Subieron a la camioneta, Erick decidió ayudarle ya que sabia como se sentía, solo habían dejado una nota, no querían que nadie los siguiera, seria algo rápido.
- Si hay muchos guardias entonces pediremos refuerzos, si no lo haremos solos, son científicos no militares- Dijo para calmar al chico.
- Esta bien- Murmuro.
Querían llegar lo más rápido posible, si tardaban demasiado las personas en el campamento terminarian descubriendolos.
- ¿Estas muy nervioso? Podemos parar, sales un
...
Sus ojos se estaban cerrando contra su voluntad, ya no podría soportar esa situación por más tiempo, su cuerpo no aguantaría mucho más, estaba llegando a su límite.
— Por favor, solo— Murmuro Alhan.
— L-lo intento... Lo estoy haciendo Mascullo mientras un hilo de sangre caía por si boca.
...
Cayó al suelo, su corazón, sentís como si se estuviera apagando, todos estaban moribundos, habían Sido expuestos a torturas y a esos experimentos, sabía que moririán en cualquier momento.
— Volveremos a casa ¿Verdad? Alhan... ¿Alhan? —Murmuro el peli blanco.
— Hey, ¿Estás, e-estes bien?
Este no respondió, el pálido comenzó a preocuparse, intento levantarse, pero no lo logro; Comenzó a forcejear con fuerza mientras gritaba el nombre de moreno, le pedía una señal, pero no recibía ninguna respuesta.
— Por favor,di algo, ¿Cariño?
No quería aceptar la evidente posibilidad, era imposible.
Pasaron un par de horas y no lograron hablar con el líder, estaba claro ya, habían perdido a otro amigo.
El peli blanco no había dejado de llorar en todo ese tiempo, parecía que en cualquier momento iba a perder la consciente, Daniel tampoco estaba bien, apenas u podía formular un pensamiento, sus ojos estaban abiertos, pero.nl transmitían ni una sola emoción, estaba muriendo.
— Lo siento— Murmuro — No pide hacer nada.
— No te mueras ¿Si? Por favor, Dani, tu no-
Se quedó en silencio y se limito llorar nuevamente, ya no le quedaban fuerzas, comparado con los demás estaba mucho mejor, no habían hecho demasiado con el por su condición, solo lo usaban como rehén igual que a los otros chicos.
...
— ¿Podías conducir más rápido? Tengo un mal presentimiento— Dijo con cierta molestia.
— Ya, tranquilo, no queda nada para llegar... Mira, creo que ese es el lugar— Anuncio señalando un gran edificio gris.
—Bien, bajemos ya.
Salió del auto y se dirigió a la cajuela, Eric la abrió y le entrego un arma para luego tomar otra el, saco algunas otras cosas que les serían de ayuda y se giró hacia el chico.
— Voy a esconder la camioneta, no dejes que nadie te vea.
— Está bien.
Vio al militar alejarse y comenzó a caminar hacia el edificio. El chaleco antibalas era bastante molesto y pesado, pero sabía que era necesario así que no se lo quito aunque si lo pensó, miro a su alrededor y se dió cuenta de que Erick no se veía por ningún lado... No sabía si alejarse e ir a buscar al militar o esperarlo.
En eso escucho como alguien se acercaba a la puerta del lugar para abrirla así que se escondió por un momento, era dos hombres armados, lo dudo por unos segundo, pero al final antes de que la puerta se cerrará logro escabullirse dentro. Sintió como su corazón se aceleraba, se recargo en una pared y dejo que su pulso se tranqulizara.
— Dios, ¿Ahora que?
Vengo a caminar con cuidado por el gran pasillo en el que se encontraba, habían habitaciones a los lados las cuales intento revisar, pero todas necesitaban una tarjeta la cual no tenía.
Estaba esperando a que algún doctor o guardia pasará para robarle la tarjeta, pero nada, nadie había pasado en más de media hora. Decidió subir al segundo piso, las escaleras eran largas y el camino no estaba iluminado por lo cual dudo si era una buena idea ir, aún así lo hizo, pero sin bajar el arma en ningún momento.
Al llegar al segundo piso moto que este estaba casi tan oscuro como las escaleras, apenas se había acercado a la primera puerta sacando una navaja, no era una buena idea hacer demasiado ruido, cuando un doctor salió de la habitación, justo cuando iba a echarse a gritar cuando el menor atacó el cuello del anciano atravesandolo con la navaja.
Retrocedió rápidamente después de ser salpicado con la sangre del doctor, sus manos estaban temblando, se mareo un poco, se recargo en la puerta y costo al suelo; Un charco de sangre comenzó a formarse al rededor del hombre, este tomaba su cuello con fuerza creyendo que así podría detener el sangrado, era increíble como seguía de pie, mirando con horror al menor que no creía lo que había hecho, intento caminar para buscar ayuda, pero en eso cayó al suelo muerto.
— ¿Q-Que hice? N-no,no, no...
Se levantó y se acercó al cadáver, se disculpo en voz baja y busco entre su ropa la tarjeta que necesita, la encontró.
Reviso la habitación del que el hombre había salido encontrándose con un montón de cadáveres sobre mesas de metal, se giro de nuevo hacia el cadáver, lo arrastró hasta una de las mesa y lo recostó para luego cubrirlo, saco unos trapos y líquidos de limpieza para limpiar el desastre, estuvo así por un rato hasta que dejó la escena lo más impecable que pudo.
Luego de eso comenzó a revisar cada una de las habitaciones, en eso se encontró con sus amigos, los chicos con los que había vivido gran parte de su vida. Estaban inconscientes, conectados a diferentes máquinas, pero se veían bien.
— Oigan, despierten, ya estoy aquí.
Les quitó algunas de las cosas que tenían, en eso el italiano se levantó de golpe después de que le quitará una intravenosa.
— ¿Oliver? ¿Estás vivo?
— Si, si, despierta a los demás tengo que buscar a-
— Anda, ve— Dijo incorporándose.
— Toma esto— Dijo entregándole un bisturí— Agarren cualquier cosa con la que puedan defenderse, los vemos en la entrada, busca... Busca una tarjeta.
Salió rápidamente de la habitación y se dirigió a la puerta que estaba a la derecha, luego de eso comenzó a entrar a cada habitación con la que se encontraba, siguió así hasta llegar al tercer piso, en realidad estaba agradecido por no haberse encontrado con ningún guardia o doctor, no le había agradado mucho la sensación de matar a alguien.
En eso al llegar a la última del pasillo se encontró con una gran habitación dividida en cuatro partes, una de ellas estaba vacía y en las otras...
— ¡Chicos! ¡Oigan, soy yo! ¡Despierten, soy yo! —Grito golpeando las paredes de vidrio.
No había ninguna puerta así que tenía que encontrar otra manera de sacarlos, intento golpeando una y otra vez los vidrios, pero nada, no era suficiente.
— Uf, ¿Por qué a mi? —Mascullo.
Cerro la puerta principal y reviso que no hubiese que nadie cerca. Después de revisar apunto a la puerta en la que Yannic se encontraba y comenzó a disparar, se rompió bastante, pero no lo suficiente, aún así hizo lo mismo con las demás paredes de vidrio. Dejo el arma en el suelo y tomo un destornillador que estaba en una caja pegada a la pared, atacó la puerta una y otra vez, está por romperse cuando alguien entro de golpe a la habitación.
Se giro rápidamente para ver cómo tres tipos estaban apuntandole con armas, tragó saliva y retrocedió un poco.
— Resolvamos esto como gente civilizada ¿Si? —Dijo forzando una sonrisa.
— De rodillas con las manos en la cabeza— Exigió uno de los sujetos.
— Esto no es necesario, en serio— Tartamudeo.
— Deja el arma en el suelo.
Negó con la cabeza, apenas le quedaban balas, incluso si le quedaban las suficientes para matarlos a los tres apenas y jalara el gatillo recibiría un disparo justo en la cabeza.
No hizo nada de lo que le dijeron, solo pensaba en todo lo que podía hacer para salvarse, tal vez si obedecia... No, seguro lo terminarían matando igual.
Estaba por rendirse cuando alguien entro de golpe disparandole a todos, se tiró al suelo.
Apenas y escucho que los disparos pararon se puso de pie, su amigo estaba ahí con cara de preocupación.
— ¡No debiste entrar sin mi!
— Pero los encontré, ayuda a romper eso— Exigió acercándose al vidrio.
Entre los dos comenzaron a romper el vidrio, después de un largo rato pidieron entrar a las mini habitaciones, Erick saco a Yannic y a Alhan mientras que Oliver saco al castaño como pudo.
— Llevemoslos a la camioneta, tus otros amigos ya deben estar allá, rápido — Dijo saliendo de la habitación.
Lo siguió después de cargar a Daniel sobre su espalda, era difícil caminar con el encima, pero tampoco imposible.
Erick iba a adelante su paso era firme y rápido, Oliver no podía creer que pudiera con dos personas, el era increíble.
Llegaron a la camioneta sin muchos problemas, tuvieron que esconderse por momentos así que tardaron un poco en salir, pero al final, estaban a salvó.
Subieron a los chicos a los asientos de atrás, los amigos de Oliver estaban en la caja felices y algo adormilados por las anestesias.
Sabían que recibirían un buen regalo al llegar por prácticamente todos, pero valdría la pena.
— ¿Tienen un doctor en el búnker?
— Si, tenemos varios, ellos los revisaran, no te preocupes— Respondió con tranquilidad.
...
Lentamente abrió los ojos, la debilidad que sentía en su cuerpo era indescriptible, intento levantarse, pero apenas lo hizo comenzó a temblar.
— Shh, tranquilo, no te fuerces—Murmuro un chico a su lado mientras acariciaba su cabello.
Giro levemente su cabeza encontrandose con la dulce mirada de un pelinegro.
— Ya estoy aquí, todo estará bien— Susurro tomando su mano.
Quería abrazarlo, decirle todo lo que había pensado en esos días, deseaba poder decirle lo que había descubierto, que sus sentimientos eran más que reales, que ya estaba seguro de lo que sentía.
Su cuerpo no respondía, su boca menos, lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos, se sentía impotente.
— Te mejoraras ya verás, ya te hicieron una transfusión, llegó antes de lo que creíamos.
¿Cuando tiempo había pasado? ¿Dónde estaba? ¿Que había pasado? Tenía demasiadas preguntas, pero no podía decir nada.
Como si el chico hubiese podido leerle la mente comenzó a respóndele.
— Estamos en un campamento, específicamente en el búnker de este... Llegaste aquí hace dos semanas, los demás tienen días despiertos, solo faltaba tu.
El pelinegro sonrió y lo abrazo con fuerza.
— Tenía miedo de que algo te pasará, lo siento mucho— Murmuro escondiéndo su cabeza en su cuello.
Hace un par de días había recordado demasiadas cosas, su memoria ya estaba volviendo, solo quedaban algunos huecos.
— Hay tantas cosas que quiero decirte, pasaron varias cosas desde que fueron. Aquí estaremos a salvó, muchas más que en el búnker de Alhan. Tenemos todo lo que necesitamos, aquí hay de todo.
...
— ¿Llevaras al chico?— Pregunto Maira.
— Así es, nos será de mucha ayuda, ya viste lo que hizo con ese monstruo— Respondió mientras guardaba municiones.
— Espero que tengan cuidado, yo no podré ir... ¿Sabes exactamente lo que hay en esas cajas? No podemos arriesgar a nuestra gente por nada.
La noche anterior les había llegado un comunicado que decía que en el bosque de Monterrey se había estrellado un avión del gobierno el cual traía diferentes recursos, lo habían escuchado en la radio, el problema era que muchas personas irían ahí, equipos y otras comunidades como las de ellos, si no llegaban rápido podrían volver con las manos vacías o... Muertos, estaban seguros de que allí se volvería un territorio de guerra.
— Traeremos todo lo que podamos, tu confía.
...
— Mira, me iré por unos días, volveré rápido lo prometo, ellos me necesitan, no te preocupes ¿De acuerdo?
El chico asintío como pido, confiaba en él, tenía miedo y seguro se la pasaría preocupados, pero... Confiaba en él.
— Nos iremos en media hora, así que puedo quedarme otro ratito contigo, no evites comer y toma tus medicamentos, Iara y Carlo estarán cuidadote.
Volvio a asentir.
— Te quiero—Murmuro— Demasiado.
Una leve sonrisa se formó en su rostro, era lo único que necesitaba, esas tres palabras.
...
— ¿Listo y seguro? No podrás volver incluso si te arrepenties— Le pregunto Erick antes de que subiera al helicóptero— Iremos a terrenos peligrosos, sabes que podría ser una trampa, nos expondremos a todo,niño.
— Estoy seguro, estoy listo ¿Ya puedo subir?
— Rápido.
Sería un viaje peligroso, pero era su oportunidad, su oportunidad de encontrar...
Espero que les haya gustado el capítulo, no olviden votar y comentar si fue así, nos leemos pronto!