Una Perfecta Oportunidad © 30...

Da AndreaSmithh

3.4M 319K 162K

Segunda parte de "Una Perfecta Equivocación" ¿Alguna vez pensaste en pasar un verano en Italia? Parece una fa... Altro

¡Ya en librerías!
SINOPSIS
· U n o ·
· D o s ·
· T r e s ·
· C u a t r o ·
· C i n c o ·
· S e i s ·
· S i e t e ·
· O c h o ·
· N u e v e ·
· D i e z ·
· O n c e ·
· D o c e ·
· T r e c e ·
· C a t o r c e ·
· Q u i n c e ·
· D i e c i s i e t e ·
· D i e c i o c h o ·
· D i e c i n u e v e ·
· V e i n t e ·
· V e i n t i ú n ·
· V e i n t i d o s ·
· V e i n t i t r é s ·
· V e i n t i c u a t r o ·
· V e i n t i c i n c o ·
· V e i n t i s é i s ·
· V e i n t i s i e t e ·
· V e i n t i o c h o ·
· V e i n t i n u e v e ·
· T r e i n t a ·
· T r e i n t a & U n o ·
· T r e i n t a & D o s ·
· T r e i n t a & T r e s ·
· J a x ·
· T r e i n t a & C u a t r o ·
· T r e i n t a & C i n c o ·
· T r e i n t a & S e i s ·
· T r e i n t a & S i e t e ·
· T r e i n t a & O c h o ·
· T r e i n t a & N u e v e ·
· C u a r e n t a ·
· J a x ·
· C u a r e n t a & U n o ·
· C u a r e n t a & D o s ·
· C u a r e n t a & T r e s ·
· C u a r e n t a & C u a t r o ·
· C u a r e n t a & C i n c o ·
· E p í l o g o ·
· U n a P e r f e c t a D e s p e d i d a ·
Próximamente en físico

· D i e c i s é i s ·

73.9K 6.5K 2.1K
Da AndreaSmithh

—¿No tienes nada que contarme?

Dejé el vaso de agua sobre la mesa y me volví hacia mi tía. Habíamos salido a cenar al jardín de la casa, solamente Tony, ella y yo. Jax dijo que había quedado y no quiso unirse.

Fruncí el ceño y subí los pies a la silla, inquieta. De nada serviría mentir y hacer como si no entendiese de qué me hablaba. Había esperado a que Tony se levantara a llevar platos y traer el postre para preguntarme.

Y, aún así, mentí.

—En realidad, no —dije.

Despacio, mi tía agarró la copa de vino y se la llevó a los labios. Todo el tiempo sin perder la sonrisa, como si en realidad disfrutara secretamente del momento. Cuando la dejó de nuevo sobre la mesa, presionó.

—Entonces, ¿Jax y tú huyendo solos por Roma para pasar el día, solo fue eso?

Asentí con la cabeza.

Más y más mentiras. Y mi tía parecía notarlo.

—Ya veo... —murmuró con suavidad—. ¿Solamente dos amigos pasando el día?

Volví a asentir, y abracé mis piernas con más fuerza. Sabía que mi lenguaje corporal me delataba, pero era un tema que no quería afrontar.

—Es extraño, porque me daba la sensación de que ya no os llevabais bien —continuó, y apreté los labios con incomodidad—. Lo entiendo, tuvisteis algo que no llegó a funcionar, pero siempre dicen que donde fuego hubo, cenizas quedan.

Abrí los ojos y solté una de las piernas, que cayó hacia un lado de la silla. Observé a mi tía como si se hubiese vuelto loca.

—No quedan cenizas —repliqué.

Eso le hizo reír. Estiró el brazo hacia mí, hasta posar la mano en mi rodilla. Estaba fría.

—Olivia, nosotras no nos mentimos —me dijo, en un tono muy calmado para mi gusto—. Además, te conozco desde que eras una niña: te he criado. No puedes mentirme. No sabes hacerlo.

Agh.

Lo peor es que tenía razón.

—Cuando vinimos a Italia estaba un poco nerviosa por ti —confesó, dándome más tiempo para decirle la verdad—. Por si lo pasarías mal viendo de nuevo a Jax.

Abrí la boca con sorpresa. Como nunca me dijo nada, había dado por hecho que mi tía no tenía ni idea de todo lo que había sucedido. Solamente se habría dado cuenta de cómo nuestra relación se había enfriado... y ya.

—Pensé que no lo sabías.

—Te lo he dicho: a mí no puedes mentirme.

Me sonrió con suficiencia, y yo sacudí la cabeza.

Por supuesto que lo sabía.

—Está todo bien, tía —dije después de unos segundos, sin dar mi brazo a torcer—. De verdad.

Ella suspiró, nada convencida.

—Y sigues con tus mentiras... De acuerdo. Cuando quieras decirme lo que sea, te escucharé, ¿vale?

Asentí, y no añadí nada más sobre el tema. No era algo que quisiera hablar.

En su lugar, decidí aprovechar que estábamos solas para sacar otro tema.

—Tú... ¿qué opinarías de quedarme aquí más tiempo? Aunque vosotros os volváis a casa.

Sus cejas se alzaron, y tanteándome, preguntó:

—¿De cuánto tiempo estamos hablando? ¿Un par de semanas más?

—En realidad, algo así como todo el verano.

Apretó los labios y sacudió la cabeza, pensativa. Estaba valorándolo. Ella confiaba en mí, pero le preocupaba cómo estaría.

—¿Crees que te sentirías a gusto?

—Bueno, Angelo está siendo muy amable conmigo, y estoy cómoda con la Nonna. Si a ellos no les molesta, igual...

Dejé la frase en el aire, porque a lo lejos Tony regresaba junto a nosotras. En sus manos llevaba un plato con un pastel y tres cucharillas.

Llegó a nuestro lado, dejando el postre sobre la mesa, y se sentó en su silla. Al mirarnos se dio cuenta de que algo pasaba, y nos observó con curiosidad hasta que mi tía dijo:

—Cariño, ¿qué te parecería si Olivia se quedase aquí a pasar el verano? ¿Crees que a tu madre le parecería bien?

Sus ojos se iluminaron al instante.

—¿Qué dices? ¡Le encantaría! Ay, Olivia... Ya sabía yo que te enamorarías de este sitio.

Después se inclinó sobre mi tía para darle un beso en la mejilla, y ella murmuró:

—Además, así podremos tener los apartamentos para nosotros dos solos...

Puagh. Qué asco.

Decidí tomar un poco de pastel para ignorarlos. Hasta que escuché a Tony decir:

—No te preocupes, estará bien. Le encargaré a Jax que la cuide.

—Sé cuidarme solita.

Fruncí el ceño hacia él, que también estaba agarrando una cucharita de postre.

—No dudo de ello. Pero Jax y tú sois amigos, y no me fio de los chicos italianos, como mi sobrino.

El mundo se había vuelto loco. Y Tony no se daba cuenta de nada.

—Mejor dejemos las cosas como están —intervino mi tía, con una pequeña sonrisa conocedora—. Olivia podrá cuidarse sola perfectamente.

Y continuamos la cena, sabiendo que mi verano se alargaría más de lo que tenía en mente. Solo esperaba que fuese una buena decisión. Un verano entero, de vacaciones, antes de que mi vida de adulta empezara.

Ante mí, se abriría una perfecta oportunidad.


*****


ISABELLA: Así que es definitivo, ¿nos abandonas todo el verano?

CARLA: Te perdonamos porque sabemos que es por una buena causa, pero manda más fotos del musculitos italiano, porfa.

HEEIJIN: Tú calla, Carla, que también nos has abandonado y encima para pasar tiempo con tu hermanastro. ¿Qué clase de traición es esa?


Me reí ante los mensajes de mis amigas. En realidad estaban felices por mí, ya que ellas pensaban que pasar todo el verano en Italia sería una buena idea, aunque todas estábamos algo tristes por no pasar más tiempo juntas, especialmente cuando dos de nosotras se irían a estudiar lejos por la universidad.

Pero nuestra amistad era suficientemente fuerte como para sobrevivir a la distancia.

—¿Entonces es cierto, principessa? ¿Te quedas todo el verano?

Me sobresalté al escuchar la voz de Angelo tanto que se me cayó el teléfono de las manos. Fue a parar a unos centímetros de mi café.

—Eso parece.

Agarró una silla que había a mi lado para sentarse, sonriendo.

—Son buenas noticias. ¡Ahora sí que podemos organizar el viaje a Venecia! O a cualquier otro sitio. Podemos aprovechar el verano para que conozcas más lugares de Italia.

Nunca había pensado en la perspectiva de viajar. Mi tía y yo no teníamos mucho dinero, y jamás fuimos muy lejos. Este era el primer destino en otro continente.

Sentí un tirón de nerviosismo al pensar en cómo sería poder ir a más lugares. ¿Qué más sitios del mundo habría para conocer? Por el momento, parecía que descubrir nuevos lugares me gustaba.

—¿Te apetece ir a la playa? —Preguntó Angelo, consultando la hora en su teléfono—. He quedado con Chiara en media hora.

Apreté los labios ante la última frase, pero él no lo notó, porque estaba mirando la pantalla todavía.

No me gustaba la idea de pasar tiempo con ella, pero no tenía sentido que me sintiera así. La chica se había portado bien conmigo desde el primer día, no me había dado motivos para que me cayese mal.

—Seguro que le encantará hacer planes para ir a Venecia —insistió Angelo cuando no contesté.

Le devolví la sonrisa y asentí. Si me iba a quedar tanto tiempo allí, necesitaba hacer amigos. Y para ello hay que esforzarse, al menos un poco.

Terminé el café y lo posé en la barra de la cocina. Corrí arriba a preparar la mochila para la playa, y justo cuando salía de la habitación, Jax también lo hizo de la suya.

Por suerte, sin darme de pleno en la cara con la puerta.

—Buenos días —me saludó.

Llevaba unos pantalones cortos con una camiseta de tirantes, y mis ojos se fueron inmediatamente a sus brazos. No sabía si hacía deporte, o era por estar tanto tiempo trabajando en la furgoneta, pero había sacado más músculo.

Maldición, Olivia. ¡Contrólate!

Bajamos juntos por las escaleras, reuniéndonos abajo con Angelo.

—Oh, Jax —saludó al verlo—. ¿Te vienes a la playa con nosotros?

Negó con la cabeza. Probablemente iba a seguir trabajando en la furgoneta.

—Quizás a la tarde —respondió.

Me aseguré la mochila de la playa bien al hombro y comenzamos a caminar hacia la salida.

—Por cierto, ¿te has enterado de las últimas noticias? —Comentó Angelo—. Olivia se queda todo el verano.

—¿En serio? Eso es genial.

Tragué saliva y me atreví a mirar momentáneamente a Jax. Estaba sonriendo, con los labios llenos curvados. Unos labios que yo había besado hacía menos de veinticuatro horas.

De pronto sentía de nuevo mariposas en el estómago, y aparté los ojos con rapidez.

—Tenemos que planear el viaje a Venecia —continuó Angelo, como si no hubiese notado nada—. Te apuntas, ¿no?

Por el rabillo del ojo noté a Jax encogerse de hombros.

—Supongo, pero tengo que cuadrarlo en el trabajo primero.

Esta vez me volví hacia él con sorpresa. ¿Trabajo? Nuestras miradas chocaron, y él explicó:

—Comienzo como ayudante de cocina en el restaurante nuevo, en el que cenamos el otro día. Por lo visto la Nonna conoce al padre del dueño. Le habló de mí y me ofreció sacar un dinero extra mientras aprendía algunos trucos de cocina y... he pensado que me vendría genial para mi viaje después del verano.

Aunque no mostraba entusiasmo, sabía por el brillo en sus ojos que la idea le gustaba. A Jax le apasionaba la cocina, pero por alguna razón tenía miedo a intentarlo, como si la idea de no poder superar a su padre le impidiese dedicarse a ello.

—Me alegro, primo —dijo Angelo, pasando un brazo por sus hombros y dando unas palmaditas—. Con lo bien que cocinas, tendremos que visitarte más a menudo.

Salimos a la calle juntos, y mientras Angelo me guió hacia su moto, encontramos una scooter al lado. Era bastante más vieja, con la pintura carcomida por el sol y un poco sucia.

Jax fue directo a ella.

—¿Conseguiste arreglar la de tu padre?

Así que esa era la famosa moto de la disputa, que Tony había ofrecido a Angelo sin acordarse de su hijo. Probablemente no lo hizo con maldad, tal vez pensando que a Jax no le importaría porque tenía la furgoneta. Pero en realidad, le había importado. Y mucho.

Se colocó al lado del vehículo y palmeó el manillar.

—Todavía tengo que limpiarla y pintarla, pero mientras espero a llevarla al taller, funciona perfectamente.

Observé cómo se montaba en la moto y la arrancaba mientras el motor hacía unos ruidos bastante feos. Luego se alejó, dejándonos solos a Angelo y a mí.

—¿Lista, principessa? —Preguntó éste detrás de mí.

Al volverme me estaba ofreciendo un casco. Lo acepté, y con la mochila a la espalda, me subí detrás de él. Pasé las manos por su cintura, sujetándome bien, y Angelo arrancó.

En la playa hablamos con Chiara sobre el posible viaje a Venecia. Pactamos un presupuesto, y me alegré demasiado de tener ahorros por haber trabajado durante los últimos años de instituto. Ella dijo que se encargaría de buscar los trenes y Angelo accedió a encargarse del hospedaje. Decía que tenía un amigo que igual le podía hacer un favor, porque era muy caro ir durante el verano.

Al final, Jax no apareció en todo el día.

Y yo fingí que no me importó.

¡Hola, familia de wattpad!

Esta está siendo una semana triste aquí en la plataforma. Las conexiones que hacemos a través de la red, de amistad, entre escritores y lectores, son muy importantes.

Quiero aprovechar este espacio después del capítulo para mandaros muchos abrazos y amor en estos momentos, que nunca está de más.

Cuidaros mucho,

Andrea.

Continua a leggere

Ti piacerà anche

39.7K 1.1K 43
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"
1.1M 99.8K 45
¿Y si por accidente te ganas el odio del cantante más famoso del país? *♫* Kale es el cantante juvenil más amado de la década, pero está cansado de s...
16.8K 792 27
[YA EN FÍSICO] Esta es la historia de Martina. Un viaje entre el pasado y el presente. Amistad, pérdida, superación y amor. Allí dónde empiezan y aca...
331K 16.3K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...