*El tiempo se volvió relativo en mi mente, para mí solo contaban las personas que podía salvar a diario, el escuchar solo un ligero 'gracias' de una entre sesenta personas me era suficiente, la comida se volvía innecesaria o más claramente, olvidé el tener que ir a comer diario, ir al baño y tomar una ducha se volvió tan escaso como pensar en volver al U.A, aquella tarde estaba peleando contra un villano, no era excesivamente fuerte ni nada parecido, le di una paliza que lo dejó demasiado aturdido como para que se levantará, su quirk podía hacer que el concreto se moldeara a su preferencia, antes de caer inconsciente me lanzó por el edificio, mi cuerpo estaba tan mal cuidado que ese ligero golpe fue suficiente para hacerme perder la conciencia, para mi mala suerte, yo estaba solo, caí desde un 5to piso inconsciente, mi quirk apenas pudo evitar algo del daño, lo último que supe de aquella noche fue que él estaba cuidando de mi*
*Un dolor de cabeza llegó a mi de manera tan intensa que me obligó a abrir los ojos, la habitación donde me encontraba era pequeña, tenía varios juguetes de varios distintos héroes, tenía una computadora en aquella habitación y no tenía ventana*
- Mi cuerpo *poco podía moverme, de manera ligera pude levantar mi cabeza, no traía más ropa que solo mi ropa interior, varias vendas rodeaban mi cuerpo y la sensibilidad en este estaba casi completamente fuera de mi dominio* esto no parece nada bueno.
*Varios minutos pasaron antes que alguien llegará a la habitación, un anciano de muy avanzada edad, o eso demostraba su rostro ya que su cuerpo permanecia muy firme*
- Así que despertaste, vaya que la pasaste mal no chico *su confianza conmigo era algo inexplicable, pero parecía una persona de fiar*
- No creo que haya sido para tanto, ¿donde estoy? *era incómodo no saber donde me encontraba, mi cuerpo me pedía descansar más pero mis pensamientos me exigían seguir donde lo había dejado, utilice la inercia para rotar mi cuerpo y me impulse con mi propio peso en aquella cama para quedar sentado, estaba excesivamente agotado*
- Estas en mi departamento, esta es la habitación de mi hijo... Recuestate un rato más, lo necesitas *Intente evitar que el me tocará pero fue casi imposible, un ligero toque de el me hizo caer en la cama*
- ¿Qué me paso?.
- Eso no lo sé, te encontré tirado en la entrada de mi trabajo, estabas inconsciente y con el cuerpo hecho un desastre, sangrabas tanto que creí tendría que cabar una tumba
- ¿Porqué me salvaste?.
- Te veías como un niño que ha tenido una gran dosis de vida y realidad, eso fue suficiente para que este viejo cuerpo deseara ayudarte, aunque me saliste caro *aquel señor empezó a lavar vendajes y a cambiarme los que ya tenia* tus tendones están en su límite, tienes el cuerpo tan entumecido que apenas podrías gatear, solo e visto esto en jugadores olímpicos y no pareces uno de esos. Esto suele pasar cuando la adrenalina crea hipertrofia y está se acaba, pero esto está muy fuera de lo que conocí.
- Necesito seguir, debo terminar con esto.
- No te moverás en mucho tiempo, así que, ¿qué te parece si me cuentas un poco más de eso que debes terminar?.
*Por un segundo dudé si le debería contarle, hasta que la pregunta perfecta llego a mi*
- Si te lo dijera tu vida estaría en un peligro inexplicable y pocos podrían protegerte, no creo que sea la mejor opción para ti *sólo quería una razón para evitar aquella conversación*
- No me molesta, cuando eres anciano como yo, solo esperas el momento de morir, piensas en ¿cómo hacerlo? , ¿quién te extrañará? , ¿porqué lo hará? , ¿serás recordado? , ancio la muerte chico pero no soy tan idiota como para caminar a ella. Pero si veo a un chico con una existencia nefasta, una crisis mental muy excesiva y una estabilidad frágil, soy el responsable de ayudarlo.
*Cada una de sus palabras me respondieron preguntas planeadas, no tenía nada para evitar lo que él quería saber, así que simplemente le conté, no pensé claramente al hacerlo, le conté de manera específica todo, él tomó mi mano mientras yo le conté cada cosa, mi quirk, mi vida, mis acciones y mis responsabilidades, todo salió como si yo fuera un libro abierto, las horas pasaron y yo terminé de decir los últimos detalles de todo, hasta que ese hombre me sorprendió una vez más con una sorpresa*
- Has pasado por mucho, tal vez te preguntas ¿porqué le conté todo?, es mi quirk, Revelación, libera la carga emocional de las personas con las palabras dejándolos ver su realidad.
- Aque te refieres con "su realidad", hasta donde yo se existe una sola realidad.
- Las personas tienen puntos de vista diferentes de cómo es la realidad, dime, ¿cual es tu realidad?.
- Creo. Que se limita a un deseo, desearía poder ver el futuro y que en este haya paz y un mundo seguro.
- Aquí es donde tus deseos caen, hablas del mundo pero solo proteges Japón, hay villanos en todo el mundo, 193 países, miles de ciudades en cada uno de estos, 7 mil millones de habitantes. Tu deseo es algo imposible de obtener, o al menos así es estando sólo, no existe ninguna posibilidad de que tu puedas salvarlos a todos *llegados a este punto lo inútil que me sentía fue algo impresionante, tantas personas que no serán salvadas, como podría yo protegerlos a todos, ¿mis esfuerzos son inútiles?* Aún con todo eso puedes seguir esforzandote, pero antes de salvar a alguien debes salvarte a ti mismo, mi quirk no sólo libera la tensión de tu cuerpo, también me deja saber cuál es tu estado, estrés, tienes demasiado estrés acumulado, no te pido que dejes de ser un héroe solo que sobrevivas para seguir siendo uno.
- Estoy bien, no tengo problemas con vivir de esta manera, mientras esté vivo todo esta bien.
- Ese es el problema niño, estar vivo no es igual a vivir, tienes la oportunidad de equivocarte, de perder, ganar, perdonar y ser perdonado, no quiero sonar como un religioso ni nada parecido, solo no quiero saber que alguien tan joven viva tan arraigado con una misión.
- Tu que sabrás, no tengo muchas opciones, volver con mis compañeros no es una buena opción y estar acompañado es una opción mala para cualquiera.
- Permiteme ayudarte, no tengo nada que perder pero si mucho para dar, solo hasta que tu cuerpo y mente aprendan a mantener algo de paz.
*Desde aquel momento acepte su ayuda, me permitió ser héroe pero las dudas seguían invadiendo mi mente, viaje por todo el país y al extranjero buscando alguna solución poniendo en peligro hasta mi propia cordura, no me aleje tanto como para perder el control de proteger él país que me vio crecer, siempre volvía con aquel señor, siempre me brindaba ayuda, hasta que un día una charla con el hizo que me quedara con él*
- ¿Qué te hizo crear esa forma de pensar?, digo, el no tener miedo a morir *no pude evitar hacer aquella pregunta esa noche, estábamos comiendo juntos como ya era normal*
- Jaja, ya esperaba esa pregunta Izuku, bueno, como decirlo, yo alguna vez fui un villano, no uno tan grande como para ser conocido, apenas llegaba de Europa con mi esposa y mi segundo hijo, tuve varios problemas legales y las deudas empezaron a llegar a mi, mi hijo mayor se había quedado en Europa y le dejé una buena cantidad de dinero, como podrás esperar de una persona con deuda y familia la quiebra fue más que inevitable, robe una casa de empeño, fue rápido y sin lastimar a nadie, no imaginarás cuanto dinero puede llegar a tener un lugar de esos, le deje todo el Dinero en una cuenta de banco a mi esposa y como era de esperarse para un novato me atraparon al poco tiempo, mi hijo menor apenas tenía cuatro años, mi esposa le dijo a mi hijo que su padre había muerto, lo acepte sin problemas ya que me lo había ganado, mi hijo mayor solo se quedó callado, mi esposa se mudo y olvidó mi existencia, estaba más que apegado a haber muerto que vivir con vergüenza y arrepentimiento, lo más estúpido que he hecho, cuando salí de prisión conseguí trabajo y al poco tiempo supe de la vida de mi familia, estaban en la ciudad de Jaku, lo último que supe de mi esposa y mi hijo fue que algo parecido a un titan los aplastó al igual que casi toda la ciudad. Mi descaro no tuvo límite, escribí un mensaje a mi hijo mayor buscando consuelo y solo recibí una frase que jamás olvidaré.
*Él parecía muy ensimismado pero no pude evitar preguntarle aquello que me dejó con intriga*
- ¿Qué te respondió?.
- *Tardo unos segundos pero me respondió con calma* Aquél que no tenga algo por lo que morir no debería vivir.