Yibo casi alzó a Xiao Zhan y en el proceso le quitó la chaqueta que llevaba puesta dejando su vientre expuesto. Empujó al Omega, quién lo estaba besando de regreso con hambre y desesperación, gimiendo de deseo y toqueteándose todos los rincones posibles. Pronto Yibo empujó a Xiao Zhan en una de las puertas de los cubículos que se abrió de inmediato. En cuestión de segundos, Xiao Zhan estaba dentro del cubículo con Yibo, apoyado sobre la puerta de madera y envolviendo sus piernas en la espalda del Alfa.
—Xiao Zhan, bebé...tengo que...de esta manera.... —Yibo intentó decir, aunque no fue muy claro ya que estaba jadeando y anticipando lo que vendría. Sin embargo, Xiao Zhan entendió.
—Apúrate.
Bajó sus piernas al suelo una vez más y a la velocidad de la luz y una habilidad increíble, se desabrochó la correa y la cremallera de los pantalones de cuero, bajándoselos lo cual fue un poco difícil ya que los pantalones eran muy pegados. También el hecho de que Yibo tenía una mano sujeta en su cuello mientras chupaba su piel con intensidad, algo que no lo concentraba.
—Hmmm, amo a que sabes...podría tener un orgasmo ahora mismo ¿sabes? —Yibo murmuró sus pensamientos en voz alta.
Tan pronto como los pantalones de Xiao Zhan ya estaban abajo, Yibo lo alzó una vez más capturando la boca caliente de Xiao Zhan con la suya, simplemente no podía resistirse un minuto más y dejó que su lengua saboreara cada rincón de la boca del pelinegro, sus dientes, su paladar. Sabía a cereza, el ponche que la escuela había servido y a vainilla por el brillo de labios que ya se había desvanecido. Aunque el sabor aún seguía ahí, haciendo que el beso fuera dulce y adictivo.
Xiao Zhan envolvió sus piernas en las caderas de Yibo, y este sujetaba con fuerza el trasero de Xiao Zhan. El ir y venir del abdomen de Yibo estaba creando una fricción dolorosa en la entrepierna de Xiao Zhan, un placer casi irresistible haciendo que el pelinegro pronto perdiera la cordura.
Sus dedos trabajando al mismo ritmo, Xiao Zhan le quitó los pantalones piratas a Yibo junto con sus boxers, dejando expuesto su rojo y doloroso pene. Se mordió el labio.
—Espera. Bájame. —Dijo.
— ¿Q-Qué? —Yibo preguntó confundido sin aliento. La verdad es que no quería dejar de agarrar el trasero de Xiao Zhan, que ahora desaparecía de sus manos.
—No te preocupes —Xiao Zhan sonrió de lado —Tengo algo planeado.
Eventualmente sus piernas tocaron el suelo una vez más y Xiao Zhan inmediatamente cayó en sus rodillas, presionando su nariz en la longitud erecta de Yibo.
Yibo gimió alto al darse cuenta de lo que sucedería y Xiao Zhan sintió la piel de gallina en todo su cuerpo.
—No tienes que hacerlo si no quieres...—Yibo le dijo, claramente deseando con todo su ser que Xiao Zhan no tomara la oferta tan en serio.
—Créeme, lo quiero. Dios, esto luce tan bueno, tan solo imaginarlo tenerlo en mi boca...mierda.
Yibo sintió una pulsación en su ingle al escuchar las palabras, sintiéndose terriblemente excitado de lo que Xiao Zhan decía.
—Todo tuyo —Yibo ofreció como respuesta.
—Ya es mío —El pelinegro sonrió desde su posición.
Ninguno lo había hecho antes. Siempre había sido besos y puro sexo. Nunca esto y Xiao Zhan tenía que admitir que estaba curioso de cómo hacerlo con Yibo en vez de...sí, con Li Chen, lo cual siempre había sido humillante porque el chico agarraba su cabeza y le penetraba la garganta a morir. Xiao Zhan se estremeció al pensamiento, así que intento olvidarse de eso lo mejor posible y enfocarse en el momento: El pene que estaba muriendo por saborear, por ejemplo.
¿Cómo se sentiría tener el control en esto? Xiao Zhan quería tener el control esta vez. Quería que Yibo le rogara y dijera que solo a él follaría. Además de tener más afecto.
Dejando que su aliento caliente llegara al hinchado pene erecto de Yibo, acercó su boca peligrosamente, sus labios rozando las venas sobresalientes que decoraban el pene erecto, Xiao Zhan casi podía sentir los latidos del corazón de Yibo.
En la punta presionó un delicado beso haciendo que la respiración de Yibo se vuelva pesada e inestable y Xiao Zhan amaba como hacía pequeños gemidos al toque. Amaba el efecto que tenía en el Alfa, quien estaba a punto de caerse si no fuera que estaba apoyado contra la pared. Estaba jadeando alto y desesperadamente.
Sintiéndose listo para tomarlo todo, lentamente lamió los bordes y rodeo alrededor con su boca mojada y caliente, inmediatamente succionando, lo cual pensó, se debía sentir realmente bien. Hizo una nota mental de pedirle esto de regreso a Yibo en algún momento. Aunque quizá Yibo no estaba listo para eso todavía.
Pronto sintió la mano de Yibo en su cabello y el frío sentimiento corrió por toda su espalda, sin embargo, Yibo no hizo lo que pensó iba hacer. En su lugar, solo masajeó suavemente al cuero cabelludo de Xiao Zhan y jugueteó con su cabello que estaba tieso por la laca, pero aún se sentía un poco suave. Xiao Zhan ronroneó ante el toque, amando la suave palma de la mano de Yibo, solo para decirle que tan bueno era.
Yibo acarició su mejilla y después su cuello, su pulgar haciendo círculos perezosos justo debajo de la oreja de Xiao Zhan y eso, Xiao Zhan pensó, lo hacía sentir más cerca de Yibo más que hacerle una mamada.
Xiao Zhan vio el vientre de Yibo ir arriba y abajo rápidamente y sabía que lo estaba disfrutando.
Momento de intentar algo nuevo. Xiao Zhan pensó, sintiéndose muy atrevido esa noche.
Dejó que su lengua se deslizara fuera de su boca y presionara contra la punta de la ingle de Yibo, empujando el piercing de su lengua sobre la carne cruda. Yibo soltó un gemido alto de su garganta y su cuerpo dio un pequeño espasmo, un escalofrío que recorrió desde la punta de su cabeza hasta los pies.
Xiao Zhan sonrió como un niño pequeño quién acaba de descubrir cómo obtener un dulce sin ser visto y comenzó a mover su cabeza a un ritmo rápido volviendo a Yibo más y más loco. No podía pensar en nada, excepto la salada, pero completamente adictiva esencia del líquido pre seminal de Yibo llenando su boca y los gemidos de ánimo viniendo de él.
—Xiao Zhan...—gimió —Xiao Zhan ¡Maldición!...ah...eso es...mierda, l-lo haces tan bien, voy a...uh...
— ¡No! —Xiao Zhan protestó —Todavía no, aguanta un poco más.
Chupando el pene de Yibo como si fuera una paleta, lo cual sabía mejor de lo esperado, se puso de pie una vez más y lamió a lo largo de la manzana de Adam de Yibo con la punta de su lengua.
Retrocedió unos pasos hasta chocar contra la pared, sus ojos invitando a Yibo que lo siguiera. Sabía que lucía totalmente atractivo y bueno, francamente obsceno, pero eso lo prendía más —Fóllame, Yibo —Dijo sin rodeos, no le importó. Su cuerpo quemaba de deseo y la única cosa que necesitaba ahora mismo era que Yibo estuviera dentro de él, alrededor de él, sobre él, contra él. —Hazlo fuerte. Lo digo en serio, fóllame con todo lo que tengas Alfa.
Yibo se quedó ahí de pie, respirando pesadamente y obviamente incapaz de controlar la situación. Su cabeza entera estaba borrosa, como si estuviera bajo la influencia de algo o drogado. Solo podía oír las palabras de Xiao Zhan y silenciosamente dejó que las fantasías en su cabeza jugaran en frente de sus ojos.
—Ahora, Yibo —Xiao Zhan ordenó, también jadeando por la tensión en el denso ambiente.
—Santo cielo, luces como una jodida estrella porno —Yibo dijo con franqueza.
—Bueno, entonces no me decepciones. —Xiao Zhan respondió con una mueca en su rostro —Impresióname.
A eso, Yibo dio un paso hacia adelante y lo que hizo inmediatamente fue presionarse contra el sudoroso y pálido cuerpo del pelinegro y lo miró de pies a cabeza. Alzó a Xiao Zhan por cuarta vez esa noche, empujándolo contra la pared y dejar que sus dedos recorrieran su parte trasera.
—Coloca tres, ahora —Xiao Zhan susurró en su oído.
La puerta del cuarto de baño se abrió, pero ninguno se echó hacia atrás. Se quedaron mirando fijamente, la boca de Xiao Zhan abierta contra la de Yibo, aunque no se estaban tocando, sentían la respiración del otro en sus gargantas. Estaban callados a la vez que Yibo empujó su dedo dentro de Xiao Zhan, lentamente ingresando otro más en el área mojada de la entrada de Xiao Zhan. Sosteniéndose el uno al otro, yendo más profundo y fuerte, escucharon como la persona desconocida que había entrado al baño, estaba lavando sus manos.
Permanecieron callados.
—No te detengas...—La voz rasposa de Xiao Zhan susurró, rogando y demandando al mismo tiempo —Solo...ah...hazlo, hazlo.
Después de posicionar su duro pene y ver el rostro de Xiao Zhan para la confirmación, le tomó un elegante momento a Yibo mover su cadera para que la punta ingresara en la entrada de Xiao Zhan y este sintiera la primera- e increíble- sensación anticipada de intrusión dentro de su cuerpo. Ambos exhalaron al mismo momento y los ojos de Yibo se cerraron inmediatamente. Casi colapsaron, de hecho, así hubiera sido si no fuera por el hecho de que era importante estar de pie para continuar.
Oh, Yibo cómo extrañaba su cama en ese momento.
Xiao Zhan gimió en un sonido ahogado, casi desesperado bajo un completo éxtasis. Ni siquiera sintió dolor estaba totalmente húmedo, era todo puramente mágico. ¿Ves? Eso era la cosa con Yibo. El chico tomaba cada esencia de su mente, cada consciencia, excepto la atención por sí mismo. Estaba dejado sin control de sí mismo.
Yibo empujó con fuerza y como reflejo Xiao Zhan apretó, haciendo que Yibo gimiera alto y Xiao Zhan comenzara a ver estrellas.
—Dios, luces tan bien...—La voz de Yibo vino grave y casi inaudible —Puedo sentir todo de ti...en todos lados. Esto es tan bueno...ah...
Xiao Zhan sonrió a la divagación de Yibo, sintiéndose altamente orgulloso de sí mismo. Sabía que Yibo no quería estar en ningún otro lado excepto cerca de él en ese momento. Encajaban perfectamente. El pene de Yibo nunca debería estar en otro lugar excepto en la boca, manos o trasero de Xiao Zhan.
Xiao Zhan casi chilló al sentir el calor llenando sus adentro hasta su estómago, casi insoportable. Arqueó su espalda, sin saber qué hacer con su cuerpo. Lo estaba sofocando, ese sentimiento, haciendo que su cabeza de vueltas y la vista se borre. Rechinó los dientes y suspiró una vez más, pequeños gemidos tras gemidos escapando de sus labios mientras Yibo lo embestía adentro y afuera, una y otra vez, más y más fuerte y rápido. Era como tener un tornado a su alrededor.
Yibo estaba moviendo sus caderas, cada embestida casi partiendo el cuerpo de Xiao Zhan, cuidadosamente tocando los lugares precisos dentro de él, más placentero que doloroso.
De pronto, Xiao Zhan sintió la mano libre de Yibo envolviéndose en su dolorosa erección haciendo que el corazón de Xiao Zhan estuviera a punto de estallar, al igual que todas las venas que contenía su cuerpo.
Yibo no estaba frotándolo, jalándolo o apretándolo, solo dejaba que las yemas de sus dedos rozaran gentilmente la piel hinchada y eso creaba pesados choques eléctricos en todo el cuerpo de Xiao Zhan, haciéndolo querer llorar de desesperación.
El Alfa dejaba besos mojados en todo el rostro del Omega susurrando —No puedo creer lo maravilloso que eres...
—Ahhh...—Xiao Zhan gimió, más alto esta vez, necesitando soltar algo de presión. Tanto como ambas partes de su área sensible estaban siendo simuladas de tal manera intensa, el tornado comenzaba a saturarse —Más...—rogó, necesitando correrse con ansias —Por favor, dios...más fuerte, Yibo ¡Más fuerte!
Yibo puso todas sus fuerzas en las siguientes par de embestidas, llenando a Xiao Zhan hasta las entrañas y haciendo que el pelinegro estuviera a punto de explotar.
Era solo cuestión de segundos ahora antes de que sintiera la sensación de explosión canalizado. Xiao Zhan respiró pesadamente, apenas capaz de moverse por todo lo que recorría su cuerpo. Ambos mirando hacia abajo, Xiao Zhan mordiéndose el labio seco al notar lo sexy y aturdido que lucía todo esto, sus cuerpos presionados juntos.
Otro gemido alto llenó el espacio entre ellos y sin aviso, Yibo eyaculó. Todo fluyó a través de Xiao Zhan, yendo profundamente y calentándolo por dentro de una manera que se sentía como el orgasmo de Yibo, no era solo de Yibo sino que era propio del cuerpo de Xiao Zhan, haciéndolo estremecer una vez más.
Xiao Zhan sonrió. Incluso desde el inicio, había estado fascinado por los sentimientos que podía darle a Yibo. Nunca había pensado que sería capaz de hacerlo y Yibo parecía reaccionar sobre él de una manera muy fuerte, prácticamente causándole placer a Xiao Zhan.
No hubo tiempo para que ambos pudieran recuperar el aliento, porque de pronto las puertas de baño se abrieron otra vez y varias voces ingresaron. Xiao Zhan se congeló. Oyó a Wen Xao y Xue Yang.
Mierda. Mierda. Ambos aún estaban en los brazos del otro y Xiao Zhan podía sentir sus vientres presionarse fuertemente contra el otro a la vez que no podían controlar su propia respiración. Estaban tan callados como unos ratones, ni siquiera se atrevieron a pestañar. Especialmente Yibo.
Tenía el miedo en sus ojos y no parecía ser capaz de mover ningún músculo y Xiao Zhan estaba en shock para poder sentirse mal al respecto.
Solo estaba pensando en cómo Yibo estaba empezando a lucir alarmadamente rojo cuando de pronto tosió. Xiao Zhan no pudo hacer nada más que abrir la boca en shock. Yibo había tosido.
Xiao Zhan desesperadamente esperó que ellos siguieran hablando, quizá estaban tan metidos en su conversación que no los notarían. Pero pronto estuvieron todos callados y Xiao Zhan sabía que iba a suceder.
— ¿Yibo?
Yibo parecía perdido para responderles. Xiao Zhan dudó, casi y se atrevía a responder. Después de cinco segundos ellos llamaron su nombre otra vez y Xiao Zhan le dio un pequeño empujón a Yibo, diciéndole con la mirada que respondiera. Si salían de esto vivos, tenían que actuar normal e inteligentemente.
— ¿Sí? —Dijo débilmente, con la voz rasposa y grave. Miró a Xiao Zhan sin ninguna pista de expresión que gritaba no saber qué hacer o que se suponía que debía.
— ¿Qué sucede, hombre? Suenas un poco...extraño.
—No, yo solo...no me siento muy bien —Yibo respondió rápidamente.
—Oh, de acuerdo. ¿Estarás bien?
—Sí, estaré bien... estaré fuera en unos minutos.
—Muy bien, te esperaremos.
Ambos cerraron sus ojos y rodaron su cabeza de frustración.
Xiao Zhan entonces se dio cuenta que era muy afortunado de que Yibo no lo haya bajado todavía, de lo contrario hubieran visto los pies de Xiao Zhan.
Tenían que hacer algo.
Empezó a moverse y le dijo a Yibo que lo bajara, inmediatamente colocó sus pies en el inodoro, lo más cuidadoso posible y Yibo soltó su agarre lentamente.
Xiao Zhan señaló el trasero de Yibo y lego el espacio entre sus pies, diciéndole a Yibo que tenía que sentarse.
Yibo le dirigió una mirada interrogante y el pelinegro lo observó de vuelta estrechando la mirada, así que Yibo solo hizo lo dicho, quedándose ahí sentado como un torpe.
De pronto sintió un pequeño golpe en la parte trasera de su cabeza, se giró rápidamente, su rostro sorprendido y su mano automáticamente voló hacia su nuca. Xiao Zhan se dio unos golpecitos en la cien, insinuando que Yibo era realmente torpe y que debía moverse en algún punto, un poco mareado, entendió la pista, finalmente entendiendo el plan de Xiao Zhan y comenzó a vestirse. Cuando ya estaba listo, se levantó de nuevo y jaló la llave del inodoro, Xiao Zhan se puso de pie, recto en el borde del asiento del inodoro, así no arriesgaría que las agujetas de sus botas se mojaran.
Cuando el agua del inodoro dejó de sonar, Xiao Zhan fue a pararse a un lado del asiento así Yibo podría abrir la puerta sin ser visto a menos que la puerta fuera completamente abierta.
Ahora solo esperaba que ninguno de ellos se le ocurriese entrar a ese cubículo del baño por alguna razón.
Tanto como Yibo le quitó el seguro a la puerta, Xiao Zhan rápidamente lo jaló un poco del cuello de su camiseta sonriendo y dejando un beso en los labios del Alfa. Yibo sonrió de regreso, agarrando el rostro de Xiao Zhan en sus manos por unos segundos, antes de girarse y abrir la puerta cuidadosamente y saliendo del cubículo. Xiao Zhan se quedó lo más silencioso posible, aguantando la respiración cuando Yibo saludó a sus amigos.
—Hombre, Zi Xuan está toda deprimida ahí afuera. Solo la dejaste, así como así, acaso ¿Tienes a una nueva, bro?
—Uh, no estoy seguro todavía. No ha sido tan interesante, si sabes a lo que me refiero. —Yibo respondió animado.
A eso Xiao Zhan escuchó la puerta abrirse y luego todo se volvió silencio, excepto por el seco sonido de la puerta cerrarse otra vez. Estaba solo.
Soltando un pesado suspiro, Xiao Zhan intentó saltar fuera del asiento del inodoro sin lastimarse, ya que sus pantalones todavía estaban hasta los tobillos. Rápidamente se acomodó los pantalones junto con los boxers, haciendo una mueca al desastre pegajoso en su entrepierna, se limpió lo mejor que pudo y luego salió del pequeño cubículo casi comenzándose a sentir claustrofóbico ya que Yibo no estaba ahí para distraerlo.
Se miró al espejo y casi se estremeció de horror. Había mucho que hacer antes de considerar regresar a la fiesta dónde la gente podría verlo. Su maquillaje se había arruinado y estaba totalmente ruborizado. Su cabello estaba despeinado y desordenado para su gusto.
Rápidamente sacó su delineador de emergencia de bolsillo de su chaqueta y otro accesorio de maquillaje que llevaba por si era necesario. Con algo de papel toalla y agua removió los rastros del maquillaje anterior para aplicarse uno nuevo.
Con sus manos intentó acomodarse el cabello una vez más, lo cual funcionó después de cinco minutos de echar maldiciones.
Se alisó la ropa con las manos para que luciera bien y tosió antes de caminar fuera del baño, esperando que nadie lo viese. No es que alguien supiera lo que haya estado haciendo ahí, pero siempre sentía esa especie de...exposición después de hacer algo con Yibo. Como si la gente fuera capaz de leerlo en su rostro. Lo hacía sentir incómodo hasta el demonio.
Caminó fuera, casi inmediatamente se topó con Yue Yue.
— ¡Xiao Zhan! —El rubio chilló — ¿Dónde has...? —La pregunta que estuvo a punto de hacer se desvaneció cuando sus ojos cayeron sobre la apariencia de Xiao Zhan, de pronto una enorme sonrisa apareció en su rostro —Oh no, no lo hiciste...
Así que era visible después de todo.
—Bueno...—Xiao Zhan dijo y se alzó de hombros pretendiendo como si no fuera la gran cosa, aunque sabía que la mueca culpable en su rostro le decía a Yue Yue todo lo que necesitaba saber.
— ¡Te dije que no sería capaz de resistirse! —Yue Yue dijo orgulloso, obviamente complacido consigo mismo —Oh Dios ¿Dónde? ¿En el baño?
—Estoy asustado ¿En que se ha convertido mi vida, Yue Yue? —Xiao Zhan preguntó sonriendo hacia el techo —Creo que deberías encontrarte una chica o un chico, lo que sea, no deberías perderte esto.
Yue Yue soltó una carcajada —Sí ¿Dónde encontrare uno de esos?
—Ugh —Xiao Zhan meneó la cabeza. Conocía a su amigo, era muy perezoso —Eres tú ¿sabes? No tienes ganas de hacer un esfuerzo y alejas a la gente.
—Lo sé, pero estoy perfectamente feliz solo y contigo a mi lado y ¿Por qué metes tus narices en mi vida? —Yue Yue respondió colocando un brazo alrededor de los hombros de Xiao Zhan mientras lo llevaba a la pista de baile.
Xiao Zhan rodó los ojos, pero sonrió. No pudo evitarlo.
—Oye...—Yue Yue de pronto dijo —Lang me dijo que hay una pequeña barra con snacks allá afuera ¿Quieres ir y comer algo?
Justo ahora Xiao Zhan se daba cuenta que tenía hambre. Asintió y caminó fuera de la sala.
— Dios, Sí, ¡una hamburguesa! Eso es lo que necesito ahora.
— ¡Entonces vamos a comer una! —Su amigo respondió.
— ¿Cómo conociste a ese tal Lang de todos modos? Pensé que al menos tenías algún gusto decente, Yue Yue —Xiao Zhan puso una expresión de disgusto.
—Él...está bien ¡en serio! —Yue Yue se intentó defender —Solo que...ha tenido un tiempo difícil ignorando a las chicas bonitas.
—Me siento afortunado de que Cain apareciera, en serio. Qué falla, bailar con alguien que no puede hacer nada más que ver sobre tu hombre a todo lo que esté usando algo que no le llegue a las rodillas.
—Entonces ¿Cain, ah? —Yue Yue cambió el tema inteligentemente — ¿Y eso?
—Ugh, ya sabes la historia que tengo con ese chico. Él es lindo y...
A ese punto Xiao Zhan se dio cuenta que había abandonado al chico en medio de la pista de baile. No es que haya sido su culpa, pero...entonces sintió la culpabilidad llegar a él.
— ¡Oh! Yue Yue ¿lo has visto antes de que me fuera?
—Bueno, sí, estaba hablando con Lang sobre algo, no parecía estar muy cómodo. Pero no escuché de qué estaban hablando.
—Mierda. Oh, maldición, él fue tan dulce, no se merece que lo trate de esa forma, dios...—Xiao Zhan suspiró, dándose cuenta que tan malo había sido con Cain.
Había estado tan atrapado con lo de Yibo que no tuvo tiempo para pensar sobre algo más.
—Bueno, pudiste haberte dado cuenta de eso antes —fue la respuesta sarcástica de Yue Yue.
—Lo buscaré después —Xiao Zhan decidió.
—Entonces ¿Yibo y tú están bien otra vez? —Yue Yue cambió el tema de nuevo.
—No lo sé...—Xiao Zhan dudó —No. No voy a decir que estamos bien todavía. Hemos tenido sexo antes y nunca ha sido una garantía para un final feliz así que no lo consideraré de esa forma. Y, además, no quiero perdonarlo todavía veamos si es capaz de decidirse.
—Pero ¿Decidirse de qué exactamente? Xiao Zhan, te dije, y sabías, que él todavía está liado con alguien.
Xiao Zhan no sentía la necesidad de mencionar cómo había esperado que Yibo haya terminado con Zi Xuan. Estaba un tanto avergonzado por ser tonto y no quería que Yue Yue pensara que era patético.
— ¿Por jugar conmigo y joder mi estabilidad mental quizá?
—Hmm, sí, esa podría ser una razón.
—Y además, soy la única persona con la que está realmente liado incluso si no quiere admitirlo. Sabes eso y sé que él lo sabe también, en algún lugar muy dentro de él.
Con esas palabras ambos lograron finalmente a travesar la multitud y dejar el edificio, encontrándose con el fresco aire. Se dirigieron hacia la derecha porque todos los que dejaban la fiesta iban obviamente a esa área para encontrar algo de comida. En efecto, no estaba tan lejos hasta que el olor de la deliciosa comida entró por sus narices.
Se quedaron afuera por un momento después de comer un bocado, también decidieron beber algo después de eso. Al menos podías comprar una agradable y fría soda en vez de un ponche de fruta que comenzaba a saber extraño una vez tomes por quinta vez.
Eventualmente ingresaron otra vez a la fiesta, felices del calor dentro de la habitación.
La música sonaba fuerte otra vez y ya estaban comenzando a cansarse, Yue Yue y Xiao Zhan solo se quedaron ahí, moviéndose con la música un poco, no bailando o haciendo algo que requiera mucha energía.
—Voy al baño ¡De verdad esta vez! —Xiao Zhan bromeó. Ambos riendo, Yue Yue asintió y Xiao Zhan se giró para dirigirse a la pequeña habitación. Entró y solo vio a cinco personas dentro. Vaya, él y Yibo realmente parecieron tener suerte. Habían estado ahí justo cuando ninguna persona necesitaba usar los cubículos. Vio a un chico salir del cubículo dónde él y Yibo había usado para su pequeña "intervención" y no pudo evitar sonreír ligeramente, intentando permanecer neutral, no podía llamar la atención. Si tan solo supieran...
—&—
—Yibo, hermano, pareces aburrido, que pasa con tu novia no tienen nada que hacer — hablo Wen Xao mirando de manera extraño a Yibo por su actitud —Despierta hombre ¿No ves lo que tienes en frente de ti?
— ¡Sí! ¡Sé consciente! Podríamos pensar que te estás volviendo gay o algo. —Esta ves hablo Xue Yang.
—Solo...estoy cansado.
—Pero que mierdas dices. no seas aguafiestas y recompensar a tu chica por dejarla sola, seguro espera algo más de ti bro, un beso podría ser algo no...¡Vamos, Yibo! ¡No seas tímido!
— ¡Mira ella está lista y dispuesta para ti, Yibo! En serio, si no haces algo, voy a considerar el hecho de que esa semana en la habitación con el maldito Omega te contagio.
—Ugh, vamos están ¿Están loco? ¡Por supuesto que no!
Xiao Zhan, Xiao Zhan, Xiao Zhan...
—Ven aquí preciosa, lo siento, estuve distraído, me perdonas.
Xiao Zhan, Xiao Zhan, Xiao Zhan, Xiao Zhan, Xiao Zhan...
—&—
Tras jalar la palanca del baño, Xiao Zhan salió del cubículo y se lavó las manos. Revisó si su maquillaje estaba aún perfecto, se sonrió así mismo, meneó su cabeza, pensaba que estaba siendo muy arrogante. Ningún espejo podría escapar.
Caminó fuera de la puerta y hacia la multitud, pero tanto como sus ojos fueron atraídos como un imán, cayeron sobre una figura entre toda esa gente. Una que tenía sus grandes manos alrededor de una hermosa chica y la estaba besando con fervor.
Sabía que Yibo aún tenía una chica, pero parecía como si hubiera olvidado todo lo que había sucedido. ¿Acaso fue así? ¿Podía acaso voltear la página e ignorar completamente lo que había sucedido? ¿Soy tan fácil de olvidar después de follarme? Acaso ¿podría? ¿Realmente podría?
Su sonrisa cayó y camino fuera de toda esa gente. No sentía cólera. Tampoco sentía una histérica tristeza. Se sentía torpe, estúpido y lo confirmó a sus pensamientos que ya no lo quería ser más. No había nada de esa situación que no había sabido o que sospechaba, entre todas esas caras felices, inseguro y perdiendo toda esperanza, era como si la realidad lo estaba golpeando contra el suelo. Se sintió vacío de pronto y tanto como veía las manos de Yibo acariciar las curvas de la chica, perdió toda la urgencia de pelear.
No tenía ganas de seguir peleando. ¿Qué podía hacer? Pensó. ¿Había algo más que pudiera hacer?... NADA.
Todas esas semanas Xiao Zhan había siempre tenido una excusa preparada, diciéndose así mismo todo lo que quería oír y saber. Se había estado sosteniendo de eso muy fuerte que no había notado que la otra parte no había estado ayudando.
¿Realmente se había estado mintiendo de esa manera?
¿Le había Yibo mentido diciéndole que necesitaba tiempo? ¿A qué se refería cuando le dijo que necesitaba tiempo de todos modos? ¿Diez años? Xiao Zhan no podía hacer eso. Sabía que no podía hacer eso.
A esa altura no tenía idea de lo que el mañana le traería, pero sabía que tenía que hacer ahora. Tenía que alejarse de todo eso. Lo golpeó como una bala, directo a su pecho, dejándolo sin respiración.
Xiao Zhan sacó su celular del pequeño bolsillo de su chaqueta y abrió un nuevo mensaje:
"Espero que lo estés disfrutando con tu novia. Me voy a casa. Adiós"
Se lo envió a Yibo.
Xiao Zhan esperó un minuto hasta que vio a Yibo de pronto separarse del apasionado beso al sentir algo vibrar en su bolsillo. Miró a la pantalla y Xiao Zhan sintió su corazón caerse al esperar por la reacción.
El siguiente momento Yibo empezó a mirar frenéticamente alrededor y por su puesto sus ojos se cruzaron por tres segundos. Su boca cayó, sus ojos se abrieron enormemente, en otra situación hubiera sido cómico, pero Xiao Zhan meneó su cabeza y se dio la vuelta, caminando hacia dónde había dejado a Yue Yue hace unos minutos.
Empujó a toda la gente que se ponía en su camino, sintiéndose angustiado y fuera de lugar, estaba realmente confundido por primera vez ahora, no queriendo ver lo que estaba sucediendo, pero forzado hacerlo. ¿Eso era verdad? ¿Debería abrir sus ojos? ¿Todo era falso? ¡Pero lo había sentido! ¿Acaso Yibo no? No podía ser posible, había sido muy fuerte, incluso si Yibo no lo sintiera, debió haber sentido la radiación del cuerpo de Xiao Zhan ¿O no le importaba? ¡No! Xiao Zhan no quería creer eso, no quería que fuera verdad. Pero lo era.
Lo era.
Se estuvo diciendo así mismo una y otra y otra vez, pero no hacía más que un seco eco dentro de su cabeza.
Había parecido como una hora después que vio a su amigo otra vez. Lang y Cain estaban de pie junto a Yue Yue, antes de que algo hubiera sido dicho, anunció que quería ir a casa. Miró a Cain con una –significativa- mirada de disculpas.
—Siento mucho lo que sucedió, tuve problemas con alguien.
—Oh, Espero que no haya sido con tu novio.
Xiao Zhan sonrió un poco forzado. —No, no con mi novio —Caminó hacia afuera y como lo había esperado, ellos lo siguieron.
—Oye Xiao Zhan ¿Qué sucedió? —Yue Yue preguntó detrás de él, obviamente triste y preocupado. Xiao Zhan suspiró y dejó de caminar.
—Todavía es un estúpido cobarde.
Yue Yue le sonrió dulcemente, acercándose a él y acariciándole el hombro. Sabía que no debía preguntar nada más. Xiao Zhan estuvo agradecido por ello.
—Está bien, déjalo ir. Quizá no para siempre porque sé muy bien que no lo superaras de la noche a la mañana...solo, déjalo ir. —Su voz sonaba confortante y Xiao Zhan agradeció a todos los cielos que tuviera a Yue Yue ¿Qué haría sin él?
—Lo sé —Xiao Zhan susurró de regreso asustado y con la voz temblorosa que lo estaba traicionando.
Claramente preocupado Cain se paró a su lado, reconfortando al pelinegro, no sabía de la situación, pero se podía ver la tristeza en los ojos del Omega.
Yibo llegó corriendo afuera, dirigiéndose hacia Xiao Zhan. Los otros se tensaron y se pusieron delante del pelinegro, pero Xiao Zhan les dijo que estaba bien. Se sentía un tanto calmado al ver a Yibo. Hablarían. Tenían que hablar.
Pero ya no le creeria..