REAS miró a su hermano, quien simplemente se inclinó y recogió al gato de IA que los esperaba frente a la entrada del apartamento. El otro comenzó a caminar adentro, las luces se encendieron automáticamente mientras él lo hacía.
"¿Qué es?" Preguntó Astrid, notando la mirada de su hermano que casi le hacía un agujero en la espalda.
"¿Por qué le dijiste eso a ese tipo?" Preguntó Reas mientras también entraba. "Eso de ser amigos antes de que él pudiera comer tu comida casera".
Por la forma en que Astrid dijo eso, fue como si estuviera alentando al otro a hacer un esfuerzo para hacerse amigo de él. Si solo quisiera rechazar a ese príncipe, podría haberlo dicho directamente sin mencionar nada de eso. Por eso no pudo evitar pensar que su hermano en realidad estaba pensando en ser amigo de ese idiota.
Astrid bajó a Xiao Lan antes de darse la vuelta y enfrentarse a Reas. Con solo mirar cómo el otro estaba frunciendo el ceño, ya tenía una idea de lo que estaba pensando.
"Relájate, Reas. ¿De verdad crees que alguien que tiene un EQ tan bajo sabría cómo hacerse amigo de alguien?"
"¡Pero aun así-! ¿No usaría eso como una excusa para acercarse a ti?"
"Tal vez. Pero, honestamente, no me importa."
Reas se sorprendió al escuchar esto. "¡Aster! ¿Ese bastardo realmente te dio un poco de sopa de éxtasis por eso estás actuando así ahora?" Dijo con una mezcla de tono frustrado e incrédulo. "¿Podría una simple disculpa realmente cambiar tu opinión tanto?"
"Por supuesto que no. Aunque jugó un papel. Acabo de darme cuenta de algo mientras interactuaba con él antes". Astrid se sentó en el reposabrazos del sofá. "Podría sernos útil".
El pliegue en la frente de Reas se hizo aún más profundo cuando escuchó eso. "¿Qué quieres decir?"
"Por alguna razón, Wulfric me encuentra 'especial', de ahí su impulso de acercarse a mí. Por eso, no haría nada que me molestara. Por eso, no importa cuán antagonista o irrespetuoso seas con él, no reacciona. Si esto hubiera sucedido cuando lo conocimos por primera vez, probablemente ya se habría vuelto loco ", comenzó Astrid. "Con su identidad como el príncipe y el general más joven de nuestro Imperio, ser amigo de él sería beneficioso para nosotros a largo plazo. Él podría ayudarnos en situaciones sobre las que no tenemos ningún control. Como que nuestras identidades reales se exponen accidentalmente . "
Reas se burló. "Eso todavía no tiene ningún sentido. ¡Es como si estuvieras entregando nuestra seguridad a un lunático! Si ese fuera el caso, sería mejor simplemente pedir ayuda a los Grimaldis".
Astrid casi se estremeció ante lo que dijo Reas. Al escucharlo, incluso él sintió que lo que dijo era bastante estúpido. Probablemente porque lo fue. Y estaba claro como un día soleado que solo estaba diciendo esas cosas como excusa.
Fue simplemente porque quería saberlo. Quería ver hasta dónde llegaría Wulfric solo para acercarse a él. Y mientras lo hacía, ¿permanecería como estaba ahora o realmente cambiaría a una mejor versión de sí mismo? ¿Podría alguien como él realmente cambiarse por otra persona? ¿Y esa persona realmente podría ser el mismo Astrid? Estas preguntas, quería saber las respuestas.
¿Fue simple curiosidad? ¿O fue porque el asunto lo involucraba, por eso no pudo evitar sentirse un poco narcisista y querer ver a una persona con el estatus de Wulfric para hacer todo lo posible por complacerlo? De repente quiso reír. No podía creer que en realidad tuviera ese tipo de torcedura extraña.
Pero aunque lo que le dijo a Reas fue principalmente una excusa, todavía creía que algo de eso era cierto. Como que Wulfric no haría nada que lo molestara. O si encontraran un problema, el otro definitivamente haría algo para ayudarlos. Sí, eso es un poco narcisista. Pero su instinto le decía que tenía razón. Y esta intuición suya rara vez se equivocaba en tales cosas.
Con la participación de Wulfric, fácilmente podría borrar por completo cualquier rastro que quedara que conectara a su familia con los Grimaldis.
Aunque las nuevas identidades forjadas por el tío Leigh para sus padres eran casi infalibles, la palabra clave aquí era "casi". Tras una inspección mucho más profunda, uno definitivamente encontraría algunas pistas que podrían conducir a los Grimaldis y a lo que sucedió hace dos décadas.
Astrid levantó la cabeza y suspiró cuando vio la expresión de Reas. Parecía que estaba a punto de golpear a alguien. En momentos como este, ser honesto era lo mejor que podía hacer.
"Tienes razón. Tal vez solo quiero ser su amigo."
"¡Astrid!" Viendo como el otro gritaba su nombre en lugar de su apodo y también lo hacía en un tono de desaprobación, era bastante obvio que no estaba contento con lo que decía. "¿Te estás escuchando ahora mismo? ¿Dónde está tu sensación de peligro? ¡Este es ese príncipe loco del que estamos hablando!"
"Razones, primero, cálmate", dijo Astrid. "Estás haciendo que parezca que estoy perdiendo la cabeza".
"¿Porque tal vez lo eres?"
Por primera vez en mucho tiempo, Astrid de repente sintió la necesidad de abofetear a este hermano suyo. Pero también podía entender su perspectiva y de dónde venía, por eso no estaba haciendo nada de eso.
"Te lo aseguro, estoy muy cuerdo y todas mis facultades están muy intactas también", dijo secamente. "No dije lo que dije porque me estoy volviendo loco. Realmente no podría explicártelo correctamente. Así que, piensa en ello como si yo encontrara un juguete interesante y quisiera jugar con él un poco más. "
Actualmente, esa es la mejor manera en que podía explicar sus sentimientos por Wulfric sin que Reas pensara que había algo más que eso. Porque no lo había y simplemente no quería que su hermano lo malinterpretara.
Pero Reas solo lo miró como si realmente se hubiera vuelto loco. De todas las personas del Imperio, su hermano fue probablemente el único que se atrevió a pensar en ese príncipe como un juguete. Y no solo lo estaba diciendo para hablar mal del otro, realmente lo decía en serio.
"¿Estás… estás realmente bien?"
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(Capítulo ciento cuarenta y seis ^^)