Pasaron los minutos y nadie decía una palabra. Jackson se había acercado a consolar a Allison dejando a Lydia sola. Justo cuando me iba a acercar a ella, vi que Stiles me ganó.
Por supuesto, él está enamorado de ella... ¿por qué no se acercaría?
Las imágenes borrosas que veía, me ayudaban a distinguir que él tenía un brazo alrededor de ella.
¿Por qué me dolía tanto verlo con Lydia?
Es como... como si, como si Stiles me gustara.
Oh no, él no puede gustarme... no... me lo prohíbo... no... no, no, no, sí... mierda... sí, Stiles... sí... él me gusta...
Es como en todos los libros, la chica no se da cuenta de lo que siente, a pesar de que todas las señales son muy obvias. Siempre me he quejado de la estupidez de las protagonistas, pero ellas no tienen la culpa, es solo que no ven las señales. Al igual que yo.
No sé desde qué momento, pero Stiles Stilinski me gusta.
Esto no puede ser bueno.
💙
Otros minutos pasaron. Lydia estaba ahora viendo los materiales que había usado para crear la bomba Molotov.
―Jackson, tú me pasaste el ácido sulfúrico, ¿cierto? ―preguntó―. Tiene que ser ácido sulfúrico o no encenderá.
―Te di exactamente lo que me pediste, ¿o no? ―respondió bruscamente Jackson.
―No le hables así ―dije.
Jackson no me prestó atención.
¿Qué diablos le pasa últimamente? Parece más idiota que antes.
―Estoy segura de que sí me diste lo que pedí ― ¿desde hace cuánto Lydia se ha vuelto sumisa?
Un gran rugido retumbó por toda el aula, no, es probable que haya retumbado por toda la escuela. Era ensordecedor. Tapé mis oídos, pero aun así lo escuchaba como si no estuviera tratando de bloquearlo. El sonido era como los que yo había oído antes, solo que amplificado.
De pronto empecé a sentir un gran dolor en mi cintura, justo donde estaba el corte. Caí al suelo y noté que Jackson también podía sentir el mismo dolor que yo, solo que en la parte de atrás de su cuello.
―Mia, ¿qué sucede? ―me preguntó Stiles. Se había agachado a mi lado.
De un segundo al otro, el dolor se desvaneció, pero haber gritado me dejó exhausta. Jackson estaba igual que yo.
Stiles me ayudó a ponerme de pie y Lydia ayudó a Jackson.
―Estoy bien ―dijo él mientras se alejaba de ella―, estoy bien.
―Pues yo no estoy bien, la herida me arde ―dije.
―Ninguno de los dos sonó como que estuvieran bien ―dijo Allison―. Al menos Mia acepta que le duele algo.
― ¿Qué tienes en tu cuello? ―preguntó Stiles alargando la mano hacia Jackson, pero él inmediatamente lo apartó.
―Dije que estoy bien ―repitió Jackson.
―No suenas nada bien ―dije―, estoy segura de que has sentido lo mismo que yo.
Jackson me fulminó con la mirada. Estaba lo suficientemente cerca como para notarlo. Él jamás me veía de esa manera.
― ¿Qué pasa contigo? ―le reprendí―, nunca te has comportado así conmigo.
―Se ha comportado extraño por varios días ―dijo Lydia―. Y esa cosa de su cuello está desde hace mucho. No quiere decirme qué fue lo que pasó.
―Como si en verdad te importara ―escupió él.
― ¡Diablos! ¡¿Qué te pasa?! ―grité―. ¡No puedes hablarle así! ¡Es tu novia!
Pero ni aun así logré llegar a Jackson, simplemente se alejó de mí. Ahora ya no podía distinguir su rostro. Tener miopía era una estupidez.
― ¿Podemos no discutir por medio segundo? ―dijo Stiles.
―Díselo a él ―dije.
― ¿Dónde está Scott? ―preguntó Allison a nadie en particular―. Ya debería de haber regresado...
Fue un sonido leve, pero todos lo captamos. Inmediatamente giramos hacia la puerta. No lograba distinguir nada fuera de lo normal, pero los demás sí.
― ¡Scott! ―gritó Allison―. ¡Scott!
― ¿Adónde va? ―preguntó Lydia.
¿De qué están hablando? Scott no se iría y nos dejaría aquí... ¿o sí?
Allison tocaba la puerta mientras llamaba a Scott, al parecer nos había dejado encerrados en el salón. Ella trataba de girar la manija, pero no funcionaba, así que seguía llamando a Scott, pero eso tampoco funcionaba.
― ¡Detente! ―gritó Lydia―. ¿Oyen eso? Escuchen.
Ella corrió hacia las ventanas. Traté de acercarme lentamente. No quería tropezarme con nadie, además, aun me dolía un poco el tobillo.
Sentí que alguien cogió mi mano. Alcé la vista y era Stiles, pero él no me veía. Me condujo hacia las ventanas. Distinguí luces azules que parpadeaban, también oía las sirenas de los policías.
¡Habíamos sobrevivido!
Lo mejor de todo es que Stiles aún tenía cogida mi mano.
💙
Veinte minutos después estaba sentada dentro de una ambulancia. Allison había conseguido unos lentes de repuesto que siempre tenía en mi casillero. Así que podía ver. Los paramédicos habían vendado la herida de mi cintura y también mi tobillo.
Tal como había dicho Stiles, no necesitaba puntos, así que, no sufriría.
―Mia ―escuché al alguacil Stilinski llamarme―, ¿estás mejor? ―asentí―. Odio tener que preguntar, pero es mi trabajo. ¿Recuerdas quién te atacó?
Ojos rojos aparecieron en mi cabeza. Pero había oído a los demás decir que era Derek, así que no quería desentonar. Decir que había visto los ojos rojos solo haría que me mandaran al manicomio.
―No lo vi ―algo me decía que no fue Derek y no quería echarle la culpa.
― ¿Segura que no viste nada?
―No, perdí mis lentes.
―Oh, es cierto. Lo olvidaba.
―Ya puede irse ―dijo uno de los paramédicos.
― ¿Quieres que te lleve a casa? ―me preguntó el papá de Stiles.
―Sí, eso sería genial ―respondí.
― ¡MIA! ―no tenía que voltear para saber quién era el dueño de ese grito―. ¡Maldita sea! ¿Qué mierda haces en el colegio a estas horas?
Vi a mi papá con rostro suplicante, no quería que armara un alboroto acá, menos con Stiles a tres metros de distancia.
― ¡¿Crees que he venido a la ciudad para que me interrumpas el trabajo?! ¡Tengo mil cosas que hacer! ¡No estoy para que me llamen a mitad de la noche solo porque se te da la gana de venir a tu escuela!
―Señor Anholt ―el papá de Stiles ingresó a la conversación―, no debe gritarle en estos momentos, ha pasado por una situación traumática.
― ¡Es mi hija, yo decido si gritarle o no!
―Sé que no han hecho bien en venir, pero debe de tener paciencia ―trató de razonar el alguacil.
― ¡No he venido para que un policía inútil me diga cómo tratar a mi hija!
Mi papá, si es que lo puedo llamar así, se dirigió a su auto y sin voltear gritó. ―Vámonos Mia, no me hagas perder más el tiempo.
―Gracias por todo y lamento esto ―le dije al papá de Stiles, antes de seguir a mi padre con la cabeza agachada. No quería que nadie viera las lágrimas que surcaban por mis mejillas.
💙
― ¡Lo único que tienes que hacer es comportarte y es lo único que no haces! ―gritó mi papá una vez que cerró la puerta de entrada. Todo el camino en el auto estuvo callado―. ¡Te doy todo, maldita sea! ¡Te doy todo para que no me jodas! ¡Y lo único que haces es joder, joder y joder!
―Lo lamento ―respondí. Lobo se acercó a mí y se sentó a mi lado. Él era siempre mi soporte―. No pensé que te llamarían.
― ¡Claro que me llamaron! ¿Acaso eres estúpida? ¡Soy tu padre, me tienen que llamar!
―Lo lamento... ―las lágrimas habían vuelto a hacer su camino por mis mejillas.
― ¿Sabes cuánto tiempo me haces perder? ¡Desearía que te hubieran matado a ti en lugar de a tu madre!
No era la primera vez que me decía eso, pero siempre dolía como si fuera la primera vez. Que tu padre desee que estés muerta... saber que él me prefiere muerta... ¿no se supone que los padres deben amarte? ¿Qué pasa si tu padre no te ama? Si tus progenitores no te quieren, entonces... ¿quién sí?
―No volverá a pasar...
― ¡Más te vale que no vuelva a pasar! Hasta ahora he sido muy paciente contigo, no me hagas cambiar ―lo dijo con la mirada más severa que había visto en él hasta ahora.
―No volverá a pasar ―repetí.
―Tus derechos con el carro han sido revocados ―dijo cuando ya había empezado mi ascenso por las escaleras. Lobo siempre a mi lado―. Caminarás hasta la escuela.
―Está bien...
― ¡¿Me oíste?! ―gritó.
Di media vuelta para encararlo, mis piernas temblaban. Mi padre nunca me había dado tanto miedo como hasta ahora. ―Sí, no usaré el carro.
✎❣
Acabó el capítulo de Night School! ¿qué les parece el papá de Mia? Es un poco... no tengo palabras...
Gracias por seguir leyendo! pronto subiré el siguiente capítulo!!
xoxo,
Rose