-¡Damas y caballeros... su maestro de ceremonias Caesar Flickerman! -anuncio una voz gruesa con música de fondo y los aplausos inundaron la sala.
-¡Gracias! -exclamo Caesar levantándose de la silla mientras saludaba al publico con una ligera reverencia- ¡Bienvenidos a los septuagésimo terceros juegos del hambre! Ahora.... en cinco minutos todos los tributos de los que han oído van a estar aquí...
-Perfecta... -exclamo complacido y suspire mirándome en el espejo.
-No me siento perfecta... -replique mirando mi traje- Primero era Helena de Troya... ¿Qué se supone que soy ahora? -pregunte con un suspiro frustrado y Cinna se levanto con una sonrisa tranquila.
-Eres Helena Heavensbee, la futura ganadora de los juegos del hambre... -respondió palmeando mi hombro y sonreí de lado ligeramente- Tu madre fue como el fuego, arraso todo en sus juegos -comento algo melancólico y sonreí de la misma manera.
-Yo no soy como ella Cinna, no tengo esa seguridad -murmure tocando mi collar.
-Tu eres tu Helena, eres fuego y cambias constantemente, eres... como el Fénix.
-¿Alguna vez te han dicho que esto de los discursos se te da bien? -pregunte con diversión y Cinna entorno los ojos sin dejar de sonreír.
-¿Estas lista? -pregunto acercándose a la salida.
-Nací lista, mi amigo -asegure con una sonrisa de lado.
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Estaba en la fila esperando mi turno.
Mia me elogio y golpeo a Circ cuando intento coquetearme.
Ópalo bajo del escenario y mi turno no tardo tanto en llegar ya que era la tercera. Una chica se acerco a mi indicando como subir y me llevo hasta la parte que daba con el escenario.
-Del distrito 2, si damas y caballeros distrito 2 -escuche a Caesar- Ustedes la conocen como Helena de Troya, el mito, la leyenda que todos la amamos... ¡Helena Heavensbee! -grito mi nombre finalmente.
Puse una sonrisa algo narcisista en mi rostro y salí al escenario con el mentón en alto siendo recibida por la gran ronda de aplausos y gritos de emoción llamándome.
-¡Mírenla nada mas! -grito Caesar emocionado en cuanto llegue a su lado y tomo mi mano- Estas hermosa, hermosa...
-Oh, gracias Caesar -respondí con falsa diversión- Tu no te quedas atrás -señale bromeando.
-Eres un encanto linda, siéntate -pidió sentándose y lo imite- Hiciste una gran entrada hace unos días en el desfile de tributos ¿Nos hablarías de eso?
-La verdad no se que podría decir Caesar todo se debe al fabuloso Cinna -alague con una gran y resplandeciente sonrisa señalando al nombrado en el publico y todos aplaudieron- Yo solo puse mi cuerpo y belleza y Cinna se encargo de hacerlo brillar.
-Miren nada mas que modesta -alago y suspire sobrecargada para no mandar todo al diablo- Cuando te vi aparecer... -alargo con dramatismo- Mi corazón se detuvo ¿Alguien mas lo sintió? -pregunto al publico y varios rieron y aplaudieron.
-Debo confesar que el mío también -confesé soltando un suspiro relajado y ellos rieron- Yo solo... espero estar a la altura de Helena de Troya, sabes, ella además de ser hermosa era una gran guerrera. Aunque las personas no se enfocaban en eso y la subestimaban -explique con una sonrisa de lado.
-Esperemos que tus compañeros no cometan el mismo error contigo -comenta con diversión haciéndome sonreír aun mas- Aunque luego de ese 12... -silbo ladeando la cabeza- El primer 12 en 2 décadas eso es algo para cuidarse... ¿Cómo lo lograste?
-Ah... Caesar -alargue señalándolo acusadoramente con una sonrisa divertida- Los secretos mantienen viva la grandeza -alegue haciéndolo reír y al publico.
-Esta bien, háblanos de ti ¿Algún Paris que robe tu corazón como el de Helena de Troya? -pregunto alzando las cejas animadamente y suspire suprimiendo una sonrisa mientras sentía la sangre llegar a mis mejillas- ¿Eso es un si? -pregunto animadamente.
-No... lamentablemente no hay ningún Paris en mi vida... -respondí con una sonrisa no tan fingida y mi mirada se desvió al publico... a esos intensos ojos que iban acompañados de una sonrisa divertida- Al menos no aun -agregue mirándolo fijamente y luego volví mi vista a Caesar.
-Uh, es fuego lo que escucho -alabo aplaudiendo y varias personas lo imitaron- ¿Acaso el posible Paris no es digno de tu amor?
-Oh no, él es muy digno, solo tiene que ganárselo, ¿Sabes lo que digo? -hice una mueca como si fuera un secreto sacándole varias risas.
Solo tengo que fingir que es una muy exagerada charla con Eve y todo esta bien.
-Esta chica es fuego puro damas y caballeros... cuéntanos algo -pidió mas serio y respire profundo asintiendo- La chica que protegiste... ¿Era de tu familia?
-No, de echo... no lo era -respondí volteando a ver a la cámara. Si debía actuar al menos lo usaría para algo bueno- La mayoría en mi distrito me conoce ya que suelo pasar mucho tiempo en los orfanatos, lamentablemente la niña era de uno -explique con tristeza algo exagerada.
>>La conozco desde que era prácticamente una bebé y cuando su nombre salió yo... -sorbí mi nariz para darle mas dramatismo y a este punto la mitad del publico lloraba- Cuando salió su nombre no pude evitar sentir que debía hacer algo ¿Entiendes?
-Completamente, completamente -respondió ofreciéndome un pañuelo y lo acepte.
-Aunque era mi ultima ceremonia de elección no podía dejarla arriesgarse, no cuando yo podría ayudarla... así que me ofrecí -finalice sorbiendo mi nariz de nuevo y secando lagrimas inexistentes de mis ojos.
-Wao... -exclamo suspirando con una mano en su pecho- A todos nos conmovió tanto cuando te vimos ofrecerte en su lugar y a ellas llorando, es obvio que te apreciaban -comento con pesar y el silencio reinaba en el salón-
-Y yo a ellas, es una lastima que algunas personas crean que pueden desechar a sus hijos de esa manera... es horrible -opine sorbiendo mi nariz otra vez.
-Completamente completamente -repitió palmeando mi mano y sonreí con falsa tristeza- Creo que hablo por todos cuando pienso que tu valentía, tu pasión por protegerla me hizo recordar hace años como tu madre, la vencedora de los quincuagésimo novenos juegos hizo lo miso por su hermanita.
Su comentario altero cada fibra de mi cuerpo y sé que mis tíos, la abuela y papá quedaron igual.
Tense mi mandíbula y abrí la boca en busca de mas aire sintiendo como si me fuera a desmayar.
Miro al publico en un intento fallido de localizar a mi padre y en su lugar el dueño de los ojos verde mar me mira confundido, aparto la mirada rápidamente y pongo una sonrisa falsa que se traga Caesar.
-Sí... Mi... mi madre -tartamudeo un poco pero me recompongo- Ella lo hizo por su hermana -sonreí recordando a la Tia Lyme- Es un ejemplo para mi cada día.
-Lamentamos mucho su partida aquí en el capitolio -dijo con pena y sentí la ira que me llenaba
Quería gritar que ellos le hicieron eso, que era su culpa, quería matarlos a todos, pero sobre todo quería salir de aquí y creo que Caesar lo noto.
-Damas y caballeros, del distrito 2... ¡Helena Heavensbee! ¡La leyenda: Helena de Troya! -grito con emoción tomando mi mano y alzándola y de inmediato todos en el publico aplaudieron y celebraron.
. . .
-Helena -llamo Eve en cuanto baje dele escenario y me abrazo-¿Eso fue..
-Lo sé -respondí con una sonrisa débil y tensa.
-Bueno trabajo lindura -aplaudió Brutus llegando junto a nosotras y todos lo miraron mal.
August y papá no estaban, Cinna me miraba con tristeza, como odio esa mirada, Lyme parecía ausente y la abuela tenia los ojos húmedos.
-Fue bueno lo que hiciste... por esos niños -alago Xavier con cierta aura de tristeza que todos compartían- Ahora les pondrán atención.
-Ese era el punto -respondí mirándolo algo ida y él asintió.
-Ven aquí -pidió para abrazarme y solo puede corresponderle a medias.
-Gracias -dije mirándolo a los ojos y sonrió un poco.
-Iremos a ver al niñito para asegurarnos que no lo arruine -informo Brutus de mala gana para rodear el escenario con Esnobaria e Eve siguiéndolo.
-Ve a descansar te veremos en el departamento -despidió Lyme aun seria e ida y asentí con una mueca.
Me despedí de Xavier con cansancio y camine como un zombie hacia el ascensor, en el camino arroje mis tacones a algún lugar desconocido por el dolor en mis pies.
Entre y marque mi piso pero una mano detuvo las puertas justo cuando estaban por terminar de cerrarse.
-¿Ya esta lleno? -pregunto con cuidado y una honesta de lado haciéndome suspirar algo triste.
-Adelante... -respondí señalando el muy vacío ascensor y él entro con tranquilidad colocándose junto a mi- ¿No deberías marcar tu piso? -pregunte jugando con mi collar mientras intentaba recordar mas a mamá.
-Lena...
-Estoy bien -murmure conociendo ese tono- Supongo por tu rostro confundido que no sabias que le paso a mi mamá.
-No, yo... no.
-Ella se suicido cuando yo era niña...hace como 8 años -comente y sentí como me tomaba la mano libre.
-Tu piso... -informo tratando de desviar el tema, yo suspire y marque el piso de la azotea-No tienes que decirme nada que no quieras.
-No la recuerdo mucho de cuando era niña -continúe desahogándome mas por mi que por él y lo escuche suspirar, sentía la nube de dolor en mi pecho y quería escupirla- Pero sé que era amable y cuidadosa, me hacia sentir amada y me daba mucha atención.
-De ahí vino tu lindo ego -bromeo un poco sacándome una ligera sonrisa cuando el timbre del ascensor llamo mi atención.
Tome su mano otra vez y lo impulse a acompañarme, al acomodarme en el borde de la terraza deje caer mi peso hacia suelo y él me siguió poco después.
-Mi padre se suicido cuando me escogieron para los juegos -confeso luego de unos minutos y lo mire sorprendida- Creyó que no ganaría -agrego con una burla triste- Al llegar a casa nadie me recibió, yo estaba... -trago seco y tome su mano derecha entre las mías- Estaba tan feliz de verlo y cuando acabo todo el recibimiento...
Vi las lagrimas acumularse en sus ojos y sin querer ser testigo de como lloraba, recosté mi cabella en su hombro sintiendo sus latidos erráticos.
-Unos agentes de la paz me informaron que murió minutos después de que me fuera del distrito.
-Lo siento mucho Finnick -murmure sintiendo como caían mis propias lagrimas.
-Lo que ellos decidieran hacer... Como lo manejaron -hablo algo entrecortado sorbiendo su nariz- No tenemos que ser iguales a ellos.
-Todos se la pasan repitiéndome lo mucho que les recuerdo a ella y a veces solo quiero...
-Golpearlos -me toma la palabra y rio levemente.
-Odio esto -repetí frustrada y él suspiro.
-Lo sé, yo también lo odio -me removí al recordar lo que papá me dijo, lo que sé sobre Finnick.
Estúpido sistema injusto, a mi no podrían tocarme por mi padre, pero Finn..
Desearía poder ayudarlo.
-Deberíamos de irnos -sorbí mi nariz y limpie mis lagrimas mientras me separaba.
-¿Todo bien? -pregunto confundido imitándome y yo me levante tendiéndole mi mano.
-Solo estoy un poco cansada -ladee la cabeza insistiendo con mi mano y cuando se impulso quedo a centímetros de mi rostro.
-De nada... -comento acercándose un poco mas a mi- Lena -agrego en tono divertido y sonreí un poco mas sabiendo a que se refería.
¿Por que le dije gracias cuando me beso?
Soy idiota.
-Bueno... Finn -comente con la misma diversión haciéndolo alzar una ceja- Tal vez deberíamos irnos, por que no volverá a pasar...
-¿Que cosa? -pregunto frunciendo el ceño con diversión.
Idiota...
-¿Así quieres jugar? -pregunte alzando una ceja sin voltear a verlo- Bien. Aun así no volverá a pasar.
-No sé de que hablas... Lena, no tengo idea -respondió con tranquilidad.
-Claro... -murmure mirando a nuestro alrededor.
¿Por que es tan lindo?
-Debo admitir que ese vestido me tienta mucho y si tu quisieras...
-No -interrumpí sonrojándome y me aleje un paso.
-No soy una de esas capitalinas a las que puedes besar cuando se te antoja -deje claro mientras lo miraba con una ceja alzada.
-¿Estas celosa? -pregunto entrecerrando los ojos con diversión y yo rodé los míos.
-Descansa Finnick -despedí besando su mejilla con calma antes de caminar hacia el ascensor.
-Lo entiendo, Lena -grito haciéndome sonreír y voltear- Y un consejo, no te bajes del pedestal antes o explotaras en pedacitos... -aconsejo burlón, yo di dos pasos al frente y me metí al ascensor mientras el se acercaba.
-Gracias y buenas noches... Finn -despedí con una sonrisa burlona mientras se cerraban las puertas y lo ultimo que vi fue a él mordiendo su labio con diversión.