The King's Dream || DNF ||

By MayCTK

201K 26.7K 28.2K

(ENG version in my profile) George será coronado rey, pero algunos eventos desafortunados lo harán cambiar su... More

Prólogo
CAPÍTULO 1: "The New King"
CAPÍTULO 2: "Party Without You"
CAPÍTULO 3: "The Nightmare Before Is Over"
CAPÍTULO 4: "Now What?"
CAPÍTULO 5: "Sapnap! That's Uh... Your Face"
CAPÍTULO 6: "If The Knights Were Back"
CAPÍTULO 7: "How About Training?"
CAPÍTULO 8: "The Act"
CAPÍTULO 9: "What If...?"
CAPÍTULO 10: "Keep Trying!"
CAPÍTULO 11: "The Masquerade"
CAPÍTULO 12: "I Should Have Trained For The Guard"
CAPÍTULO 13: "Let It Burn"
CAPÍTULO 14: "Welcome To Hell"
CAPÍTULO 15: "The Warlock Story"
CAPÍTULO 16: "What Do You Think You're Doing?"
CAPÍTULO 17: "Was The Past Important?"
CAPÍTULO 18: "The Invasion"
CAPÍTULO 19: "Desolate"
CAPÍTULO 20: "The Burning Nightmare"
CAPÍTULO 21: "Wanted, innit?
CAPÍTULO 22: "Is Never Too Late For A Kiss"
CAPÍTULO 23: "The Vision Of The Real"
CAPÍTULO 24: "The Fake Crown"
CAPÍTULO 25: "Tell Me What Do You Think"
CAPÍTULO 26: "You're Not A Hero"
CAPÍTULO 27: "Fun Day!"
CAPÍTULO 28: "The Kids Can Help"
CAPÍTULO 29: "The Mask"
CAPÍTULO 30: "Blazeborn"
CAPÍTULO 31: "Spirit"
CAPÍTULO 32: "Traitor Not Found"
CAPÍTULO 33: "Wasn't It You?"
CAPÍTULO 34: "Dreaming"
CAPÍTULO 35: "We See Each Other Again"
CAPÍTULO 36: "There Was Hope"
CAPÍTULO 37 : "I'll Be There For You"
CAPÍTULO 38: "I'm So Sorry"
CAPÍTULO 39: "You Can Continue Without Me"
CAPÍTULO 40: "The Blade"
CAPÍTULO 41: "Jail"
CAPÍTULO 42: "We Are Safe Now"
CAPÍTULO 43: "May The Best Win"
CAPÍTULO 45: "The Path Ends Here"
CAPÍTULO 46: "The Time Traveler"
CAPÍTULO 48: "The King"
Epílogo

CAPÍTULO 44: "The Killer"

2.6K 418 435
By MayCTK

(Artista del capítulo: @ calton_box en Twitter. ¡Vayan a apoyar al artista!)



DREAM


El día cada vez se nublaba más a pesar de que seguía de mañana, el aire frio había empezado a calar en mi garganta, pero no había tiempo de nada, ya no había marcha atrás.

A mis espaldas escuché como personas de la ciudad cerraban puertas y ventanas, ahora poniendo tablones de madera en ambas para reforzar todo, pero no había duda de que todo era a base de miedo. Aún recordaba los días en los que no era perseguido por todo el mundo y caminaba por las animadas calles, siempre llenas de gente trabajadora y alegre. Ahora nadie salía, y tampoco quería imaginar qué tan rota la economía estaría a este punto.

Un reloj marcaba cada segundo en mi cabeza, dándome los últimos momentos que me quedaban antes de tener que correr por mi vida, pero se detuvo cuando fue reemplazado por mi característica alarma que sonaba cuando el peligro se acercaba. En cuanto las puertas principales del castillo se abrieron y dejaron salir a decenas de desterrados, armados y con armadura completa fue cuando comencé a pensar en si sería posible salir de esta. Algunos se desviaron y habían comenzado a recorrer los alrededores y recé por que no encontraran a los demás.

Algunos gritos de alguien dando ordenes entre las personas que salían del castillo me dio un escalofrío, al estar tan cerca de cualquier amenaza, de Sapnap, de aquel sujeto que por poco asesina a George, de Wilbur. Si no podía matar a Wilbur, me desquitaría con ellos.

Un silbido resopló entre el viento y ante esa señal, todos aquellos soldados salieron disparados hacia mi con armas al aire. En cuanto la primera bota de metal retumbó contra el suelo, retrocedí a esconderme entre las casas.

Gritos a mis espaldas, el sonido de múltiples pisadas y mi hacha en la espalda me hicieron recordar a los viejos días, donde huir por mi vida era algo que se había vuelto un pasatiempo, algo en lo que tenía que ser bueno sin haber practicado previamente.

Todo está bien, has hecho esto miles de veces, no pueden atraparte.

Cuando sentí los pasos a mis espaldas demasiado cerca, corté a la derecha en un callejón, en donde en vez de pasar de largo, trepé por algunas cajas y barriles hasta llegar al tejado de las casas más pequeñas, en busca de darme una mejor idea de donde estarán todos mis percutores.

—¡Está en el tejado!

Para cuando vi a al menos cinco personas subiendo al miso tejado, con arcos, espadas y lanzas, corrí sobre el techo hasta que ví un lugar por donde bajar sin perder velocidad, para mi suerte, era un lugar cerrado y para que los demás me alcanzaran había que rodear el edificio.

El conocido chiflido de una flecha cortando el viento hizo estremecer mis sentidos, logré agacharme a tiempo antes de que se enterrara en los tablones de madera de una casa, justo por donde yo había estado segundos antes.

Volví a estar en una de las calles principales, en donde todo era más fácil de ver. Observé a mis espaldas por al menos unos segundos para ver a mis percutores justo detrás de mí, fue lo suficiente para añadir velocidad a mi huida.

Unos desterrados que cortaron mi camino hicieron que derrapara hacia un nuevo camino, lanzaban flechas hacia mi para hacerme cambiar de dirección, incluso una que otra daga silbaba al lado de mi oreja, siempre cerca, pero nunca dando en el blanco, así sucesivamente para arrinconarme en un callejón sin salida.

Me vi frente a la pared de piedra que tenía delante y después fue cuando escuché los pasos de algunos desterrados que habían dado con mi ubicación.

—¡No te muevas!

Encaré a los desterrados que se acercaban a mí con lentitud, con sus espadas apuntando en mi dirección en lo que yo pensaba en cómo salir de ahí. Mi visión voló por la calle arrinconada y mi mente tuvo una idea.

—Han cometido un error. —dije levantando mis manos, solo para que estuvieran más cerca del hacha que colgaba de mi espalda y para hacer tiempo. Necesitaba ver que tan dispuestos estaban a matarme.

—Tú eres quien se condenó a la muerte por venir aquí. —dijo un desterrado de voz grave y rasposa.

No lo suficiente al parecer.

—No... no lo entienden... —mi mano se cerró en el puñal del hacha. —Debieron dispararme cuando pudieron.

EL vago recuerdo de las instrucciones de Punz habían invadido mis pensamientos desde hacía ya un tiempo, en donde tan solo unos días antes, me había sacado a caminar alrededor de la base, solo para ser franco conmigo.

Muchas de las personas que nos ayudarán en la misión no han matado a nadie en su vida, tu sí. Y eso ya forma parte de quién eres. No solo quiero que seas la carnada, quiero que nos des las máximas bajas posibles, como solo tú sabes hacerlo.

Nunca nadie espera a que corras en su dirección cuando los estas persiguiendo, y es exactamente lo que hice. Tomé el hacha de mi espalda con las dos manos y los embestí sin darles tiempo a reaccionar, con ballestas y arcos apuntando en mi dirección, pero antes de que alguna flecha diera conmigo, me deslicé de rodillas entre dos sujetos, raspando mis rodillas, pero blandiendo el hacha en un circulo, cortando los tendones, piel e incluso huesos de las piernas de los desterrados, salpicando sangre sobre mi máscara y ropa, dejando detrás a dos voces desgarrándose en un grito.

Aprovechando el aturdimiento de parte de sus compañeros y que todos estaban distraídos, fui deshaciéndome de cada persona que se cruzaba en mi camino. Un sujeto delgado y de alta estatura peleaba contra su ballesta, esperando a que la cuerda suba, y haga el clic que indicara que la flecha estaba lista para salir, pero yo ya me había deslizado hacia él, arrastrando el hacha contra su pecho. Una chica con armadura pesada pensó que podía derrotarme, blandiendo su espada, en donde me hizo detener el movimiento con el mango de mi hacha.

—El hacha siempre es mejor que la espada.

La chica me miró con horror mientras hice volar su espada con un movimiento rápido y rompí una de sus piernas son un golpe sordo y doloroso. Ahora que todos se habían esparcido, no hay ejercito que vaya contra mí, sino desterrados desorganizados en busca de matarme.

Me siento en casa. Tal y como aquellos días.

En algún punto logré robar un arco junto con un carcaj de flechas, subo de nuevo a una casa, a un lugar elevado y comienzo a practicar mi puntería, pero en vez de ser ardillas y pájaros que se esconden en los árboles, es más fácil con personas. Al menos diez bajas y puedo ver que he vuelto a captar su atención. Cuando sé que estoy en la mira de cientos de personas furiosas por sus pérdidas, continúo con el plan.

Bajé del techo, cuando mi piel hizo contacto con el suelo, rodé por el piso y esperé a que los demás caigan en la trampa.

—¡No dejen que escape!

—¡Por ahí!

Cientos de pasos y gritos retumbaron detrás de mi, siguiéndome de cerca y directamente a su tumba.

Corrí hasta que fui cubierto de nuevo por los árboles del bosque, en donde la nostalgia me llenó de nuevo. Siempre perdía a los guardias del reino en el bosque, en donde el suelo era demasiado irregular, en donde los arbustos eran difíciles de esquivar y en donde los árboles son difíciles de trepar.

Pero no para mí.

Llegué al punto indicado y me detuve justo debajo de un árbol, en medio del bosque, en donde nadie escucharía los gritos de estas personas. Observe arriba de mi, hacia las ramas que caían en espiral sobre las hojas, George mantenía su arco tensó y apuntaba con precisión.

Los observé por ultima vez, cuando el sonido de pasos precipitándose se detuvieron frente a nosotros, todo un grupo de desterrados había llegado detrás del hombre que los dirigía. Me observó directamente a los ojos a través de mi máscara, su rostro cambió por completo, de furia a miedo. Por un momento quise disculparme, lamentar que tuviera que hacer lo que estaba haciendo, pero cuando una flecha atravesó su ojo, salpicando sangre por todas partes, dejando caer su cuerpo, poco a poco más carente de vida, fue cuando supe que nunca olvidaría su rostro.

Todos los desterrados detrás de él cayeron de la misma forma, donde flechas atravesaban sus cabezas, cuellos y rostros, ahora desfigurados y todos cayendo al suelo ahora sin vida, o lo estarían en tan solo unos minutos.

Las tres figuras que quedaron de pie debido a las flechas que fallaron en el primer intento, se quedaron estáticas, totalmente en shock al ver a sus compañeros muertos en el suelo frente a ellas. Me acerqué con cuidado, pero a pesar del miedo en sus rostros no huyeron, simplemente observaron al frente con pesar.

—Será rápido.

Con una sola tajada es suficiente para que los dos hombres y la mujer caigan al suelo inertes, salpicando mi armadura de sangre y que el césped a sus pies se vuelva rojo carmesí, uniéndose al charco de sus compañeros.

De pronto todo el bosque se hallo en silencio, como velando las muertes de estas personas. Una sacudida de los árboles me hizo saber que la primera parte del plan había terminado. TapL, Antfrost, Red Velvet, Punz, Callahan, George, e incluso los más recientes reclutas bajaron de los árboles y guardaron sus arcos con manos temblorosas y miradas perdidas al observar la masacre que habíamos hecho en tan solo segundos. Era una imagen brutal para algunos y probablemente nunca lo olvidarían.

Y por más que estuviera acostumbrado a matar, yo tampoco lo haría.

George fue el primero en hablarme, quien inmediatamente me tomó de los hombros y me observó a través de la máscara.

—¿Estás bien?

Al no encontrar mi respuesta, tomó la basé de mi máscara y la levantó con cuidado hasta que su visión conectó con la mía. Ver aquellos ojos bicolor me regresó un poco a la realidad, pero la expresión en su cara me contó perfectamente a quién veía, un asesino. Seguramente mi vista se había ensombrecido y sabía que mis sentimientos se habían bloqueado por completo, todo para no llorar a los muertos y no dejarme vencer por la tristeza o el miedo.

Su mano se deslizó por mi mejilla y cerré los ojos ante aquel contacto. Me obligué a respirar hondo. Había terminado. A partir de ahora no tienes que ir solo. Nunca más.

Nos separamos debido a que Punz dice mi nombre, por poco y no lo escucho.

Bien hecho. —fue lo único que dijo. Excelente trabajo, volviste a matar a cientos de personas.

Una explosión a lo lejos hizo que todo el grupo se tensara, observando hacia el cielo y el humo negro que había comenzado a brotar justo encima del castillo.

Que empiece la fase dos.



—————



Regresar a las puertas del palacio dejó de ser complicado a pesar de todos los desterrados que seguían recorriendo la ciudad entera, pero para eso habíamos mandado a otro grupo como distracción hacia las afueras, el grupo que defendería por fuera mientras nosotros terminábamos con el problema desde la raíz.

Para cuando llegamos, Sam y Ponk, junto con otros reclutas estaban en las puertas del castillo altas y pesadas, obviamente cerradas por dentro. La explosión de antes había sido para entrar por uno de los balcones, y distraer a los desterrados del castillo hacia el este mientras los demás entrábamos por el sur. Sam terminó de colocar los explosivos y nos dio el tiempo suficiente para alejarnos. Tapamos nuestros oídos mientras que un estruendo retumbaba en nuestro ser y el escombro salía disparado hacia el cielo, dejando caer rocas al suelo. Empujamos las puertas hasta estar en el interior, justo en donde empezaba una gran estancia con dos escaleras imponentes que llevaban hacia arriba, al segundo piso. A la izquierda, una puerta escondida en una torre que llevaba a las celdas, exactamente donde tendrían a Sapnap.

Hacía demasiado tiempo que había pensado que nunca volvería a este lugar.

Desterrados habían estado esperando en la puerta, pero eran minoría contra nosotros, debido a la distracción de antes. En lo que Punz detenía el ataque de espada de alguien con su escudo, su voz vibró hasta nosotros.

—¡Vayan por Sapnap!

No había que decir más.

Tomé a George del brazo dando a entender que me siguiera, dimos una pequeña vuelta antes de entender que seguíamos siendo perseguidos, en esta ocasión, solo eran tres soldados.

—¡No dejen que lo liberen!

Ya veremos. Corrimos por un pasillo, no muy lejos de dónde estaría la entrada a la torre, pero primero había que deshacernos de ellos.

—¡George! —grité con fuerza dándome la vuelta, encarando a los desterrados. A pesar de que no podía ver mi rostro por la máscara había entendido a la perfección.

En cuando llevé las manos a mi cinturón, agachó su cabeza, así como su cuerpo, quedando con una rodilla en el suelo, sacado su arco y tensado la cuerda para apuntar al pie de uno de ellos, al mismo tiempo que mi daga cortaba el aire y se enterraba en la cara de otro de los sujetos, ambos cayendo al suelo y el ultimo siendo fácil de matar. Lo empujé antes de que pudiera correr, y ambos caimos al suelo. No tuve tiempo de escuchar sus suplicas cuando rasgué su cuello con el hacha, creando un charco de sangre debajo de nosotros.

Me levanté y volví a encarar a George.

—Vamos.

Ambos corrimos por el pasillo, para cuando llegamos a la puerta, fui yo quien la empujó con la espalda. Tuve que agachar mi cabeza debido al estrechó lugar. Unos cuantos pasos y empezaba la escalera que descendía hasta los calabozos, donde tendrían a Sapnap.

Ambos bajamos apresuradamente, sin miedo a que nuestros pasos delataran nuestra presencia mediante el eco del lugar.

Las escaleras llegaron a su fin y fue cuando recorrimos el resto del sitio, en busca de Sapnap en medio del laberinto de celdas. En cuanto dimos una vuelta, un sujeto grande y ancho nos dió la cara, me había recordado demasiado a aquel hombre que maté en el bosque cuando solo éramos George y yo huyendo por primera vez.

Apenas tomé el hacha por el mango y escuché una flecha silbar por mi hombro. Se estrelló con el ojo del sujeto, dejando salir un grito desgarrador que resonó por los calabozos. No perdí tiempo y terminé con su miseria antes de que pudiera contraatacar, cortando su cabeza con el filo del hacha. Observé a George por encima de mi hombro, para verlo bajar el arco y seguir adelante.

Bien hecho, dije para mí mismo hacia George.

A tan solo unas cuantas celdas y encontramos a Sapnap, de pie y atento a los sonidos que había escuchado hacía segundos, en cuanto lo vimos corrió hacia los barrotes, acercando su presencia. Pude ver que sus ojos ardían, en sed de sangre, pero sin ninguna herida, totalmente sano y listo para pelear.

—¡Sapnap! Te vamos a sacar.

George se acercó y comenzó a forzar la cerradura con ganzúas que Ponk le había conseguido y había aprendido a usarlas en poco tiempo, mientras terminaba con su trabajo, Sapnap hablo con prisa.

—Tenemos que llegar a la biblioteca antes de que Wilbur escape.

Lo observé en confusión.

—¿De qué estás hablando?

La herradura hizo un clic sonoro y la cela se abrió.

—¿Recuerdas a Alyssa? Es parte de la Guardia. Ella y otros sujetos llevan algunos días colados en el castillo y han conseguido información. Wilbur encontró una de las salidas secretas de la biblioteca y tiene preparado un escape, pero aún hay tiempo.

La Guardia. Había sido el refugio de bastantes ninjas, asesinos y ladrones en busca de hacer el bien desde hacía algunos años, pero no ayudaban solo por que sí y no era algo públicamente conocido, eran algunas pocas personas que conocían el nombre de la asociación y menos las que habían logrado entrar a ella. No tenía absoluta idea de que Alyssa estaba con ellos, pero el recuerdo de verla en el bosque con otros dos sujetos hacía algunos días ahora cobraba sentido.

—¿Qué hacen ayudándonos? ¿Cómo es que...?

Sapnap se enderezó y miró mi máscara con seguridad.

—Gracias a ella sigo vivo, y sabemos lo que tiene planeado Wilbur. Lo único que me dijo fue que le debe un favor a Bad, es todo, pero para mi es suficiente.

—¿Puedes pelear? —Pregunté al verlo tan sano, el vago recuerdo de su brazo roto y heridas en todo su torso cruzó mi mente como un rayo. El solo asintió.

Retire partes de mi armadura y la puse en sus hombros, el resto la colocó en sus brazos, él la necesitaría más que yo.

—Ten mi espada. —George tendió la espada hacia Sapnap, agarrando con fuerza su arco con la otra mano. Sapnap observó el filoso hierro en sus manos y se la devolvió con suavidad.

—No necesito una espada. —Sus dedos lentamente comenzaron a arder en llamas controladas y pequeñas, pero esa muestra diminuta de su fuego fue suficiente para hacernos sudar.

—Andando.






(nota: POR MI SANTO CAMOTE SE PUSO TENSO)

Continue Reading

You'll Also Like

7.1K 950 13
Él es un güerito que todos los días toma un bus, yo voy cada día al paradero para verlo nada más a él...aunque tenga que esperar para verlo durante h...
303K 27.5K 29
Portada: editada por @AteneA_getta 💜 dibujo hecho por @All_of_Saku Vegetta se volvió muy solitario al enterarse de una noticia que l...
96.4K 10.7K 18
George ha estado enamorado de Dream por años, pero nunca se ha acercado a él porque es demasiado tímido. Sapnap, que es amigo de ambos, es invitado a...
1.4M 119K 112
𝐍𝐨.𝟓 𝐀𝐍𝐃 𝐍𝐨.𝟖 || "I've waited... and I won't stop waiting" TEMPORADA 1 Y 2 Comenzamos siendo 8, siguiendo a 7, 6, 5, 4, 3, hasta que quedamo...