Si supieras que no hay consuelo...
Despertar cada día y saber que mi padre ya no está no tiene consuelo.
Mamá intenta ser fuerte por nosotros, pero se que llora todas las noches en su habitación.
Yo también intento ser fuerte, aunque a veces el dolor me gana y de repente me pongo a llorar.
Tus mensajes me han servido de mucho consuelo y debo agradecerte la visita del otro día.
Tenerte cerca me anima y distrae.
Aunque no hablemos demasiado, aunque solo estemos sentados mirando el horizonte, se que no estoy sola.
Tu amistad en este tiempo ha sido tan valiosa para mi, que no imagino transitar este dolor sin tu abrazo y presencia.
Si supieras que no hay consuelo para esta pérdida tan grande...