Zayn se había quedado dormido apenas comenzó a conducir en dirección a la residencia Malik. Su pequeño estaba agotado física y mentalmente.
Mientras Liam... Bueno, Liam sentía sus manos temblar de la impotencia que estaba reinando su ser, le advirtió a ese jodido idiota que no se metiera con el moreno, sin embargo, parece que ese chico es un estúpido masoquista; no pensaba en otra cosa más que en el momento en el que rompiera todo su rostro.
Quería matarlo, estaba seguro de eso. No tenía una jodida idea de porque razón ese idiota estaba tan pendiente de Zayn cuando lo conoció hace tan sólo tres días y ya le había provocado dos crisis a su pareja.
¿Pero quién era Josh Devine en realidad? Eso lo averiguaría.
Una vez que llegaron a la casa del menor, no tuvo más remedio que despertarlo.
— ¿Zee? ¿Bebé? — comenzó hablando por lo bajo. — amor mío, ya estamos en casa, despierta. — el menor se movió haciendo una mueca graciosa aún dormido lo que hizo a Payne reír. — vida mía, vamos. Abre esos ojitos preciosos para mí, por favor.
Malik comenzó a parpadear hasta que dejó ver esos hermosos ojos ámbar completamente.
— ¿Li? ¿Ya llegamos? — cuestionó con voz ronca refregando sus ojos luego.
Asintió.
— así es, mí amor, vamos.
Dicho esto, bajó para poder ir a abrir la puerta de su chico y luego extendió su mano para que esté la tomará; así lo hizo.
Cuando se adentraron a la casa, el castaño colocó el bolso de su novio en el perchero y luego lo llevó hasta la sala.
— ¿Quieres que te prepare algo para que comas, bebé? ¿Tienes hambre? — el azabache negó cabizbajo. — ¿Seguro, amor?
— estoy seguro, no quiero comer nada, Li. — hizo una mueca al mirarlo. — ¿Podemos ver una película?
Payne asintió, caminando hacia él y sentándose a un lado suyo en el sofá.
— ¿Quieres hablar de lo que ocurrió, amor? Dime cómo estás, ¿Cómo te sientes?
El moreno agachó la mirada para luego negar.
— No quiero hablar de eso, solo... Quiero ver una película, estoy bien.
— mí amor-...
— Por favor. — lo observó con sus ojitos llorosos y el mayor no pudo hacer nada más que hacer lo que su pequeño le pedía.
Tomó el control del televisor pero antes de prenderla, el azabache lo interrumpió.
— en mí habitación.
— de acuerdo, vida mía, vamos entonces.
Malik se levantó y caminó delante del castaño, una vez en la habitación, llegó a su cama corriendo y se metió debajo de las frazadas, Payne le sonrió y lo arropó mejor.
— ¿Que quieres ver, amor?
— elige tu, Li. — dijo viendo cualquier otro lugar menos a su pareja.
Liam se encargó de buscar una película para disfrutar y luego de encontrarla, se recostó a un lado del moreno.
La habitación se encontraba en silencio por su parte, solo se oía el sonido del televisor a treinta.
No había algo que pudiera decirle al menor que este no contestará con monosílabos.
Zayn estaba cerrandose a él.
— ¿Liam? — habló después de largos minutos.
El ojimiel volteó a verlo y puso toda su atención en él.
— ¿Si, amor mío?
— ¿Puedo preguntarte algo?
— Por supuesto que puedes, mí amor.
El azabache se sentó y juntó sus manos.
— ¿Por qué quisiste ser mí novio? — cuestionó cabizbajo. — ¿Por qué estás conmigo?
Las castañas cejas se fruncieron mientras tragaba saliva.
— ¿Por qué me haces estás preguntas, bebé?
— respóndeme. Por favor, Liam.
— Porque te amo, Zayn. — dijo simple. — estoy contigo porque te amo.
— No. — negó. — t-tu me pediste esto... P-Porque yo lo quería. — dijo con dificultad. — y-yo insistí en esto. Tú solo... Solo me complaciste, Liam.
Una punzada de dolor golpeó su pecho al escuchar aquellas palabras salir de los labios de su novio.
— ¿De que estás hablando, Zayn? ¿Por qué piensas eso? Yo pedí ser tu novio porque me enamoré de ti, porque te amé y porque te amo. ¿Acaso no me crees?
— Liam. — levantó la mirada para conectar sus orbes con los contrarios. — fui yo el que dijo que quería ser tu novio, luego ocurrió el problema con papá y por eso estuviste conmigo. Pero lo cierto es que tú nunca hubieras estado conmigo de no ser porque yo lo pedí. ¿L-Lo entiendes? Te obligué a hacerlo.
Negó levantándose de la cama y pasando sus manos por su rostro.
— No fue así, Zayn. No lo fue, yo te-...
— ¡No, no entiendes! ¡Tú solo estás conmigo por lástima, Liam! ¡Porque no tenías idea de cómo decirle a un autista que no querías ser su pareja! — espetó con enojo y dolor mientras un sollozo escapaba después de esas palabras. — ¡No querías lastimarme y por eso te quedaste conmigo, Liam! No quería entenderlo, no quería admitirlo. Pero esa es la verdad...
Para ese momento, el castaño también estaba sollozando, Zayn estaba lastimandolo, estaba hiriendolo, el no quería que su novio pensará esas cosas.
— No, no es así. Yo te amé y me enamoré de ti, por esa razón quise ser tu novio. — dijo sorbiendo su nariz y rodeando la cama para sentarse a su lado. — Nunca me obligaste a nada, bebé. Jamás, ¿Por qué estás pensando en eso? ¿Que te dijo ese imbécil para pensar en algo así, eh? — cuestionó apretando sus manos en puños.
— N-No importa lo que él me haya dicho... Solo dijo L-Lo que quería omitirme a mí mismo. — barrió sus lágrimas con sus dorsos. — Liam...
— No, no digas más nada, Zayn. No quiero que vuelvas a pensar en esto. — tomó las manos del menor y las besó. — estoy contigo porque te amo, ¿Entiendes eso? Te amo, mí amor.
— yo te amo a ti, Liam... — sollozó. — pero Josh se equivocó, tu no me ataste a nada jamás, yo lo hice. Yo te até a mí. Y es por eso que a-ahora... Debo soltarte. — terminó de decir para luego separar sus manos de las del castaño.
— No, Zayn... No digas eso, bebé. — suplicó tratando de detener el horrible llanto que amenazaba con liberarse.
— tu nunca vas a dejarme, porque no me quieres lastimar, nunca quisiste hacerlo, siempre pensaste en mí primero. Es mí turno de pensar primero en ti, Liam.
— Zayn-...
— quiero que te vayas, por favor. — musitó bajando su mirada.
— No me hagas esto, no me pidas que me aleje de ti porque no lo voy a hacer. — espetó dolido pero sin moverse de su lugar. — ¿Recuerdas esto? — dijo mostrando su muñeca, en donde el brazalete que el moreno le regalo para su cumpleaños con una importante promesa, se hallaba. — dijiste que esto representaba tu amor eterno hacia mí. — le recordó. — y yo te di el mío. ¿Y esto? — mostró su anillo en su dedo anular. — representa nuestro compromiso, nuestra unión, para siempre. — Malik comenzó a sollozar nuevamente. — me comprometí a amarte hasta mí último día de vida, Zayn. Yo no voy a dejarte, no voy a alejarme de ti. — estaba llorando, las lágrimas nublaban su vista y no le importaba, no le importaba nada más.
— s-solo quiero h-hacer lo correcto por ti.
— Pues dejarme no será lo correcto para mí, Zayn. — dijo sintiendo el nudo hacer trizas su garganta. — No me digas que quieres dejarme solo para hacerme bien a mí porque no lo es. — negó limpiando con brusquedad sus lágrimas. — Pude dejarte antes, pude hacerlo. — musitó haciendo que el moreno lo viese con dolor. — ¿pero sabes que? No lo hice, porque yo te amo, porque estoy enamorado de ti y porque se que no hay otra persona en el jodido mundo que pudiera hacerme sentir tan feliz como tú lo haces.
— Liam-...
— ¿Quieres dejarme? Hazlo porque tú lo quieras así, hazlo cuando ya no sientas amor por ti, cuando ya no me ames más. — se levantó de su lugar. — si es esto lo que tú quieres en verdad, entonces dímelo ahora, Zayn.
Negó.
— Liam, yo-...
antes de poder decir algo más, la puerta de su habitación se abrió.
— ¡Amor, ya lle-... — Trisha se cortó en el momento en que vio la escena frente a sus ojos. — ¿Que está ocurriendo?
Payne observó a la mujer y luego al moreno nuevamente.
— es mejor que me vaya, solo piénsalo, ¿Esta bien? — refutó sintiendo que su pecho estaba ardiendo por el dolor.
No le dió tiempo a Zayn, ni siquiera a Trisha de decir algo cuando salió de la habitación y seguidamente bajo corriendo las escaleras para después salir de la casa y apresurarse a subir a su auto, arrancando lo más rápido posible hacia su casa.
(...)
El moreno se quedó sentando en la misma posición viendo hacia la puerta por donde su Liam se había ido.
— Cariño, ¿Que ocurrió? — preguntó su madre afligida, viendo a su pequeño hijo llorar sin consuelo.
— ¿P-Puedes llamar a Harry, por favor, mamá?
Trisha asintió tomando su teléfono y marcando al número del rizado.
— ¿Te sientes bien, mí amor?
— No.