Skyler.
—Esto será emocionante, estaremos trabajando en la misma editorial.
—Lo mío es una pasantía.
—No quites mi fantasía.—contesta Rosie mientras caminamos por la editorial, ella ya trabajaba en la misma, yo tenía permitido unas pasantías y con algo de suerte, quizás me contrataran.—Por cierto, no te olvides que luego de esto debemos hablar.
—¿Hablar de que?
Rosie me mira de reojo, pero no contesta a mi pregunta, solo sonríe mientras nos dirigimos a la oficina de nuestra nueva jefa. Cassandra Holmes se la conoce por ser dueña de una de las mejores editoriales de Inglaterra, muchos darían lo que fuera para trabajar en la misma y que sus libros sean publicados. Mi papá tuvo suerte, firmo con esta editorial donde sus libros son enviados a todas partes del mundo.
Al llegar a la puerta de la oficina, Rosie da unos pequeños golpes, entramos a la orden de una voz femenina diciendo que pasemos. Cassandra estaba moviendo un mechón de su oscuro cabello mientras parecía molesta hablando por celular.
—No me interesa cuanto tiempo te tome, pedí esos manuscritos hoy porque prometi una fecha de lanzamiento, entonces apúrate o contratare a otra.—dice Cassandra y cuelga, sus ojos oscuros se clavan en nosotras dos.—¿Cuál de ustedes es la pasante?
Levante mi mano algo nerviosa en este momento, deseaba haberme puesto otro atuendo que no sea una camisa que ajustaba demasiado en la parte de mis pechos o unos vaqueros que me compre hace poco y me quedaban geniales, según Zoe claro. Cassandra nos mira de arriba abajo a las dos mientras se levanta rodeando su escritorio.
—Tu, rubia, busca a Louis, él te ayudara a ponerte al día, y tu consígueme un latte de vainilla.—Rosie y yo nos miramos.—¿Hable chino?, muévanse.
Algo me decía que trabajar en la editorial tal vez no sería muy de mi sueño.
En los siguientes minutos, me dedique a ser una secretaria para Cassandra, buscando sus cafés, atendiendo sus llamadas, y anotar todo lo que me decía.
—Eh...disculpa...Cassandra.—dije mientras caminábamos por el edificio interrumpiendo de todo un dialogo que estaba teniendo, ella se voltea viéndome.—Me preguntaba...ya que estoy aquí, ¿Cuándo trabajare con libros?, tengo muy buenas notas y estoy graduada, aunque aun no me dan el diploma pero...
—Scarlett, ¿no?—dice ella viéndome, no me atrevía a corregirla asi que solo asentí.—Mira, Scarlett, eres una pasante, y eso no significa que te pondré a trabajar en libros, esta editorial tiene éxito porque todos pasaron por lo mismo que tu, chicos sin experiencia ansiosos en trabajar, si me muestras lo mejor de ti, seguramente puedo hacer que trabajes con libros, pero para eso, debes aprender y hacer caso a todo lo que yo te diga.
Asentí, ella me mira.
—Y no vuelvas a usar esos pantalones en mi editorial, ¿entendido?
—Oh, claro.—dije suspirando y la seguí para seguir con mi trabajo de lo que ella me iba ordenando.
—Mi primer día de trabajo y ya me arrojaron miles de libros que corregir y leer—dice Rosie viéndome, yo eche azúcar a mi café.
—Al menos tu estuviste con libros, yo fui una secretaria, dijo que para llegar a trabajar con libro debo demostrar que me merezco el trabajo, ¿Cómo lo hago si no me da oportunidad?
—No lo se, pero espero que este café ayude un poco-susurra ella masajeándose el cuello mientras que yo movía la cuchara en círculos. Ambas habíamos terminado exhausta de nuestro trabajo, pero pude ver a Rosie reír y hacer amigos, e incluso aunque se quejara de la cantidad de libros que le dieron, lo disfrutaba.
Yo también quería disfrutarlo, si no fuera porque solo estoy siendo una secretaria. Me sentía como Andy en "El diablo viste a la moda". Me alarmo cuando atrapo a Rosie viéndome fijamente, sus ojos celestes estaban entrecerrados mientras me observaba.
—¿Entonces no me dirás nada?—pregunta ella.
—¿Sobre qué?
—Eh...la fiesta de año nuevo, por ejemplo.
—¡Tu sabias!—dije viéndola, Rosie bebe su café.-—¿No pudiste advertirme?
—Primero, yo no sabía, cuando Caleb me dijo que Percy y Niklas fueron a Londres para celebrar con los demás, y sabía que tu irías a la misma fiesta, lo supuse.—dice encogiéndose de hombros antes de sonreír.—Aparte, no pudo ser tan malo.
—Tienes razón, fue terrible.—comente haciendo que borrara su sonrisa.—Fue lo mas incomodo de todo, Rosie, estaba Tom conmigo y Percy estaba con...Hailey Stone.
—Uh, alguien investigo.
—Todos saben quién es Hailey Stone.—dije rodando los ojos, en realidad, yo no sabía quién era hasta hace poco, pero no le daría más motivos a Rosie para que pensara que, como bien ella dice, hice toda una exhaustiva búsqueda de lo último que Percy estuvo haciendo en esos tres años.
Rosie suspira sacándole unas migas a la galleta que había pedido.
—Tu sabes que...cuando terminaron, yo dije que me iba a mantener al margen, nunca les hable del uno del otro porque no quería formar parte, no quería que pareciera que tomaba un lado por seguir siendo tu amiga o claramente, ser amiga de Percy.—dice Rosie acomodando su cabello.
—Lo se.—murmure.—Solo..., fue tan incómodo Rosie, verlo ahí con esa chica...una muy linda chica.
—Tu eres muy linda, Sky. En más, hoy en el trabajo, muchos chicos me preguntaron por ti.
—Tengo novio.
—Tom no necesita saberlo.—dice ella encogiéndose de hombros con una sonrisa divertida.—Hablando de ese novio tuyo, ¿Cómo está?
Era difícil saber si Tom seguía enojado por lo de la fiesta, aunque ya habían pasado días de la misma, dado que Año nuevo termino al igual que todo, nuestra vida tuvo que seguir normal y corriente. Su trabajo en el restaurante lo tenía ocupado, sin contar que ahora estaba estudiando pastelería para profesionalizarse según sus palabras, y yo estaba trabajando en mis tesis para graduarme a la vez que tengo que trabajar en mis pasantías con Cassandra.
Me gustaría decir, que todo seguía con normalidad, pero ¿Cómo puedo decir eso si ni siquiera hablamos mas que unas cuantas palabras al día?
—Rosie...crees que...¿deba decirle a Dove que conozco a Midas King?
—Hum, dado que me contaste como se lo tomo Tom. Si, deberías decirle, de paso tendrá a otra persona que le preguntara sobre ellos y no a mi. Me agrada Dove, y amo a Caleb, pero no significa que quiero hablar de mi novio con su más grande fan.
Me reí un poco pensando como se tomaría Dove aquella noticia.
*
—Ey, ¿Cómo estuvo la pasantía?—pregunta Tom cuando ingreso a su departamento una vez que el portón eléctrico fue abierto, los olores de que algo esta haciendo llega a mi nariz demasiado rápido, me saco mi abrigo y Tom se acerca a mi con una cuchara acercándomela a mis labios, pruebo lo que preparo y hago una mueca.
—Esta...picante.
—¡Genial! Eso estaba intentando.—dice él con una sonrisa mientras vuelve a la cocina y yo lo sigo con la campera en mi mano.—Intento elaborar recetas mas mexicanas, eso quiere decir, agregarle salsa picante, y no quiero que sea una salsa sin gusto.
Asentí dándole la razón aunque no estuviera prestando realmente atención, veo a Tom usar los materiales de la cocina y hacer caso a miles de untensillos distintos. Me senté en la silla mientras lo miraba cocinar, él me mira de reojo.
—¿Y? ¿estuvo mal la pasantía?
—No estuvo mala, solo Cassandra me trato como una secretaria el primer tiempo, espero que eso cambie en las semanas porque mi propósito de salir de la universidad no es ser solo una secretaria para ella.—dije atando mi cabello, miro a Tom.
—Genial.
—Unos chicos me invitaron a un motel y fui, hicimos un trio. El mejor sexo que tuve en toda mi vida.
—Excelente linda.
—Tom.—Lo llame, él me mira y alce una ceja. Tom suspira lavándose las manos y se acerca a mi besando mis labios.
—Lo siento, solo intento que quede lo mejor que puedo intentar, ¿bien?—susurra en mis labios.—Podemos hablar en un rato, pon la mesa.
—¿Me darás mas de tu comida picante?
—Vas a amarlo.
Tom vuelve a su trabajo en la cocina, y lo siguiente que escucho en esos minutos son ruidos y percibir olores mientras que Tom se halaga a sí mismo. Apoye mi mejilla en mi puño mientras agarraba mi celular y comenzaba a relatar cómo me había ido con mi trabajo a personas que realmente parecía interesarles que tal mi pasantía.
Cuando Tom pone un plato de carne con la salsa picante, intento hacer mi mejor esfuerzo para no irme corriendo, no me gusta lo picante, pero él estaba emocionado que lo probara. Le di una mordida mientras sonreía de lado y él habla de las clases de repostería que comenzó a tomar, mientras indica cómo podría abrir su propia sucursal de restaurantes pronto.
Miro los ojos cafés de mi novio mientras que él habla, preguntándome si yo estoy dentro de sus planes o solo soy alguien que apareció de improvisto.
Deberían darme un premio por el simple echo de intentar llevar cuatros cafés en una bandeja y sostener el abrigo de Cassandra con mi otra mano, yo estaba esperanzada que mi primer día de pasantía no fuera tan terrible como el otro. Me confundí. Apenas llegue, Cassandra se encontraba de mal humor, me ordeno que fuera a buscar café para ella y otros tres miembros de una reunión, y su abrigo a por la modista.
El celular comienza a vibrar en el bolsillo de mi abrigo y sacarlo es una tarea imposible, casi tiro todos los cafés al suelo si no fuera porque alguien sostuvo el cartón por mi. Levanto mis ojos encontrándome con Percy. Ambos nos miramos fijamente unos segundos.
—¿Vas a atender?—me pregunta, lo miro y él señala mi celular en el bolsillo. Asentí sacando el mismo viendo que era Cassandra seguramente preguntándose donde estoy.
—Solo es...mi jefa.
—¿Dónde trabajas?
—Tengo pasantía en una editorial, si hago bien mi trabajo, tal vez me contraten como editora tiempo completo...aunque mi trabajo ahora es llevar café y vestuario.
—Ya verán tu potencial, eres genial.
Abrí mi boca un poco, Percy carraspea mientras me extiende mis cafés. Sonreí tomándolo.
—Gracias.—dije agarrándolo.—Bien, el deber llama.
—¿Quieres que te alcance?—pregunta él.—Estaba por ir al estudio, pero puedo llevarte.
Mire a Percy y una sonrisa nostálgica casi se posa en mis labios, estaba segura que era mas alto de la ultima vez que nos vimos, sin contar esa ligera barba que le estaba creciendo.
Minutos después, me encontraba en el auto de Percy, un lindo audi de color negro, Percy comienza a conducir mientras yo me acomodo lo mas que puedo en el asiento, la incomodidad que hubo en año nuevo pareció haberse esfumado en este momento. Lo escucho tararear la canción que suena en la radio mientras suspire.
—Percy...—lo llame y él me mira de reojo parando con su canto. Podría decirle lo que fuera, perdón por ser tan cobarde y dejarte en el aeropuerto aquella noche antes de tus conciertos, perdón por cortar contacto con todos, perdón por romperte el corazón, te ame demasiado, realmente lo hice.
Pero no dije nada. Suspire pesadamente.
—Gracias por traerme.
—Suerte en tu pasantía.—dice estacionando en la editorial, sonreí bajando del auto.—Sky...
—¿Si?
—Espero verte de nuevo.—dice él y me sonríe.—Te ves bien.