete—esbozó una sonrisa y tomó la manita de su hermano para jalarlo hacia atrás.
YoonOh sonrió con ternura y tomó la mano del mayor para llevarla a sus labios y depositar un dulce beso.
—Estarán bien, te lo prometo—sonrió mostrándole sus hoyuelos y apretó un poco su mano—. Nos vemos más tarde—besó su mejilla y se separó de él. Esperó a que entrara para llevar a los niños hasta el auto y luego a su casa.
Al entrar a la casa, SooJung ya estaba esperándolos con tazones llenos de deliciosa fruta. Les sonrió y los invitó a tomar asiento en el sofá.
—¿Quieren ver una película? ¿Dibujar? ¿Jugar?
—¡Dibujar! —exclamó el menor de los hermanos.
—Oh, ya veo que les gusta dibujar.
—A Jun le gusta mucho—sonrió orgulloso y su hermano lo miró de reojo.
—Dibujemos entonces—se encogió de hombros con una sonrisa tierna y subió a su habitación en busca de hojas, colores, tijeras, pegamento y todo lo que fuera necesario para hacer alguna que otra obra de arte.
No había escena más tierna que ver a los pequeños dibujar mientras comían los trozos de sandía y la masticaban con un gesto tierno.
Jeno dobló una hoja a la mitad y dibujó un par de muñequitos; uno grande y uno pequeño. Le pidió a su hermano que los recortara tal como estaban marcados y al desdoblarlo estaban los cuatro muñequitos tomados de la mano. Los coloreó y los levantó para resumirlos.
—Mira, papi—levantó las figuras hacia YoonOh—. Somos nosotros—sonrió resplandeciente—. Este es papi—señaló al primer muñequito grande de cabello negro y con un puntito rosa debajo de su ojo derecho—, el de a lado es Jun—señaló el único muñequito con cejas—, este soy yo—sonrió señalando al pequeño pelinegro que tenía un lunar debajo de su ojo y por último, al que tenía dos puntitos en las mejillas que simulaban los hoyuelos del mayor— y este eres tú.
SooJung no pudo evitar soltar un gritito de emoción combinado con ternura y aplaudió bajito.
—Que guapos nos vemos—rio tiernamente y el menor dobló el dibujo para dárselo—. ¿Te lo guardo?
—Es para ti—dijo luego de negar con la cabeza.
YoonOh agradeció y luego de ver una vez más el dibujo, lo dobló y lo dejó sobre la mesita de centro. No podía parar de verlo sin sentir una linda, pero extraña calidez en su pecho.
El tiempo pasó muy rápido mientras ellos veían la televisión y los pequeños dibujaban. Cuando el timbre sonó, se levantó con una sonrisa para abrirle a quien suponía, era su novio, pero no. Era ChaeYeon.
—Hola—saludó con una sonrisa—. ¿Ya se fueron los niños?
—¿Eh?
—Venía de la tienda y te ví llegar con ellos.
—Ah, siguen aquí. ¿Por qué?
—Solo quería pasar a charlar un poco contigo—se encogió de hombros.
—Adelante—se hizo a un lado y la chica pasó hasta la sala en dónde saludó a todos con una radiante sonrisa—. Noona—llamó a su hermana—. ¿Puedes dejarnos a solas un momento? —preguntó sabiendo que a la mayor no le agradaba mucho la chica. La mayor asintió y tomó los tazones vacíos para irse a la cocina.
—Ella es mi amiga ChaeYeon—YoonOh la presentó.
De inmediato una alarma se encendió en la cabeza de XiaoJun y recordó lo que le contó su tío Johnny. Esa mujer había hecho llorar a su papá.
—Hola—el chino saludó mostrando su sonrisa más linda, aunque no fuera honesta.
—¡Hola! —Jeno agitó su mano con euforia.
—¿Puedo ir al baño? —preguntó XiaoJun al de hoyuelos.
—Claro, ya sabes cual es—señaló en dirección al baño.
—¿Me acompañas, Jeno? —el menor lo miró con el ceño fruncido, pero asintió y se levantó detrás de él. En cuanto llegaron a la puerta del baño, Jun jaló a su hermano hacia la esquina de este y se acercó a él—. Esa señora fue la que hizo llorar a papá la última vez—susurró y la cara de su hermanito cambió de inmediato.
—Tengo una idea—sonrió casi maliciosamente. Le susurró su plan a su hermano y luego de asentir, volvieron a la sala, en dónde ChaeYeon y YoonOh ya estaban hablando animadamente en el sofá de dos plazas. Volvieron a su lugar frente a la mesa y tomaron un par de cosas—. ¿Podemos ir con tu hermana, papi? —hizo énfasis en como llamó a YoonOh.
—Sí, claro. ¿Van a dibujar con ella? —preguntó viendo cómo llevaban el montón de hojas y ambos asintieron. YoonOh vio como salían de la sala y comenzó a charlar con su amiga sobre sus momentos en la escuela y la chica le mencionó que se encontró con unos excompañeros y que deberían de organizar un reencuentro.
Jeno y XiaoJun salieron de la sala, pero en ningún momento entraron a la cocina, en cambio, se dejaron caer al suelo de rodillas y comenzaron a gatear hasta el respaldo del sofá en dónde se encontraban YoonOh y aquella mujer. Se sentían como espías en una misión imposible, así que con todo el sigilo del mundo, llegaron a su objetivo. Escucharon un poco de lo que la mujer decía, algo sobre una fiesta, pero realmente a ellos no les importaba, así que solo lo hicieron.
De las cosas para "dibujar" que llevaron, iban incluídas las tijeras. XiaoJun se levantó un poco y cortó un gran mechón de su cabello castaño, largo y brillante.
ChaeYeon al sentir un leve jalón, pasó su mano por su cabello sintiendo la ausencia de este. Se giró preocupada y al ver a los pequeños detrás del sofá, se levantó histérica.
—¡¿Qué mierda les pasa?! —rodeó el sofá y se paró delante de los niños, quienes solo la miraron desde el suelo.
—Hey—YoonOh llamó su atención levantando la voz—. ¡No te dirijas a ellos con ese tono y mucho menos con ese vocabulario!
—¡Es que mira mi cabello!
—¿Que sucede aquí? —SooJung preguntó mirando a los niños en el suelo.
—¡Estos mocosos cortaron mi cabello! —SooJung no pudo evitar reírse provocando cólera en la chica—. ¡Me las van a pagar! —se acercó a ellos y con sus manos sostuvo las muñecas de ambos ejerciendo una presión considerable que los hizo quejarse.
—¡Suéltalos! —SooJung la tomó de las muñecas y las apretó hasta que la joven abrió sus manos para liberar a los pequeños—. Ahora, lárgate.
YoonOh miró a su "amiga" forcejeando con su hermana y se acercó con intención de separarlas, pero un sollozó casi al unisono de los pequeños, lo hizo acercarse a ellos. Acarició sus muñecas y luego los rodeó con sus brazos, mientras lloraban. Seguramente ese apretón dejaría marcas y no sabía cómo le explicaría a su novio lo que había pasado.
—¡¿Vas a permitir esto, YoonOh?!
—Ya oíste. Vete—en cuando sonó el timbre se puso alerta.
—¿Quién es? ¿Su padre? —se soltó del agarre de la mayor y caminó rápidamente hasta la puerta para abrirla de par en par.
—¿Hola? —TaeYong preguntó con una sonrisa nerviosa.
—¡Vea lo que sus mocosos me hicieron!
—Amor, te voy a explicar—YoonOh pasó por un lado de ChaeYeon y tomó la mano de su novio para llevarlo adentro—. Tú ya vete, por favor.
—No me voy a ir hasta que me den una solución—se cruzó de brazos y tanto YoonOh como TaeYong juraba que le salía humo por la nariz—. Usted—señaló firme a TaeYong—. Va a pagar por esto.
—Hola, Tae—saludó SooJung con una sonrisa amable—. Tus niños te esperan, ve...
—Ve, amor—susurró dándole un empujoncito por la cintura. El mayor se giró y asintió con los ojos vidriosos yéndose hacia la sala.
—Te voy a pagar por tu estúpido cabello—SooJung le arrojó el mechón que recogió de la sala—. Y solo lo pagaré para que dejes de joderle la vida a mi hermano. Mañana te busco para llevarte al salón, así que lárgate—sonrió hipocritamente. ChaeYeon bufó y arrojó el cabello al suelo con rabia para salir maldiciendo de la casa—. Ve con ellos mientras recojo el pelo de esa bestia—YoonOh asintió y camino hasta su novio, quien abrazaba con fuerza a sus hijos y lloraba con ellos.
—¿Amor? —se hincó a su lado y acarició su espalda.
—¿Qué pasó, YoonOh? —chilló.
El de hoyuelos tragó saliva con dificultad y su labio inferior tembló. ¿Cómo explicar lo que había pasado? Se supone que él los estaba cuidado y bajo su cuidado, pasó todo ese desastre.
—Le cortamos el cabello porque... —XiaoJun sollozó— te hizo llorar, papi—hizo un puchero.
—Ay, mi amor—TaeYong suspiró con pesadez y apretó el puente de su nariz—. Están castigados.
—TaeYong—el de hoyuelos lo llamó siendo ignorado.
—Tendré que pagar lo que hicieron, así que no les compraré nada de lujos o antojos hasta que se junte el dinero que gastaré.
—Amor, ven—YoonOh se puso de pie y extendió su mano para que la tomara, pero en cambio, solo recibió una mala mirada.
—¿Ahora entiendes por qué no quería ir y dejar a mis hijos solos? —mordió su labio inferior.
—Pequeños—SooJung los llamó—. ¿Pueden ayudarme a recoger todo esto y llevarlo al comedor? —ambos asintieron—. Los alcanzo en un momento—esperó a que salieran de la habitación para acercarse a la pareja—. No tienes porqué preocuparte. Yo pagaré para que le arreglen el cabello, ya que yo los estaba cuidando cuando eso pasó—suspiró y alcanzó a los pequeños, tal como dijo.
—Por favor no los castigues, ni los regañes más.
—¿Entonces les aplaudo?
—No, amor—suspiró—. Solo habla con ellos y explícales que lo que hicieron estuvo mal.
—¿Ahora me dices como educar a mis hijos?
—No, pero estoy seguro de que entenderán y no lo harán de nuevo.
—Y ya conoces a mis hijos más que yo—bufó y se dió media vuelta para ir en busca de sus niños—. De verdad gracias por ofrecerte a cuidarlos, pero ya me di cuenta que no va a funcionar.
—TaeYong—caminó detrás de él.
—¿La próxima vez que harán?
—No volverá a pasar nada parecido—se detuvo cuando estuvieron en la entrada del comedor.
—Despídanse y agradezcan, nos vamos—se apresuró a decir y señaló con la vista la salida.
Los pequeños asintieron con los ojos enrojecidos y luego de despedirse de los Jung, siguieron a su padre hacia su auto.
YoonOh sabía que no tenía caso seguirlo, así que solo vio como se alejaban y volvió adentro. Recogió los dibujos de los pequeños y ayudó a su hermana a guardar lo demás. Le deseó buenas noches y se encerró en su habitación, en dónde buscó una carpeta para meter los dibujos de los pequeños y también buscó cinta para pegar sobre su cabecera el dibujo que Jeno le regaló.
TaeYong
Te fuiste antes de que pudiera mostrarte los dibujos que hicieron, pero mira el que me regaló Jeno...
Descansa y dulces sueños. ✨❤️
🌹 🌹
Por si aún no les quedaba claro, ésta tipa está LOcaaaA
Les juro que este capítulo solo iba a ser soft, pero AAAAAH COMO ME GUSTA EL DRAMAA 🥰
Pensaba solo poner "Adjuntaste una foto", pero quería que vieran como realmente me imaginé el dibujo, así que aquí me tienen a las 3am dibujando como si acabara de salir del jardín de niños XD
Por cierto, SooJung diosita <3
Creo que es momento de decir que esto ya casi llega a su final y por casi me refiero a no más de 10 capítulos
Abro espacio para dudas, preguntas, comentarios, etc 👀
Infinitas gracias por su votos y comentarios ❤️
Cuidense mucho ❤️
Nos estamos leyendo uwu