Taehyung se encontró con la mirada de Jungkook. Un tono rosado comenzó a notarse en sus mejillas, pues el chico no disimulaba en lo absoluto su interés por el rubio y eso lo ponía sumamente nervioso. Entonces decidió evadir aquellos ojos y centrar su vista en Jin.
—Tómala, entra y siéntate por favor—el mayor le extendió una toalla y le señaló un asiento.
—Gracias.
—Así que, ¿eres amigo de Jimin y Yoongi? — preguntó Jungkook.
—S-si ¿Cómo lo sabe?
—Obviamente porque ellos me lo dijeron.
—Oh, claro... —guardó silencio por unos segundos—¿ellos pasaron la audición?
—¿Tú qué crees?
—¡Que sí! Eso sería maravilloso— sin notarlo, Taehyung levantó su tono de voz.
Eso le pareció tierno al pelinegro, a decir verdad todo Taehyung le causaba ternura. Pero él no dejaría que lo notaran—Ajá—respondió cortante.
—Comencemos, por favor—interrumpió Seokjin.
—Bien, estoy listo.
Después de algunos minutos haciendo diferentes preguntas, la entrevista concluyó. Jin no estaba muy convencido de darle el empleo al chico. Pues aún estaba a un mes de concluir sus estudios y en los próximos días no tendría la disponibilidad de tiempo que Jungkook demandaba. Además, estaba estudiando administración de empresas, ¿por qué buscaría empleo como asistente?
Lo que el mánager no sabía es que Taehyung buscaría la oportunidad de demostrar su talento en la música, y quizás, solo quizás tendría la oportunidad de cumplir sus sueños.
Por otra parte, Jeon analizaba detenidamente al chico. Había algo que llamaba su atención, no sabía que era, pero simplemente quería tenerlo como su asistente. Tal vez sus respuestas eran muy buenas, tal vez tenía aspecto de ser una buena persona o tal vez Jungkook no era tan heterosexual como creía.
El mánager guardaba silencio mientras le dirigía una mirada interrogante a su amigo, quien ya había tomado una decisión algo arriesgada de la cual podría arrepentirse más tarde—estás contratado.
—¿De verdad? muchísimas gracias, daré lo mejor de mi,
—Necesito que te presentes mañana, tenemos una sesión de fotos para anunciar a los nuevos integrantes. Jin se encargará de mandarte los horarios, sé puntual.
—Bien, estaré atento. Gracias nuevamente— Taehyung se levantó de su asiento y abandonó la oficina. Sus amigos lo estaban esperando afuera.
—¿Y bien?— preguntó el pelinegro.
—¡Tengo el empleo!
—Eso es increíble Tae, estaremos juntos la mayor parte del tiempo. ¡Nos aceptaron! somos los nuevos integrantes de la banda.
—Lo sé, Jungkook arruinó la sorpresa.
—Así que hablaste con él, ¿no es lindo?
—Es un hombre de pocas palabras, solo espero que sea con el que menos tenga que interactuar.
—Pero si vas a ser su— Yoongi fue interrumpido por un golpe de Jimin.
—Nuestro asistente, claro— le dirigió una mirada cómplice al de tez pálida.
—No creo que sea buena idea mentirle— susurró.
—Es una buena oportunidad para él— respondió Jimin entre dientes.
—¿Vamos a festejar?
—Tal vez después Jiminie, necesito cambiar mi ropa y quiero pasar un rato con mi madre, darle la noticia. Casi no he estado en casa estos últimos días.
—Está bien Tae, cuídate y nos vemos mañana.
El rubio tomó un taxi y mientras se dirigía a su casa unos bonitos ojos llegaron a su mente, aquellos en los que parecía haber miles y miles de estrellas. Se reprendió a si mismo porque no tenía que pensar en ese chico, debía poner límites si no quería perder su empleo, pero más que eso temía rompieran su corazón.
Si bien a Taehyung le habían gustado algunos chicos temía que su padre lo lastimara, pues aquella golpiza que recibió cuando era un niño había quedado como una de sus más grandes pesadillas, había roto las ilusiones de aquél pequeño que vivía en su interior.
Finalmente salió de sus pensamientos cuando el auto estacionó frente a su residencia, pagó y se encaminó a la entrada. Tocó la puerta y su mamá lo recibió con un caluroso abrazo como era costumbre.
—Cariño te vas a resfriar, ¿jugaste en charcos de agua o que ocurrió?
El rubio sonrió tiernamente—no mamá, ya no soy un niño pequeño.
—Para mi siempre lo serás.
Los ojos del chico se iluminaron, realmente se sentía muy amado cuando estaba con su madre.
—¿Entonces por qué estás así? no, olvídalo, ve a tomar un baño y baja a cenar, no quiero que te enfermes.
—Está bien, en un momento regreso.
—No tardes mucho, cielo.
Sin más Taehyung se encaminó a su habitación, deseando poder dormir de una vez, sentía que en cualquier momento sus ojos se cerrarían, pero tenía mucha hambre.
Su padre no llegaría hoy, pues estaba en el trabajo, así que podía aprovechar para platicar libremente con su madre.
Se bañó rápidamente y se colocó una pijama con rayas azules y blancas, esta tenía estampados pequeños Tata, uno de sus personajes favoritos. Porque si bien Tae decía que ya no era un niño, amaba comprar ese tipo de pijamas que lo hacían parecer más pequeño.
Bajó al comedor y ayudó a su madre a servir la cena mientras iniciaban una conversación.
—Bueno, iba tarde a una entrevista de trabajo y hubo un accidente, los autos no avanzaban así que bajé del taxi y corrí al edificio. Por un momento me sentí como en uno de esos dramas que ves.
—Serías el protagonista más guapo del mundo—acarició su cabello—y bueno ¿cómo te fue en la entrevista?
—Muy bien, me aceptaron.
—Que bueno, cariño. Eres muy inteligente y siempre logras destacar en lo que te propones, ¿en qué vas a trabajar?
—Seré asistente de The Bullets, ¿no es genial?
—Wow cielo, esa es mucha responsabilidad, pero yo sé que tú puedes con ello.
—Para ser sincero los chicos me intimidan un poco, pero hay otra buena noticia.
—¿Cuál es? luces muy emocionado.
Ambos tomaron asiento, uno a lado del otro.
—Lo estoy, Jimin y Yoongi pasaron la audición y ahora son parte de la banda. Así será más fácil mi trabajo y no me sentiré solo.
—Eso es magnifico, yo sabía que tus amigos podían lograrlo, son muy talentosos, felicítalos por mi.
—Lo haré. También me encontré con Jungkook. En realidad, estuvo presente durante la entrevista y fue bastante extraño porque no me quitaba los ojos de encima.
—¿Y es guapo en persona?
—¡Mamá!
—Lo siento, lo siento—hubo silencio por unos segundos—¿pero si es guapo?
Taehyung enrojeció por aquella pregunta—E-es lindo, pero bastante serio y su mirada es atemorizante, quería desaparecer con solo verlo a los ojos.
—Entonces te miraba mucho ¿eh? Quizás le gustaste.
—No creo, por lo que sé está en una relación.
—¿Con quién?
—No sé exactamente, pero tengo entendido que es una modelo.
—Oh vaya, tal vez solo le pareciste interesante. Además llegaste empapado cariño, era obvio que las personas se te quedarían viendo.
—Si, probablemente fue por eso.
Guardaron silencio por unos minutos mientras terminaban su cena. No sin intercambiar algunas miradas y sonreír de vez en cuando.
—Bueno, creo que ya es tarde cariño. Yo limpiaré aquí y tú ve a dormir que mañana te espera un gran día.
—No, te ayudaré.
—No te preocupes, luces muy cansado. Si un día no me ayudas no pasa nada, por favor anda a dormir.
—Está bien, descansa.
—Tú también, cielo—depositó un pequeño beso en la frente de su hijo—te amo.
—Y yo a ti.
Taehyung subió a su habitación y tomó asiento en su cama mientras revisaba algunos mensajes.
Desconocido
Taehyung, soy Seokjin, el mánager de The Bullets.
Mañana tenemos una sesión de fotos a las 3:00pm, te explicaré todo lo que conlleva tu trabajo así que llega un poco más temprano, por favor. Te envío la dirección, buenas noches.
[ubicación]
Kim Taehyung
Gracias Seokjin, ahí estaré.
El rubio dejó su celular en la mesa de noche que se encontraba a lado de él, se recostó para dormir e inmediatamente cayó en un profundo sueño.
Por la mañana se levantó para ir a la escuela, en las últimas semanas se encontraba haciendo su tesis por lo que sus horarios ya no eran tan extensos. No le gustaba presumir, pero era el primero de la clase y sus profesores lo felicitaban constantemente. No había cometido tantos errores al momento de redactarla y por ello estaba a punto de finalizar, esperaba que esta fuera su última revisión y finalmente la aprobaran.
Sus días eran muy monótonos; tomaba sus clases, estudiaba y pasaba el rato escuchando música, a veces estaba acompañado de sus amigas Wheein y Hwasa, con quienes disfrutaba mucho pasar el rato pues ellas eran muy ocurrentes y siempre se divertían juntos.
Después de clases se dirigió al lugar que Jin le había indicado, al llegar lo vio a lo lejos junto a los miembros de la banda, quienes estaban siendo maquillados para su sesión fotográfica.
—Que bueno que llegas, acércate.
—Hola hyung, buenas tardes.
—Hola, te voy a explicar un poco de lo que te corresponde hacer aunque creo que es muy obvio.
—Creo que si, pero te escucho.
—Bien, principalmente necesito que siempre estés al pendiente de nuestra agenda, tú y yo estaremos en constante comunicación. Así podrás recordarle a Jungkook las actividades que tenemos porque siempre es muy impuntual, incluso hemos perdido vuelos por su culpa. También tendrás que revisar que no se ensucie porque es un glotón y come demasiado así que constantemente mancha su ropa con—Seokjin fue interrumpido.
—¿Por qué hablas solo de Jungkook?
—¿A qué viene esa pegunta? eres su asistente.
—¿SU QUÉ?—el grito del rubio se escuchó por toda la habitación, por lo que todos los presentes lo voltearon a ver.
—A ver, por eso viniste a solicitar el empleo ¿no?
—Bueno, quizás alguien me dijo que sería asistente de todos.
Jimin desvió la mirada, haciendo como que no lo escuchaba.
—Yo no fui—dijo Yoongi despreocupadamente.
—Yo no tengo problema si quiere ser mi asistente—bromeó Hoseok.
—¿Acaso me tienes miedo, pequeño?—Jungkook se levantó de su asiento y se dirigió hacía Taehyung.
—N-no p-pero no tenía idea de que solo estaría contigo. B-bueno me refiero a que trabajaré para ti, o sea seré tu asistente, me entiendes ¿no?
—Kook deja de intimidarlo, ya está más rojo que un tomate—mencionó su mánager.
Eso hizo que enrojeciera aún más.
—Oh, es muy lindo—gritó Namjoon.
—Vaya que lo es—alguien dijo en voz baja al fondo de la habitación y al parecer tenía un gran interés en el bonito rubio de sonrisa cuadrada.