Malfoy se había recuperado rápido de aquella pelea.
Se pavoneaba por los pasillos dónde se encontraba Potter y los Weasley sintiéndose inferior por haber provocado que los expulsaran.
Cosa que a los demás Slytherin les había favorecido ya que sin las preferencias de los demás hacia Potter en los próximos partidos, era evidente que ellos podrían ganar la copa ese año.
Anne solo lo miraba con demasiada confusión, ya que después de haberlo cuidado no recibió ni siquiera un agradecimiento por eso; y como en otras ocasiones en las que ella está ahí para el, volvía a ignorarla días después de que eso sucediera.
. ❊ °
La noticia de que Hagrid había vuelto
Y tomaría el lugar de las clases de la profesora Grubbly-Plank no fue del agrado de muchos.
Talvez Hagrid tenía conocimiento sobre animales fantásticos, pero no tenía el carácter de ser profesor.
Aquel martes caminaban todos hacia el bosque prohibido, no parecía ser una buena idea pero no podían retomar el camino hacia el castillo ya que estaban en un punto del bosque que parecía no tener salida.
—Si algo llega a pasarme, mi padre se enterará de esto— dijo refutando Malfoy.
—Estoy contigo Draqui, haré que expulsen a Hagrid por ponernos en peligro—le siguió Pansy Parkinson.
Parkinson era una chica muy bonita pero tenia un carácter y forma de tratar a los demás muy desagradable, ella parecía ser lo más cercano a una mejor amiga que Malfoy tenía, pues el tener el mismo humor y el que ella siempre apoye las ideas de Malfoy lo hacía soportarla.
Aunque esté año no habían pasado tiempo juntos, solían sentarse juntos en algunas clases y en algunos recesos, burlarse y molestar a los de primer año; Este día no era la excepción, después de haberse encontrado en los pasillos, decidieron ir a la clase de Hagrid juntos como en los viejos tiempos, lo cual hacía sentir algo incómoda a Anne, pues con ella nunca hacía eso « obvio jamás lo haría, no soy tan agradable como ella » se repetía aquellas palabras mentalmente.
El clima no estaba a su favor, la nieve cubría los alrededores del bosque y ella había olvidado su capa en el castillo, por lo que a parte de tener celos, tenía frío.
Caminaba abrazándose a si misma junto a Longbottom siguiendo a Hagrid hasta llegar a la orilla del bosque.
—Toma mi capa Burke, te mueres de frío.
—Gracias Longbottom, me has salvado.
—¡Hoy trabajaremos aquí !— gritó Hagrid feliz a los primeros estudiantes que se acercaban, sacudiendo con fuerza su cabeza hacia atrás, hacia los árboles oscuros detrás de él—.¡Un
poco mas abrigado!. De cualquier manera, prefieren la oscuridad.
—¿Qué prefiere la oscuridad?— Anne escucho a Malfoy decirle abruptamente a Crabbe y Goyle, con vestigios de pánico en la voz—. ¿Qué dijo que prefería la oscuridad, lo escucharon?
—¿Listos?— preguntó Hagrid animadamente, mirando a la clase e ignorando a Malfoy —. Correcto, bien, he estadoreservando una excursión al interior del bosque para su quinto año. Pensé que podríamos ir a ver estas criaturas en su hábitat natural. Ahora, lo que vamos a estudiar hoy es bastante raro. Creo que probablemente soy la única persona en Inglaterra que ha podido entrenarlos.
—Y está seguro que están entrenados, ¿verdad?— preguntó Malfoy, el pánico en su voz aún mas pronunciado—. No sería la primera vez que trajera cosas salvajes a la clase, ¿verdad?
Los Slytherins murmuraron su acuerdo y algunos Gryffindors también lucían como si pensaran que Malfoy tenía razón.
—Malfoy es un llorón—. Le dijo Neville a Anne en voz baja logrando que ella soltará una risita, la cual llamo la atención de Malfoy ganándose una mirada molesta.
—Por supuesto que están entrenados— respondió Hagrid, frunciendo el entrecejo y acomodando la res muerta un poco mas arriba en sus hombros.
—¿Y qué le pasó a tu cara?— interrogó Malfoy.
—¡Ocúpate de tus propios asuntos!— replicó Hagrid iracundo—. ¡Ahora, si ya han terminado de hacer preguntas estúpidas, síganme!
Se volteó y camino a grandes zancadas directo hacia el Bosque. Nadie parecía muy dispuesto a seguirlo. Anne miro a Neville dudando en si seguir a Hagrid, no tenían otra opción así que lo siguieron.
Caminaron por cerca de diez minutos hasta que llegaron a un lugar donde los árboles estaban tan unidos que el espacio era oscuro como el crepúsculo y no había ni rastro de nieve en el terreno. Con un gruñido, Hagrid depositó la media res en el suelo, retrocedió, y volteo a mirar a su clase, la mayoría de los cuales gateaban de árbol en árbol hacia él, mirando en derredor nerviosamente, como si esperaran ser atacados en cualquier momento.
—Reúnanse, reúnanse— los animó Hagrid—. Ahora van a ser atraídos por el olor de la carne pero voy a llamarlos de todas maneras, porque les gustará saber que soy yo...
Se giró, sacudió su cabeza llena de maleza para quitarse el cabello de la cara y dio un extraño chillido que resonó a través de los árboles como el llamado de algún ave monstruosa. Nadie rió; la mayoría se veían demasiado asustados para emitir algún sonido.
Hagrid lanzó el agudo grito otra vez. Paso un minuto en el cual la clase continuó mirando nerviosamente sobre sus hombros y alrededor de los árboles tratando de echar un vistazo a lo que fuera que iba a venir. Y entonces, cuando Hagrid sacudía su cabellos por tercera vez y expandía su enorme pecho.
Anne le dio un codazo a Longbottom y apunto hacia un espacio oscuro entre dos árboles retorcidos.
Un par de vacíos ojos, blancos y brillantes, se agrandaban en la oscuridad y un momento después una cabeza como de dragón, con el cuello y el cuerpo esquelético de un gran
caballo, negro y alado, salió de la oscuridad.
Examinó a la clase por unos segundos, agitando su larga cola negra, luego encorvó la cabeza y empezó a rasgar la carne de la res muerta con sus afilados colmillos.
Una gran ola de alivio cayó sobre Anne. Aquí estaba por fin la prueba de que no había imaginado estas criaturas, Neville igual lograba verlas.
—¿Por qué Hagrid no llama otra vez? —Alguien murmuró, La mayoría de sus compañeros de clase tenían expresiones tan llenas de nerviosismo y
confusa expectación y continuaban mirando a todas partes excepto al
caballo parado cerca de ellos. Sólo había otras dos personas que parecían ser capaces de verlos, un greñudo muchacho de Slytherin parado justo detrás de Goyle quien miraba al caballo comer con una expresión de disgusto en su cara, cuyos ojos seguían el movimiento de la larga cola negra.
—¡Oh, aquí viene otro!— exclamó Hagrid orgullosamente, cuando un segundo caballo negro emergió de los oscuros árboles, plegó orgulloso sus coriáceas alas mas cerca de su cuerpo y
sumergió su cabeza en la carne.—
Ahora... levanten sus manos, ¿quien puede verlos?
Tranquila de sentir que por fin iba a entender el misterio de estos caballos,
Anne levanto su mano. Hagrid asintió.
—Sí... sí muy bien Anne entiendo - expresó seriamente—. Y tú también Neville, ¿eh? Y...
—Discúlpeme— intervino Malfoy con voz burlona—, pero ¿qué exactamente se supone que estamos viendo?
Por toda respuesta, Hagrid señaló la carcasa de la res muerta en el suelo. La clase entera la miro por algunos segundos, luego varias personas murmuraron y Parvati lanzo un chillido.
Anne entendía porqué, trozos de carne arrancándose a si mismos de los huesos y desvaneciéndose en el aire tenía que verse muy extraños en realidad.
—¿Qué lo está haciendo?— exigió Parkinson con voz aterrorizada, ocultándose detrás del árbol más próximo—. ¿Qué está comiéndoselo?
—Thestrals— explicó Hagrid orgullosamente y Anne soltó un suave ¡Oh! de comprensión en los hombros de Neville—. Hogwarts tiene una manada entera aquí. Ahora, ¿quién sabe....?
—¡Pero si son de muy, muy mala suerte!— interrumpió otra chica de Slytherin, luciendo alarmada—. Se supone que traen toda clase de desventuras a las personas que los ven. La Profesora Trelawney me lo dijo una vez.
—No, no, no— aclaró Hagrid riéndose—, eso es sólo superstición, eso es, no son de mala suerte, ¡son muy listos y útiles! Por supuesto, este grupo no tiene mucho trabajo, tan sólo jalar los
carruajes de la escuela, a menos que Dumbledore haga un largo viaje y no quiera aparecerse... y aquí hay otro par miren...
Otros dos caballos salieron lentamente de entre los árboles, uno de ellospasando muy cerca de Parvati, quien tembló y se acercó aún más al árbol.
—¡Creo que sentí algo, creo que está cerca de mí!
—No se preocupen, no los lastimarán— los tranquilizó Hagrid pacientemente—. Bien, ¿ahora quién puede decirme por qué algunos de ustedes pueden verlos y otros no?
Granger levanto la mano.
—Adelante—dijo Hagrid, girando radiante hacia ella.
—Las únicas personas que pueden ver los Thestrals— explicó— son aquellas que han visto la muerte.
El rostro de Anne entristeció.
—Eso es exactamente correcto— aseveró Hagrid solemnemente— diez puntos para Gryffindor.
—Ahora, los Thestrals...
—Hem,hem.
La Profesora Umbridge había llegado. Estaba parada a algunos pies de Anne, vistiendo nuevamente su sombrero y capa verdes, su portapapeles listo.
Hagrid, quien nunca había escuchado la fingida tos de Umbridge antes, estaba mirando con cierta preocupación al
Thestral mas cercano, evidentemente bajo la impresión de que había hecho ese sonido.
—Hem, hem.
—¡Oh, hola!— saludó Hagrid sonriendo, una vez localizado el origen del ruido.
—¿Recibió la nota que le envié esta mañana a su cabaña...— preguntó Umbridge, en la misma voz alta y pausada que había empleado previamente, como si se dirigiera a alguien extranjero y muy lento— diciéndole que iba a inspeccionar su clase?
—Oh. Sí— respondió Hagrid radiante—. ¡Me alegra que haya encontrado el lugar correcto! Bueno, como puede ver...o, no sé...¿puede?, hoy estamos estudiando los Thestrals.
—¿Disculpe?— exclamó Umbridge fuertemente, ahuecando su mano sobre su oído y frunciendo el ceño-. ¿Qué dijo?
Hagrid lucía un tanto confundido.
—Eh...¡Thestrals!—expresó en voz alta— Caballos grandes... eh.... alados, ya sabe.
Hagrid digui explicando con nerviosismo sobre los animales.
—¿Esta consciente— dijo Umbridge en voz alta, interrumpiéndolo— de que el Ministerio de Magia ha clasificado a los Thestrals como “peligrosos”?
—¡Los Thestrals no son peligrosos! Está bien, puede que les lancen un mordisco si realmente los molestan.
-Muestra... signos... de ... placer... ante... la... idea... de... violencia..- murmuró Umbridge, garabateando en su portapapeles otra vez.
—¡No... vamos!— exclamó Hagrid, luciendo un poco ansioso ahora—. A lo que me refiero es a que un perro también la morderá si lo molesta...
—Por favor, continúe enseñando como acostumbra. Voy a caminar— hizo la mímica de caminar. Malfoy y Pansy Parkinson estaban riéndose en silencio, Anne solo los miraba muy molesta.
—¿Encuentra que puede entender al Profesor Hagrid cuando habla?— preguntó la Profesora Umbridge a Pansy Parkinson con voz resonante.
Pansy tenía lágrimas en los ojos, pero eran lágrimas de risa, de hecho, su respuesta fue casi incoherente porque estaba tratando de suprimir sus
carcajadas.
—No... porque... bueno... parece gruñir....la mayor parte del tiempo.
Umbridge garabateó en su portapapeles. Las pocas partes no lastimadas de la cara de Hagrid se sonrojaron, pero trato de continuar como si no hubiera escuchado la respuesta de Pansy.
—Eh... sí... cosas buenas acerca de los Thestrals. Bien, una vez que son amansados, como este grupo, nunca te perderás de nuevo. Tienen un gran sentido de la orientación, sólo díganles a donde quieren ir....
—Asumiendo que pueden entenderte, desde luego— lo interrumpió Malfoy, y Pansy Parkinson colapsó en un renovado ataque de risa.
Anne rodó los ojos ante los actos de Parkinson.
La profesora Umbridge les sonrió indulgentemente y luego se dirigió a Anne.
—Usted puede ver los Thestrals, Burke , ¿no es así?— le preguntó.
Anne asintió.
—¿A quién vio morir?— volvió a preguntar, con tono indiferente.
—Mi... mi abuela y fui consiente de la muerte de mis padres—respondió con ganas de llorar, Malfoy la empezó a observar.
—¿Y qué piensa de ellos?— insistió, moviendo su regordeta mano hacia los animales.
—Emm yo.— balbuceó nerviosamente lanzando una mirada a Hagrid—. Bueno, ellos son...eh...— no aguanto más la presión y corrió del lugar; no le gustaba verse vulnerable, y el tener que recordar que estaba sola en el mundo, fue demasiado para ella.
—Los... estudiantes... están... demasiado... intimidados... para... admitir... que... tienen... miedo...—murmuró Umbridge haciendo otra nota en su portapapeles.
—¡No!— exclamó Neville, desconcertado—. ¡No, no le tenemos miedo!
El se movió nervioso, no sabía si ir tras de Anne o defender a Hagrid.
—Está bien— dijo Umbridge, palmoteando a Neville en el hombro con lo que evidentemente tenía la intención de que fuera una sonrisa comprensiva.
La profesora le dió algunas órdenes a Hagrid sobre que los resultados de su evaluación se las haría llegar.
Todos estaban desconcertados, Nott y Zabini habían ido en busca de Anne después de que la profesora igual partiera del lugar.
Parkinson solo reíra mientras Malfoy solo la ignoraba.
. ❊ °
En un rincón de la torre de astronomía se encontraba Anne abrazando sus rodillas.
Demasiada dramática había Sido su huida del bosque prohibido, que de seguro todos se habían quedado ahí riéndose de ella.
Pero de verdad no le había dado tiempo de pensar en que realmente toda persona que llegó a amarla, había muerto.
Más bien, no quería aceptarlo.
¿Que pasará cuando llegue a la mansión y no sea recibida por una gran tarta de calabaza y adornos navideños flotando por todo el lugar ?.
¿Quien se sentirá orgullosa de ella ?
¿Quien le dará abrazos recorfortandola?
Quien estará ahí para ella cuando logré graduarse de hogwarts.?
No tenía absolutamente a nadie.
Solo era ella contra el mundo.
Era obvio que sus “amigos" estaban con ella por lastima «al menos eso pensaba» pero no era capaz de alejarse porque, aunque sea 1/4 de afecto, ella se conformaba con eso.
Es un capítulo algo dramático, pero muy necesario :( .
Recupere un gramo de estabilidad emocional, por eso ando actualizando seguido.
Gracias por sus votos y comentarios, les agradezco infinitamente
Xoxo