Keith estaba en su habitación escuchando música, hasta que alguien llamó a la puerta.
Keith : ¿Quien es?
Rasazy : Soy yo.
Keith : Pasa.
Rasazy : Oye, solo quería pedirte perdón por lo de antes, no debe de ser bonito volver a casa y ver a alguien peleándose.
Keith : No importa. En todo caso, deberías disculparte con Miku, es con ella con quién te has peleado.
Rasazy : Lo he intentado, pero no me abre la puerta.
Keith : Yo te ayudo. Ven conmigo.
Keith y Rasazy se dirigieron al cuarto de Miku.
Keith : Miku ¿puedo pasar?
Miku : Claro, pasa.
Ambos entraron en la habitación.
Miku : ¿Que hace ella aquí?
Rasazy : Miku, solo quería pedirte perdón por habernos peleado.
Miku : No acepto tus disculpas.
Keith : Miku, por favor, no seas tan cabezota.
Miku : ¿Y que quieres que haga? No acepto sus disculpas y punto.
Keith : *suspiro* Sabes, eres una cabezota de campeonato. Por favor, acepta las disculpas de Rasazy.
Miku : No.
Rasazy : Bueno, pues si no aceptas mis disculpas, no te importará que haga esto.
Rasazy agarró a Keith y le dió un beso en los labios.
Miku : ¿¡Es que acaso quieres que te mate!?
Rasazy : He intentado ser buena, pero tú no has querido resolver las cosas, así que he decidido ser mala.
Miku : ¡Pues yo voy a ser aún peor!
Miku se levantó y se lanzó hacia Rasazy y le dió un golpe en la cara. Ella respondió dándole otro golpe en la cara a ella. Ambas empezaron a darse más golpes mientras que Keith intentaba separarlas.
Keith : ¡Bueno ya basta!
Ambas chicas dejaron de golpearse y le prestaron atención al chico.
Keith : ¿¡Es que no podéis estar más de dos segundos sin pelearos!?
Miku : Hermano, yo
Keith : ¡Me da igual! ¡Dejaos ya de tonterías y pedios perdón!
Rasazy : Pero
Keith : ¡Que os pidáis perdón he dicho!
Miku : Está bien... Rasazy, lo siento.
Rasazy : Si, yo también lo siento.
Las dos se estrecharon las manos.
Keith : Ya está. ¿De verdad era tan difícil?
Miku : Supongo que no...
Rasazy : Que conste que yo ya lo había intentado.
Miku : ¿Quieres que vuelva a golpearte?
Keith : Miku...
Miku miró a Keith, y esta se asustó al ver la cara de enfado que tenía, la cual era acompañada de una señal de vena inchada, la cual resaltaba su enfado.
Miku : E-era solo una broma. Somos muy amigas, ¿verdad Rasazy?
Rasazy : S-si, somos grandes amigas.
Keith : Bien, me alegro de que os llevéis bien.
El resto del día pasó con tranquilidad, nadie salió de su habitación hasta la hora de cenar. Durante la cena Miku y Rasazy miraban con algo de nerviosismo a Keith.
Ruby : Chicas, ¿os pasa algo?
Las dos : No, todo está bien.
Ruby : Eh... ¿Vale? Keith, ¿tu sabes que les pasa?
Keith : No se, pero me alegro de que se lleven bien.
Miku : *murmullos*
Keith : ¿Que dices?
Miku : N-no, na-nada.
Ruby : (¿Por qué tengo la sensación de Miku le tiene miedo a Keith?)
Un rato después los cuatro terminaron de cenar, Keith insistió en lavar los platos él solo, ya que quería pensar.
Keith : *suspiro* ¿Que voy a hacer con Miku y Rasazy? Desde que Rasazy llegó tengo la sensación de que Miku tiene algo contra ella. Miku está perdiendo la cabeza.
Después de terminar de lavar los platos Keith decidió salir a dar un paseo.
Keith : Que hermoso es el cielo por la noche, hace que me olvide de casi todas mis preocupaciones.
?? : ¡Eh Keith!
Keith : ¿Eh? Ah, hola Mía.
Mía : ¿Que tal estás?
Keith : Bien, supongo. ¿Y tú?
Mía: Estoy bien. ¿Que haces fuera tan tarde?
Keith : Lo mismo podría preguntarte.
Mía : Je je, tienes razón... Es que de vez en cuando me gusta salir a pasear por la noche.
Keith : ¿Te das cuenta de que es peligroso? Alguien podría asaltarte.
Mía : No pasa nada, no llevo nada de valor encima.
Keith : ¿Y tu móvil?
Mía : Lo dejo en casa.
Keith : Muy lista. Pero aún así, es peligroso, no deberías ir tú sola.
Mía : ¿Y que hay de ti?
Keith : Yo sé cómo defenderme.
Mía : Tienes razón, en cambio yo... Yo soy una inútil.
Keith : Hey, no digas eso, tú vales mucho.
Mía : ¿Tú crees? Porque yo no. Cuando fui a rehabilitación me di cuenta de algo, soy una persona muy débil. Por ejemplo, cuando nos conocimos abusaba de medicamentos, tenía una dependencia muy malsana.
Keith : Pero ya lo has superado, ¿no? Eso es lo importante, que no te has rendido y has seguido adelante. Eso no es ser una persona débil.
Mía : Pero...
Keith : Nada de peros. Lo has hecho muy bien, has trabajado muy duro para superar tu adicción, y al final lo has conseguido. Sabes, me siento orgulloso de ti.
Mía : ¿D-de verdad?
Keith : Por supuesto que sí. Hay mucha gente que no logra superar su adicción y se queda "atascada" en ella. Pero tú has logrado superarla. Me siento orgulloso de ti.
Mía : Gra-gracias Keith. Significa mucho para mí.
Keith : No es nada. Bueno, debería irme.
Mía : E-espera. ¿Qui-quieres venir a verme mañana a mi casa? Me gustaría hablar contigo más tranquilamente.
Keith : Está bien, mañana nos vemos.
Mía : E-espera.
Keith : ¿Que pasa?
Mía : Y-yo...
Mía agarró la cara de Keith y le dió un beso. Después salió corriendo. El peliazul simplemente la vió alejarse cada vez más hasta el punto en el que ya no podía verla. Después de eso decidió volver a casa.
Keith : Ya he vuelto.
Miku : Hola hermano.
Rasazy : Hola Keith.
Ruby : Hola.
Miku : ¿Donde has estado?
Keith : Dando una vuelta.
Ruby : Vamos a ver una película, ¿quieres verla con nosotras?
Keith : Vale.
Rasazy : Ven, siéntate aquí.
La albina se hizo a un lado para dejarle sitio. Keith se sentó entre Rasazy y Miku mientras que esta última ponía la película.
Ruby : N-no será una peli de terror otra vez, ¿verdad?
Miku : No, esta vez no.
Keith : ¿Entonces de qué es?
Miku : Una de romance.
Rasazy : ¿Romance? Qué rollo...
Keith : Te entiendo Rasazy, te entiendo...