<< Por tú culpa mi hijo esta muerto >> son las palabras que se repetían una y otra vez en mi mente. Siento como mis lágrimas caen por mis mejillas. Y si, es cierto, si yo lo maté. Corro al auto de mi papá y lloro sin consuelo, solo quiero que todo esto sea una pesadilla, y poder estar con mi Dylan.
-Hija, ¿Qué pasó?, ¿Qué te hicierón mi pequeña? - me dice en un tono preocupado, pero a la vez tiernamente.
Se qué esto es duro para él, que no le gusta verme asi.
-Ahora no, papá, por favor, te lo suplicó - le digo viéndolo a sus ojos, suplicando que no me haga ninguna otra pregunta o me oblige responder.
-Esta bien, pequeña, te quiero - empieza a encender el auto, en silencio. No se que pensar, necesito poner en orden mis pensamientos y sentimientos. Yo, no maté a Dylan, fue un accidente. Valentina, tú no lo mataste, fue un accidente, un accidente. Me lo repito una y otra vez. Por que eso fue lo que pasó.
Llegamos a casa, se que habrán varias preguntas de parte de mi papá, aunque no quiera responder, ya e sido muy injusta con él, se que no tiene la culpa.
Siento como me miran, mi mamá con esa mirada dulce, preocupada, no me había dado cuenta que tiene los ojos inchado, ojeras, de seguro no puede dormir por mí. Mi papá quién hasta ahora es mi héroe, me salvó de cometer una locura.
-Yo, lo siento - les digo con lágrimas en los ojos - no debi tratarles de esa forma, no quize hacerlo, perdónenme, por favor - suplico.
-Mi niña, tranquila, no tienes porque pedir perdón, te entiendo y siempre estaré aquí contigo, es muy fuerte por lo que estas pasando, pero tú eres muy valiente, Valentina - respira y me mira con esa compasión y cariño.
-Se que podrás con esto, pequeña, como quisiera evitarte todo este dolor que sientes, daría lo que fuera para que tú, mi pequeña no estés sufriendo como ahora, perdóname por no poder hacer nada por tí, yo... - lo interrumpo.
-Papá, no tienes porque pedir perdón, soy yo la que debe hacerlo, por causarles este dolor - lloro - les prometo que voy a tratar de salir adelante.
Sus ojos se les iluminan por lo que dije, y sí, se que me va a costar, pero es cierto, tengo que salir adelante, aprender a superar.
-Los amo - se acercan y me dan el mejor abrazo, que hace volver a creer en la vida, en que hay esperanza para mí.
Al día siguiente
-Hola Tina - dentra a mi cuarto Amaia, con una sonrisa.
-Hola Ratoncita - río al decirlo, es un apodo que le puse de niña, ya que como siempre fue pequeña, además le encantaba comer queso. Se quedó con ese apodó, aunque no le agrade mucho.
-Ey, no me llames así - reclama, haciendo pucheros graciosos.
-Entonces no me digas Tina - me río y pongo en blanco los ojos.
-Pero es con amor, mi Tina, tinita - me empieza hacer mimos como un bebé - me río. Aun recuerdo que quizo ponerme un diminutivo, pero como Vale era muy común, se le ocurrió Tina.
-¿Cómo estás? - suspiro - ahí, aún lo extraño mucho - me dan ganas de llorar.
-Lo sé, pero tienes que ser fuerte, regresar a tú vida anterior, extraño a mi Tina, alegre, risueña, con sus locuras. Te extraño mucho Valentina - se le corta la voz.
-Te juro que trato, pero sus recuerdos invaden mi mente, yo lo amaba Amaia, lo quería con toda mi alma. Era el amor de mi vida, era mi primer amor.
-Soy testigo de eso Vale, pero dime, estas viva, necesitas seguir adelante, ya llorastes demasiado.
-Mira - le muestro nuestras fotos - éramos muy felices - lloró.
-Te entiendo Vale, yo también perdí a mi amigo, consejero, pero tenemos que ser fuertes y salir adelante, vivir. Además viendo las fotos no lo vas a superar - me quita las fotos - Amaia, ¿Qué vas hacer? -la mira con asombro.
-No es obvio, romperlas
-No, no, Amaia, no lo hagas, espérate - logró tener de nuevo en mis manos las fotos - espérate, que locura ibas hacer, ¿estas loca?.
-Llámame, loca, demente si quieres, pero tienes que dejar el pasado atrás, y si eso implica romper las fotos, lo haré - se empieza hacer carrera, queriendo quitarme las fotos, pero es muy pequeña, río.
-Esta bien, Amaia, ¿hagamos un trato? - espero su respuesta.
-¿Qué trato? - me observa fijamente.
-Guardaré las fotos en una cajita con llave, ¿De acuerdo? - espero que acepte y no me quité las llaves.
-Esta bien, pero las llaves se vienen conmigo - se siente toda una triunfadora.
-Aghs, que me queda - reniego.
Guardamos las fotografías en la cajita y aunque trate de distraer la para quedarme con las llaves, no lo conseguí, me quedé con la cajita sin poder abrirlas.
Después de un rato que Amaia se fue, me atreví abrir mis redes sociales, después de más de una semana, decido darle un visto.
Cuando veo algo, que realmente, es un una publicación.
Me acusan de que yo soy la amante de Dylan Scott, y que por mi culpa fue a ese viaje, además Aisha se iba a casar con él, que yo arruine su felicidad y su familia.
No puede ser posible esto, ¿por qué me hacen tanto daño?.
-Aisha, no es la prometida, soy yo la que se iba a casar con él, no soy la amante - gritó .
-Hija - tocan la puerta y no esperan que responda, para ingresar a mi habitación. Y antes qué digan algo, les enseño la publicación.
-Tengo que ir hablar con ellas, esto no se va a quedar así - escucho decir a mis papás.
-Dejen lo así - me seco las lágrimas - les prometí salir adelante, y lo voy a cumplir, ya es pasado.
Se quedan callados y sonríen.
Tengo que seguir adelante, tengo que tener un nuevo comienzo, dejar el pasado atrás, dejar todos los recuerdos, empezar una nueva vida, de cero.
Lejos de todos, lejos de aqui, de París.
🌈🦋 Giane_wonderland 🦋🌈