JULLS.
—Alguien que me recuerde por qué tengo que estar aquí, –habló Malia mientras se lanzaba a mi cama aburrida y empezaba a hojear unas revistas.
—Porque es el baile escolar de los chicos y es muy importante que nosotras estemos aquí, –contestó Lydia, terminando de ayudarme a maquillarme.
Traté de fruncir el ceño, pero Lydia no me lo permitió.
—Lydia es solo un baile no te pongas histérica, –bufó Malia.
—Oh no Malia, en que nos metiste.
—¿Solo un baile?, –espetó, —Es el primer y único baile que tendrán en toda su vida en la secundaria, todo tiene que salir a la perfección.
—Lydia si sabes que solamente vamos a ir porque Mason ama los bailes y quiere que vayamos, –dije.
—Si ya sé, no me quites la emoción, –contestó cerrando una de las sombras que estaba utilizando, —¿Malia hablaste con los chicos?
—Están en proceso de obligar a Liam a ponerse un traje, –contestó la castaña sin quitar la vista de la revista que leía. Reí suavemente.
—Listo, –finalizó la pelirroja y quitó la brocha de mi cara, se alejó un poco y sonrió satisfecha por su trabajo.
No era de maquillarme mucho, pero Lydia estaba emocionada por todo esto, que solamente dejé que se divirtiera con el maquillaje.
—Bien Malia, te toca, –indicó Lydia tomando otra de sus brochas. La mencionada alzó la cabeza y la miró confundida.
—¿Qué?
—Sí, nosotros también iremos de ayudantes y ya casi se nos hace tarde, así que mueve tu trasero de coyote y coopera.
La chica nos gruñio levemente y se levantó para ir al lugar en el que antes yo estaba.
Luego de batallar con Malia a que se dejara maquillar, solamente hacía falta que ambas nos pusiéramos el vestido que habíamos elegido, en cambio Lydia ya lo traía puesto. Malia entró primero al baño, duró más de lo que esperábamos, pero finalmente salió con el vestido puesto.
—Me veo ridícula, –fue lo primero que dijo apenas salió del baño y se dio la vuelta permitiéndonos verla con vestido el puesto.
Era uno negro, que de la cintura para abajo llegaba a ser transparente pero la cubría totalmente, tenía un pequeño encaje en los hombros y un pequeño cinturón que tallaba su cintura.
—No es cierto, te ves hermosa.
—Por ti me hago lesbiana, –halagué provocando que las tres rieramos.
—Bien Julls, te toca.
Asentí y tomé el perchero en donde tenía colgado aquel vestido. Entré al baño y me dispuse a ponerlo lo más rápido que pude, para no durar tanto como lo hizo Malia.
Finalmente terminé de ponerlo y salí para que las chicas lo vieran. Ni siquiera sé cómo describir cuánto brillaron los ojos de Lydia al ya ver el vestido puesto en mi.
Era uno azul claro que llegaba un poco más abajo de mis rodillas. Tenía un encaje de piedras pequeñas en el pecho y en la cintura, haciendo que éste se marcara más. También tenía mangas de tela transparente, haciendo un lindo encaje en mis muñecas. Por petición de Lydia también llevaba unos tacones, que gracias a Dios no eran tan altos, porque si no, ni siquiera podría caminar con ellos. Yo quería llevar unos zapatos normales, pero ya se imaginarán como se puso Lydia cuando oyó mi idea.
—¿Y...?, –dije sonriendo mientras daba una vuelta para que lo vieran completo. Cuando volví a mirarlas me di cuenta que Lydia estaba que se ponía a llorar y que Malia estaba sin palabras.
—Solo voy a decir que Liam tiene competencia, –por fin dijo Malia, haciendo que soltara una risita.
—Dios mío, es que... te ves tan hermosa que siento que voy a llorar, –habló Lydia y me acerqué para abrazarla, luego Malia se unió, formando un abrazo entre las tres.
Cuando escuchamos que la puerta principal de la casa se abrió, nos separamos y las tres miramos la puerta de mi habitación.
—¡Ya llegamos!, –escuché la voz de Stiles desde la planta baja, y eso significaba que Liam, Scott, Theo, Corey, Nolan, y Mason también estaban ahí.
—¡Ya vamos!, –Malia gritó de vuelta y nos miró. Esto de verdad estaba siendo de ensueño.
Nunca antes había tenido un baile escolar, y agradezco haber tenido a Lydia y a Malia, porque si no, no sé que sería de mi ahora. Finalmente Lydia se terminó de retocar una última vez y nos dejó salir de la habitación.
No iba a mentir, me sentía en High School Musical. Cuando venían a buscar a la chica a la casa para ir al baile y bajaba las escaleras con una entrada digna de película. No quería que eso pasara, pero nosotros éramos dramáticos y nos gustaba burlarnos de esas situaciones.
Lydia bajó de primera, luego Malia detrás de ella y por último bajé yo. Apenas pisé el penúltimo escalón, pude verlo a él. Un maldito Dios Griego.
Llevaba un traje de color azul oscuro, con una corbata que estoy segura Stiles lo obligó a utilizarla, su cabello largo estaba peinado hacia atrás pero con algunos mechones sueltos a los lados. No sabía si era por la iluminación del lugar pero sus ojos celestes se veían más iluminados de lo normal, sin mencionar que con cada escalón que pisaba su boca se iba a entre abriendo aún más.
Cuando mis ojos dieron con los suyos, él sonrió, no hacía falta preguntarlo, estaba totalmente embobado.
Finalmente cuando las tres nos pusimos al final de la escalera, reaccionó. Incluyendo al resto de los hombres, menos Theo, quien apenas venía saliendo de la cocina, pero se detuvo al verme y enseguida una sonrisa se formó en sus labios.
Los seis llevaban trajes, Theo llevaba uno de color vino, Scott y Mason llevaban uno gris mientras que Nolan, Corey y Stiles uno de color negro.
En conclusión todos nos veíamos como Dioses Griegos.
Me acerqué a Liam cuando los demás se empezaron a saludar y halagarse entre sí. El rubio seguía en su trance embobado, cuando me acerqué empezó a negar mientras balbuceaba con su boca abierta.
—No tengo las palabras suficientes para describir lo hermosa que eres, –negó con su cabeza a la misma vez que sonreía mirando de arriba a abajo mi vestido.
—Tú te ves como el maldito Dios Griego de todos los días, –sonreí de lado y él soltó un risita.
—Lo tomaré como un cumplido, –dijo antes de envolver mi cintura con sus manos y depositar un beso casto en mis labios.
—Lo es, –volví a unir sus labios con los míos al mismo tiempo que era interrumpido por una sonrisa de su parte.
—¡Hey!, busquen un cuarto.
—Manos donde pueda verlas, Dunbar.
—¡Que vivan los novios!
Enseguida ambos nos separamos riendo por los comentarios que Theo, Stiles y Scott habían hecho. Miré a los chicos con mis pálidas mejillas sonrojadas mientras ellos seguían riendo por nuestros rostros.
Melissa y Argent se hicieron presentes en la casa luego de un rato y nos terminaron de ayudar con todo lo que nos faltaba. Sin mencionar, que también hicieron una sesión de fotos por petición de Melissa para el álbum familiar que estaba creando.
Finalmente la noche llegó indicando que el tan esperando baile estaba por iniciar. Liam, Mason, Corey, Nolan y yo nos fuimos por un lado, que eran por donde los estudiantes entraban. Los demás iban por otro lado, ya que venían como ayudantes del baile, y eso solo porque Stiles los obligó a hacerlo.
No pasaron ni veinte minutos cuando todos ya estaban bailando en la pista y bebiendo de los refrescos que nuestros queridos amigos tenían que servir.
Mientras que por otro lado nosotros cinco nos encontrábamos sentados en una de las tantas mesas, hablando de cualquier cosa que se nos viniera a la mente.
—Osea, ¿me estas diciendo que sos fan de Marvel pero nunca te has visto ninguna película de X-men?, –preguntó Nolan mientras me miraba confundido.
No pregunten cómo fue que terminamos hablando de Marvel en medio baile escolar, solo recuerdo que Corey mencionó su obsesión por Wanda maximoff y la platica surgió.
—No me vengan con esas mamadas porque X-men no son de Marvel, –dije mirándolos a los cuatro.
—Ya te dije que si son.
—Bueno sí, pero no del mismo universo.
—Es lo mismo, son de Marvel, –dijo Corey y los miré indignada.
—¿Es enserio que nunca has visto una sola película de los X-men?, –preguntó Mason sorprendido.
—Vi una, la primera.
—La de Orígenes Wolverine no la quiso ver porque no salía James McAvoy, –dijo Liam, haciendo que lo mirara indignada.
—Ya me expusiste.
—Pero si es buenísima.
—Mañana mismo vas a ir a mi casa y vas a ver la saga completa de los X-men, –comentó Mason y bebió un poco de la gaseosa que tenía un su vaso.
—¿En la segunda sale Evan Peters?
—No...
—Entonces no.
—Tienes una obsesión con él, ¿verdad?, –preguntó Corey torciendo los labios.
—Puede ser. Pero más Bucky Barnes.
—Me ha hecho ver "Capitán América y El Soldado del Invierno" tres veces solo porque sale Sebastian Stan, –dijo Liam evitando soltar una risita.
—Es que me gusta la parte en la que Bucky dice "who the hell is bucky?"
—Siempre lloras en esa parte, –frunció el ceño.
—Es que no lograba recordar a Steve.
—¿Cómo es que hacen para ver películas con ella?, –preguntó Nolan, —Intenté ver una con ella y casi la tiró por la ventana.
—Luego te acostumbras.
Miré a los cuatro haciendome la ofendida mientras que estos estallaban en risas.
Sí, ver películas conmigo podía ser agotador ya que literalmente me distraía con todo y al final no terminaba entendiendo nada de la película. Fue como cuando Mason intentó explicarme las películas de Harry Potter, casi me tira por la ventana.
—¿Como es que son tan perdedores y se quedan ahí sentados hablando de súper héroes y no van a bailar?, –Scott apareció en la mesa que nos encontrábamos mientras se ponía en medio de Liam y Corey.
—Aquí no hacemos esas cosas, –contestó el rubio mirándolo.
—Claro que sí, –el moreno palmeo su hombro sonriendo y se retiró de ahí, de un momento a otro la música animada se detuvo y enseguida empezó a sonar una lenta.
Pude ver como Lydia bajaba de la estación en donde el DJ se encontraba y me di cuanta que estos se planeaban la vida entera.
"Til forever falls apart" de Ashe comenzó a sonar en todo el gimnasio. Las parejas de un momento a otros se acercaron a la pista y comenzaron a bailar. Cuando me di cuenta Corey y Mason ya estaban caminando hacia la pista. No sé ni quien diablos era pero una chica se había acercado a nuestra mesa y había invitado a Nolan a que bailara con ella, él como todo el galán que es, aceptó sin siquiera pensarlo, y así fue como nuestro nuevo amigo ya tenía pareja de baile.
Liam se levantó de la silla y enseguida lo miré. Acomodó su traje y se terminó de acercar a mi.
—No soy de hacer estas cosas muy seguido pero.... Julliet Lee Raeken, ¿quieres bailar conmigo?, –dijo en un tono divertido mientras me extendía su mano.
Reí suavemente y tomé su mano sonriendo. Enseguida me levanté del asiento y ambos caminos a la pista. El rubio se dio la vuelta y colocó sus manos alrededor en mi cintura, mientras que yo pasaba mis brazos alrededor de su cuello hasta quedar lo suficientemente cerca del otro y sin previo aviso ambos nos comenzamos a mover al compás del lento ritmo de la música.
—¿Desde cuando sabes bailar?, –pregunté burlona, sin quitar mi mirada de sus ojos azules.
—Puede que Stiles me haya dado algunas clases antes de venir, –contestó con una pequeña sonrisa.
—Me lo imaginé. Ni siquiera sé como es que estoy bailando con los tacones, la primera vez que me los puse apenas y me podía mantener de pie, –Liam rió por lo bajo.
"If the tide takes California, i'm so glad i got to hold ya. And if the sky falls from Heaven above, i know i had the best time fallin' into love"
—¿Qué tanto me miras?, –pregunté con un tono divertido a la vez que alzaba la mirada cuando noté que el rubio me miraba detenidamente.
—Solo estoy apreciando lo hermosa que eres, –sonrió, —Me gusta mirarte, podría hacerlo toda mi vida sin cansarme.... recuerdo una vez que te quedaste dormida en mis brazos, te vi y pensé que podría estar así por horas, hasta que mi brazo se durmió y empezó a doler, –torció los labios mientras que yo solo reí suavemente.
Dejé descansar mi frente sobre la suya, cerré los ojos mientras disfrutaba del pequeño momento, ya que algo así no se vivía todo los días. Dios, ya hasta me parezco a Lydia.
—Sabes, siempre recuerdo ese día en el que te llevaron y te arrebataron de mi lado por cinco meses. Después de todo lo que pasó supiste perdonarnos, danos otra oportunidad y supiste perdonarme a mi...
—Liam... si sabes que lo que pasó no fue tu culpa, ¿verdad?, –levanté un poco mi cabeza para así mirarlo.
—No, sí lo fue, pude haber hecho algo en vez de quedarme ahí parado y reaccionar cuando ya era tarde. Por más veces que te lo haya dicho, siempre lo seguiré diciendo, lo siento, Julls, lo siento mucho.
—Y en todas las veces que lo digas siempre responderé lo mismo; te perdono.
Acaricie su mejilla a la vez que él sonreía un poco. Ambos nos fuimos acercando poco a poco hasta que nuestros labios se juntaron una vez más.
"'Cause you've got me and you know, that i've got you and i know"
Luego de unos segundos ambos nos separamos y junté de nuevo su frente con la mía. Empecé a acariciar los rebeldes cabellos que caían en su nuca, mientras que él apretaba con aprecio mi cintura.
—¿Sabes algo?, cuando estaba allá abajo pensaba en ti, en como estarías o si probablemente estarías peleando para que me trajeran de vuelta. Mi única salida para poder sobrellevar todo fue pensar en ti, cuando nos conocimos, cuando fuimos al Sinema siendo los ayudantes de Mason para conseguir pareja y ese mismo día te enseñé a bailar como un adolescente hormonal, –ambos reímos levemente, —O cuando prometiste mantenerme a salvo de los doctores del miedo. Todo eso me mantuvo estable mientras estuve ahí, y es lo que ahora me mantiene estable estando aquí.
—Soy tu ancla...
—Eres mucho más que eso para mi, pero sí, eres mi ancla y me di cuenta que por ti no me convertí en "la otra Raeken que también perdió la cabeza" –Liam sonrió con ternura y acomodó un mechón de mi cabello tras mi oreja.
—Me alegra saber eso.
Sonreí.
—Y a mi me alegra que después de todo lo que tuvimos pasar, por fin todos podemos ser felices.
—Inclusive Theo, –agregó el rubio haciendo una mueca divertida. Ambos giramos un poco la cabeza hacia donde mi hermano se encontraba, quien estaba charlando animadamente con una chica a la cual no conocía.
—Si... sé que pronto encontrará una chica que lo merezca y lo ame.
Mi sonrisa se borró de inmediato cuando vi que el mismo Theo le hacía una seña a la chica con su cabeza para que lo siguiera, lo único que logré ver fue como ella lo seguía hacia la puerta trasera del gimnasio y Liam notó el repentino cambió en mi rostro.
—No te pongas celosa, él ya es un adulto.
—No estoy celosa, –protesté volviendo a mirarlo con mala cara. Él soltó una risita, —Juro que no.
—Claro, claro. Te creo.
—Sabes que solo me pongo así cuando las niñas nuevas tratan de coquetear contigo.
—Y así fue como la pobre niña nueva de primer año terminó con un ojo morado.
—¡Hey! No fue mi culpa.
—Claro, pegarle un puñetazo en la cara de la nada no fue tu culpa.
—Fue un accidente.
—¿Accidente?
—Sí, fin de la discusión.
Él comenzó a reír y lo único que pude hacer fue verlo con esa sonrisa creciendo en mis labios cada vez más. Cuando las pequeñas risas cesaron, él acarició mi mejilla y me miró nuevamente haciendo que me perdiera en sus ojos azules.
—Te amo, Julls Raeken.
—Te amo más, Liam Dunbar, –le aseguré sonriendo de lado. Finalmente ambos volvimos a cortar la distancia entre nosotros uniendo nuestros labios una vez más.
Era increíble, lo bien que me sentía cada vez lo que besaba. Como con solo el tacto de sus labios podía hacerme sentir mil cosas a la vez y olvidarme de todos a nuestro alrededor.
Saber que cuando lo conocí, simplemente lo vi como un amigo más. Y que después, conforme a las semanas, el chico de ojos azules y cabello rubio oscuro se convirtió en la persona más importante en mi vida. En la persona de la que me iba a enamorar y que realmente iba amar.
Después de todo había encontrado una persona perfecta para mi y que finalmente había encontrado ese hábito que tanto me hacía falta y que tanto necesitaba.