• 「カルマ」•
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—Apuesto mi título a que no me crees y me tomas de loco
Y está en lo cierto completamente, ¿Los siete principes del infierno? Esos bichos que son representados como los líderes de cada pecado y de cada anillo del infierno ¿Cómo voy a creer eso?
He leído algo sobre ellos por simple curiosidad, a Jezabel le encanta las mitologías de distintas religiones, eso es un gusto que fue heredado a mi persona haciendo que pasará horas leyendo junto a mi madre, así que tengo una vaga idea sobre la "mitología abrahámica". De acuerdo, este no es un momento para ponerme a recordar mi infancia, el hijo del director parece haber perdido la cordura y yo tengo que reencontrarme con mi madre
—Tengo prisa— oculto la inquietud que tengo mientras me alejo de él —Tengo que hablar con mi madre, si gustas "príncipe" me buscas mañana
Un chasquido de lengua acompañado de una pequeña risa claramente tétrica es generado por Gakushū, esa acción me hace sentir un escalofrío por más que no sienta miedo por la situación, aún no le veo los cuernos y las alas de murciélago, así que sigue siendo Gakushū Asano, mi copia naranja; no he visto ninguna prueba que me dicte que él efectivamente no es humano, por lo que, aunque una parte de mi desee creerlo para darle sentido a lo que me ha pasado, aún no acepto por completo su testimonio
—Mañana no es una opción Karma— siempre me he sentido extrañamente confiado a su lado, pero ahora lo que me causa su voz es una broma, es una mezcla de conformidad y un sentir algo gratificante... —Él me matará si te haces un solo rasguño.... No puedo dejarte solo...
Esas últimas palabras me hicieron sentir realmente extraño, el escalofrío que recorrió mi cuerpo fue muy evidente por lo pesada que mi respiración se hizo de un segundo a otro con un simple susurro que él ejecutó junto a mi oído, esa acción ha sido acompañada por un toque suave en mi hombro que fue el causante de aquel escalofrío en mi espalda y un claro sentir de satisfacción. Me había detenido apenas sentí ese extrañó toque en mi hombro, tarde unos segundos pero volví a la realidad y retome mi caminar
Cuzo la avenida poco transitada para pasar a una nueva calle, me mantengo algo intranquilo e ignoro que él siga caminando estando justo ahora a mi lado; vaya que es insistente con este tema, si es una mentira está dando demasiado enfasis en convencerme, no creo que tanta molestia valga la pena por una simple broma, aún así, puedo creer que existe algo sobre natural, pero no le creeré que es un demonio hasta tener certificación de eso
Venga ya ¿Tres demonios en mi escuela? ¿Y que el hijo del director sea uno de los más importantes?... Me puedo tragar que existan, pero que quien sabe quién me este persiguiendo y este grupo sean demonios, no se, no me cabe en la cabeza
—A ver "príncipe"— comienzo una nueva comunicación con él sin dejar de admirar el frente —¿Por qué no me das una prueba validera de que eres un ser sobre natural? Así te ahorrarias las explicaciones que no termino de creer
Sus ojos de aquel tono amatista son ocultados bajo sus párpados, su cabeza ejecuta un movimiento de lado a lado y una fina mueca está plantada en la gesticulación que tiene en este momento, el cuadro que pinta su rostro es uno de inconformidad, podría arriesgarme a decir que incluso se ve fastidiado por mi pregunta
—Cuando te aleje de esa reja que ibas a saltar fue porque en el plantel principal había un grupo de representantes del Vaticano— sus ojos se conectan con los míos —Es demasiada casualidad que comenzamos a sentir una concentración de errantes en el kogunigaoka y luego apareciera directamente el Vaticano...
Su vista vuelve al frente, cruzamos nuevamente pero está vez para entrar a la estación del tren, colocamos nuestra tarjeta y continuamos adentrándonos en la estructura, por un par de intervalos de segundos se mantuvo un lapsus de silencio bastante pesado e incluso un poco incómodo
—Si utilizo mis poderes podrían sentir mi presencia, estoy seguro que están con las defensas al tope porque, si no me equivoco y te están buscando, estarán al pendiente de cualquier efecto demoníaco...
—Asi que si utilizas tu magia sabrán dónde estamos y si soy yo aquí en buscan estoy perdido
—precisamente... Te van a encontrar y se va a desatar un enfrentamiento que quiero evitar el mayor tiempo posible
Mueve su cabeza afirmando lo que acabo de indicarle, su semblante es bastante serio o digamos que es más inexpresivo que de costumbre, lo cual me hace creer que este tema le afecta bastante. Entiendo su rivalidad contra la iglesia, si se supone que es un demonio claramente no tiene que agradarle esos tipos y sobre todo con el Vaticano, pero si se supone que los buenos son ellos, o eso retratan a lo largo de la historia ¿Por qué un demonio buscaría defenderme de ellos?
Esta es una de las tantas incoherencias que mi cerebro no quiere comprender o simplemente no tienen el sentido suficiente para yo comprenderlo, la única idea que mi cerebro fórmula para darle sentido a todo esto es que mi... Persona a su parecer no es algo natural, quizás piensan que soy una amenaza para la humanidad y por ende quieren acabar conmigo, aquí es donde no entiendo nada ¿En qué le afecta al infierno mi perdida?
El dice que me debe proteger o "él" lo matará, ese "él" me podría dar un tip para pensar que tiene un superior y si Asano es un príncipe del infierno, está persona debería ser el mismo diablo. Me va a doler la cabeza con tanta locura que me estoy imaginando, pero es que ni él entiende del todo la situación o no quiere compartir conmigo la verdad
—Karma se que no me crees, entiendo tus razones— su mirada e incluso su tono de voz se relaja ¿Realmente este es Asano? —Pero te prometo que cuando pueda te haré comprender todo lo que no entiendes y confiaras en mi palabra...
Ya en este momento nos encontramos esperando el tren, estamos justo frente a las vías que a esta hora se encuentran bastante solitarias ya que aún es mitad de mañana, no deberíamos estar fuera del plantel escolar, cosa que en este momento es lo que menos importa
¿Una sonrisa?...
Este día no puede ser más extraño, él me está dando una sonrisa de esas que te causan confianza y te transmiten apoyo, se le ve tan distinto a esa faceta altanera y orgullosa que le he visto tener desde nuestro primer encuentro, parce que está situación le hiciera dejarse ver cómo realmente es frente a mí, como si no quisiera bajar la guardia pero ya se siente suficientemente cómodo como para hacerlo
O eso pensaba, se notó una pequeña sorpresa en su rostro de un momento a otro, sus facciones se hicieron serías abandonando por completo cualquier rastro de esa cálida sonrisa que me estaba regalando, ahora vuelve a ser el serio Gakushū Asano que siempre es intocable e imperturbable
—Tu casa está bastante alejada, o lo suficiente de esos tipos, si no siento su presencia cerca te daré la exigida prueba que tanto pides para que de una vez por todas me creas
Su voz también es firme y hasta seca nada parecida al cómodo tono que había aplicado en su voz desde que me encontró y comenzó nuestro trayecto, se ve tan distinto a hace unos minutos, su cambio ha sido muy radical y eso me causa demasiada inquietud
—A las órdenes del principe
Mi intento de suavizar el ambiente se fue al caño por completo, mi broma no hizo más que poner aún más tenso lo que era algo incómodo. Desvío mi vista de él, se que lo mejor es dejar el tema de lado y solo esperar hasta que lleguemos a mi hogar para poder hablar...
Unos minutos en completo silencio e ignorando la presencia del otro transcurren muy lentamente, esta burbuja realmente amarga se ve "perturbada" por la llegada del tren al que ingresamos sin dirigimos la mirada. Sigo sin comprender que fue lo que le molestó tanto, de un segundo a otro simplemente dejo en el lejano olvidó aquella calidez que me hacía sentir cómodo y al mismo tiempo extraño a causa de que Gakushū no suele ser alguien expresivo
Por ser mitad de mañana no hay prácticamente nadie en el vagón, la fila de asientos que elegimos para sentarnos está totalmente vacía, en la fila del frente y a una esquina se encuentra una mujer de avanzada edad, pero eso es todo
Asano se sienta al lado de aquel tubo que esté al final de la fila, yo estoy sentado a su lado pero mantenimiento la distancia de un puesto. El silencio que prevalece cada vez se hace más agobiante, esto llega a tal punto que ya no soporto más su estúpida actitud
—¿Se puede saber cuál es tu humor de perros príncipe del infierno?— digo al voltearme hacia él y al no recibir respuesta mi sonrisa molesta aumenta —
Si vas a estar de esa manera no hubieras venido conmigo
No hay respuesta, sigue mirando al frente con una de sus manos posadas en ese tubo, están indiferente a mis palabras, me está ignorando y eso es algo que odio fervientemente
—Gakushu Asano— es impresionante que me este enojando por este imbécil —Vale, hasta aquí, deja tu maldito teatro
Me levanto enfurecido, voy a cambiar de vagón y en la siguiente parada me bajaré, no quiero seguir con este payaso cerca, ya ha colmado mi paciencia cosa que es bastante difícil de lograr, no me suelo dejar llevar fácilmente por las emociones pero él ha logrado molestarme. Viene con esas historietas sobre naturales y religiosas, me intenta convencer de que él es un representante del infierno y ahora está indiferencia
¿Me está tomando el pelo?
Estaba por cambiar de vagón cuando escucho un sonido similar al del fuego y luego escucho el grito de horror de la anciana, eso indudablemente llama mi atención por lo que me doy la vuelta, mi sopresa es inmensa al contemplar como la barra de metal que Gakushū estaba sujetando se comienza a fundir en su mano que desprende fuego...
Por su lenguaje corporal y su respiración bastante pesada se puede notar a kilómetros su gran molestia, pero eso no es lo importante, lo relevante es como el metal se encuentra en el suelo ardiendo al rojo vivo y siendo nada más que líquido
Le escucho maldecir entre dientes, sin vacilar se levanta del asiento caminando directamente hacia mi, su aura es tan pesada y amenazante... Pero me mantengo firme e ignoro la pequeña inquietud que me provoca el brillo constante de sus ojos y semejante molestia en su rostro
—¿Necesitas más pruebas?
Aquello lo dice en un tono de voz seco y firme al estar a dos pasos de mi, sin esperar alguna respuesta toma mi brazo, siento ese tacto a través de la tela el cual es realmente caliente como si su piel se encontrará hirviendo. Quería reclamarle, lastimosamente mi atención fue capturada por como sus iris parecían volverse de fuego y perder sus pupilas, lo siguiente que me dejó anonadado fue como fuimos envueltos en llamas al punto de que no podía ver nada más que un fuego productor de calor pero no de heridas
Grité su nombre, intente tocarlo, pero es como si él no estuviera ahí, como si solo yo estuviera en una llamarada infinita que no me asesina...
Para mí suerte eso duro quizás unos veinte segundos para que después las llamas se comenzarán a desvanecer permitiendo que nuevamente pueda ver a Gakushū, él se encuentra dándome la espalda y caminando por un callejón...
—No necesito que me digas que ahora sí me crees— como si respondiera a lo que iba a preguntar dice aquello con indiferencia y en un tono de voz frío —Camina, tenemos que ir con tu madre ¿No estabas atorado en venir con ella?
Es impresionante y a la vez imposible, reconozco este callejón, Asano nos trajo hasta una de las calles más cercanas y menos trancitadas en la manzana donde se encuentra mi recidencia. Esas llamas no dañaron de ninguna manera mi ropa o a mi, pero también pudo crear unas que derritieron metal en segundos, ya tengo suficientes pruebas para creer que lo sobre natural es real...
Salimos del callejón sin intercambiar más palabras, en esta ocasión no me parce pesada o incómoda está aura que el desprende pero tampoco es del todo agradable; aunque no puedo ver su rostro, porque voy caminando a sus espaldas, se le nota más tranquilo que en el vagón de aquel tren donde le debió meter un susto de muerte a esa anciana
Al divisar que mi casa está cerca aumento mi caminar para quedar al lado de él, cruzamos la calle por dónde no hay muchas personas, este barrio siempre ha sido muy tranquilo y es extraño ver a alguna muchedumbre por aquí. Dejo atrás al posible demonio que viene conmigo para apresurarme a llegar a la puerta de mi hogar, atravieso el jardín frontal de mi casa y luego subo las pequeñas escaleras de unos cuatro escalones que llevan a la ansiada puerta
Abro la puerta, entro quitándome los zapatos y al instante mi hermosa mascota se acerca a saludar, al ver a Gakushū me abandona para saludarlo a él... De acuerdo, no entiendo eso, no suele ser tan amigable con los extraños. Esa buena bienvenida también toma desprevenido a quien viene conmigo, da igual, no es algo para morirse
Ignoro esa escenita dónde Raev prefiere a un extraño antes que a mi para adentrarme en la casa buscando a mi madre, no tuve que caminar demasiado ya que cuando iba a salir de la sala me encontré de frente con mi madre
—Jezabel Akabane— me cruzo de brazos mirándole con molestia —¿Dónde estabas?
—Hay mucho que tengo que explicarte...— se nota perfectamente que iba a darme un abrazo pero su atención cae en quien está en la entrada con mi mascota —Karma te dije que no hablaras con nadie...
Suelto un suspiro con fastidio, creo que ya entiendo su sobreprotección...
—Lo sabías— no se como sentirme en este momento —Tú sabías que yo no soy normal... ¿Verdad? Sabes que esas cosas que me hacías leer de pequeño como si fueran historias son reales
Mi madre cierra sus hermosos ojos celestes, se ve en la gesticulación de su rostro que ha sido descubierta pero por lo decaída que se ve parece que ella no deseaba que yo me enterará de esto
—¿Tú sabes que es lo que soy?— solo recibo una negación de su cabeza —pero si sabías que no soy normal
—Claro que lo sabía, pero al no saber si eras algo celestial o infernal intenté mantenerte alejado de ambos mundos— sus ojos se fijan en los míos —Karma, tengo una larga historia que contarte... Pero me gustaría saber quién te ha contado sobre eso
Siento los pasos de Asano acercarse hacia nosotros y al mismo tiempo siento otros pasos, me concentre en esos últimos estando algo alerta pero me tranquilice casi al instante al saber que se trata de Yako por la forma de caminar que tiene
Esto termino siendo una reunión entre las únicas mujeres importantes en mi vida, con un demonio que por años pensé que era un estudiante más, y mi persona que realmente no se que soy o porque tengo este privilegio de ser perseguido por todo ser con magia o relacionado con ella
—Imagino que el nombre de Azmodeo se le hará familiar— la sorpresa reflejada en los ojos de Yako y mi madre dictan que saben sobre él y no esperaban está información
—El demonio de la lujuria... Uno de los siete príncipes del infierno— Jezabel se para frente a mí para poner distancia entre Asano y yo —¿Por qué has venido por Karma?
El aura que se nota en mi madre es una que prácticamente nunca le he visto, su estado de alerta y la molestia que se ve en ella es asombrosa, aunque ella sea cinco centímetros más baja que Gakushū y yo tiene suficiente altura para dar la cara y no parecer un chiste; claramente Asano no hace nada más que sonreír con satisfacción y leves ejes de maldad por la acción de mi progenitora
—Mi superior me envió a protegerlo, a nadie le conviene que su poder caiga en las manos de nadie
Los ojos amatistas de este demonio pasan de generar contacto visual con los con los ojos de mi madre a estar posados en los míos, eso me provoca un escalofrío gratificante que me recorre toda la columna vertebral... creo que este extraño sentir ya está justificado, el demonio de la lujuria...
—Si la iglesia se hace con los poderes de Karma, según los profetas, podrían dominar incluso el infierno... Lo mismo se dice que si Satanás se hace con el poder de Karma, podría llevar el infierno al cielo, lo más propicio es que él sea una figura neutral
La típica seriedad que suele ser el calificativo de Asano vuelve a ser parte de su rostro, se ve que está muy centrado en lo que expresa como si fuera un profesional en el tema cosa que es muy probable si es un demonio tan importante
Veo como Yako toca el hombro de mi madre, eso hace que la mujer más alta de la habitación se tranquilice aunque no por completo, sus auras se disipan y el ambiente se siente mucho más relajado pero eso no significa que ella no esté alerta. No sé si soy el único que lo piensa, pero me parece una vil mentira que el infierno me quiera como alguien neutral y no como parte de sus dominios, venga ya ¿Para ellos no sería conveniente que yo esté de su parte si se supone que conmigo pueden hacer tales cosas?
—¿Entonces soy se los seres más poderosos?— sonrió con burla y altanería
—No, tu eres una batería que Dios y Satanás pueden utilizar para aumentar su poder, tus habilidades para ver espectros deben estar enlazadas con tu madre...— una vez más una sonrisa de superioridad se enmarca en sus labios —Después de todo, Jezabel era una monja ¿No es así señorita?
3088 palabras
|Publicación|
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4 de septiembre, 2021