Bizarre [JaeYong]

Par ariaroseyong

107K 12.2K 6.7K

Cuando SungChan conoció a su padre biológico, no esperaba para nada lo que pasó. Nadie lo esperó. • Parejas ... Plus

u n o
d o s
t r e s
c u a t r o
c i n c o
s e i s
s i e t e
o c h o
n u e v e
d i e z
o n c e
d o c e
t r e c e
c a t o r c e
q u i n c e
⚠️ PAUSA BREVE ⚠️
d i e c i s é i s
d i e c i s i e t e
d i e c i o c h o
d i e c i n u e v e
v e i n t e
v e i n t i u n o
v e i n t i d ó s
v e i n t i t r é s
⚠️ Aviso ⚠️
v e i n t i c u a t r o
v e i n t i c i n c o
⚠️ ESTO ES UN SPOILER ⚠️
v e i n t i s é i s
v e i n t i s i e t e
v e i n t i o c h o
v e i n t i n u e v e
t r e i n t a
t r e i n t a y d o s
t r e i n t a y t r e s
t r e i n t a y c u a t r o
t r e i n t a y c i n c o
t r e i n t a y s e i s
t r e i n t a y s i e t e
t r e i n t a y o c h o
t r e i n t a y n u e v e
c u a r e n t a
c u a r e n t a y u n o
c u a r e n t a y d o s
c u a r e n t a y t r e s
c u a r e n t a y c u a t r o
c u a r e n t a y c i n c o
c u a r e n t a y s e i s
c u a r e n t a y s i e t e
c u a r e n t a y o c h o
c u a r e n t a y n u e v e
c i n c u e n t a
c i n c u e n t a y u n o
c i n c u e n t a y d o s
aviso
e p í l o g o
n o t a d e l a a u t o ra

t r e i n t a y u n o

2.1K 260 160
Par ariaroseyong

TaeYong aún no podía creer que saldría con su hijo biológico a comer. Se dió una larga ducha con agua tibia y enrolló una toalla en su cintura para buscar que ponerse.

Al abrir su closet, todo le parecía ordinario o simplemente feo. Sacó varias prendas y las probó con diferentes combinaciones, pero aún así, nada le convencía.

Escuchó el timbre y supuso que era la niñera, así que se puso una bata y bajó a recibirle. Al bajar, sus hijos ya habían abierto la puerta y se encontraban en el pasillo comiendo quien sabe qué.

—Perdón por la tardanza, pero me detuve a comprar bungeo-ppang*—se dió media vuelta y vio al mayor con el ceño fruncido—. Aún no estás listo... —TaeYong negó con un puchero que se formó sin querer—. ¿Por? —rio tiernamente y se acercó a él para besarlo en ese lindo mohín.

—No se que ponerme—confesó avergonzado. Abrió la boca aceptando el trozo de pan que el menor le ofrecía y comenzó a masticar sin muchas ganas.

YoonOh extendió su mano y cuando TaeYong la tomó, subieron hasta su habitación, no sin antes decirle a los pequeños que estarían arriba. Al entrar, el castaño se sorprendió al ver montones de ropa por todos lados. Recordó que su hermano le mostró fotos del lugar al que irían, así que comenzó a buscar algo casual. Tomó un pantalón negro y una camisa a rayas que combinaba perfectamente.

—¿Seguro? —preguntó preocupado tomando la ropa que su novio le daba. YoonOh asintió y él se encerró en el baño para vestirse. Peinó su cabello hacia abajo y comenzó a hablar con su propio reflejo diciendo que todo estaría bien y que no tenía nada de que preocuparse.

YoonOh esperó sentado en la cama y en cuánto vio a TaeYong, sonrió y aplaudió emocionado, mientras el mayor moría de la vergüenza.

—¿Acaso vas a un desfile de Celine? —se puso de pie y parado frente al mayor lamió sus labios antes de besarlo—. Te ves... —suspiró—. Me dejas sin palabras.

—Ya basta—negó con un sonrojo y cubrió su rostro con ambas manos.

—Te ves muy bien—susurró y con cuidado tomó sus manos para quitarlas de su bello rostro—. ¿Listo?

TaeYong suspiró y asintió más tranquilo. Se despidió de sus hijos con un tierno beso en sus mejillas y luego de que los pequeños le desearan suerte, y Jeno le mandara saludos a "su hermano", YoonOh lo acompañó hasta su auto.

—Ya voy tarde—abrió el auto y se metió en el rápidamente. Bajó el cristal para poder despedirse del castaño.

—Vas a llegar justo a tiempo.

—¿Y si él llega temprano? —YoonOh negó con una sonrisa—. ¿Y si no llega?

—Va a llegar—metió su cabeza al auto para despedirse de su novio con un beso cálido—. Ve con cuidado, cariño.

TaeYong aún no podía acostumbrarse a eso, así que sonrió torpemente y asintió encendiendo el auto.

YoonOh lo vio alejarse y suspiró aliviado. Ojalá todo saliera bien entre él y su hermano.






TaeYong aparcó afuera del gran edificio. Se acercó tímidamente hacía la recepcionista, quien le dió indicaciones y entró al ascensor. Luego de oprimir el botón que lo llevaría hasta la terraza comenzó a sentirse mareado, su estómago dolía, le andaba del baño y hasta le costaba respirar correctamente. Estaba muy nervioso y los números descendiendo arriba de la puerta avisándole que faltaba poco para llegar, no ayudaban en nada.

Llegó a la cima y salió del ascensor con pasos torpes. De inmediato fue recibido por un chico preguntando si alguien lo esperaba. TaeYong estaba a punto de decir que sí cuando vio a SungChan saludándolo desde lejos.

Sus piernas parecían no obedecerle, así que con todas sus fuerzas logró llegar hasta la mesa en dónde lo estaba esperando.

SungChan hizo una reverencia en cuanto lo tuvo cerca y señaló la silla a su lado para que tomara asiento. Esperó a que TaeYong se acomodara para dejarse caer en la silla con cuidado.

—¿Le gusta la vista? —preguntó dándole una mirada rápida para luego devolver su mirada al arreglo floral que estaba en el centro de la mesa.

—Sí—trató de no tartamudear una palabra tan sencilla—. El lugar es muy bonito—sonrió en su dirección y tomó el menú que estaba sobre la mesa.

—No sabía que servían hamburguesas y esas cosas—el mayor negó con una sonrisa restandole importancia a lo que vendían en el lugar.

Una chica se acercó a tomar su orden y pidieron un par de hamburguesas con tocino crujiente, una ración de papas fritas para compartir y un par de sodas.  Esperaron su orden en silencio y en cuando se las llevaron agradecieron por la comida, y comenzaron a comer. 

SungChan rompió el silencio a mitad de la comida, pero deseó no haberlo hecho. 

—¿Por qué no está casado? —soltó de golpe haciendo que el mayor se ahogara con el gas de su bebida—. ¡Lo lamento! —de verdad estaba arrepentido. Había pensado en varias cosas que quería preguntarle a su padre biológico, pero no quería comenzar con algo tan rudo. 

TaeYong tosió y aclaró su garganta antes de poder hablar.

—Está bien—rió—. No me casé porque mis ex parejas no me hicieron desearlo y quien sí lo hizo... —suspiró— con él las cosas no terminaron nada bien—se encogió de hombros.

—¿Y su pareja actual? —preguntó con cuidado.

—Es muy pronto para saber si nos casaremos—miró nervioso hacia otro lado. Suspiró y devolvió la vista al chico—. ¿Qué hay de ti? ¿Te quieres casar?

El castaño asintió con una sonrisa radiante.

—Me encantaría tener algo como lo que tuvieron mis papás.

—¿Cómo? —YoonOh y él no habían hablado de sus familias, así que le sacaría todo lo posible a SungChan.

—Se complementaban en todos los aspectos. Por ejemplo, mamá era muy cariñosa con nosotros, pero era muy dura y siempre se encargaba de los regaños, y papá era más frío, pero relajado. Cuando mamá murió, papá tuvo que aprender a ser ambos... Supongo que usted es así con sus hijos, siendo que es su único padre.

—Sí, aunque la mayoría de las veces soy el papá malo porque mi mejor amigo juega al papá bueno...

SungChan asintió complacido y le dio un gran sorbo a su bebida.

—Estás estudiando la universidad, ¿cierto? —el menor asintió con una sonrisa ladeada y TaeYong no entendía por qué—. ¿Qué estudias?

—Fotografía—comenzó a jugar con su brazalete—, pero últimamente no me emociona como antes—suspiró triste. 

—¿Por qué no cambias de carrera? —el menor negó diciéndole que no podría fallarle de esa manera a su padre—. Te estarías fallando a ti mismo si estudias algo que no te apasiona... ¿Qué te gustaría estudiar?

—Derecho—esbozó una sonrisa y TaeYong se la devolvió animándolo a dejar la fotografía.

—Mi mejor amigo es abogado y estoy seguro que no tendría problema con dejarte ver como es ejercer la profesión, digo, sé que tu tío es abogado, pero por si no quieres que tu papá se entere que estás probando otras cosas, puedo decirle a Johnny.

—¿De verdad? 

TaeYong asintió dándole otro trago a su soda.

—¿Puedo preguntarte algo muy personal? —SungChan lo miró con una sonrisa aceptando lo que sea que venía—. ¿Nunca te trataron diferente por ser...? —ni siquiera podía pronunciar la palabra. 

—Jamás—dijo con una enorme sonrisa—. De hecho a mi familia no le gustaba mencionarlo—TaeYong se disculpó de inmediato por si lo había incomodado—. No se preocupe, para eso vinimos.

—¿Me puedes hablar un poco más de tu familia?

—Claro... Papá es doctor, bueno, eso ya lo sabe—rió nervioso—, es pediatra y casi nunca estaba en casa, pero cuando estaba, en lugar de descansar nos ayudaba a nuestras tareas y nos llevaba al cine o al parque para que mamá descansara. Mamá era diseñadora de interiores y amaba cocinar. De hecho les enseñó a mis hermanos muchas cosas... A veces pienso que muy en el fondo sabía que moriría y por eso los estaba preparando para cuando estuviéramos solos—mordió su labio inferior y miró hacia abajo con tristeza. Suspiró hondo y miró al mayor de nuevo—. SooJung noona es como papá, ambos son divertidos, pero a la vez explosivos y algo impertinentes—hizo una mueca de diversión—. A pesar de eso, ambos son la autoridad en casa, mi noona realmente es buena para lidiar con el caos.

TaeYong recargó sus codos en la mesa y lo miró atentamente, ya que sabía que venía la mejor parte.

—YoonOh hyung es un poco impulsivo como papá, pero se parece más a mamá. Es el que tiene mejor corazón de los Jung—pronunció con una sonrisa radiante—. No tengo un recuerdo negativo de él, incluso cuando mis amigos y yo lo sacábamos de quicio, nunca fue grosero o malo con nosotros. Es la definición de "el mejor hermano del mundo". No le vaya a decir que le dije—pidió avergonzado y el mayor negó con una sonrisa.

Siguieron hablando un poco más sobre sus vidas y sobre quienes los rodeaban, mientras comían sus hamburguesas casi frías. SungChan dijo que se sentía tan agradecido de tener amigos como los que tenía, ya que podía confiar en ellos para cualquier cosa. TaeYong también mencionó que si no hubiera conocido a Johnny, no sabía que sería de su vida.

—¿Qué hay de tus amigas? —el menor lo miró confundido—. Las chicas que estaban en casa de Johnny... Recuerdo que estaban muy preocupadas cuando te accidentaste, en especial la rubia.

El rostro de SungChan se tornó de un rojo intenso y brillante. El pobre chico parecía semáforo.

—E-ellas no... no son—tragó saliva con dificultad y respiró hondo—. Son solo unas compañeras de la escuela...

—¿La rubia estuvo bien luego de verte todo ensangrentado? —preguntó preocupado. Una escena así podría ser algo traumante.

—¿Winter? —pronunció con una boba sonrisa y asintió.

—Winter... Lindo nombre para linda chica—el joven asintió—. Te gusta, ¿cierto? —recibió un débil "sí" por respuesta—. ¿Por qué no la invitas a salir?

—No. No podría—agitó sus manos casi histérico—. Ella es... inalcanzable.

—¿Inalcanzable? —arqueó su ceja—. Eres muy atractivo y por lo poco que te conozco puedo decir que eres amable, educado, divertido, agradable e ingenioso—se dió cuenta que era muy parecido a YoonOh.

—Ha rechazado a chicos con dinero, a chicos guapos—comenzó a contarlos con sus dedos— a los divertidos, a los nerds, a los que estudian artes, a los que tienen un buen futuro asegurado, a los que son aprendices en agencias de entretenimiento y hay un rumor que dice que rechazó a un Idol—terminó susurrando. 

—¿No le gustaran las chicas?

—Sus amigas lo han negado. Solo dicen que nadie es suficiente para ella, pero los chicos han hecho hasta lo imposible.

—¿Y si solo quiere una propuesta simple a la puerta de su casa? —SungChan se excusó diciendo que no sabía en donde vivía—. La lleve a casa cuando fue tu accidente y recuerdo el camino.

—Pero no podría llegar solo así como así.

—Podemos ir con el pretexto que tiene uno de mis suéteres favoritos. Invento una excusa para irme y así se quedan solos. ¿Qué te parece?

—¿Y si me dice que no?

—¿Y si te dice que sí? —arqueó su ceja coqueto.

SungChan comenzó jugar con sus manos nervioso debajo de la mesa y pensó que debería dejar de ser tan cobarde. Aunque la última vez que lo intentó, lo humillaron en público, pero esta vez sería diferente porque no habría público en casa de la chica. 

—Vamos—el mayor aplaudió, terminó de beber su soda y esperó a que el menor pagara la cuenta, ya que había insistido en que si él lo había invitado, lo correcto era pagar.

Subieron al auto del mayor y TaeYong encendió la radio dejándola en un volumen moderado. Comenzó a conducir hacia la casa de la rubia y sintió la mirada del chico clavada en él.


SungChan no podía dejar de mirarlo. ¡Su perfil era simplemente perfecto! En ese momento agradeció que fuera su padre porque aunque no eran idénticos, eran muy parecidos.

—¿Se tiñe el cabello? —el mayor negó riendo sin quitar la vista del camino—. ¿Por qué soy castaño? 

—Tu madre era castaña.

—¿Cree que me quede el cabello negro?

—Por supuesto. Deberías teñirlo—lo miró de reojo con una sonrisa.

—¿Podemos parar en la esquina? —asomó un poco su cabeza por la venta y el mayor asintió. Cuando paró, SungChan bajó corriendo y volvió con dos ramos de rosas—. ¿Cree que sea demasiado? 

—¿Dos ramos? Sí...

—Solo es uno, el otro es para usted, bueno, para su novio. ¡No me refiero a que le estoy regalando rosas a su novio! —se apresuró a decir—. Es para que usted se las regale—TaeYong agradeció tomando el ramo y admirándolas por un rato para ponerlas con cuidado en el asiento trasero.


Luego de casi media hora, aparcó el auto frente a la casa de la rubia. TaeYong bajó y rodeó el auto para abrir la puerta del menor, quien abrazó un poco las rosas y bajó con pasos torpes.

—Relájate. Déjamelo todo a mí—tocó el timbre y esperó pacientemente hasta que la puerta fuera abierta. Nunca pensó que la abriría un hombre de casi dos metros y de unos músculos gigantes que podría comprarse con los de John Cena o Dwayne Johnson. Dió un paso hacia atrás chocando con el pecho de SungChan y tragó saliva.

—¿A quien buscan? —preguntó el gigante hombre.

—¿Winter vive aquí?

—¿Qué quieren con mi hija?

TaeYong deseaba que la tierra se lo tragara y lo escupiera del otro lado del mundo, aunque seguramente ese hombre era buen nadador y podría atravesar el océano sin problemas.

—Verá... Él—señaló al chico— y su hija fueron asignados a un proyecto y como no tiene su número no pudieron ponerse de acuerdo sobre quién haría qué.

—Oh, ya veo. Adelante, por favor—se hizo a un lado y ambos entraron sintiendo las piernas como gelatina—. ¿Las rosas son parte del proyecto? —cerró la puerta con fuerza detrás de SungChan.

—Son para usted—el mayor se apresuró a decir—. E-es una costumbre de nuestra ciudad natal. Dar rosas si llegamos a una casa sin invitación—sonrió nervioso y le arrebató el ramo al menor para dárselo al hombre.

El gigante hombre lo tomó y agradeció aún un poco confundido. Los invitó a tomar asiento y luego de dejar las rosas en un florero, subió en busca de su hija.

—¿Se da cuenta que si se entera que mintió nos matará? —susurró.

El mayor asintió.

—Por eso no puede enterarse—suspiró hondo y sintió toda la tensión sobre sus hombros.

Winter bajó detrás de su padre y en cuanto los vio frunció el ceño con confusión.

—¿Qué hacen aquí? —su padre arqueó la ceja en su dirección.

—SungChan venía a hablar del proyecto—se apresuró a decir TaeYong mirando a la chica con la esperanza de que le siguiera la corriente.

—Oh, cierto.

—Pueden trabajar en mi oficina. ¿Necesitan material?

—No, papi. Solo es un ensayo.

—O podrías darle tu número para que se pongan de acuerdo... —el señor Kim lo miró de reojo—. Es que tenemos que ir a otro lugar.

Winter asintió y comenzó a dictarlo. TaeYong le dió un codazo al joven para que reaccionara y SungChan torpemente sacó su móvil y comenzó a teclear su número.

Ambos agradecieron y se pusieron de pie para hacer una pequeña reverencia de despedida y salir casi corriendo de la casa.

En cuanto subieron al auto, echaron la cabeza hacia atrás y soltaron un suspiro de alivio.

—Bueno, ahora al menos sabes que ha rechazado a todos por la pinta de mercenario que se carga su padre.

SungChan asintió con una sonrisa nerviosa y se abrochó el cinturón.













YoonOh preparaba palomitas de caramelo para poder ver una película, mientras XiaoJun y Jeno lo miraban asombrados con cada "pop" que salía de la olla.

Se sentaron en el sofá y por elección unánime comenzaron a ver "Capitán América: Civil War". Cuando los superhéroes comenzaron a salir en la batalla final, gritaron y se emocionaron con cada uno de ellos.

Jeno se levantó y saltó sobre el sofá en cuanto el capitán América soltó el primer golpe. Siguió saltando hasta que cayó sobre el regazo de YoonOh. Se puso de pie y lanzó una patada al aire como la que vio en las clases de taekwondo, solo que al caer su pie, golpeó a su hermano.

—Papá no te va a meter a esas clases—rodó los ojos sobando su rodilla.

—Papi lo va a convencer, ¿verdad? —se recargó en sus piernas y lo miró con un par de ojos brillantes.

—Hablaré con él, pero si dice que no, no puedo hacer nada—el menor respondió con un puchero y YoonOh recordó que ese puchero fue el mismo de aquel día en el que hizo berrinche—. Trataré de convencerlo—se apresuró a decir y acarició la mejilla del pequeño haciéndolo que se calmara. Jeno se recostó en el sofá y siguió poniendo atención a la película como si nada. 

Decidieron poner otra película de superheroes y YoonOh aprovechó que los pequeños estaban tranquilos para poder limpiar todo el desorden que habían dejado en la cocina. Estaba tan inmerso lavando la olla de las palomitas que no se dio cuenta cuando TaeYong entró a la casa. 

—Hola—susurró detrás de él haciendo que el castaño diera un brinquito en su lugar. YoonOh se giró de golpe y comenzó a sobar su pecho—. Pude ser un asesino serial—rio.

El menor negó con una sonrisa y lo atrajo hacia él para darle un beso. Su sorpresa fue grande cuando TaeYong tomó el ramo de rosas que había dejado sobre la isla y que él no había notado para dárselo. YoonOh lo tomó avergonzado y agachó el rostro tratando de ocultar su sonrojo.

—Gra-gracias—musitó y lo miró de reojo. Jamás le habían regalado rosas y no pensó que ese simple gesto lo pusiera tan mal, así que desvió la atención a otro tema, preguntándole como le había ido.

TaeYong sonrió ampliamente y suspiró antes de poder hablar. Le confesó que al principio estaba muy incomodo, pero que poco a poco esa sensación se evaporó. Comenzó a contarle sobre su charla en el restaurante hasta que el móvil de YoonOh sonó. El chico miró la pantalla y luego se la mostró a su novio, quien le dijo que respondiera.


—¿Hola?

—¡Hyung! —gritó de felicidad—. ¿Estás ocupado?

—No... —miró a su novio con una sonrisa que fue correspondida de inmediato—. ¿Qué sucede?

—¡El señor Lee es genial! —fue lo primero que dijo antes de contarle por todo lo que habían pasado, incluso en la casa de la chica que le gustaba—. Además, ¿te habías dado cuenta que es muy, pero muy guapo? 

—Sí—rio mirando el bonito perfil de su novio mientras bebía agua.

—¡Dios! Debo agradecerle por los buenos genes—su hermano asintió riendo—. ¡Te dejo, hyung! 

YoonOh pudo oír como la puerta de su casa era abierta.

—¿Saliste?

—¡Sí! ¡Fui a la farmacia!

—¿Te sientes mal?

—Todo lo contrario—respondió relajado—. ¡Adiós! —y sin que su hermano pudiera decir algo, colgó la llamada.


TaeYong se acercó a él y lo miró con ojos de cachorrito y YoonOh le dijo que había dejado una muy buena impresión en su hermano.

—No dudo que te quiera ver de nuevo.

—¿Tú crees? 

YoonOh asintió con una sonrisa que marcó sus hoyuelos a la perfección.

—Por cierto, no sabía que podías mentir tan bien—el pelinegro lo miró confundido y YoonOh solo tuvo que mencionar el nombre de la chica para que el mayor sonriera torpemente—. Gracias por hacer eso por él—TaeYong se encogió de hombros y negó diciendo que no era nada.  El menor lo tomó por la cintura y lo acercó hasta que sus labios quedaron a escasos milímetros—. ¿Te gustaría ir a comer...? —preguntó antes de besarlo y recibiendo un un "mhm" por respuesta—. ¿Con mi familia?

TaeYong se paralizó y se alejó de él inmediatamente.

—¿De verdad, YoonOh? —preguntó mordiendo su labio inferior.

—Cuando tú quieras—se inclinó y le robó un beso rápido—. Vamos a la sala, amor—extendió su mano y cuando TaeYong la tomó, lo llevó hasta el sofá y sin soltarla se acomodaron en el.

Cuando la película terminó, el cielo ya estaba oscuro. TaeYong envió a sus hijos a dormir quedándose a solas con YoonOh en la sala.

—¿Podemos hablar? —el mayor lo miró con un poco de preocupación y asintió sentándose a su lado—. ¿Exactamente por qué no quieres meter a Jeno a las clases de taekwondo? —TaeYong no pudo evitar rodar los ojos—. Te juro que no es mi intención cuestionar tu autoridad... solo tengo la duda.

—Porque conozco a mi hijo y sé que solo es un capricho. Pagaré y ya no querrá ir. 

—¿Y si yo pago? —el mayor negó—. ¿Cuál es el pretexto ahora?

—No quiero que se lastime.

—Estará en manos de profesionales. No tendría porque lastimarse.

—Los accidentes pasan.

—No soy quien para darte un consejo de paternidad cuando no tengo hijos, pero no puedes protegerlos todo el tiempo. ¿Por qué no dejas que lo intente? 

El mayor guardó silencio por un buen rato.

—Supongo que podría investigar—se encogió de hombros.

—No hace falta... —YoonOh comenzó diciéndole que daban gratis una clase muestra, siguiendo con el precio de la inscripción, del uniforme, del equipo de protección que debían utilizar, de las mensualidades y terminando con una corta, pero detallada explicación de los exámenes para subir de nivel. Se sintió orgulloso de dar los informes justo como estaban en el folleto—. Además hay una escuela de cocina cerca, así que podrías tomar clases a la misma hora que Jeno y pasar a recogerlo—el mayor iba a decir algo, pero él no se lo permitió—. También hay escuelas de música, baile y dibujo por si a XiaoJun le interesa alguna.

—Eres... —negó con una sonrisa y suspiró.

—¿Entonces? —se inclinó hacia él quedando muy cerca de su rostro, pero TaeYong ni se inmutó—. ¿Sí? —preguntó juguetonamente antes de repartir besos por toda su mejilla y escapándose en ocasiones hacia su mandíbula. 

—Está bien—rodó los ojos con diversión y se giró para que el siguiente beso fuera hacia sus labios. YoonOh lo besó con un poco más de intensidad haciendo que TaeYong se cayera despacio sobre la codera del sofá. El menor recargó uno de sus brazos en el respaldo para evitar aplastarlo y siguió besándolo húmeda, pero calidamente. 

YoonOh tomó la decisión de silenciar su móvil cada que estuviera con él porque la vida parecía jugarle en contra, ya que cada vez que estaban en medio de algo, los interrumpían. Se incorporó y luego de mirar quien lo llamaba, bufó.

—¿Quién es? —TaeYong preguntó con la respiración un poco agitada.

—No importa.

—Si no importa, ¿por qué tienes esa cara? —recargó su barbilla en su hombro y lo miró con un puchero inconsciente. 

—Es ChaeYeon—dijo cuidadosamente. No quería que su novio se molestara y mucho menos  quería hacerlo sentir inseguro.

—Oh... —levantó las cejas y quitó su cara de donde estaba.

—No he hablado con ella desde ese entonces—declinó la llamada de la chica—. La verdad no se que quiera.

—Responde—el de hoyuelos negó—. Para que sepas que quiere...

YoonOh asintió sintiéndose un poco inseguro y en cuanto la tercera llamada entró, respondió poniendo el altavoz.


—Ho-hola, YoonOh—el mencionado le respondió indiferente—. Gracias por atender mi llamada...

—Mhm. ¿Qué necesitas?

—Solo quería saber si pudiste decirle a tu novio sobre lo que hablamos ese día...

TaeYong lo miró con un gesto asesino. 

—No, no le comentado. ¿Era todo?

—Sí...

—Bien—suspiró y colgó la llamada sin permitirle a la chica que respondiera.


—¿Qué me tienes que decir?

—Es una tontería.

—Dímelo—pidió de brazos cruzados—. Por favor, ya no me ocultes nada.

—El día que salimos... Cuando te fuiste, se me acercó y dijo que quería pedirte una disculpa, pero no te lo dije porque no quiero que se te acerque. 

—Que lo haga.

—¿Qué?

—Aún estoy un poco molesto por lo que hizo, pero la entiendo porque yo también confundí tus buenas acciones—dejó caer su cabeza en el respaldo y se incorporó de golpe—. Dile que aceptaré su disculpa.

—¿Estás seguro?

—Sí, porque no fue su culpa. Fue tu culpa.

—¡¿La mía?! —gritó en un susurro.

—Tu amabilidad es confusa, amor—se encogió de hombros.

—Ya no seré amable.

—Puedes serlo, pero asegúrate de que no sea con alguien a quien le puedas gustar—el menor asintió y se levantó diciendo que ya era tarde y tenía que volver a casa. TaeYong lo acompañó hasta la puerta en donde YoonOh le dio un casto beso en la mejilla.

—Mis rosas—corrió hacia la cocina y las tomó como a un bebé recién nacido.

—¿Te las vas a llevar?

—Son mías, ¿no?

—Me refiero a que SungChan se puede dar cuenta que son las que compró.

El castaño se encogió de hombros y luego de volver a besar su mejilla, subió a su auto para volver a casa.


En cuanto entró por la puerta se encontró con su familia reunida en la sala viendo una película. SungChan y él cruzaron miradas y ambos fruncieron el ceño extrañados. Tendrían una charla un poco incomoda. 







🌹🌹

*Bungeo-ppang o también conocido como taiyaki, es el el pancito en forma de pez que rellenan con pasta de frijol rojo endulzada, chocolate, crema pastelera y hasta helado

AL FIN SUNGCHAN SABRÁ QUE JAEHYUN ES SU PADRASTROOOOOO

Se dieron cuenta que Jae vendría siendo el papá bueno y Tae el papá "malo" JUSTO COMO YUNHO Y BOA 🥺🥺🥺

Primer capitulo 100% escrito en wattpad, así que disculpen si hay errores ortográficos

Honestamente me achicopalé cuando vi que los votos del capítulo anterior fueron pocos comparados con los demás :ccc Díganme si fue por que borré el capitulo y lo re subí y ya no lo leyeron o porque simplemente no les gustó :') 

Si es por la segunda razón, POR FAVOR díganme para saber que tipo de contenido prefieren en los caps y así poder mejorar 🥺

Cuídense mucho <3



Nos estamos leyendo uwu










Continuer la Lecture

Vous Aimerez Aussi

33.2K 3.3K 17
Todoroki Shōto está perdidamente enamorado de su primer amigo Midoriya Izuku, cuya mirada no va dirigida al primero. Shōto se desahoga con su amigo m...
9.8K 1.1K 28
Muchos decían que Jihoon era un bebé, cuando cuidaba de su bebé. 🥀M-preng 🥀Pareja principal: JiCheol 🥀Mención de parejas: JiHan, Meanie, SoonHao...
774K 72.3K 44
Jeon Jungkook, un joven de 24 años que está perdidamente enamorado de su novio, Park Jimin, un joven de 17 años. Su mundo da un giro cuando a jungkoo...
957 185 5
JongDae se pregunta si algún día libre de sus ataduras y de las que él mismo ha puesto. La expectativa que tienen sobre él pesa en sus hombros, pero...