Aritmética Perfecta

By Basummers2020

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Pau Torres sintió por primera vez lo que era tener un flechazo. Aquella profesora sustituta que apenas había... More

1. Prólogo.
2. El como llegué hasta aquí
3. La Primera Clase
4. La piscina
5. Un helado en el parque
6. Las fiestas del pueblo
7. Algodón de azúcar
8. Una pizza en la terraza
9. Ahora también son mis amigos
10. El centro comercial
11. La Cena Del Instituto
12. Desilusion
13. Allí voy Valencia
14. Vale, si, estoy celosa
15. Besos y caricias escondidas
16. Sin excusas
18. No sé si somos novios
19. La primera cita
20. Cena con los amigos
21. El concierto
22. Encuentros
23. Sígueme el rollo
24. Un fin de semana y una piscina
25. La boda
26. Todo cambió con un email
27. La selectividad que empezó a estropearlo todo
28. El beso ¿no correspondido?
29. Ahora Si Que Todo Se Acabó
30. Romance A La Vista, Y No Soy Yo
31. Cuando Un Amor Sale Por La Puerta
32. Vuelve A Casa Vuelve
33. Decepciones, Desilusiones Y Un Abrazo
34. Se Acaba El Año Y Yo Llorando
35. La Fiesta De Nochevieja
36. Volveré a caer contigo una y otra vez
37. Las vacaciones de Semana Santa
38. Lo que me gusta de ti
39. Feliz Cumpleaños Violeta
40. No Sé Os Puede Dejar Solas
41. La Despedida
42. Os Presento A Mi Novia
43. Que Lo Sepan Todas
44. Pideme que me quede
45. Empezando por el principio
46. Ahora si, Feliz Navidad
47. No Soy Barrigona, Estoy Embarazada
48. Como Te Cambia La Vida
49. Siempre contigo
50. Donde Te Conocí

17. El regalo de cumpleaños

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By Basummers2020

*** EJDL_16 este es para ti. Muchas gracias por seguirme, por leerme y porque te gusten tanto mis historias. Espero que te guste ***

Violeta está en el baño. Estoy sentado en la cama. Acabo de ponerme mi camiseta y no se que hacer. Quiero quedarme esta noche con ella, pero no sé si debo hacerlo. Nunca he estado en esta situación. El de querer quedarme y no saber si quieren que me quede. Después de lo que acaba de pasar entre nosotros necesito, bueno, quiero estar cerca de ella. Ha sido increíble. No tengo palabras para describir lo que ha sido estar con Violeta. Nunca jamás he sentido con nadie lo que he sentido esta noche con ella. Es como si estuvieramos destinados a estar así, a estar juntos.

Nuestros cuerpos se han amoldado perfectamente el uno al otro y dios, la maravilla que es estar con Violeta. Si besarla fue rozar el cielo con la yema de mis dedos, hacer el amor con ella es el puto infierno de lo muchisimo que la deseo. Porque si, esta noche yo le he hecho el amor que es lo que quería hacerle. Ya se lo he dicho, ella no es mi polvo del verano, ella está muy por encima de eso. Y joder, ahora que la he probado quiero más de ella, ni mucho menos estoy saciado de Violeta.

La puerta del baño se abre y la veo salir con su camiseta de tirantes y sus braguitas de encaje. Mierda, estoy otra vez empalmado. Ella me mira con esa sonrisa tan bonita que tiene que me recuerda a todos los orgasmos que ha tenido esta noche.

- Me encantaría que te quedaras a dormir esta noche -me dice ella haciendo que mi corazón se altere al escuchar su petición- pero supongo que tu madre podría estar preocupada

- No te preocupes por ella. Tenía un plan y le dije que me quedaba en casa de Manu a dormir...así que en teoría, estoy en su casa...

- ¿Así que tenías un plan? -Violeta me mira riéndose y se cruza de brazos

- Bueno, si... -me llevo las manos al pelo y me rasco la cabeza algo avergonzado- tú eras el plan Violeta

- Te ha salido bien entonces

- Supongo que si... -Violeta se acerca a mi y me coge del pelo para seguidamente darme un largo beso que me hace arder por dentro

- Me ha encantado tu plan por cierto -ella se ríe y se da la vuelta para ir hacia la cajonera de su habitación. La abre y coge un sobre- ¿te quedas a dormir entonces?

- ¿Quieres que me quede a dormir?

- Me lo pediste de regalo de cumpleaños -Violeta viene hacia mi y se sienta en mis piernas. La agarro de la cintura y alzo mis ojos para mirar esos preciosos ojos verdes que tan loco me vuelven- pero aparte, me gustaría mucho que te quedaras

- Claro que me quedo a dormir contigo

- Perfecto. Bueno...esto es para ti -Violeta me tiende el sobre que llevaba en sus manos y la veo morderse los labios nerviosa- espero que te guste

Abro el sobre algo emocionado. No me esperaba que ella me regalara nada. Y sea lo que sea, me va a gustar. Saco un par de entradas del sobre y me quedo muy sorprendido. Son dos entradas para el concierto de Vetusta Morla de este sábado.

- Violeta, joder, son entradas para ver a Vetusta Morla

- ¿Te gusta?

- Claro que me gusta, me encanta. Nunca los he visto aunque parezca increíble

- Pues mira, ya puedes ir. Además, son dos entradas, puedes llevar a quien quieras...

- Pues no sé a quien llevar la verdad -me quedo mirándola y me hago el interesante porque sé con quien ir- ¿alguna idea?

- Mientras no sea con Sandra...

- Antes me rapo el pelo que ir con esa a cualquier sitio... ¿vendrás conmigo, verdad?

- ¿Quieres que vaya contigo?

- No quiero ir con nadie que no seas tú -la abrazo con fuerza dejando que ella acaricie mi pelo con mucha ternura

- ¿Es una cita Pau Francisco?

- Si quieres verlo así. Aunque mi idea de primera cita contigo no es esa

- ¿Ah, no? - Violeta me mira riéndose y algo sorprendida por lo que le estoy diciendo

- Yo tenía pensado otra cosa contigo. Algo para hacer que te derritas y caigas en mis brazos

- Ya me tienes en tus brazos idiota -Violeta me da un corto beso en los labios y yo sonrío como un tonto

- El miércoles por la noche, ¿querrás salir conmigo?

- Miraré mi agenda...

- Pues mírala bien, porque pienso ocupar muchas horas de esa agenda

Violeta esboza una sonrisilla y la veo sonrojarse, algo que me encanta. Dejo las entradas a un lado de la cama y llevo mi mano a su mejilla para besarla. Sus labios se sienten frescos y dulces al contacto de los míos. Su boca es muy jugosa y me encanta besarla. Desde aquella vez que la besé en la sala de música no he podido dejar de pensar en ella, en besarla, en abrazarla y si, en acabar juntos en la cama. Casi ni me lo creo que ahora la tengo en mis brazos, con todas las dudas que ha tenido con respecto a nosotros.

- ¿Nos vamos a la cama? -me pregunta ella separándose de mi

- Humm. ¿Sabes la de veces que he querido que me lo preguntaras?

- ¡Tonto! -Violeta me abraza reposando su cabeza en mis hombros. Puedo escuchar como le late el corazón muy deprisa. Se separa de mi y me mira con los ojos muy brillantes- me alegro mucho de que hayas venido esta noche, de que no te hayas rendido por mi Pau, y mira que me lo he merecido

- Violeta, tú mereces la pena cada segundo que estoy a tu lado

💞💞Por la mañana...💞💞

Abro mis ojos y miro la hora en el reloj de la mesita de noche. Son las 7.30. En media hora he quedado con Alberto y Dani para correr. Me doy la vuelta y se me hace dificil tener que salir de aquí cuando veo a la preciosidad de mujer que duerme con una de sus manos en mi estómago. Me permito mirar a Violeta. Se la ve tan relajada y tan tranquila. Le aparto un mechón de pelo de la cara con mucho cuidado. Entreabre los labios y yo sonrío como un bobo. Siento en mi pecho un latido más fuerte de lo normal. Y todo eso me pasa cada vez que la miro. Lo que siento por Violeta no lo había sentido nunca en mi vida por nadie. Le aparto la mano con cuidado para salir de la cama sin despertarla. Violeta abre sus ojos y me sonríe.

- ¿Ya vas a escapar de mi cama Pau?

- Ni mucho menos. He quedado para correr en media hora

- Correr. Ni pagándome iba yo a correr ahora mismo -Violeta se despereza y me mira con esa sonrisa que me mata- ¿me das un besito antes de irte?

-Claro que si mi niña

Me acerco a Violeta y acaricio su mejilla mientras mis labios se posan en los suyos. Quiero darle un corto beso. Un beso de buenos días. Pero es que no puedo. Es que sus labios y ella me piden más. Me piden besarla hasta que me duela la boca. Me piden abrazarla, acariciarla y desear hundirme de nuevo en ella. Me acerco más a ella besando su boca una y otra vez. Se agarra a mi cuello y tira de mi hasta conseguir que me ponga encima de ella. Me separo de Violeta mirandola fijamente a los ojos.

- Vas a hace que llegue tarde Violeta

- No estoy haciendo nada -me mira riéndose poniendo cara de no haber roto un plato. Ahora es ella la que se acerca a mi y me besa haciendo que pierda la cordura y que lo único en lo que piense es en ella y en nada más

- Eres mi perdición preciosa

Violeta me mira. Acaricia mi mejilla y mirar esos ojos es suficiente. Me coloco entre sus piernas sin dejar de besarla. Nos quitamos la ropa interior con prisas. Nos acariciamos ya perdidos el uno en el otro y entro en ella suavemente, tan suavemente que ella se estremece en cuanto lo hago. Nos miramos a los ojos, nos besamos, acariciamos nuestros cuerpos. Me muevo dentro de ella con calma. Me da igual llegar tarde. Me da igual todo cuando se trata de Violeta. La veo morderse los labios y sé que va a hacerlo. Nos miramos y me dejo llevar yo también. Nos corremos los dos juntos y se siente increíble, porque nunca lo había hecho a la vez con nadie. Y joder si ella está siendo todas mis primeras veces. La abrazo muy fuerte y beso sus mejillas y sus labios de fresa.

- Me encantan tus buenos dias Pau

Más tarde...

Por suerte llegué a tiempo de correr con los chicos, aunque tuve que aguantarme el cachondeito de Dani porque decía que tenía cara de haber follado. Algunas veces los tíos somos muy tontos, la verdad. Me he duchado y estoy subiendo a casa de Violeta para mis clases. Si dijera que estoy nervioso mentiría. Es que no sé si después de que me haya ido de su casa, a ella le ha dado tiempo a pensar y ya está arrepentida como a la mañana siguiente de Valencia. Es el miedo que tengo, de perderla otra vez.

Llamo a su timbre con el corazón en un puño y con el estómago algo revuelto. Me abre la puerta y yo ya me muero. Lleva un vestido de rayas que le queda por encima de la rodilla. Se ha recogido el pelo en un moño deshecho y está preciosa. Me sonríe en cuanto me ve y siento algo de alivio al verla mirarme. Paso dentro y ella cierra la puerta. Voy a acercarme para besarla cuando me pone la mano en el pecho parándome. La miro confuso y con miedo.

- Un momento Pau -me dice ella- antes de nada, tenemos que poner unas reglas

- ¿Unas reglas? -le pregunto sin tener idea de que habla

- Si, reglas si, o se nos irá la olla. De 9.30 a 12.30 nos limitaremos a las clases y punto. Ni besos, ni abrazos ni nada. Te recuerdo que en ese horario soy tu profesora y te lo tienes, bueno, nos lo tenemos que tomar en serio. ¿De acuerdo?

- De acuerdo -le respondo poniéndome serio yo también - pero, ¿después podré besarte?

- Si...bueno...depende de lo bien que te portes en las clases. Pero en serio Pau, no quiero que lo nuestro afecte a tus estudios, no me lo perdonaría por nada del mundo

- ¿Has dicho lo nuestro? -le pregunto con una gran sonrisa en la cara mientras me acerco a ella. Violeta retrocede riéndose

- No estás sordo Pau. Venga, pasa que tenemos que aprovechar la mañana

- Lo que usted diga profe

Le guiño un ojo a Violeta y ella rueda sus ojos divertida. Nos vamos al comedor y empezamos a dar las clases. Le hago caso e intento que Violeta no me distraiga. Y lo consigo. Sobre todo porque ella pone tanto interés y explica tan bien las cosas, que no me da ni un respiro para no pensar en otra cosa que no sea en las clases y en estudiar. La mañana se me pasa volando. Cuando llegan las 12.30 damos por terminadas las clases.

- Antes de que se me olvide -le digo levantándome de mi asiento- he quedado esta noche en el parque con Juan, Manu y algunos amigos. Quiero invitarlos a algo por mi cumple. Me gustaría que vinieras

- ¿En plan botellón Pau?

- Bueno... algo así -ella se levanta y me mira divertida. A veces tengo la sensación de que las cosas que hago son de niñato de 18 años y es lo que a ella le echa para atrás

- Vale, será divertido -me dice ella alzando sus hombros.

Violeta se levanta y empieza a recoger la mesa. Me pongo detrás de ella y la abrazo por la cintura. Ella deja lo que hace y me coge de las manos.

- ¿Me vas a dejar ya que te bese Violeta?

- Por supuesto -me contesta ella girándose para mirarme

No termina de hablar cuando mis labios están sobre los de ella. Violeta sabe a magdalena de chocolate que es lo que se ha comido para desayunar. Pone sus brazos en mi cuello y nos besamos enloquecidos. Es un juego de lenguas, saliva y pequeños mordiscos que me hacen gemir de deseo. Bajo mis manos hasta sus caderas y la levanto para ponerla encima de la mesa del comedor.

- He tenido muchas fantasías eróticas contigo y esta mesa -le digo besando su cuello. Siento como se estremece y me agarra del pelo- casi todas las mañanas

- ¿Y qué soñabas?

- Con follarte encima de ella, con o sin libros me daba igual

Violeta suelta un jadeo que callo con mi boca. Mi lengua se mueve buscando la suya, rozándola y acariciándola. Muerdo su labio superior haciendo que ella jadee más alto. Ella lleva su mano hacia mis pantalones y me los va bajando poco a poco. Hago yo lo mismo con sus braguitas. Nos miramos a los ojos. Los suyos son de puro deseo. Deseo por mi, y eso es lo que más loco me vuelve. Me agarro el pene y ella abre las piernas para recibirme. Me hundo en ella haciendo que Violeta se muerda los labios al sentirme en su interior.

- Dios, Pau

Sus piernas se enroscan en mi cintura y sus manos se agarran a mis hombros. Las mías están en su cintura. La embisto deprisa, con fuerza. Ella me clava las uñas en los hombros y me pide, no, me ruega que no pare, y eso es lo que hago. Me aferro a su trasero para atraerla más a mi. Me muevo cada vez más rápido. El roce de nuestras caderas, las caricias de nuestros cuerpos hacen que me pierda más y más en ella. Me acerco a su oído y le pido que se corra porque yo ya no puedo aguantar más. Ella asiente y lleva su boca a mi hombro. Dejo que me bese, que sus dientes me arañen y siento como me corro. Ella hace lo mismo. La abrazo con fuerza sin dejar de moverme dentro de ella. Cuando terminamos, intentamos recuperar la calma. No dejo de abrazarla en todo momento. Me aparto de Violeta y le quito un mechón de pelo de la mejilla. Sus labios hinchados, sus mejillas sonrosadas,

- ¿Siempre va a ser así contigo Pau? -me pregunta ella en un susurro

- ¿Cómo mi niña?

- Cómo si fuera la primera vez que estamos juntos -joder. Sus palabras me hacen temblar de la emoción

- Esa es la idea preciosa. Que sientas que sólo somos tú y yo, que somos uno

Violeta quita sus piernas de mi cintura y me abraza. Puedo sentir su corazón latir desbocado y como respira cada vez con más calma. Su móvil suena en ese momento y ella no hace ademán de separarse. Echo un vistazo para ver quien es.

- Es Lena, Violeta

- Tengo que cogerlo Pau. No hemos hablado desde ayer y bueno...estaba preocupada por mi...

- Cógelo, tranquila

Salgo de dentro de Violeta y me subo los calzoncillos y pantalones. Ella descuelga y pone el manos libre para que la escuche yo también. La miro algo sorprendido.

- No tengo secretos contigo Pau -me dice antes de contestar. Dios, me la como, es que me la como a besos

- Hola Lenita

- Hola perra -le dice la voz de Lena al otro lado del teléfono- ¿Qué hacías?

- ¿Quieres que te diga la verdad? -Violeta se muerde los labios mientras balancea sus pies encima de la mesa

- Pues claro idiota

- Acabo de echar un polvo encima de la mesa del comedor -arqueo una de mis cejas mirando como Violeta sonríe divertida

- ¿Qué? ¿No te da vergüenza? ¡Eres gilipollas! Pero gilipollas. Creí que te gustaba Pau, ¿cómo has podido? -Lena le pega tantas voces que no dudo de que nos deje sordos

- Lena, ¿quieres calmarte? ¿Quién te dice a ti que no ha sido con Pau?

- ¿Qué? ¿Qué te has follado a Pau? ¿Cuando?

- Estoy aquí Lena. Lo estoy escuchando todo -le digo hablando en voz alta. Violeta y yo nos miramos riéndonos y Lena se calla unos buenos segundos

- ¡Iros a la mierda los dos! Y espero por vuestro bien que de verdad hayáis follado...porque ya estoy harta de vuestros dramas y de vuestra puta tensión sexual...

Lena cuelga el teléfono muy enfadada y Violeta no para de reír.

- Luego la llamo -me dice

- A estas alturas seguro que ya está llamando a Manu para contárselo

- ¡Cómo lo sabes!

- Bueno mi niña. Tengo que irme. ¿Nos vemos luego?

- Nos vemos luego -me acerco a Violeta y la vuelvo a besar esta vez con más calma, disfrutando de sus labios y de sus caricias en mi cuello.

Y sólo entonces me doy cuenta de no sé como voy a hacer para que nadie note en mi casa lo que hay entre nosotros. Porque ahora mismo soy tan feliz que no sé como voy a disimularlo. Sobre todo de mi madre que ya sospecha que me gusta una chica.

Aunque mi madre se equivoca un poco. Es algo más que gustar. Estoy loco por ella.

*** Ay, Pau. Podrían clonarte de lo lindo que eres madre mía. ***

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