💞💞Jueves💞💞
- Estás muy mono cuando estás enfadado -le saco la lengua a Pau mientras escurro el arroz que ya ha cocido y ahora quiero saltear con las verduras
- Yo siempre estoy mono Violeta -lo miro rodando mis ojos mientras le hago con un gesto que siga moviendo la sartén
- Eres un pelín modesto guapo
- Y tú eres un rollo
- Pau -echo el arroz en la otra sarten y empiezo a moverlo mientras lo miro condescendiente- no te enfades. Estaban los vecinos cotillas, la familia del cuarto y la hija de la panadera, que por cierto, no te quita la vista de encima la niñata
- Sólo te pedí un besito
- Sabes que no. Querías algo más que un besito -alzo mis ojos para mirarlo y él se acerca a mi poniendo sus manos en mi cintura
- Llevo deseando meterte mano en la piscina desde la primera vez que nos vimos allí, y no te cuento ya lo que quería hacerte cuando estuvimos en la playa de Valencia -Pau baja su cabeza y pone sus labios en mi cuello. Empieza a darme pequeños besos y yo cierro los ojos estremecida
- Se va a quemar la comida como no sigas moviendo -le digo apartándolo con suavidad
- Yo si que estoy quemado -Pau me da un corto beso en los labios y se da la vuelta para coger la cuchara y seguir moviendo
- ¡Tendrás mucha queja tú! -lo miro señalándolo con mi cuchara y él agita sus hombros
- Tonta. Claro que no me quejo
Pau sigue moviendo y nos quedamos los dos en silencio cocinando. En una hora más o menos vendrán Lena y Manu a cenar. Esta tarde estuvimos todos en la piscina y Pau está medio enfadado porque no lo he dejado acercarse a mi. Que la vecina cotilla y la niñata del pan rondaran por allí me ha cortado bastante. Seguimos cocinando los dos muy atentos. Lo tengo ya todo organizado y falta poner la mesa y que vengan estos.
- Si encuentro un sitio con piscina donde podamos estar los dos solos ¿vendrías conmigo Violeta? -me giro para mirarlo mientras voy echando las salsas en el arroz y en la carne. Pau siempre me descoloca, siempre. Su mirada cuando está puesta en mi es dulce y a la vez salvaje, como si quisiera devorarme a todas horas.
- Sabes que si
- Vale, pues ve preparando el cuerpo
- ¿Esa es tu fantasía erótica? ¿la de la piscina?
- Cariño, cualquier sitio es mi fantasía erótica cuando se trata de tí
Pau pone una de sus manos en mi cintura y me acerca a él para besarme. Sus labios saben a la carne que le dí antes a probar y se mueven contra los míos con una fiereza que me mata. Pongo mis manos en su cuello enredando mis dedos en su pelo sintiendo como su lengua ataca a la mía una y otra vez.
- La cocina es un buen sitio -me susurra en mi oído.
Cosquillas de placer atraviesan todo mi cuerpo cuando sus labios vuelven a posarse en mi cuello y su mano sube hasta mi pecho para apretarlo. Un jadeo sale de mi garganta y le tiro del pelo para profundizar más el beso. Pero entonces el puto timbre suena y nos separamos fastidiados.
- ¿Porqué la gente es tan puntual? -me pregunta Pau poniendo su frente contra la mía
Me río al separarme de él y voy a abrir. Manu y Lena aparecen muy sonrientes y los dejo pasar después de darles un beso a cada uno. Van hacia la cocina y saludan a Pau. Lena abre el frigorifico y mete dentro el postre que traían.
- ¡Eso huele de maravilla! -dice Lena acercándose hacia la olla donde lo he puesto todo a fuego muy lento
- Qué pasa tío -le dice Manu a Pau dándole un puñetazo en el brazo
- Pues nada, que sois insorportablemente puntuales -le contesta Pau resoplando. O sea, es que no puedo creerme que se esté quejando
- ¿Y a ti que te pasa con la puntualidad? Ni que hubieras interrumpido algo -le dice Lena cogiendo un vaso para beber agua
- Pues mira, si. Estaba a punto de follarme a mi novia en la cocina, pero no me habéis dejado -le contesta él cruzando sus brazos
- ¡Joder Pau! -le digo dándole en el hombro
- Tranquilo fiera -le sigue diciendo Lena- perdón por haber interrumpido tu polvo diario
- No es mi polvo diario Lenita
- ¿Cuántas veces lo habéis hecho ya? -Lena se apoya en la encimera mirando a Pau divertida
- ¡Lena! ¿Pero a ti que te importa? ¿Te pregunto yo a ti acaso? -le digo alucinada de las conversaciones que estos dos me traen
- Tres veces -le contesta Pau siguiéndole el rollo
- Tres veces. Bueno, no está mal. Más o menos como nosotros -le dice ella mirando a Manu
- Tres veces diarias Lenita -le dice Pau guiñándole un ojo
- ¡La madre que os parió! Estáis todo el día liados por lo que parece
-Que quieres que te diga. Cuando se trata de Violeta me pierdo. Sólo me apetece estar entre sus brazos
Me doy la vuelta para mirar a Pau y me pongo como un tomate mientras mis dos amigos se ríen. Pau me guiña un ojo y se acerca a mi para darme un beso en los labios que me sabe de maravilla.
- Anda, id poniendo la mesa que vamos a cenar -les digo con una sonrisa de oreja a oreja
Lena empieza a coger las cosas ayudada por Manu mientras yo termino de organizarlo todo. Pau se acerca por detrás y enreda sus brazos en mi cintura. Se acerca a mi oído para susurrarme mientras sus labios me besan lentamente.
- Luego te ayudo a fregar los platos cuando se vayan estos
- Hay lavavajillas Pau -me doy la vuelta para mirarlo y el muy puñetero me da una sonrisa torcida y un beso en los labios que me sabe a poco. Joder.
El muy puñetero me hace temblar cada vez que me toca. Así no me extraña que estemos todo el día haciéndolo.
💞💞Más tarde...💞💞
- ¿En serio hiciste eso? -Pau me mira riéndose de lo que Lena y yo le estamos contando- no me lo creo
- Yo si que no me lo podía creer cuando la vi potar como si no hubiera un mañana -le dice Lena aguantandose las lágrimas de la risa
- Si es que no me creía cuando le decía que me dolía el estómago. Y ella venga insistir que ese tío esta muy bueno, que le gustas, que quiere rollo...hasta que el maromo me cogió de la cintura, lo miré y le vomité por toda la camisa
Manu y Pau no paran de reírse a mi costa y yo cojo un fruto seco para llevármelo a la boca mientras le doy un trago a mi tinto de verano.
- ¿Conmigo te ha dolido alguna vez el estómago? -me pregunta Pau todo dulzura mientras me acaricia la mejilla
- Jamás -le contesto sonriendole
- ¡Al contrario Pau! A ti cada vez que te veía el chochete le hacía palmas... -Lena le da un sorbo a su bebida mientras se ríe. Esta bastante achispada la cabrona y no deja de largar todas nuestras historias por la boca
- Joder Lena, córtate un poquito -le digo sintiendo como las mejillas me arden
- Aquí el amigo estaba igual -dice Manu señalando a Pau- que le dolían los huevos cuando te veía
- ¡Vete a la mierda Manu! -le dice Pau dándole un puñetazo. Miro a mi novio, si mi espectacular y buenísimo novio y me muerdo los labios riéndome- a ver si cuento yo cositas tuyas...
- Pues ahora voy a contar yo cuando Lena le dió calabazas a Jordi Alba -les digo mirando a Lena la cual hace un gesto con sus hombros
- Me da igual que lo cuentes. Es más estoy muy orgullosa de lo que hice -contesta ella poniéndome morritos
- ¿Le diste calabazas a Jordi Alba? -le pregunta Manu. Ella asiente y él la mira bastante sorprendido
- Nos fuimos las dos solas a Barcelona al concierto de Dua Lipa -empiezo a contarles- y cuando terminamos nos fuimos a una discoteca a tomarnos algo porque eran clientes de la a empresa donde trabajaba Arnau y nos invitaron. Así que nos fuimos a la parte de arriba, a la zona Vip. Nos apalancamos en la barra tomando chupitos. Y entonces, empiezan a entrar jugadores del Barcelona. Como Lena y yo somos del Madrid, pues nos dió bastante igual. Así que aquí a mi amiga se le ocurrió la idea de ¿cuántos chupitos te hacen falta para enrollarte con...? Así que ella empezó a decirme, oye Violeta, ¿cuántos chupitos te harían falta beberte para enrollarte con Ter Stegen?...
- Y claro -sigue diciendo Lena- como no nos gustaba ninguno el número de chupitos aumentaba con cada jugador que decíamos....
- Recuerdo que te dije que si era Eric García lo mismo me enrollaba con él después de dos o tres por lo menos porque era el único mono que veía ...
- Y yo que con Eric un vasito de agua...y pa'lante
Los chicos nos miran riéndose de nosotras y yo me río también recordando la noche tan buena y tan divertida que pasamos.
- Total -sigo explicando yo- que Jordi Alba nos había estado escuchando y se acerca a Lena, y le dice: Oye morena, y a ti ¿a cuantos chupitos te tengo que invitar para que te enrolles conmigo? Lena lo miró de arriba a abajo y sin verguenza ninguna le contestó...
- ¿Contigo? Tendría que beberme un chupito de lejia antes, y si aún así estoy viva...tampoco lo haría... -contesta Lena haciendo que los dos chicos y hasta yo recordándolo, nos ríamos a carcajadas...
- Joder, vaya dos -dice Manu sin dejar de reír- salir con vosotras tiene que ser peligroso
- Pues cuando queráis salimos los cuatro de marcha -le dice Lena dándole un beso en los labios
- Los cinco -le respondo yo- que todavía tenemos pendiente salir con Ferrán por ahí...aunque desde que vinimos de Valencia no ha vuelto a abrir la boca...
- Creo que está demasiado ocupado con Leon -me contesta Pau- creo que se ha enamorado del alemán
- Tendré que llamarlo para que me cuente -le digo
- Siempre está comunicando -dice Pau resoplando- ayer le dije que deje el sexo telefónico y que haga más vida social
- Buah, el sexo telefónico. Nunca lo he hecho -dice Lena
- Cuando quieras te llamo cariño -le responde Manu guiñándole un ojo
- Prefiero en vivo y en directo. Prefiero agarrarte el culo bien fuerte mientras me co...
- ¡Lena tía! -le grito a mi amiga para que se calle- es que no tienes filtro...
- ¿Qué culpa tengo yo que te de verguenza hablar de sexo?
- No me da verguenza, bueno... según que cosas no me gusta hablarlas delante de nadie... -le respondo mientras Pau pone una de sus manos en mi muslo dándome suaves caricias
- A veces ahi que desahogarse y compartir las experiencias, que la pobre mía se creía que era normal que los tíos se corrieran y si nosotras no lo habíamos hecho no pasaba nada
Fulmino a Lena con la mirada y ella vuelve a reírse. Me pongo como un tomate y siento los dedos de Pau que me aprietan el muslo. Giro mi cabeza para mirarlo y él me guiña un ojo.
- Pues a mi no me da ni tiempo a empezar cuando tú ya te has ido... -me dice Pau haciendo que le de un puñetazo en el hombro
- Eso es porque contigo todo, todo, es increíble y tú si que sabes como tratar a una mujer
Me acerco a Pau y le doy un beso en los labios y dejo que él me abrace con mucha ternura.
- Os propongo un reto a los dos - nos dice Lena
- Ya va a subir el pan - le contesto rodando mis ojos- ¿qué se te ha ocurrido alma de cántaro?
- Que paséis un día entero sin hacerlo, a ver si sois capaces
- Vale, por mi no ha problema - miro a Pau que entrecierra sus ojos y frunce sus labios- ¿qué?
- ¡Cómo que qué! -me dice él alzando sus manos- ¿yo no cuento?
- Es un reto Pau, sólo es un día, tampoco es el fin del mundo...
- ¿Si? Pues ya veremos quien no aguanta
- Tú, desde luego - le dice Manu riéndose
- Ya lo veremos
Pau se cruza de brazos y me mira con una enigmática sonrisa que me hace sospechar de lo que trama.
Casi llegando a las una de la mañana, Lena y Manu se despiden de nosotros. Pau me ayuda a quitar la mesa, a poner las cosas en el lavavajillas y a limpiar la cocina. Cuando termino voy a lavarme las manos en el fregadero cuando siento sus manos en mi cintura. Me aparta el pelo y empieza a darme besos por el cuello haciendo que la piel se me erice.
-¿Y el reto Pau? - le digo aguantandome las ganas de darme la vuelta y comerle toica la boca
- Mañana. Además, voy a decirte una cosa que lo mismo no te va a sentar bien -me dice él sin dejar de besarme
- Dime lo que quieras, te juro que no me voy a enfadar -me agarro al borde de la encimera mientras todo mi cuerpo reacciona al contacto de su boca en mi piel
- Siento mucho que sufrieras cuando tu ex te puso los cuernos, pero egoístamente, me alegro de que lo hiciera porque sino, no estarías conmigo... -las manos de Pau viajan a través del borde de mi falda para colarse muy lentamente por dentro de mis braguitas. Alcanza mi clítoris y sus dedos empiezan a moverse en caricias muy lentas llevándome a la locura
- Pues sabes lo que te digo, que cada día me alegro más de haberlo dejado, porque te elegiría a ti una y mil veces sin dudarlo ni un minuto
💞💞Al día siguiente... 💞💞
Anoche el muy puñetero me dijo que disfrutara bien de nuestro polvo en la cocina porque pensaba aguantar las 24 horas sin tocarme. De hecho, esta mañana cuando ha venido a las clases, apenas me ha dado un beso. Y yo es que lo miro y no puedo evitar reírme. Estamos terminando las clases y he decidido provocarle un poco. Me he puesto una camiseta de tirantes blanca y un pantalón corto. El pelo me lo he recogido en un moño alto para dejar todo mi cuello al descubierto.
Mientras termina de hacer un ejercicio, me llevo la mano a la parte de atrás de mi espalda y me desabrocho el sujetador para quitármelo y ponerlo en una de las sillas.
- Violeta, ¿que haces? - Pau alza sus ojos y me mira mientras pongo mis manos en mi cintura y saco pecho para que pueda verme bien como se me marcan los pezones
- Nada. Es que se me está clavando el aro del sujetador
- Ya, ya, el aro
Pau esboza una sonrisilla y sigue escribiendo. Me quedo mirándolo pensando en que hacer ahora cuando él suelta el lápiz en la mesa y empieza a quitarse la camiseta muy lentamente dejándola encima de una silla. Abro mis ojos procurando no babear pero es que, joder, tengo delante de mí a mi propio dios griego y me está costando resistirme.
- ¡Que calor hace hoy! ¿Verdad?
Asiento mirándole de nuevo el pecho, el abdomen y las putas abdominales que se le marcan demasiado y me tienen excitada a niveles máximos. Me relamo los labios deseando tocarlas y alzo mis ojos para ver como me mira divertido. Esto me pasa por provocarle.
- ¿Ves algo que te guste guapa?
Le sonrío irónica y cojo mi botellin de agua. Lo abro para beber un poco y dejo que algo de agua se me derrame por la camiseta haciendo que se me transparenten las tetas. Aquí jugamos los dos, eso está claro.
- Uy, que torpe soy - le digo a Pau sonriendole. Él me mira. Su mirada es intensa y a la vez salvaje y sus ojos están cargados de deseo sobre todo al mirar como a través de mi camiseta puede ver mis pechos
- Violeta - me dice con voz calmada y pausada- o te estás quieta de una puta vez o te subo a la mesa con libros y todo
Muerdo mis labios sintiendo una punzada en mi vientre. Sé lo que quiero y es a él. Lo miro a los ojos y poco a poco voy apartando los libros de encima de la mesa, algunos de los cuales caen al suelo importandome tres pepinos.
Y si, perdimos el reto. 2 veces.