P.o.v: ______
Su mano yacía extendida hacia mí con una tentadora propuesta, la luz intensa de la luna era lo único que nos iluminaba a ambos uniendonos en sincronía.
Le dediqué una extensa sonrisa y tomé su mano sujetándome de él para levantarme diciendo un claro y confiado "Acepto" él me devolvió la sonrisa y así sellamos nuestro trato. Después de unos segundos nos soltamos de las manos y desviamos la mirada.
No sabía cómo romper la tensión pero me alegra que no tuviera que pensar mucho en eso ya que de nuevo él tomó la iniciativa — ¿Te parece si comenzamos mañana? Aún tienes que descansar de tu caída y tengo que presentarte a Papi y a Kedamono — Preguntó, sólo asentí en señal de aprobación me dió ternura que aún quisiera que descansara, pero dejé el sentimentalismo de lado para poder cuestionarlo.
—¿Kedamono y Papi son tus compañeros de trabajo? — Traté de seguir la plática.
—Eh... Algo así, Kedamono es la cosa que más odio en la vida aunque de vez en cuando lo considero mi amigo, mientras que Papi es mi desagradable padre, no te acerques mucho a él, si lo tratas bien un microsegundo se encariña contigo y te sigue a todos lados — Reí un poco a lo bajo debido al leve parecido entre Papi y yo en la parte cariñosa, pero trataré de volver a ser seria.
—¿Por qué te desagrada tanto? No suena tan mal.
—Bueno, dices eso porque no lo conoces y mucho menos has visto cuando se enoja, mi padre es MUY extraño, créeme — Se acercó un poco a mi con un gesto indecifrable no sabía si me estaba diciendo que sentía asco o cariño hacia Papi.
— Ja ¿Y tú no eres raro? — Volví a cuestionarle, él se quedó mirandome como si me examinase con la mirada.
—Eso depende de lo que creas tú— rió a lo bajo y tomo mi muñeca para encaminarse a mi lado a la salida de la carpa, me volteó a ver de nuevo y posó su mano libre en su pecho con un estilo vanidoso —En mi opinión yo soy genial ¿No lo crees?
—Ya veremos — Es lo que pude responderle antes de que se detuviera enfrente de la carpa en donde anteriormente me encontraba recostada. Me soltó con cuidado y susurró un lindo "Buenas noches" antes de retirarse.
Entré y traté de ordenar mis pensamientos en la cama, aunque no fui capaz de hacerlo debido a que caí rápidamente en los brazos de morfeo.
El cantar de unos cuantos pajaritos me despertó del sueño, parece que todo estuviera bien, los rayos del sol se filtraban por algunas partes de la lona y me agradaba que me diera claridad, pude visualizar a lo lejos ropa más u menos de mi talla que había sido colocada en una silla; un overol de mezclilla y una camisa con diseño de conejitos de color amarillo.
Asumí que era para mi así que comencé a desvestirme para ponermela, primero me coloqué el overol dejando las partes en donde se sujeta libres para vestirme la camisa, fue cuando de repente un ser parecido a un lobo morado con máscara caminando en dos patas abrió la carpa diciendo en alto "—¡Buenos días! Me dijeron que te avisará qu-..." no terminó su frase al percatarse de mi estado, mientras que yo instintivamente me cubrí con mis manos a pesar de que tuviera el brasier puesto, grité un poco y no pude evitar que se saliera un "¿Qué carajos?" de mi boca , una de sus máscaras se le cayó y detrás de esta estaba otra con cara de preocupación, me asombré un poco así que di otro chillido, él inmediatamente cerró la entrada de mi carpa y salió corriendo gritando "¡¡AAAAAH!! PERDÓN POR VERTE SEMI DESNUDA HUMANA EXTRAÑA"
Solté un suspiro de alivio al verlo irse, pero volví a exaltarme al escuchar un fuerte estruendo y los reclamos de Poppe "¡MALDITA SEA KEDAMONO! ¿¡QUÉ HICISTE QUÉ!? AAAGHH" Me apresuré a terminar de vestirme para salir de la carpa y averiguar lo que sucedía.
Mi cabello aún seguía un poco desarreglado y a penas podía ver debido a que tenía que acostumbrarme al cambio de luz, caminé un poco sin ver hacia donde iba y me detuve de inmediato al sentir que choqué con alguien.
Me disculpé automáticamente mientras que frotaba un poco mis ojos, al poder ver con nitidez a la persona con la que choqué me quedé muy confundida al respecto, un señor con bigote, maquillaje, rosadas mejillas y labios humectados, llevaba un traje amarillo y naranja con decorados rosas en la cintura y cuello, pero definitivamente lo que más resaltaba era el gorro en forma de sol que cubría la mayor parte de su cabeza, pestañeé un par de veces para acostumbrarme a verlo.
Me volví a disculpar y me alejé un poco —Disculpeme, señor o señora, o ¿Señore? Estaba distraída no veía a dónde iba.
Sonrió amablemente y me tocó el hombro — ¡Owww! Que linda muchachita, no te preocupes querida, por cierto, prefiero "Señor" aunque agradezco que consideraras las otras opciones, anda anda ven a comer, Poppe me habló de ti. —Me rodeó con uno de sus brazos y dirigiendome hacía una cocina que se veía a lo lejos, comenzamos a caminar, cuando de la nada una mano entrelazó sus dedos con los míos y me jaló a la dirección alejada de quién asumo era Papi, choqué con el pecho de la persona que me atrajo hacia sí.
Alcé la mirada y me encontré de nuevo con esos lindos ojos azules que ya conocía.
— Sueltala ¿A dónde la llevabas, papi? —Preguntó Poppe a su padre, poniendo una de sus manos sobre la parte superior de mi hombro.
— ¡Ay! Tranquilizante Poppe, sólo llevaba a la chica a comer algo, mírala, se le nota en la cara que necesita comer más, ha de tener hambre la pobrecilla — Contestó, tratando de jalarme de mi mano libre para que lo siguiese de nuevo.
—Yo la llevo — Dijo el rubio, dando un leve golpe en la mano de su padre quien trataba de llevarme, este me soltó inmediatamente al sentir el golpe — A demás si quieres darle de comer deberías revisar primero bien tu comida, porque parece que alguien ya se la está comiendo — Le señaló a su padre con la mirada el lugar de la cocina en donde ya se encontraba aquel lobo revisando lo que había dentro de las ollas colocadas en la estufa.
Papi le chistó un poco a su hijo, para después sonreírme y salir corriendo en dirección a Kedamono "Hey, deja de comerte el desayuno antes de servirlo" fue lo que se escuchaba salir de su boca, una vez que estuvo lejos de nosotros, Poppe me soltó de la mano y hombro, alejándose un poco.
—Lo siento, ellos son un desastre, disculpalos si te molestaron. Quiero creer que no lo hacen a propósito.
—No importa, no parecen ser malos, aunque si un poco ruidosos, jaja — Reí a lo bajo y volví a verlo, su cabello rubio brillaba un poco a la luz del sol, nos empezamos a dirigir hacia la cocina — Aunque tú también eres un poco ruidoso.
— ¡Oye! No seas una molestia, ya tengo suficiente con esos dos — Me reclamó un poco viendome semi enojado, algo en mi me decía que su enojo no era real así que reí un poco, él aceleró el pasó dejándome detrás hasta llegar a la cocina.
Nos sentamos cada uno en una mesa del comedor en tal forma que él quedase enfrente mío, Papi y Kedamono aún seguían discutiendo, mientra Popee y yo cruzabamos miradas de vez en cuando sin intercambiar más palabras, el ambiente con el tiempo fue tornandose un poco incomodo, hasta que el rubio carraspeó un poco su garganta tratrando de llamar la atención se su padre y amigo.
Inmediatamente Papi entendió la señal de su hijo y el hecho de que yo aún no conocía formalmente a Kedamono, por lo que dío unos cuantos aplausos llamando la atención de todos, y acercó al pelimorado a la mesa.
—Kedamono, no seas grosero, saluda a la invitada, yo no te enseñé esos modales.
El lobo, volvió a dejar caer una de sus máscaras viéndose en la nueva una linda cara de amabilidad. En serio que aún no me acostumbro a sus mascaras, no trataré de buscarle una explicación porque creo que no la tiene.
—H-Hola, perdón por lo de hace un rato, de nuevo — Saludó, avergonzado.
—No te preocupes, está bien siempre y cuando no lo vuelvas a hacer —Le contesté despreocupada, no quería tocar el tema y al parecer él tampoco, así que un "no pasa nada" era lo mejor para cambiar nuestra conversación.
—¿Cómo que está bien? ¡Claramente no está bien! Él no debería de entrar así a tu carpa, y pagaría lo que hizo con su vida si no lo necesitaramos en el circo— Interrumpió Popee, su semblante estaba enojado, un enojo real, daba miedo responderle de esta manera pero a pesar de ello tenía que hacerlo.
—No es la gran cosa ¿Si? Solo debemos tener más cuidado para la próxima, además Kedamono ya se disculpó— Mencioné un poco preocupada por hacerlo enojar más de lo que ya estaba, no respondió a lo que dije y sólo se centró en fulminar con la mirada a Keda, antes de que el ambiente se pusiera más tenso, Papi rió un poco y sirvió el desayuno, eran unos lindos omelettes con un intento de caritas dibujadas con ketchup sobre ellos.
—Es mejor que empiecen a comer antes de que se enfríen— Sugirió Papi, dirijiendose a todos nosotros — Y tú querida, espero que te guste ¿Verdad que son lindos? Poppe dibujó las caritas sobre ellos.
— ¡¡AAGH!! Papi creeme que no era necesario aclarar eso — Exclamó el rubio con su ya común tono de fastidió, centrando su mirada en el plato, totalmente avergonzado, se notaba levemente el color subiendo por sus mejillas.
—¡Por supuesto que son lindos! Tan bonitos que me da pena comerlos — Traté de animarle, sólo sonrió a lo bajo sin quitar sin levantar la mirada, me sentí algo alividada cuando después de ello comenzaron a hablar de otros temas, al parecer comunes para ellos en el desayuno.
Comencé a pensar que quizá mi rechazo en el anterior circo y la caida que tuve no fueron tan malas
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HELLO NEW FRIEND!! Primero quiero aclarar que esta vez de verdad no tengo ninguna excusa, no he acualizado por pura flojera y ocio, lo lamento de verdad, además de ello es importante mencionar que aunque tarde muuuuuuucho no planeo abandonar esta historia, sean pacientes y me disculpo si este capítulo no fue tan largo, realmente era un borrador que tenía guardado desde hace ya un tiempo, trataré de mejorar la historia y escribir más en esta racha de creatividad.
Por cierto, les suplico que se cuiden mucho, ya saben por la variante de Omicron y eso, les deseo todo lo mejor, les quiero mucho mucho mucho mucho queridxs lectorxs MUAK MUAK
Atte:La escritora de la rayis