▪ —Puedo soportar las cicatrices, especialmente las físicas
▪ Sería genial poder perderme en mis pensamientos en lugar de preocuparme por todo.
▪ Es impresionante cómo las cosas que recuerdas siempre son las que te gustaría olvidar y en cambio, las cosas a las que deseas aferrarte desesperadamente se desvanecen como la arena en el viento
▪ —¿Y qué pasa si lo intento y todo sale mal? —pregunto—. ¿Si confío en alguien de nuevo y se aprovecha de mí? No me falta mucho para venirme abajo.
—Arriésgate.
▪ Odio cruzarme con gente de mi pasado que tiene el poder de empujarme de vuelta a la oscuridad y a la tristeza que siempre han formado parte de mí.
▪— En nuestra existencia hay una única coincidencia que nos une y, por un momento, nuestros corazones laten como si fueran uno.
▪ Tengo muchas cicatrices. Los puntos no van a ayudarme. Pegan la piel, los cortes, las heridas, curan las heridas de fuera. Todo lo que tengo roto está por dentro.
▪—Puedo soportar las cicatrices, especialmente las físicas.
▪ —Quizás deberías hacer lo que quieres, sin pensar en lo que deberías hacer
▪ —Algunas veces me siento como si hubiera muerto por dentro.
▪ Hay veces en las que alguien confía lo suficientemente en ti como para contarte sus secretos y eso hace que sea más fácil confiar en él. Es como si te abriera su corazón y a cambio debieras abrirle el tuyo también.
▪ —¿Qué pasa con el fútbol que vuelve a la gente loca? —Seth observa el campo y entorna los ojos hacia el marcador digital rojo—. No logro entenderlo. Nunca lo he entendido. He ido a otros partidos antes, a ver jugar a Braiden… Pero sigo sin entenderlo.
—A lo mejor es divertido ver a los chicos correr con pantalones ajustados —sugiero encogiéndome de hombros.
—¿Sabes qué? Acabas de darme una excelente razón
▪ —Créeme, lo que no sabes no puede hacerte daño.
▪ —Creo que deberíamos hablar de otra cosa.
—¿Cómo qué? —Me preocupa haberla asustado, como he hecho conmigo mismo.
—Como algo que te haga feliz —sugiere—. O algo de lo que no te arrepientas por la mañana.
—Esa eres tú. Callie, tú eres la única persona que me ha hecho sentir feliz.
▪ La mañana se asoma sobre las montañas y el cielo está de color rosa brillante, pero la belleza de todo esto es engañosa comparada con lo que está pasando abajo.
▪ No digo nada. Me doy la vuelta, cierro los ojos y la boca. Me rindo a la comodidad de la oscuridad de la que me acabo de despertar. Porque ahora mismo, eso es mejor que la luz.