Los días pasaron sin que sucediera nada interesante después del primer truco de Yibo. Durante el último descanso antes que pudieran regresar a casa, el tema era las rosas que habían sido enviadas para Xiao Zhan durante la clase de música.
—Apuesto que él se las envió por sí mismo solo para probarnos que le puede gustar a alguien. ¿Quién más podría enviarle algo justo en la única clase que tenemos en común?
—Hombre ¿viste su rostro? Estaba en completo shock, como nosotros. Incluso él sabe que es un don nadie, ni siquiera se cree la idea de que alguien podría gustarle.
—Seguro es alguien de su tipo, un raro, o algún Beta gay miserable enamorado de ese Omega. Nunca sabes en qué clase de lugares ese tipo de gente se reúne.
—Oh, Joder, cierren la puta boca. —Yibo hablo exasperado de escuchar a los dos compañeros de clases.
Yibo escuchaba, intentando pretender que estaba enfocado en otras cosas y no en la conversación, pero no pudo aguantar las estupideces de lo que comentaban los dos chicos. Bajo ninguna circunstancia quería que volvieran hablar mal de Xiao Zhan. Estaba intentando arreglar la situación con él y quería hacerlo correctamente así que no había forma que hablaran a sus espaldas otra vez, Seguro, es posible que le guste, de hecho, es él quien envió las flores ¿soñar con él? Bueno entonces es él el gay miserable y enamorado, un Alfa babeando por su Omega.
El timbre dio finalizadas las clases y Yibo se apresuró a las puertas y caminó hacia la calle, tenía que obtener lo que necesitaba para su plan. Intentó apresurarse así que Xiao Zhan aún estaría dentro. No quería cruzarse con el Omega por el camino, no importa cuánto quería estar cerca de Xiao Zhan todo el tiempo.
En casa, cenó y rápido subió las escaleras al terminar ya que no quería ninguna confrontación con su madre, o peor, con su padre, ya que sabía que su madre le había, probablemente, dicho la situación y seguro ellos querrían hablar sobre "sus problemas"
Bueno, no sería con él y no esa noche. Si había una cosa en la que él era muy bueno era evadiendo confrontaciones que no quería.
Estuvo contento cuando su madre no subió las escaleras por el resto de la noche. Para mañana tenía otro plan y no podía esperar a ponerlo en marcha porque el primero había sido divertido de mirar, así que cuando el reloj marcaba las diez, fue a la cama, aunque usualmente se quedaba hasta las doce, pero esta vez intentaba dormirse lo más pronto posible.
Al día siguiente, despertó más temprano que lo usual aun vagando en los alrededores arriba en la segunda planta por necesidad a evadir hablar con su madre. Cuando el reloj marcaba las 8:00 y estaba en peligro de llegar tarde, finalmente bajó las escaleras, agarró algunos sándwiches en el camino y besó a su madre en la mejilla, evadiendo su farfullo sobre el tiempo, sin más salió y cerró la puerta detrás de él.
Dos horas más tarde, hora de descanso. Yibo sabía dónde estaba el casillero de Xiao Zhan y estaba actualmente intentando de ser muy disimulado sobre rondar alrededor, esperando que Xiao Zhan apareciera. Sin embargo, él no quería ver a Yibo, no todavía.
Sabía que Xiao Zhan tenía que venir, siempre era así, dejaba sus libros en su casillero porque era muy perezoso para llevar toda esa mierda con él en su mochila, así que cada vez, que cada clase se terminaba, él venía a su casillero para coger los libros correctos.
E timbre debería sonar ahora mismo, indicando que la hora de descanso había terminado y todos tenían que regresar a clase. Ese era el momento que Yibo estaba esperando.
Sonrió de lado, no siendo capaz de mantenerse serio al imaginarse lo que vería en un par de minutos. ¡Toda una sorpresa!
Durante su última clase antes del descanso, Yibo había pedido permiso para ir al baño y en el proceso había encontrado el casillero de Xiao Zhan, usó una técnica inteligente para abrirlo con su propia llave, algo que había aprendido de Wen Xao y preparó todo lo que necesitaba.
Ahora, estaba ahí como un idiota o peor aún, como un acosador. Era por supuesto algo absolutamente ridículo, pero no pudo evitarlo.
Quería, debería y sería perdonado por Xiao Zhan incluso si esto haría reír al Omega.
En ese momento el pelinegro caminó en el pasillo, claramente aburrido y a pasos lentos llegó a su casillero.
Yibo se mordió el labio.
Metió la llave al casillero y dio la vuelta...
— ¡Yibo! Hombre, ¿Qué estás hacienda aquí? ¡Te hemos estado buscando por todos lados! —Yibo se sobresaltó al sentir una mano en su hombro, Wen Xao y el resto estaban de pie detrás de él. Los miró extrañado por unos segundos, no sabiendo qué hacer antes de que su cerebro procesara la situación.
Giró su cabeza una vez más, justo a tiempo para ver el casillero abrirse.
¡BUM!
Un montón de escarcha púrpura, rosada y roja explotaron justo en frente de Xiao Zhan, cubriendo su casillero entero y el suelo a su alrededor, al igual que sus ropas, parte de su cuerpo, rostro y cabello.
Su boca se abrió. La gente en los pasillos giró su cabeza para ver qué estaba sucediendo. Era como una horrible escena de comedia romántica. Yibo no podía creer lo que había hecho y no pudo evitarlo, pero se echó a reír alto, absolutamente deleitado.
Lentamente comenzando a recuperar su aliento otra vez después del shock, Xiao Zhan parecía buscar algo dentro de su casillero, la causa de la explosión, pero todo lo que encontraría, Yibo sabía esto, era una pequeña nota y un alambre, que causó la explosión.
Y sí, un par de segundos después cogió el pequeño pedazo de papel que Yibo le había dejado, dejando que sus ojos se deslizaran sobre las palabras escritas cuidadosamente.
"Ten la seguridad, que eso no brilla tanto como tú."
Giró su cabeza, sus ojos buscando por cierto rostro "Yibo" estaba seguro que era él, Yibo en ese momento decidió girarse a Wen Xao otra vez. Ellos ya no estaban enfocados en él, sino en la escena en frente de ellos.
— ¿Qué demonios...?— Wen Xao murmuró.
Yibo no pudo suprimir otra sonrisa, aunque lo intentó.
Miró sobre su hombro una vez más para ver que Yue Yue se había unido a su amigo, sacudiendo algo de escarcha, mientras Xiao Zhan estaba maldiciendo algo. Yibo podía adivinar qué.
Yue Yue meneó la cabeza y justo como Yibo, no pudo evitar sonreír.
— ¡Deja de reírte, idiota! —escuchó a Xiao Zhan gritar hacia su mejor amigo, enfatizando su demanda con sus largos movimientos de brazos en el aire.
Divertidas imágenes de ese momento llenaron su cabeza por el resto del día, Yibo no le importaba que sucedía a su alrededor. No podía dejar de sonreír. Y es por ello que de pronto el timbre sonó indicando que podía regresar a casa, estaba sorprendido ¿Tan rápido?
Feliz de estar libre otra vez, caminó fuera de la universidad, pero esta vez no tan rápido.
Dos calles lejos de la universidad, una persona lo estaba bloqueando de lado y Yibo alzó la mirada, listo para preguntar si por favor podría moverse de su camino, pero para su sorpresa Xiao Zhan estaba ahí, con los brazos cruzados y con una expresión necia en su rostro.
— ¿Qué estás haciendo?
—Yo, uhm...estoy intentando regresar a casa. —Yibo dijo desinteresado y mirando a su alrededor como si así podría descubrir lo que explicaría qué estaría pensando Xiao Zhan, después de todo solo estaba caminando a casa.
El pelinegro rodó sus ojos, manteniendo su silencio, sabía que Yibo sabía a lo que se refería.
Pero Yibo permaneció callado, eventualmente Xiao Zhan se rindió y habló de todos modos.
— ¿En serio, Yibo? ¿Escarcha?
Yibo no pudo evitarlo, las imágenes saltaron a su cabeza, la presumida manera que Xiao Zhan lo mencionada...Yibo estalló de risa hasta que Xiao Zhan casi gruñó de frustración.
— ¡Podrías detenerte! ¡Joder! —Xiao Zhan maldijo, claramente no sabiendo que saber o cómo actuar.
Antes de que Yibo supiera que estaba haciendo, se inclinó para besar la mejilla de Xiao Zhan y removerle el cabello en el proceso con una mano, y pasó de Xiao Zhan caminando elegantemente a casa. Fue entonces que vio a su alrededor y notó que la calle estaba completamente vacía. Yibo se dio cuenta que no lo hubiera notado antes de hacerle ese pequeño gesto a Xiao Zhan. Se estaba volviendo osado, pero eso no importaba mucho.
— ¡YIBO! —Xiao Zhan gritó con su voz temblorosa.
— ¡También te amo! —El Alfa gritó de regreso.
Sonrió, pensando que era asombroso. Eso era perfecto.
***
Nunca hubo un punto en su vida antes que Yibo haya estado así de entusiasmado cuando despertó la mañana del lunes. Había notado eso, aunque Xiao Zhan no le haya dicho ni una palabra, había extrañado la presencia del encantador Omega toda la semana, más de lo esperado.
No había hecho nada más por el resto de la semana pasada, era lo suficiente inteligente para darle a Xiao Zhan un poco de espacio, lo cual sabía que el Omega lo necesitaría, Yibo se había dado cuenta que la había cagado de verdad y que el arreglo de la situación no iba a ser tan fácil. Algo en su cabeza apareció de pronto la semana pasada, no había descubierto que era todavía, pero lo hacía querer luchar por Xiao Zhan como si de ello dependiera su vida.
Realmente lo sentía de esa forma, aunque quizá estaba siendo un poco dramático.
Hoy era un nuevo inicio de semana y Yibo se sentía a seguro de seguir con su plan para que Xiao Zhan vuelva con él. Pequeñas cosas habían aparecido en su mente durante el fin de semana y sentía que se volvería loco en cualquier momento.
Sabía que se estaba volviendo un tanto obsesivo con todo eso y que estaba convirtiendo todo a una meta de vida, sin embargo, intentó no pensar de ese modo. Así que quizá era un poco cursi y...enamorado. Ese último hecho le permitía hacer cosas estúpidas ¿verdad? Además, si incluso uno de esos gestos le hacían a Xiao Zhan sonreír de la manera en que sabía a veces podría sonreír cuando algo realmente lo atrapaba, entonces Yibo haría eso todo el tiempo.
Ya tenía algo en su cabeza para el viernes porque sabía que Xiao Zhan odiaba los viernes (la clase más aburrida y teórica de todas) y por ahora, bueno, sí pensó en algo muy simple que había saltado en su cabeza. Era fácil y corto pero no sabía si tenía las agallas para hacerlo. Lo haría, si no fuera por el hecho del tiempo que tenía, inconscientemente, creaba algún tipo de fobia con solo mencionar el nombre de Xiao Zhan en frente de sus amigos. Como si ellos supieran inmediatamente que estaba involucrado en una relación romántica con él por solo mencionar su nombre. Como si fueran capaces de ver a través de él. Pero iba hacer esto. Al menos, ahora estaba en casa y se estaba diciendo esto así mismo.
Pero realmente lo haría. Tenía que hacerlo. Tenía que superar esa cosa estúpida; incluso sus células cerebrales grises ya se dieron cuenta que esos chicos no significan nada para él y una vez que deje la universidad, nunca volverá a verlos. No valía la pena arruinar algo que podría durar...no más que la universidad. Yibo quería algo con Xiao Zhan. Realmente quería. No estaba seguro que era, como llamarlo, como ir sobre eso, pero lo quería. Incluso pensando sobre pasar sus días después de la universidad con nadie más que el encantador Omega que había tropezado en su vida.
No quería a nadie más. Al principio esa pastilla había sido difícil de tragar.
Enterrado profundamente en sus propios pensamientos, caminó hacia la universidad, sorprendido de ver las grandes rejas que aparecían a la vista. Yibo se halló a sí mismo sorprendido de haber encontrado las calles correctas sin notarlo.
—&—
Tanto como Xiao Zhan caminaba dentro de la universidad la mañana del lunes se sentía ligeramente nervioso ¿por qué? No había ni siquiera una razón. No tenía ninguna cosa importante que hacer y bueno... ¿Yibo?
Veía a Yibo cada día. ¿Cómo es que todavía se ponía nervioso por eso? Quizá porque estaba asustado de que Yibo hiciera una vez más uno de sus tontos planes. ¿Eso le "asustaba"? en algún lugar muy dentro de Xiao Zhan sabía que se sentiría decepcionado si no lo hiciera.
Quería eso. Mucho. Pero de ninguna manera dejaría que Yibo supiera eso.
Entró por la puerta principal y ni siquiera notó a nadie porque estaba perdido en sus propios pensamientos y nada pudo traerlo de vuelta al mundo real hasta que oyó una voz viniendo de algún lugar al lado de él, una voz familiar. Xiao Zhan no pudo inmediatamente familiarizar el rostro con la voz, pero cuando se giró, la reconoció inmediatamente, por supuesto. Zi Xuan estaba de pie con sus amigas populares, estaban hablando y Xiao Zhan no pudo evitar oír. No era su culpa, cualquiera en su posición probablemente las escucharía con esas molestosas y chillonas voces.
—... ¡Y no fue cómo si pudiera darme una razón decente! Estaba balbuceando y su rostro estaba tan rojo como un jodido tomate hablando sobre no querer comprometerse y esa mierda... ¡comprometerse mi trasero! Él se lo pierde, en serio, maldito Wang Yibo, nunca encontrará a alguien como yo...
La boca de Xiao Zhan cayó y su corazón dio un brinco. No pudo evitarlo, se quedó de pie sonriendo como un lunático al saber de qué estaban hablando esas chicas. Yibo había terminado con ella. ¡Lo había hecho!
Fuegos artificiales se encendieron en todo el cuerpo de Xiao Zhan pero intentó permanecer en calma tan rápido como ellas a caminar otra vez, no queriendo ser notado por ninguna de ellas.
El Omega, con sus ojos llenos de emoción, vio a su mejor amigo en el otro lado de la universidad e inmediatamente empezó a caminar hacia ellos, intentando no parecer un loco.
— ¡Yue Yue! —Dijo cuando llegó a ellos — ¡Yue Yue! ¡Terminó con ella!
— ¿Qué? ¿Quién? ¿Yibo?
— ¡Por supuesto que Yibo!
— ¿Acaso no terminaste con él? Quiero decir, lo que sea tuvieran para terminar...
Con una molesta palmada en el hombro, Xiao Zhan calló a su mejor amigo.
— ¡No, tonto! ¡Terminó con ella! ¡Con Zi Xuan! ¡Lo escuché!
—Xiao Zhan...—Yue Yue suspiró, obviamente sintiéndose un poco incómodo y levantó sus brazos a los hombros de Xiao Zhan. No era de mala gana, pero Xiao Zhan no pudo evitar ponerse ligeramente fastidiado, lo estaba tratando como si fuera un bebé. No quería que su feliz estado de ánimo se desvaneciera ahora. Muchas gracias.
—Sé lo que vas a decir, Yue Yue, pero...
—No te sobre emociones, Xiao Zhan ¡Por favor! Yibo terminó con mitad de las Omega de esta universidad los años pasados, eso no significa inmediatamente que...
— ¡Oh vamos! No puedes tontearme, Yue Yue. ¿Escarcha? ¿Rosas? ¿Yo brillando más que la escarcha? Eso debe significar algo.
Xiao Zhan sintió una sonrisa formándose en sus labios cuando se dio cuenta que era verdad lo que decía.
—Bien, muy bien, pero...
— ¡No peros! Escucha...no tengas miedo ¿de acuerdo? No voy a perdonarlo tan fácilmente, ni siquiera está cerca todavía.
—Gracias a Dios por eso —Yue Yue respondió.
Durante sus dos primeras clases, que a Xiao Zhan no le interesaba, le dio tiempo para pensar sobre todo lo demás. No tenía ganas de pensar, pero parecía que no podía detener su mente. Habían tenido la misma explicación sobre algebra las pasadas clases y la verdad es que no podía importarle menos.
En su mente, estaba reproduciendo como una cinta el momento en el que el hombre vino a entregarle las flores en la sala de música. Bueno, en realidad no recordaba al hombre, por supuesto, lo que más recordaba era el rostro de Yibo cuando sucedió. Sonrojado y listo para ser tragado por la tierra, aunque permaneció en calma.
Xiao Zhan nunca había visto a Yibo de esa manera y se sintió halagado. No por las rosas, aunque habían sido hermosas, pero sino por el hecho de haber sido capaz de mortificarlo.
Muy bien, eso sonaba sádico de algún modo, Yibo realmente no necesitaba sentirse mortificado. Bueno, quizá un poco. ¡Eso era parte del mundo! Lo que realmente amaba era que estaba moviendo a Yibo. Como si tuvieran este tipo de química enredada entre ellos cada vez que estaban cerca y de pronto la energía empezaba a sacar chispas.
Xiao Zhan pasó el resto de las horas intentando callar su mente "Silencio Bruno (≧▽≦)", pero no pudo. Siguió pensando más de lo normal y poco a poco se iba volviendo loco pero no había forma de patear a Yibo fuera de su mente ahora mismo. Estuvo feliz cuando el timbre finalmente sonó, indicando la hora de descanso. Al fin. Se alisó su ropa y se colocó su chaqueta negra, salió de la sala sintiendo el aire de otoño. Si se pudiera llamar otoño.
El viento se sentía frío en su piel y Xiao Zhan intentó meterse más en su chaqueta, pero no funcionó. Estaba pensando en comprarse esos pantalones de invierno, pero realmente no era de su gusto y no lo hacía sentir cómodo, pero al menos sentiría menos frío. Quizá el próximo invierno.
Yue Yue se le unió en su usual esquina dónde siempre paraban y conversaban. Comenzaron con su pequeña charla hasta que Xiao Zhan oyó voces altas aproximándose. Intentando separar esas voces de las otras personas, Xiao Zhan sabía que se trataba de los amigos de Yibo ¿le harían algo? ¿La paz había terminado? Su mente inmediatamente saltó con drásticas conclusiones.
Xiao Zhan sintió su garganta secarse tanto como disimuladamente giró su cabeza a la otra dirección, pero no vio a ninguno de ellos dándole algún tipo de atención en particular. Ellos ni siquiera parecieron notar que el objeto de maltrato estaba justo ahí en sus narices. Ellos solo pasaron, solo un cierto Alfa chocó su mirada con él por su puesto.
Xiao Zhan estaba planeando en ver a otro lado, cuando algo que ni en sus más salvajes sueños hubiera esperado, sucedió.
—Hola Xiao Zhan.
¿Fue esa la voz de Yibo? Fue la voz de Yibo. La boca de Xiao Zhan se abrió y su corazón comenzó a latir con fuerza a la vez que sintió otros ojos girándose a ver qué pasaba y ellos no parecían creerlo más que Xiao Zhan. O Yibo. Se quedó ahí de pie, sonriendo con su casual "Hola Xiao Zhan" mientras por dentro estaba gritando de nervios. Sintió que su cuerpo de desinflaría como un globo y ya estaba comenzando a ver estrellas por la respiración que aguantaba.
—Uh...—Xiao Zhan intentó decir —Ho- hola.
Casualmente, Yibo empezó a caminar otra vez como si nada hubiera pasado en lo absoluto y luego sus amigos lo siguieron, obviamente intentando descubrir si deberían preguntarle algo a Yibo pero Xiao Zhan creyó que nadie se atrevería.
Los ojos de Xiao Zhan siguieron los movimientos de Yibo hasta que dobló la esquina y como si se tratara de un aburrido libro cómico, con la boca aún abierta y después de que Yibo desapareciera, pestañó intentando descifrar que había sucedido.
— ¿Qué fue eso? —Yue Yue preguntó a su costado.
— ¿me estás preguntando? —Xiao Zhan retornó la pregunta. Estaba confundido, pero no podía negarlo, algún lugar dentro de su corazón se había hinchado y estaba empezando a pulsar rápidamente. Si miraba a sus manos seguro notaría que tan temblorosas estaban. Pero no iba hacer eso. No quería saber.
***
Así que Yibo lo había finalmente logrado. Xiao Zhan no podía mirarlo más, no podía siquiera pensar en él sin que sintiera como se tornaba de color rojo brillante. Era embarazoso y eso causaba preguntas, así que intentó no hacerlo. Intentó mantener su jodida mente cerrada y mirar a otro lado cada vez que veía al Alfa pasar porque él solo...no podía...tenía que...
Xiao Zhan estaba ferozmente batallando con la urgencia de saltar sobre él y sabía que, si seguía mirando al Alfa, causaría accidentes y no quería ningún accidente así que...No Yibo. O al menos, tan poco como sea posible porque dónde sea que estaba, Yibo parecía aparecer de la nada.
Xiao Zhan estaba seguro ahora del hecho que se estaba volviendo completamente loco.
Era jueves y Xiao Zhan no podía estar más ansioso por el fin de semana. Bien, quizá podría gustarle la atención que Yibo le estaba dando un POCO, pero hacía que su corazón latiera rápido y no estaba la mayoría de las veces preparado y eso era...o eso no era bueno para su salud. Tampoco era bueno para su memoria porque cada vez que Yibo le sonreía, Xiao Zhan casi olvidaba lo completo idiota que había sido en los días pasados, olvidaba como lo había tratado como si fuera solo un polvo casual. ¡Tenía que recordar eso!
Comió su cena en completo silencio esa noche. Sus padres habían estado intentando descubrir cuál era la situación de él en los pasados días, pero Xiao Zhan se negaba a hablar al respecto. Si él decía sobre Yibo intentando arreglar la situación con él, ellos querrían saber por qué tendría que arreglar la situación en primer lugar y si les decía no había forma que alguna vez aceptaran a Yibo porque, ya sabes ¿Por qué lo harían? Yibo tenía una vida normal y venía de una familia normal quién vivían normalmente así que no había razón para que sus padres lo aceptaran ¿verdad? No era el Alfa que ellos esperaban para él.
Dios, odiaba a sus padres. Incluso más de lo que odiaba a Yibo a veces. Al menos Yibo tenía el conocimiento de que hacía algo malo pero sus padres aún actuaban como unos jodidos santos queriendo nada excepto lo mejor para él y Xiao Zhan podría estrangularlos por eso. Lo hacía pensar en esos tiempos en los que compartieron cabaña al comienzo de año, cómo Yibo había negado hacer algo malo por hostigar a Xiao Zhan y que tan furioso lo hizo sentir. Xiao Zhan tenía el conocimiento que Yibo realmente había cambiado. Mucho.
De todos modos, en casa no decía una palabra más y sus padres se habían rendido en ese caso.
Cuando fue a su cama esa noche, prendió su iPad, intentando tener la tarea hecha para mañana. Los viernes eran terribles, matemática financieras, francés, Ciencia política y otras clases aburridas juntas lo cual siempre terminaban con un montón de tarea. Y no música.
De mala gana, Xiao Zhan tenía que admitir que le gustaba la clase de música. Miraba a Yibo. Lo cual era agradable. Lo hacía tener miles de depresiones mentales en cada lección y su corazón necesitaba calmarse un poco por cada una o dos horas después, pero era agradable de todos modos.
Mañana, sin embargo, tenía que pasar el resto del día en sus terribles clases, la única luz en la oscuridad era Yue Yue. Gracias mierda por Yue Yue.
Pronto, sintió sus ojos pesados y se cansó de la tarea. Colocó sus libros a un lado y se fue a su cama. Cerró sus ojos. Terminaría esa tarea de una manera u otra mañana durante clases.
No pasaron ni 20 segundos hasta que perdió la consciencia y se alejó en sus sueños.
Cuando despertó en la mañana estaba un tanto relajado, aunque le costó un poco de esfuerzo alejar su estrés sobre terminar la tarea, sin embargo.
Sus padres estaban trabajando así que tenía la casa para él. Sonrió cuando vio el sol invadir su habitación a través de los espacios en las cortinas, cerró sus ojos una vez más y dejó que los pequeños rayos de sol le calentaran el rostro. Era casi invierno y algo de calor en esos días era muy raro.
Sin embargo abrió un ojo al oír el timbre de la puerta ¿Quién demonios era? ¿Quién lo estaba forzando a dejar su cómoda y calentita cama?
Suspirando, cuando oyó el timbre por segunda vez un minuto después, salió de la cama descalzo casi tropezando con sus pantalones piyamas, que eran muy largos.
Abrió la puerta, achinando los ojos y frunciendo el ceño a propósito para asegurarse que la persona detrás de la puerta supiera que había perturbado su sueño.
Para su no muy agradable sorpresa, nadie estaba ahí.
¿Qué? ¿Alguien estaba jugando con él? Oh, mejor que no sea así ahora. ¿Qué clase de críos se atreverían a jugarle una broma a tales horas de la mañana en estos días?
Miró a su derecha.
Miró a su izquierda.
No había nadie ahí. Bueno ¡Qué mierda!
Dejó caer su mirada y vio algo en frente de sus pies. Una bolsa. Frunció su ceño de verdad, se agachó y recogió la bolsa, hesitando un poco. ¿Qué si era una bomba enviada por alguien que intentaba asesinarlo? Uno nunca sabe de qué era capaz de hacer la gente en estos tiempos.
Maldición, Xiao Zhan. Ves demasiadas películas.
Pateó la puerta detrás de él y caminó dentro de su casa para inspeccionar la bolsa. No marcas, no dibujos, solo una bolsa de papel marrón.
Se sentó en el sofá y la abrió, encontrando varias cosas dentro.
La primera cosa que tomó fue una pequeña bolsita que parecía venir de una panadería. Lo abrió y encontró un panecillo de vainilla.
¡Vainilla! Fue el primer pensamiento de Xiao Zhan haciéndose agua la boca. Después de preguntarse quién rayos le enviaría un panecillo de vainilla. Bueno, alguien, pensó que podría probablemente adivinar de dónde venía la bolsa.
Cuidadosamente colocó el panecillo a su costado y miró qué más había en la bolsa. Había una pequeña caja negra. La tomó. Intentó abrirla, pero sintió que su corazón estaba yendo muy rápido y estaba nervioso. ¿Qué habría dentro? Estaba jodidamente curioso.
Finalmente logró abrirla. Suspiró sorprendido.
Dentro, protegido por un pedazo de tela de seda, había una cadena de plata, sosteniendo un frágil y hermoso dije en forma de ala. Era precioso. Giró el dije en forma de ala para inspeccionarlo y vio una pequeña inscripción "Juntos nosotros..."
Muy bien, eso no tenía ningún sentido. ¿Juntos nosotros? Xiao Zhan intentó descifrarlo en su mente, pero no pudo. Tenía que significar algo ¿cierto? No tenía idea. Bastante difícil.
Xiao Zhan se mordió el labio. Oh Dios. ¿Aún siquiera tenía derecho a seguir molesto con Yibo?
¡Pero tenía que ser fuerte! Esto era exactamente lo que Yibo quería. Hacer que Xiao Zhan se sintiera culpable por estar molesto. ¡No funcionaría! ¡No señor!
Cuidadosamente colocó la caja negra con la cadena al lado del panecillo en el sofá, buscó por el siguiente objeto en la bolsa. Era una nota, muy bien envuelta.
La abrió y leyó lo escrito, la misma caligrafía que tenía la nota en las rosas.
"Tómate el día libre. Tus viernes realmente apestan, la universidad cree que tienes un terrible caso de gripe así que no te molestes en aparecer, regresara tu contagioso trasero a la cama, besos"
No había forma de retroceder ahora, con la fuerza de un jodido volcán, Xiao Zhan sintió que su corazón y todos los órganos dentro de su cuerpo de derretían al leer la nota. Estaba sonriendo como un idiota, enamorándose otra vez y al mismo tiempo sintiéndose como en el cielo por tener el día libre. De alguna manera u otra, Xiao Zhan realmente sintió cómo si tuviera el permiso de quedarse en casa ahora que Yibo se lo había dicho. Porque él se encargó de eso ¿cierto?
Xiao Zhan decidió no pensar en ello, en su lugar tomó el panecillo, la cadena, la nota y corrió hacia su habitación, directo a su cama. Casi bailando de pura felicidad.