C O H I B I D A

Galing kay FabiolaGp

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"Demostrar que éramos más inteligentes fue el principio del fin. Ahora solamente podíamos aspirar a ser merca... Higit pa

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Galing kay FabiolaGp


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Su expresión parecía indicar sorpresa, no de alguien culpable que sabría dar una respuesta. O Lía era demasiado buena fingiendo ser inocente o verdaderamente no eran culpables de aquella muerte.

—Está completamente seguro y sin un atisbo de duda —dije descubriendo mis cartas, pero realmente no tendría modo alguno de saber la verdad si no era estudiando sus respuestas.

—Eso es... insólito. ¿Cómo puede estar tan convencido? Nosotros nunca... —Y de pronto sus palabras se acallaron.

—¿Sucede algo? —pregunté viendo que ella se levantaba y se llevaba las manos a la cabeza.

—Aún no lo sé —dijo mientras parecía meditar—. ¿Podrías obtener más detalles? Dudo que Krasner esté dispuesto a hablar conmigo o cualquiera de nosotros sobre ese asunto si está tan seguro, quizá pueda ser más sincero contigo.

—¿Qué tipo de detalles?, ¿Es que existe la posibilidad de que hayáis podido ser vosotros y no tengas constancia de ello? —pregunté sin decir que era poco probable que Declan me contara algo sobre ese asunto.

Me odiaba.

Me detestaba.

Probablemente querría perderme de vista si no fuera porque no tenía más remedio que verme a diario.

—Te aseguro que nosotros no hemos sido. Lo sabría —respondió tajante como si no hubiera duda alguna—, pero hay alguien que se marchó hace años de la que me esperaría cualquier cosa, aunque algo así me parecería desmesurado, pero no podría asegurar que no estuviera dispuesto a hacerlo.

En ese momento recordé a Sheila hablar sobre su mano derecha, el que los rumores aseguraban que podría ser el padre de su hija.

—¿Te refieres al padre de Marie? —dije dando por seguro algo que desconocía, pero quizá si ella era consciente de que no podría ocultarme nada, finalmente hablaría.

Su mirada fue de sorpresa, casi al punto de no saber como demonios podía tener esa información que probablemente se había esmerado en ocultar.

—Imagino que en este lugar no se puede tener secretos y la gente habla demasiado... —suspiró—. Gabor estaba muy resentido por la muerte de nuestra hija cuando se marchó. Sus planes antes de irse eran precisamente los de atacar a esposas e hijas de altos dignatarios para causarles el mismo dolor que él sentía por la pérdida de Marie. Me negué a ello por supuesto, causar dolor en las nuestras no forma parte de nuestra ética y menos aún cuando esos hombres las sustituirían con un chasquido de dedos —mencionó como si ya hubiera superado aquella etapa de su vida, pero aún tenía dolor en sus palabras al hablar de su hija—. También era mi hija y por supuesto que me dolió su perdida, pero no pensaba hacer pagar por ello a personas inocentes, los culpables eran otros y no quería que esos principios se corrompieran por culpa del resentimiento.

—Así que le echaste —dije cuando terminó su discurso y guardó silencio.

—Decidió marcharse y yo simplemente le abrí la puerta sin posibilidad de regreso —mencionó—. Sinceramente creí que con el tiempo desistiría, se daría cuenta una vez que el rencor diera paso a la aceptación, pero ahora que has mencionado la muerte de la esposa de Krasner y que él cree que nuestras manos están manchadas de su sangre no sé que pensar. Gabor se fue solo, ninguno de los nuestros decidió acompañarlo, pero eso fue hace casi siete años, podría haber encontrado gente que le ayudara a llevar a cabo su cometido, dudo que le faltara compañía que estuviera dispuesta a hacer lo que tenía en mente.

Lía parecía realmente angustiada, como si el hecho de que la culparan de aquel horrible crimen la alterara.

—Quizá debas hablar tu con Krasner, explicarle lo que me has contado —dije tratando de ser cauta.

—No. Creerá que solo es una excusa y con razón —negó rotundamente—. Primero debemos averiguar los detalles y después saber si realmente Gabor pudo tener algo que ver en ello.

Sabía que insistir no iba a llevar a nada, pero en parte me sentía un poco más tranquila sabiendo que Declan y Lisa estaban a salvo allí dentro, que nadie sesgaría sus vidas.

—Está bien —dije solo porque al menos le debía eso a Declan y a su hija—, trataré de averiguar más detalles y te informaré.

Si él conocía la verdad y que nadie de allí les haría daño, estaba segura de que estaría dispuesto a trabajar sin descanso para encontrar el antídoto. Declan había reconocido intentar hallarlo durante años, aunque no podía saber si era cierto o no, pero sabía que por Lisa estaba dispuesto a acabar con el azambar.

Me alcé pensando que aquella conversación habría finalizado y con la intención de marcharme, justo antes de pasar por la puerta oí la voz de Lía.

—Gracias Andra —mencionó siendo la primera vez que la veía realmente sincera.

—Dámelas cuando derroquemos el sistema —dije guiñándole un ojo y provocando que sonriera.

La conversación con Lía me había dado que pensar, ¿Tal vez el tal Gabor habría obrado en nombre de ellos?, ¿Cómo podía Declan estar tan seguro de que habían sido los antagónicos? En el breve tiempo que pasé junto a él mencionó que la seguridad de Lisa era lo más importante y el temor porque le pudiera suceder algo como a su esposa hacía condicionar la vida de la pequeña hasta el punto de mantenerla oculta y eliminar sus datos del sistema.

¿Cómo lo habría logrado? Necesitaba obtener detalles, pero dudaba que Declan estuviera dispuesto a dármelos teniendo en cuenta el tipo de relación o mejor dicho; nula relación que ahora teníamos.

Josh vino a buscarme un par de horas más tarde, como siempre estaba en el comedor tomando café aguado y sumida en mis pensamientos mientras veía como la gente iba y venía de aquel lugar. Había marcado en un mapa la ubicación exacta del refugio donde había vivido junto a mi hermana los últimos años, a pesar de no estar allí sería el punto de partida para buscarla, sinceramente no sabía hacia donde se podrían haber dirigido, siempre existía una alternativa por si alguna de las misiones fallaba, pero esa opción de huida jamas era revelada a las recolectoras, así que desconocía cual podría ser esa opción.

El equipo que marchaba en busca de mi hermana estaba formado por los mejores según Lía, así que eran expertos en terreno y supuestamente hallarían los posibles lugares hacia donde podrían haber huido o seguirían las pistas que hubieran dejado su rastro. Aún así estaba segura de que sería difícil encontrarlas, es cierto que no contaban con Java, experta en eliminar rastros y por eso siempre iba en todas las misiones, precisamente no ser localizadas, pero sabía que borrarían muy bien sus huellas y probablemente dejarían rastros falsos.

Me sentía impotente por no poder ir yo misma, pero le había prometido a Lía al menos una oportunidad, solo una, porque si volvían sin Amara yo misma removería cielo y tierra para salir de allí y encontrarla.

Por mi ausencia y la de Java las habíamos expuesto a un peligro inminente, ¿Podrían haber sido descubiertas en su huida?, ¿Y si Amara estaba ahora Dios sabe donde y en manos de algún degenerado como el hermanastro de Declan?, ¿Podría haber sido sometida? No sabía a qué edad eran marcadas con el azambar, pero siendo una rebelde era muy probable que no lo tuvieran en cuenta.

«Deja de pensar en ello o te volverás loca» me gritó mi subconsciente.

—¡Andra!, ¡Estás aquí! —exclamó algo acalorada Sheila e imaginé a que se debía precisamente su agitación.

«Mejor no imaginarlo»

—Casi siempre estoy aquí —dije encogiéndome de hombros.

—Tienes razón, pensé que estarías reunida aún con el equipo que partirá en busca de tu hermana —dijo martilleando los dedos sobre la mesa—. Lía no me ha seleccionado, pero no se habla de otra cosa aquí dentro, lo cierto es que me alegro de no tener que ir ahora que he probado a tu amigo Ryan —sonrió y me guiñó un ojo.

Sentí cierto estupor al referirse a él de ese modo, ¿Por qué me avergonzaba tanto si ellos lo veían como algo natural? Tal vez el problema no eran ellos, sino yo.

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