Estaciono el auto frente a la casa de _________ o nuestra antigua casa.
Ella baja con prisa pues todavía no ha terminado de maquillarse y yo me tomo mi tiempo para mirar la casa desde la entrada.
Cuantos recuerdos me embargan y me hacen sentir nervioso, nostálgico y extrañamente triste.
________ entra y me mira extrañada, como esperando una explicación. Yo pongo mi mejor rostro y la sigo.
-Estará acá en 20 minutos.- dice desapareciendo por la cocina.
Yo observo alrededor, todo está diferente a como lo dejé yo hace muchos meses, y la tristeza se intensifica cuando pienso en todos esos meses que perdimos.
-Tal vez llegué pasadas las 5. Tienes suficiente tiempo para alistarte.
-No, me envió su ubicación.- me aclara.
Yo río mientras camino por el corredor hacia las habitaciones de mis hijos.
-Eso es un poco desesperado.
Harry y Rydel siguen compartiendo habitación y está sorprendentemente ordenada. Siento un poco de pena al ver sus juguetes y las cosas que usaban todos los días. Yo solo los llevé a mi nueva casa como si no tuvieran una vida y una rutina a la están acostumbrados.
Todo la celebración de acción de gracias no ayudó a que ________ y yo pudiéramos hacer una transición tranquila y completa pero tan pronto mis hermanos regresen a su casas me encargaré de organizarlo todo.
Voy hacia la habitación del costado, que es la de Emma, y lo primero que llama mi atención es la foto que tiene pegada en su pared con corazones rosas dibujados alrededor. Es una foto mía de hace años, quizá del primer episodio que grabé de Austin & Alli, cuando todavía era un adolescente, y apenas me estaba cambiando la voz. En su mesa tiene una foto de su mamá, pero cuando era niña, de la misma edad que Emma y el parecido entre ellas resulta más impactante que nunca.
Es una pena que _________ no frecuente a su familia más extensa, ya que seguro hay muchas historias de familia que nuestros hijos se han perdido de escuchar y vaya que ellos adoran a su mamá.
-Ross- me llama__________, sacándome de mis pensamientos.- ¿Puedes ayudarme con algo?
Regreso hasta nuestra habitación para encontrarla frente a su armario. Paseo la mirada por toda la habitación, diferente a como solía estar cuando también era mía pero conservando algunos toques de su aspecto original.
-No alcanzo a esos zapatos. ¿Puedes alcanzarmelos?
Me acerco y sin esfuerzo los consigo para ella.
Ella me deja un beso en la mejilla como agradecimiento y vuelve hacia el espejo en el que se está apoyando para aplicarse sombra de ojos.
Yo paseo la mirada por la habitación tratando de encontrar algo que me distraiga. Pero me siento todavía un poco nervioso por estar aquí: en la que solía ser nuestra habitación. Donde pasamos muchos momentos de todo tipo.
-¿Sabes que puedes sentarte?- me dice mirándome a través del reflejo.
Agradezco su invitación y me recuesto mirando al techo.
-Tu cama es muy cómoda.- admito.- Creo que es más cómoda que la mía. Me gusta.
-Has estado en ella antes.
Me incorporo para verla.
-No, esta es nueva.
Ella niega con la cabeza.
-La última vez que estuviste aca, cuidando a Ryder, los dos estabamos con él recostados aquí.
El recuerdo vuelve a mi memoria.
-Me había imaginado en otra situación cuando dijiste que he estado en ella antes.- explico.
Ella termina de aplicarse la sombra y se mira en el espejo de pies a cabeza, como queriendo comprobar que luce bien.
-Me siento muy apenado por él, vendrá esperando hablar contigo y tú lo recibirás así, tremendamente bonita, solo para decirle que no quieres nada con él.- le digo.
________ se apresura a decir:
-Él sabe que no quiero nada, solo que insitió en vernos para hablar del porqué.
-¿Soy yo el porqué?- pregunto. Ella no responde pero saca algo de su tocador que empieza a ponerse debajo de los ojos.- Pensé que habías terminado.
-Debo cubrirlo, he dormido muy poco estos días y se nota.
-Yo creo que te ves muy bien.- admito.
Ella pone los ojos en blanco.
-¿Qué sabes de maquillaje?
Tomo eso como una señal de que mejor debo reservame mis inexpertos comentarios.
-Iré a traer mi laptop, la dejé en el auto.- aviso. Y salgo de la habitación de camino hacia la sala y luego hacia la entrada pero veo por la ventana que hay un auto estacionado afuera al lado del mío.
Me acerco con cuidado de que no me vea tratando de ver de quien se trata. El sol se está poniendo afuera pero todo se ve con mucha claridad todavía. Me oculto tras la cortina hasta que doy con la persona del auto: Hombre con cabello negro y ondulado, bastante parecido al de la foto que salió en el móvil de ________ cuando la llamó.
Regreso hacia la habitación.
-Tu... chico.... está aquí.- digo sin saber como decirlo. Me doy cuenta de que no se su nombre y que jamás lo pregunté.
_________ se pone nerviosa.
-Pero faltaban 10 minutos...
-Te lo digo, está afuera.- insisto.- Ahora no podré ir por mi laptop sin que me vea, me quedaré aquí.
-¡No! Debes ir a hacerlo entrar, no estoy lista.
-_________, no. Ese no era el plan. En el auto acordamos que tú y él hablarían y luego si todo terminaba bien y amistosamente podía conocerlo. Mi rol era quedarme acá respondiendo correos sin interferir en su... ¿cita?
Ella me empieza a empujar mientras insiste en que no ha acabado de aplicarse el corrector y que le falta pintarse los labios. Yo me resisto por que me resulta muy incómodo pero al final ella gana, por que menciona otros productos de maquillaje que yo no conozco y me asegura que es necesario ponerselos.
Camino con paso decidido hacia la puerta de entrar y antes de abrir pregunto:
-¿Cómo se llama?
-Giacomo.- responde _________ desde la habitación.
-Suena italiano.
-Lo es.- grita
-¿Y qué le digo?
-Solo que yo saldré en un momento, luego puedes irte.
Convencido porque mi intervención será mínima, abro la puerta. Tan pronto la abro me arrepiento de no haberme quedado unos segundo más con ________ tratando de arreglar lo que llevo puesto ya que el señor italiano viene vestido de manera impecable, con el perfume tan impregnado en la piel que lo percibo a dos metros de distancia. Él sale de su auto, con curiosidad por saber que hago acá.
Dejando de lado su impecable impresión, su rostro y cuerpo no ayudaban a reconfortarme mucho. Es muy apuesto, del tipo de apuesto que yo jamás seré: con ojos verdes impenetrables, una boca tallada minuciosamente, cada cabello despreocupadamente en su lugar...
Usa un traje negro, no trae corbata y lleva una camisa blanca desabotonada cerca al cuello. Debajo de lo que debe ser un muy costoso traje hay un cuerpo que grita disciplina por donde se lo mire. Por su aspecto, resulta correcto asumir que no solo va al gimnasio regularmente como yo, sino que no falta ningún día y trata de superar su última marca en resistencia o en fuerza o en lo que sea que esté haciendo para lucir tan bien.
Ya que estoy obviamente desconcertado y me siento naturalmente atacado por ese hombre que no ha dicho ni una palabra en todo el tiempo que he estado mirándolo pongo en marcha el improvisado plan para hacerlo sentir lo mismo que yo ahora siento.
-Hola, soy Ross. Tú debes ser Lucca.- me acerco sin darte tiempo de pensar.
Él me observa casi calculadoramente.
-No, mi nombre es Giacomo.
-Lo siento.- digo yo con una sonrisa y tendiéndole la mano.- ________, no te mencionó pero luces como uno de sus tantos amigos, pensé que eras uno de ellos. ¿Pasas?
Mientras me sostiene la mano me mira directamente a los ojos y frunce ligeramente el ceño, algo casi imperceptible pero no para mí que deseo saber más de él. Por la forma en la que quiere ocultar su disgusto asumo que es alguien a quien le gusta el control, no le gusta oír un "no" como respuesta, y cree que está por encima de los demás. Claramente no quiere que sepa que lo he incomodado.
Le doy la espalda mientras entro en la casa y lo escucho subiendo las escaleras de la entrada.
-_________ viene en un segundo, está terminando de arreglarse, ya sabes como es el maquillaje: se corre con el menor esfuerzo físico que se realice.
Veo de reojo como Giacomo cierra su manos en puños, probablemente en intento de lidiar con cosas que no le gusta oír y que esta vez no puede controlar.
-Puedes sentarte.- le digo.- Iré a decirle a ________ que has llegado.
Le doy la mano otra vez, sintiendo como él la aprieta con poco más esta vez. Se siente amenazado y tal vez me está avisando que no debo entrar en este juego.
Voy hacia la habitación de ________ y la encuentro mirándose otra vez en el espejo.
-Te está esperando.- le aviso.
-Ya estoy lista. Gracias por hacer esto por mi, a pesar de que no fue parte del trato.- me deja un beso en la mejilla pero sin reposar sus labios, adivino que es por que los trae pintados.- ¿Te quedarás acá?
-Sí, me aseguraré de que no te acuestes con él.- respondo subiendo a la cama.
-No me acostaré con él.- dice ______ extrañada.
-Pues te arrepentirás de eso.- confieso sinceramente.
Ella apenas tiene tiempo de pensar en lo que digo por que oye como Giacomo se aclara la garganta desde la sala de estar.
-Ve.- le digo.
Ella sale y yo cierro la puerta detrás de ella. La escucho saludarlo y escucho la voz grave y varonil de Giacomo. Saco mis auriculares y me los pongo para escuchar música ya que no planeo escuchar en secreto su conversación y me dispongo a contestar correos de desde mi móvil.
Me deja inquieto haberlo conocido. No era para nada lo estaba esperando. Desearía haber sabido a lo que me enfrentaba.
Con un poco de cólera cierro el correo y llamo a mi hermana. Rydel no tarda en contestar.
-Holaaa.- dice, como siempre, entusiasta.
-Rydel.- digo yo en susurro en el caso de que puedan oírme.- ¿Conocías a Giacomo?
-Oh sí.- dice ella con un tono muy sugerente.- Mis ojos han tenido la suerte de haberlo visto.
-Sabías que vendríamos a verlo, ¿Por qué no me advertiste? Pudiste decirme que usar pantalones y un jersey delgado iban a dejarme fuera de esta competencia.
-¿Estás celoso?- pregunta divertida.
-Claro que lo estoy. Ella salió de esta habitación con la intención de rechazarlo y ahora yo no estoy seguro de que lo logre cuando este estúpido hombre italiano luce tan bien como para hacer que me olvide.
Rydel ríe.
-Todo este tiempo ________ lo mantuvo al margen y un beso no es suficiente para poder llegar a la irrevocable conclusión de que le gusta.
Yo me recuesto en la cama.
-¿Se besaron?
-No.- contesta rápido Rydel.- Era una metáfora, intento decir que no tienes que preocuparte porque no significa nada para ella.
Distingo el elevado tono de voz que siempre usa Rydel cuando miente. Me muerdo el labio.
-Llama a ________ ahora.- le pido, aunque es más una orden por que empiezo a fastidiarme.
-No, llámala tú.
-No, eso es lamentable. ¿Qué pensará?
-Ahhh y es mucho mejor que le pidas a tu hermana que lo hagas. Sí muy maduro y varonil, Ross.
-Rydel, solo una llamada breve, dile que solo venga por un segundo a la habitación.
Rydel emite un quejido prolongado y me dice que está cansada de mí pero finalmente acepta con gusto.
Me quito los auriculares y escucho el móvil de _______ sonando en la sala. Luego la escucho pedir permiso por uno momento y cerca de la habitación la escucho contestar. Finalmente entra y cierra la puerta con prisa detrás de ella.
-¿Qué ha sido eso?- pregunta mirándome de pies a cabeza.- ¿Estás bien?
Yo la tomo del brazo para alejarla de la puerta y para que no puedan escucharnos.
-Tengo una pregunta rápida: ¿De casualidad alguna vez, totalmente inconsciente, besaste a ese snack italiano y olvidaste mencionármelo a mí?
-Ahh, mierda.
-Sí, exacto. Habría sido útil saber que hoy iba a ver al hombre que ha besado a mi esposa.- digo ligeramente exasperado.
-¿Cómo era eso relevante?-pregunta.
-Era muy relevante,_________.- contesto y empiezo a mover los brazos con cada oración que entono porque eso es algo que involuntariamente hago cada vez que me molesto. Se muy dentro de mi que lo que me molesta en realidad es haberme encontrado por primera vez con un hombre que es todo un reto para mí porque fue capaz de hacerme desconfiar de mi mismo y ahora intento culpar a ________ por la frustración que siento.- Por que pensaba que hoy vería al hombre que quiere estar con mi esposa pero con quien no tiene oportunidad. Pero me encuentro con el hombre al que mi esposa ha besado. "Besado".- recalco.- Tiene que gustarte para haberlo hecho y eso me pone en evidente desventaja.
-Ross.- ella toma mi rostro entre sus manos.- Fue un momento en el que solo quería sentir algo.
Yo pongo los ojos en blanco mientras pienso como ha podido decir eso.
-¿Y qué es realmente lo que sentiste?- pregunto.- No emocionalmente.
-Ross.- responde como si no fuera en serio.- Fue un beso ordinario.
-¿Solo eso?
Ella abre la boca para responder pero se detiene y me mira pidiendo ayuda.
-Ahora estoy contigo y creo que puedo recomendarte no preguntar sobre cosas que no te gustarán.
-Oh Dios.- digo, sintiéndome mareado. Me siento en la cama y me pongo una mano en la cabeza.
-¿Estás bien?
-Me marean las ideas que estoy teniendo...
-Basta.- me interrumpe.- Eso no pasó.
Su comentario me tranquiliza pero solo por escasos segundos.
-Ross, escucháme.- me vuelve a poner las manos en cada lado del rostro.- No tuvimos nada de lo que estás imaginando, puedo decirte lo que pasó, si lo deseas pero luego, debo volver por que no tengo intención de que esto se extienda mucho.
Acepto y ella me mira una vez más para asegurarse de que estoy bien antes de salir.
Se que no está en la obligación de contarme y de decirme sobre cosas que le pertenecen solo a ella pero muero de angustia de saber que exactamente ha pasado y, por ende, que tanta cólera debo tenerle al estúpido italiano que tiene a su lado en este momento.
¿Soy muy idiota por ser parte de esto? Debo quedarme aquí por lo que dure su conversación.
Vuelvo a revisar mi móvil pero esta vez con intención de seguir respondiendo a mis correos y me recuesto.
Me empiezo a quedar dormido al cabo de 20 minutos sabiendo que está bien porque han sido días cansados. Todo a mi alrededor comienza a disiparse: la tenue luz que entra por las ventanas, las paredes, las fotos de mis hijos sobre la mesa de noche, solo me llega el sonido de unas copas chocando, asumo que están bebiendo y que han ido a la cocina porque los escucho más cerca.
En algún momento de mi inconciencia, ________ deja de reír y escucho:
-Puedes considerarlo, no quiero una respuesta ahora.- dice, Lucca, lo llamaré Lucca.-...Pero lo que si quiero es que si vas a tomarlo en consideración, lo hagas de la manera correcta, y eso significa estar sola un tiempo, no al lado de él, por supuesto; y que tampoco recibas visitas de él ni de nadie. Eso fue lo que acordamos desde un inicio: Yo no vería a nadie más, ni me acostaría con nadie. Tú no cumpliste con tu parte de esto, y entiendo que fue difícil dadas las extrañas circunstancias en las que te pusieron sus hermanos pero estoy dispuesto a dejarlo pasar si tú lo consideras.
Luego ya no escucho nada porque vuelvo a dormirme y muchos incoherentes pensamientos pasan por mi mente uno tras otros, por unos minutos más. Una brisa de aire ingresa a la habitación y me despierta un poco pero no lo suficiente como para levantarme a cubrirme o a meterme dentro de la cama.
-Es diferente ahora.- me llega amortiguadamente la voz de _____.- No lo digo tratando de justificarme, es genuinamente lo que siento y lo que pasa. Al fin se siente bien y correcto. No puedo ignorarlo solo porque me dices que todavía no debo tomar una decisión. Puedo tomarla por mi misma.
-Claramente no puedes, porque cuando empezamos a hablar jamás lo mencionaste, dijiste que querías un nuevo inicio y yo aparezco prometiéndote ese nuevo inicio, muy diferente al que se que has estado acostumbrada, pero aquí estás eligiéndolo de nuevo, eligiendo lo que ya conoces, lo que ya hiciste, y lo que ya prometiste dejar de lado.
Me doy la vuelta hacia el otro lado, poniéndome en una posición más cómoda.
-Entiendo.- lo escucho decir y luego a _______diciendo más cosas pero que no logro entender.- Realmente no quiero meterme en su relación ya que me has dicho que es en serio, pero si sirve de algo, no hay nada que yo no te pueda dar...
Escucho su risa grave.
-Si quieres ayuda, si quieres irte de este país, si quieres vivir en otro lugar, yo me encargaré de todo.
-Pero no quiero eso...
Surge un silencio entre los dos, un silencio que hace que casi vuelva a perderme en la inconciencia.
-También puedo darte sexo alucinante.
Oigo la risa de _____ y luego decir:
-No lo dudo.
-¿Lo sientes tu también?- no escucho la respuesta de _______.- De verdad que no intento causarte problemas pero podemos irnos, mañana por la mañana te regresaré y puede quedar todo en el pasado si crees que así está mejor.
-¿Cual sería el sentido de eso?
-... Que puedas tomar una decisión informada respecto a lo que quieres. No, claro que es información importante: Si vas a elegir a alguien con quien pasar el resto de tu vida, al menos debes asegurarte que es el mejor sexo que vas a tener. Así que por motivos estrictamente informativos, tal vez deberíamos intentarlo para que puedas tomar una mejor decisión.
-Yo ya tomé una decisión. Lo lamento.
Dejo de escuchar por lo que se siente muy poco tiempo pero lo siguiente que se es que ______ me toca el brazo y me despierta. Me mira con ternura desde arriba.
-Te quedaste dormido.
-¿Qué pasó? ¿Ya se fue?
-Sí, hace unos minutos. Vamos a casa, la cena es a las siete y media, luego se irán tus hermanos.
-¿Qué hora es?- pregunto incorporándome, ya se ha oscurecido afuera.
-Las 6:47.- me responde.
-¿Todo fue bien?- pregunto.
-Sí, solo un poco insistente pero supongo que es porque está acostumbrado a eso.
Asiento.
-Es una pena que lo hayas rechazado, era muy atractivo.- admito.
Ella se recuesta a mi lado y suspira.
-¿Sabes que es una pena?- pregunta, mientras que deja mi móvil en la mesa de noche y se quita los pendientes.- Que no hemos tenido sexo en esta cama.
Sonrío.
-¿Cuanto tiempo tenemos antes de la cena?
-Como unos 40 minutos para salir de aquí.
Y no perdemos el tiempo.
***
Riker termina de ayudarme a colocarme la corbata y me da una palmada en el brazo. Yo me miro en el espejo y apruebo el resultado. Por mucho que amo usar jeans y converse, ponerme traje es algo que disfruto.
Mi papá me toma una foto con su cámara antigua que solo usa para ocasiones especiales.
-¡Rocky, Ryland! Vengan aquí.
Mis hermanos se acercan algo malhumorados, yo supongo que por las horas de espera y por el traje que llevan puesto.
-Sonrían, su madre fue muy enfática cuando dijo que quería fotos bonitas de ustedes. Rocky, sonríe. Ryland, deja tu móvil en el bolsillo.
Mi papá toma unas cinco fotos seguidas y luego nos dice que irá a ver a mamá para su aprobación.
Mis hermanos vuelven a sentarse en el sofá de la habitación de hotel.
-Es un poco extraño que vas a casarte con cabello castaño.- dice Ryland.- Es decir, ya me acostumbré a verte así pero es raro que esté castaño en un momento que será tan permanente.
-Es solo una renovación de votos, puedo volver a hacerla en diez años.- respondo.
-Ojalá tengas cabello para entonces.- ataca Rocky, sarcásticamente.
-Muy gracioso.- comento.- Ya se me cansaron las piernas pero no quiero sentarme y arruinar el traje.
Riker me trae una bebida del bar.
-Bájalo hasta tus muslos.- me acoseja.- Yo hice eso el día de mi boda.
Le hago caso por que realmente deseo sentarme y empiezo a beber.
-Me siento muy nervioso para ser la segunda vez que hago esto.- confieso.- Siento que lo voy a arruinar con algo que diga o que haga.- succiono con más fuerza el sorbete como reacción ansiosa.- No me dejen beber hoy, este vaso es la única excepción. En serio que siento que voy arruinarlo.
-Solo estás nervioso.- me responde Rocky.- ¿Quién no lo estaría? Vas a ser el centro de atención por las siguientes horas. No vas a poder ir al baño sin que las personas te sigan con la mirada.
Dejo la bebida en la mesa por precaución.
-Rydel está llamando.- avisa Ryland poniéndose de pie.- Hola, sí aquí estamos todos. ¿Ya? Les diré.- corta la llamada y nos indica que nos levantemos.- Vamos, ellas salen en 10 minutos.
Yo vuelvo a coger el vaso y me lo bebo hasta el fondo.
-¿Muy nervioso?- Rocky me toma del brazo mientras me guía hacia fuera de la habitación.- Tal vez te duela, la primera vez siempre duele.
-Riker, encárgate de que Rocky no le diga eso a ________, y llévatelo de acá.
-¡Yo dirigiré la ceremonia!- me recuerda.
-Puedo cambiar de idea.- advierto.
Riker lo sujeta del brazo mientras yo avanzo hasta el patio del hotel. El sol está brillante, realmente no puede hacer mejor tiempo, yo estaba un poco preocupado por que estos días ha estado lloviendo.
Mi familia y amigos nos esperan en sus asientos, alineados frente al pequeño altar que mi mamá y Rydel se encargaron de diseñar.
Bajo las escaleras con cuidado de no caer por que ya siento las miradas en mí. Pronto mis amigos se acercan a saludar, mis primos también. Les habíamos dicho que la vestimenta de hoy no tenía que ser necesariamente formal pero todos lucen impecables en trajes.
Mi mamá se acerca para ayudarme a llegar hasta el altar por que al paso que voy, entre los saludos no iba a llegar pronto.
Luna y Freddie me saludan desde sus asientos.
-Te ves muy guapo.- me dice mi mamá arreglando mi cabello.- Creo que quisiera ver más seguido al Ross castaño que al rubio.
Le respondo que voy a pensarlo. Tuve que pintar mi cabello por el nuevo show que empecé a rodar pero hubo un retraso en el calendario y debo permanecer así por al menos dos meses más. La ceremonia de hoy es inaplazable.
El plan es, luego de esto, irnos a Roma por un par de días con nuestros hijos y estar tantas horas en las playas como sea posible por una semana, que es el tiempo que tengo libre sin que se cruce con mis grabaciones.
Quizá volveremos a ir en unos meses, cuando los niños tengan vacaciones de fin de año. Mi mamá otra vez empieza a arreglarme el cabello.
-¿Seguro que tienes todo lo que necesitas para la mañana?- me pregunta.
-Si, y he jurado que no beberé hoy.
Mi mamá me pellizca la mejilla.
-¿No quieres que vaya para cuidar a los niños?
-Podemos hacerlo nosotros, además apenas será por unos días.
-Si necesitan ayuda, yo puedo ir.- insiste.- Solo me llamas y estaré en el primer avión de camino.
Sonrío y la abrazo.
-Gracias por hacer esto por mi, por todo en realidad.
Ella me abraza con más fuerza y permanecemos así unos minutos más hasta que empezamos a ver que del hotel salen varias mujeres con vestidos plateados: una señal de que ________ ya viene.
Todo mi cuerpo siente una descarga de nervios y agradezco que mi mamá está a mi lado.
Mis invitados se ponen de pie para ver a ________ que todavía está a metros de distancia. Rocky viene a mi lado y yo me sorprendo cuando lo veo sonreír amablemente mientras observa lo que ocurre alrededor. Me acaricia el hombro y la deja un beso en la mejilla a mi mamá.
________ se acerca lo suficiente para poder verla usando un sencillo vestido dorado que le queda muy bien, como cada vestido que se pone, y veo a su mamá sujetándola por la cintura mientras caminan hacia acá.
Rydel guía a mis hijos hasta la primera línea y se sienta con ellos, grabando todo desde su celular y haciéndome una señal para sonreír.
-No se si estoy más emocionado por tí y porque ahora ustedes dos serán felices o por el discurso que he preparado.- comenta Rocky.
-Por mi, es obvio.- contesto sin quitar los ojos de _______, que pronto me encuentra con la mirada.
-No lo se, mi discurso es bastante genial.